La
Librería de El Sueño Igualitario
Maite Sota Virto
pone el dedo en la llaga, desde esta novela,
en la injerencia de la Iglesia
en la educación en un Estado presuntamente laico…
Hablamos de injerencia de la Iglesia porque
cuando esta institución se pone entremedio de muchas de las circunstancia
cotidianas se corre, casi siempre, un tupido, áspero y espero velo…
La trama que teje nuestra escritora Maite Sota
es digna de todo un thriller testimonial que viaja hacia una investigación casi
policíaca.
Una novela muy digna y contundente,
reflejo que certifica aquello de “la
realidad supera a la ficción” que forma parte de la colección llargia de
narrativa de esta editorial de Iruña.
La sinopsis de Pamiela Ediciones sobre el
presente libro:
El suicidio en Tafalla de Ulises, un
adolescente de trece años, conmociona a su pediatra, Karmele
Altuna. La macabra visión del cuerpo de la víctima y
el extraño ambiente familiar incitan a la doctora Altuna
a hurgar en las razones de lo ocurrido.
Pese a los trastornos que origina en su vida
personal y profesional, pese a todos los obstáculos, Karmele
emprende una tenaz investigación que le proporcionará evidencias de la
implicación en el caso de religiosos de un colegio de Burgos en el que Ulises
había estudiado. Con la ayuda de un periodista interesado en la investigación,
la pediatra descubrirá diversos casos similares ocurridos en el mismo colegio.
Pero sus pesquisas toparán con la sistemática cerrazón de la Iglesia católica
ante tan sórdidos asuntos.
Casi por casualidad, el relato de los
terribles sucesos ocurridos en el colegio burgalés, envueltos en un manto de
silencio por mucho tiempo, saltará finalmente a la luz pública. Sin embargo,
otros muchos casos quedarán para siempre en el olvido. Sus protagonistas,
menores desprotegidos, son doblemente víctimas: primero, de los canallas a los
que el hábito religioso presta impunidad; después, de la connivencia que con
esos canallas tiene la jerarquía eclesiástica al mirar para otro lado cuando se
denuncian los hechos.
La autora, Maite Sota Virto:
Es licenciada en Medicina y Cirugía, y médica especialista en Pediatría
(Zaragoza, 1997). Ejerce su profesión en Iruña desde 1997 en el ámbito de la
Atención Primaria.
Ha escrito poemas y cuentos infantiles, de los
que ha editado un cuaderno de cuentos y una novela dirigida al público juvenil.
Colabora con la revista Ezkaba.
Publica su primera novela en 2012, Necoleto Pambí.
Historia de una vida insípida, a la que siguen El ser encadenado (2013), El
perfume de la higuera (2016, inédita) y El informe Ulises (Pamiela,
2017).
Cazarabet conversa con Maite Sota Virto:
-Amiga
Maite, ¿qué te inspiró, quizás una sucesión de sucesos, circunstancias o
factores, para haber escrito esta novela, pero que tiene mucho de realidad?
-La necesidad de salir, desde el punto de
vista literario, del mundo de la fantasía y escribir sobre temas reales. No
solo eso, me fui al lado más oscuro de la realidad porque quería contar una
historia dura, atroz y al mismo tiempo absolutamente verosímil.
-Porque, amiga,
la realidad, muy por desgracia, casi siempre supera a la ficción, ¿no?
-No tenemos más que mirar a nuestro alrededor
o a uno mismo para comprobarlo.
-Cuando escribías
este libro, amiga Maite, ¿en quién o en qué pensabas?
-En muchos y en nadie en concreto. Mis
personajes son fruto de la experiencia. Detrás de un nombre de ficción hay muchos reales.
-Yo diría que se
trata de una escritura narrativa que se acerca mucho a muchos factores que
interfieren en una convivencia social en la que a menudo siempre “la pagan” los
mismos…
-En las novela se tratan temas de calado
social. Se aborda la violencia en varias de sus facetas: género, marginalidad,
violencia contra los niños, enfermedad mental...
-Las
problemáticas sociales que aquí abordas son responsabilidad, me refiero a la
hora de atajarlas, de todos y todas, pero con demasiada asiduidad hasta que no
nos afectan de bien cerca poco nos damos cuenta o “nos movemos”, ¿no?
-Es una de las motivaciones de la novela. No
es solo un entretenimiento, es una manera de expresar una denuncia, poner en
primera plana de las conciencias, por lo menos mientras se lee este relato, los
sucesos crueles e injustificados que ocurren cerca, muy cerca.
-Los personajes,
situaciones y circunstancias que aquí retratas ¿se miran en alguien o en algo
que tú, directa o indirectamente, has vivido?—es una pregunta un poco parecida
a las dos primeras, pero un poco como más centrada en ti como profesional de la
salud y pediatra—
-Como te he dicho, mis personajes se
construyen y se nutren de personas reales que me ha tocado conocer de cerca y
otros que no. De lecturas de periódicos,
de conversaciones con amigos y compañeros, de escuchar a los medios....
-Odios desmedidos,
silencios muy contenidos, deseos de venganza…todo lo más destructivo a pie de
calle se dan cita, por desgracia, aquí y de una manera muy directa, sin
concesiones…me refiero a que pasas a narrarlo de manera muy clara y sin
concesiones. ¿Pasa factura, de alguna manera, esto a quien lo describe (en este
caso tú misma) o cuando ya lo escribes estás como “curada del espanto” que te
puedan ocasionar estar situaciones?
-¿Pasa factura? Es posible. Lo que escribo no
es cómodo de leer porque es tan real que abruma. Es más fácil escribir sobre
cosas poco frecuentes o increíbles como psicópatas que van matando en serie,
héroes y antihéroes... Es mucho más difícil retratar la brutalidad de las
personas normales que viven en sociedad. Por ejemplo el vecino/a del tercero
izda.
-Con
la Iglesia Católica en esta narración tuya topamos y de lleno, ¿por qué? ¿Tiene
todavía demasiado poder la Iglesia o se trata de esa influencia o respeto que
genera lo que ha sido para sembrar la duda encima de los que denuncian actos que,
directa o indirectamente, les involucran?
-Es actualidad. La iglesia católica mundial es
actualidad por muchos temas. Uno concretamente que les afecta de lleno es este.
La Iglesia ha encubierto y encubre casos de pederastia. Es así, hoy por hoy. Lo
dicen los tribunales y los expertos. Lo dicen las víctimas y la sociedad entera
lo sabe. Sea cual sea el credo o no credo que profese.
-Por desgracia,
amiga, creo que hay más Ulises, ¿verdad? .Siempre, por pocos que sean, serán
demasiados, ¿no?…
-Hay. Lo que debemos procurar es que a esta
gente le salga caro hacer lo que hace. Me gustaría tener que buscar y buscar
para encontrar un nuevo caso y no lo que ocurre todavía, que simplemente bajo
el felpudo, si lo levantas salen huyendo cientos de cucarachas.
-Pero el libro
nos da respuestas y señales para afrontar o reconocer situaciones parecidas, al
menos así lo leemos nosotros. ¿Lo ves así también?, ¿Pretendías dar como
pistas, señales para reconocer ciertas circunstancias?
-La novela deja un respiradero, o varios, por
donde vislumbrar la esperanza. En la madre de Ulises que se enfrenta y limpia
su casa, en el padre que sale de esa casa opresora, en la pediatra que se
reconstruye tras el derrumbe, en su compañero, en los medios de comunicación
que resquebrajan la censura...
-“La callada”,
como respuesta, es un recurso que se da demasiado frecuentemente:¿por qué hay miedo a hablar o a contar lo que algunas veces
nos ha sucedido o nos pasa?
-La vergüenza, el qué dirán, la
estigmatización de las heridas, la negación del pasado para poder seguir
adelante, la reconstrucción de una vida edificada el dolor requiere demasiados
desescombres como para poder seguir con la misma o similar vida...
-Muchas veces el
suicidio tiene a ver con el silencio, la educación del callar, el escarmiento
para quien desvela… ¿cómo escapar de todo esto porque me da que nuestro
protagonista es víctima de todo ello?
-El suicidio de Ulises tiene que ver con los
actos de valentía (cuando se escapa del colegio) que todos podemos en un
momento realizar y con la seguridad de que no siempre son suficientes (termina
sucumbiendo al dolor, al trastorno emocional), que la realidad no es lineal, en
este caso a mejor, sino que la desesperanza en una persona de que sufrido tanto
puede reacontecer aunque la causa primigenia haya
desaparecido.
-Y
la incomprensión tiene mucho a ver con lo que te decía anteriormente, es
claramente un cómplice muy particular…
-Las señales del dolor son tan sutiles, a
veces, que o no se detectan o no se comprenden.
-La empatía es
una característica que debemos como retomar, acariciar porque debemos saber
ponernos en la piel de los demás para entenderlos y saber ayudarles, pero la
excesiva empatía o el no saber cómo llevarla, también es un peligro, ¿no?,
¿cómo debemos empatizar sin que esto nos afecte
sobremanera?
-Empatizar es
ponerte en el lugar del otro, pero jamás podrás sufrir lo del otro y además de
irreal es ineficaz. Sufrir por sufrir de forma gratuita no sirve para nada.
Nubla el entendimiento, amarga la vida y te coloca en un lugar de debilidad que
no favorece a nadie y menos a la persona con la que presumiblemente habías empatizado.
-Te iniciabas en
esto de la escritura desde o para los lectores más jóvenes, después pasas a
escribir para el público juvenil ¿Te inspiraba a ello el conocerlos y el
conocer sus ilusiones, necesidades al ser pediatra?
-El roce diario con los niños es una fuente
constante de sabiduría. No lo digo como soflama, es verdad. También te rozas
con sus cuidadores/as, padres, etc. El roce diario con las personas en tu
puesto de trabajo es lo más agotador y gratificante que existe.
-Pero después
pasas a la novela, ¿cómo es ese viaje?
-Es trepidante. A veces, no me da tiempo a
escribir lo que mi mente dicta (como ahora), me acelero y tengo que parar para
respirar. Es una experiencia única lo de inventar historias. Se parece a la
lectura, pero el proceso es más mágico (que de por sí lo es la lectura,
¿verdad?).
25697
El informe Ulises. Maite Sota Virto
304 páginas
22.00 euros
Pamiela
El
suicidio en Tafalla de Ulises, un adolescente de trece años, conmociona a su
pediatra, Karmele Altuna.
La macabra visión del cuerpo de la víctima y el extraño ambiente familiar
incitan a la doctora Altuna a hurgar en las razones
de lo ocurrido.
Pese a los trastornos que origina en su vida personal y profesional, pese a
todos los obstáculos, Karmele emprende una tenaz
investigación que le proporcionará evidencias de la implicación en el caso de
religiosos de un colegio de Burgos en el que Ulises había estudiado. Con la
ayuda de un periodista interesado en la investigación, la pediatra descubrirá
diversos casos similares ocurridos en el mismo colegio. Pero sus pesquisas
toparán con la sistemática cerrazón de la Iglesia católica ante tan sórdidos
asuntos.
Casi por casualidad, el relato de los terribles sucesos ocurridos en el colegio
burgalés, envueltos en un manto de silencio por mucho tiempo, saltará
finalmente a la luz pública. Sin embargo, otros muchos casos quedarán para
siempre en el olvido. Sus protagonistas, menores desprotegidos, son doblemente
víctimas: primero, de los canallas a los que el hábito religioso presta
impunidad; después, de la connivencia que con esos canallas tiene la jerarquía
eclesiástica al mirar para otro lado cuando se denuncian los hechos.
Maite
Sota Virto (Cintruénigo,
Navarra, 1967)
Es licenciada en Medicina y Cirugía, y médica especialista en
Pediatría (Zaragoza, 1997). Ejerce su profesión en Iruña desde 1997 en el
ámbito de la Atención Primaria.
Ha escrito poemas y cuentos infantiles, de los que ha editado un
cuaderno de cuentos y una novela dirigida al público juvenil. Colabora con la
revista Ezkaba.
Publica su primera novela en 2012, Necoleto
Pambí. Historia de una vida insípida, a la que
siguen El ser encadenado (2013), El perfume de la
higuera (2016, inédita) y El informe Ulises (Pamiela,
2017).
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