La
Librería de El Sueño Igualitario
Editorial Círculo Rojo edita este libro, con
excelente factura, de Pepe Sedano Moreno que alberga las conversaciones con
deportado Amadeo Sinca y Dante Alighieri.
En el libro nuestros ojos lectores visitarán
infiernos como el de Mauthausen, Treblinka,
Ravensbrück, Sachsenhausen…
El autor se ha rodeado de las mejores plumas
para dar a conocer este libro: firme, directo e impactante.
Desde el prólogo lo hace María Torres Celada;
la introducción la realiza Carlos Hernández de Miguel y el epílogo del libro lo
lleva a cabo José Leonardoi Ruíz Sánchez.
Es un libro, una novela, valiente y cargada de
“tretas narrativas” bien originales.
Lo que nos dice la sinopsis del libro:
“Dante Alighieri, Amadeo Sinca
y Pepe Sedano nos conducen al INFIERNO y SUS PUERTAS de la mano de sus
respectivas experiencias. Si bien la atemporalidad de cada personaje
parece separarlos en el tiempo y el espacio, su nexo de unión es tal que
rápidamente el lector podrá comprobar las peculiaridades, similitudes y
eslabones que cristalizan en esta historia a tres bandas: La Divina Comedia de
Dante, los recuerdos de Amadeo Sinca, deportado
al campo de concentración de Mauthausen durante la segunda guerra mundial y la
sensibilidad con estos temas de Pepe Sedano que lleva media vida investigando y
salvando del olvido a víctimas del horror de Mauthausen.
Un libro, escrito por Amadeo Sinca, en 1946 bajo el
título de Lo que Dante no pudo imaginar, sobre la deportación española a
Mauthausen, puso a Pepe Sedano tras la pista de su autor a principios de
los años 80 y, a partir de ahí, una prolongada correspondencia epistolar
comenzó a fluir entre ellos. Comenzaba así la idea de rendir memoria a la
figura del principal protagonista de esta historia, superviviente del mismísimo
infierno. Y llegó el momento de abrir aquellas puertas: Mauthausen, Treblinka, Ravensbrück, Sachsenhausen…
Para ello el autor estructura una larga conversación entre Dante, Amadeo y él
mismo, entrando en sincronía para que cada cual aporte su opinión sobre EL
INFIERNO y SUS PUERTAS. A través de la lectura de esta obra conoceremos las
vivencias reales de lo que supusieron aquellos campos donde el nazismo recluyó
a cientos de miles de presos políticos, prisioneros de guerra y judíos buscando
la preeminencia de la raza aria. Nos trasladaremos por momentos a aquel
sufrimiento diario, aquella sinrazón, aquel infierno que hasta el mismísimo
Dante no pudo imaginar en su inmortal obra, una de las cumbres de la literatura
universal.” (Francisco Jesús Martín Milán, autor de Madre anoche en las
trincheras).
“¡Se le ha ido la cabeza!… El entusiasmo con que me respondió y la claridad con
la que me explicó el proyecto hicieron que, muy pronto, comprendiera que no
estaba ante una locura sino ante una excéntrica genialidad…” (Carlos
Hernández de Miguel, autor de Los últimos españoles de Mauthausen y Deportado
4443).
“No debemos creer que estemos libres de que se repitan acontecimientos del
pasado como los narrados (…). No existe vacuna para evitarlos ni puede que se inven te jamás (…), pero sí que es cierto que trabajos como
el de Pepe Sedano, forman parte de los antídotos (…), puede que asi se contribuya a procurar evitarlos” (José Leonardo Ruiz
Sánchez, Universidad de Sevilla)”
El autor, Pepe Sedano Moreno; Es un
investigador y escritor de la deportación española a los campos de
concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial (esta
considerado un “pionero” del fenómeno “deportación” porque se puso a investigar cuando había muy poca
gente que lo hacía; los primeros libros que consultaba incluso le llegaban
desde territorio francés)en general, y de los
almerienses en particular. Terminó sus estudios de Magisterio en 1977, pero no
ha ejercido . Miembro fundador, en 1997, del Centro Virgitano de Estudios Históricos. Simultanea su trabajo
diario en el Ayuntamiento de Berja..Almería—con
la investigación sobre la deportación
española—que empezó en 1981--. Sus primeras investigaciones vinieron a
raíz de tener conocimiento, en 1981, de
que vecinos de Berja habían muerto en el campo de
concentración de Mauthausen, en territorio austríaco.
Le escribe el prólogo, María Torres Celada.
Autora del blog Búscame en el cicle de la vida.- http://www.buscameenelciclodelavida.com/2017/10/el-infierno-y-sus-puertas-mauthausen.html
El periodista e investigador Carlos Hernández
de Miguel, autor de varios libros sobre el Holocausto y de la gestión de la
web: .- http://deportados.es/ ; merece la pena una visita.
Nosotros hemos mantenido varias entrevistas a
raíz de varios de sus libros sobre el Holocausto:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/deportado4443.htm
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/ultimos.htm
José Leonardo Ruíz Sánchez, Catedrático de
Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla: https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=49302
Además, el libro aporta al final unas
anotaciones para que podamos distinguir y acercarnos a los diferentes y
diferenciados archivos sobre instituciones nacionales e internacionales;
también archivos hemerográficos; vídeos on-line y una
esmerada Bibliografía.
Cazarabet
conversa con Pepe Sedano Moreno:
-Amigo, aunque los que estemos leyendo el libro ya adivinemos el por qué tú
te pusiste a escribir, EL INFIERNO Y SUS PUERTAS… ¿Nos encantaría que les
explicases al resto de nuestros lectores qué es lo que te motivó a ello; que es
tanto como preguntarte el porqué de dedicarte a la investigación de los
españoles y españolas a los campos de concentración nazis? Háblanos de ese
detonante…
En realidad todo
empezó muy pronto para mí. Descubrí muy joven, con 10 años, la Segunda Guerra
Mundial a través del diario ABC (comenzaron a publicar, en fascículos esta
Guerra y, para un niño con esa edad, ver fotografías de hazañas bélicas y,
además, en color, era estupendo. Así es que le dije a un tío mío, que era
barbero y recibía dicho periódico que me guardase esos fascículos. Así lo hizo
y aún los conservo desde hace más de 50 años). En 1981 descubrí que 5 paisanos
míos habían muerto en Mauthausen y… a raíz de esta noticia es cuando “se me fue
la cabeza”. Tenía que investigar sobre estos cinco (que luego aparecieron más
pero, afortunadamente, sobrevivieron) virgitanos en
particular pero, para ello, había que asomarse a todos los españoles en general
y buscar a los almerienses en particular y, dentro de éstos, a los de Berja.
-Un detonante que ha persistido en ti como un eco que te mantiene
investigando y que luego nos trasladas, mediante tus escritos…
-Como he comentado
anteriormente, siempre me fascinó la II Guerra Mundial. De hecho, cuando estaba
estudiando bachiller, cuando llegó el momento de estudiar esta guerra, fueron
mis compañeros de clase – teníamos 14 años- los que le dijeron a la profesora
de Historia que la clase la diera Pepe Sedano… y así fue. Sobre esta guerra se
había escrito, a principios de los 80 algo, pero apenas se tocó el tema campos
de concentración nazis; mucho menos el fenómeno “deportación” y apenas nada de
la deportación española (solo el testimonio de Montserrat Roig en su libro “Els catalans en les camps nazis”). Por otro lado, si España no había
participado en esta guerra… ¿Cómo iba a haber españoles en los campos de
concentración nazis?
Pero la realidad era
otra. Se había hablado, hasta la saciedad, de la gloriosa 250 División alemana
en el
frente ruso, luchando contra los bolcheviques, contra el comunismo, en
la defensa de Leningrado (hoy San Petersburgo), junto a los lagos Ladoga, Hilmen, Onega, en Baby Yar… pero no era otra
División alemana más. Era la tan citada “División Azul”, la División española
comandada por el general Muñoz Grandes que luchó contra los rusos –formaban
parte de los aliados contra Alemania-, en aquella zona junto al mar Báltico.
Era como una obligación
escribir sobre los almerienses que se hubiesen distinguido por algo en esta
guerra en general, y sobre los de Berja en
particular. Y en ello estoy.
-Además, amigo, de trasladarnos, como en directo esas conversaciones
tan importantes y valiosas en la historiografía…cosa que no habrá sido
nada fácil, dado que te metes y haces que otros recuerden su paso por “el
verdadero Infierno en la tierra”.
-A lo largo de estos
años de investigación me fui generando un “corpus documental”, de testimonios
de deportados/as que, en aquel momento, estaban vivos y me escribieron
contándome sus experiencias en cada uno de los infiernos donde estuvieron
recluidos. Algunos en el mismo campo pero, eran experiencias diferentes tal y
como cada uno de ellos las vivieron dentro de cada campo.
Toda esa información
llegó un momento que me superó y se quedó dentro de más de una carpeta, junto
con mis miedos, mis limitaciones, mis “qué dirán”, junto a los problemas
laborales, familiares… Hasta que ha llegado el momento de abrirlas y, a estas
alturas de mi vida, ya me da igual los miedos, los límites, los “qué dirán”
(siempre he dicho que a mí –y lo siento- no me gusta leer a García Márquez –y
es un Premio Nobel-. Eso mismo pueden decir de lo que yo escribo).
Redactar las páginas
de este libro yo pensaba que iba a ser más difícil de lo que realmente ha sido.
Las palabras iban saliendo, los personajes hacían lo propio contestando a cada
una de las interrogantes que uno, u otro, planteaban a lo largo de cada una de
sus páginas. Cada uno de los deportados que en su día me remitieron por escrito
sus testimonios fueron desfilando y, claro, el que los leía era el que aún
permanecía en este mundo, o sea, yo.
--Y claro cuando hablamos o reflexionamos en o con el
infierno nos viene a la memoria, enseguida, La Divina Comedia y el particular
Infierno, abierto en tantas dimensiones, como era el de Dante Alighieri…pero
¿qué fue lo que te llevó a unos personajes tan reales como recogidos por tú
mismo a ponerlos en conversación con el “particular universo” de Dante?
-Simplemente el título
de un libro. Pero no un libro cualquiera. Fue el primer libro que se publicó,
al menos en castellano, sobre la deportación en general y sobre la española en
particular. Su autor fue un español de Barcelona que fue oficial durante la
guerra de España (1936-1939), que tuvo que huir de España, como tantos. Que fue
a parar a un campo de refugiados francés, que se alistó en la 103ª CTE
(Compañía de Trabajadores Extranjeros) para reforzar la Linea
Maginot, que fue hecho prisioneros por los alemanes
cuando invadieron Francia y terminó con sus huesos –después de pasar por
diferentes stalags (campo de prisioneros de Alemania)
fue a parar a Mauthausen y, a pesar de todo lo que allí pasó dentro de sus
muros, sobrevivió. Estoy hablando de Amadeo Sinca
Vendrell, uno de los protagonistas de este libro. Y fue él quien publicó, en
1946, el libro del que estamos hablando
y no se le ocurrió titularlo de otra manera: “Lo que Dante no pudo imaginar”
-¿Por qué?
-Dante Alighieri,
salvando las distancias temporales, le dice a
Amadeo Sinca, a lo largo de las páginas de mi
libro, en una distendida “conversación” que por qué tuvo que tomar su nombre
para titular su libro, con la cantidad de nombres que hay en el mundo. Amadeo Sinca le contesta que el Infierno al que se refiere Dante
en su libro de “La Divina Comedia” se quedó muy corto comparado con el
“infierno” donde ha estado él, es decir, en Mauthausen.
-La Divina Comedia, impacta y personalmente, a veces, crea como cierta
ansiedad pensando de lo que, en realidad, podamos ser capaces….sin pensar que
la realidad supera siempre la ficción. ¿No crees?; ¿es así como lo reflexionas?
-Efectivamente. La
realidad siempre ha superado a la ficción y lo seguirá haciendo. El Infierno de
Dante era un infierno donde, dependiendo de la clase de pecado que cometiese el
pecador, - el florentino había dividido su Infierno en círculos concéntricos
para cada una de las clases de pecados que se cometiesen- así iba a parar en
uno de ellos. Contra más leve era el pecado, más arriba estabas en esa especie
de cono invertido que había dibujado Dante para su Infierno.
El Infierno de Amadeo
era un infierno más palpable, más sufrido en las carnes de quienes se
encontraban en “él”; era, a veces, inimaginable
-Confrontar ambos mundos llenos de angustias, sufrimientos… ¿Qué piensas
que aporta al estudioso o estudiosa del Holocausto?
-Este libro se ha
escrito, expresamente, para dar a conocer los testimonios que, desde hacía más
de 35 años, estaban guardados en una carpeta de aquellos deportados que, en su
día, tuvieron a bien enviarme contándome su historia dentro del “infierno” que
les tocó sufrir. No ha habido ninguna otra intención, ni aparato crítico, ni
hacer un estudio exhaustivo del fenómeno “deportación”. Simple y llanamente dar
a conocer esos testimonios.
En ese sentido lo que
se aporta a aquel que se acerque al Holocausto es una manera muy simple de
darle a conocer que, con sus notables diferencias (cada campo se levantó,
expresamente, para cumplir una función), prácticamente todas las historias son
muy parecidas. El sistema concentracionario funcionó
como un reloj y de ello se encargó la Sección IV-4b de las SS, dirigida
magistralmente por Adolf Eichmann. Se moría en todos
los campos; unos directamente (para eso se redactó el Protocolo de Wansee), otros por el trabajo. Había que producir para el
Reich y de eso se encargaron los “hombres de negro”, a costa de lo que fuese.
Dos Infiernos: el de
Amadeo fue real porque sobrevivió y pudo contarnos sus sufrimientos y cómo fue
el día a día dentro de Mauthausen. El de Dante… no ha salido, aún, nadie de él
para contarnos dónde está y cómo se está, como lo hizo Amadeo en su día.
-Este no es otro libro del Holocausto, tiene sus particularidades muy
definidas. Cuéntanos.
-No es otro libro del
Holocausto y sí lo es, por cuanto quienes nos cuentan sus experiencias sí lo
sufrieron, y soportaron hasta más allá de donde pueda llegar nuestra
imaginación. No he querido escribir este libro como se ha hecho, hasta ahora,
con todos aquellos que se han publicado sobre la misma materia. Sobre todo los
de los propios deportados que, antes de morir, han querido contarnos sus
experiencias hasta llegar al “infierno” que, a cada uno de los que
sobrevivieron, les tocó vivir: hacer una guerra y perderla, huir a un país
extraño, sufrir las inclemencias de un campo de refugiados, apuntarse a una
Compañía de Trabajadores Extranjera, ser prisionero de guerra en un stalag alemán, entrar por la puerta de un campo de
concentración nazi a miles de kilómetros de tu casa, morir en él o sobrevivir.
Eso ya lo han contado así, tanto los propios supervivientes (léase a Mariano
Constante, entre otros) en decenas de títulos, como historiadores, tanto
nacionales como extranjeros.
Y Dante me dio la
solución. Salvando las distancias temporales, tanto entre Dante, como entre
Amadeo –ambos muertos en el momento de redactar las páginas de este libro- y
este autor que, por ahora, todavía sobrevive por estos lares, surge una
“conversación” a tres bandas. Es cierto que he podido poner en boca de ellos
algunos pensamientos que, posiblemente, nunca hubieran dicho. Les pido perdón
si fuese el caso. No obstante, como digo en la introducción de este libro,
tanto uno como el otro me lo hubieran hecho saber de alguna manera. Hasta ahora
no me han dicho nada.
Dante fue la solución
por cuanto que esta conversación comienza “peleándose” el florentino con Amadeo
al decirle que si es que no existían otros nombres en el mundo para titular su
libro –el de Amadeo, que se titula “Lo
que Dante no pudo imaginar”, refiriéndose al Infierno del libro de Dante, “La Divina Comedia”-. A partir de ahí
fue un toma y daca entre ambos hasta que, en un momento determinado, este autor
entra, igualmente, en la conversación porque estaba interesado en el tema de la
“deportación”. Soy yo el que les cuenta (más que contar es leerles), los
testimonios de los deportados que aparecen en este libro: Amadeo Sinca (deportado a Mauthausen), Joan Mestres (deportado a Sachsenhausen), Joaquín García (supuesto deportado a Treblinka) y Mercedes Núñez (deportada a Ravensbrück).
Habrán leído que digo,
en el caso de Joaquín García, “supuesto deportado a Treblinka”.
Así lo entiende la Amical de Mauthausen en Barcelona pero, no me han entregado
ningún documento que lo demuestre. Yo tampoco lo he encontrado. Es cierto que
la ausencia de documentación hace pensar que, ese supuesto caso de deportado,
realmente es una invención del mismo –no sería la primera- y él mismo se ha
creído su propia mentira. Es Dante, al igual que Amadeo, los que sugieren que
se trata de una impostura.
Una fuga de Treblinka, antes que la famosa donde escaparon alrededor de
1.000 deportados (que casi todos fueron hechos prisioneros otra vez ), con otro
español, apodado “El Maño”, y atravesar más de 2.500 km haciéndose pasar por un
ciego y su lazarillo (Joaquín hablaba algo de alemán ya que antes de la guerra
había estado, durante la República de Weimar, por aquellas tierras por temas
comerciales), hasta conseguir llegar a Francia, de donde había partido… la
verdad es que no se sostiene pero… a mí siempre me quedará la duda.
¿Quién me asegura que
no hay un documento dentro de una carpeta, en el archivo de algún pueblo
perdido en la Francia profunda? Tanto la prensa catalana a principios de los
ochenta, como su propio pueblo de nacimiento (Sumacárcel,
donde le hicieron “Hijo predilecto”), incluso la televisión catalana, contaron
su hazaña en páginas y páginas… y el propio Joaquín me hizo llegar, tanto las
fotocopias de las mismas como su propio testimonio dando veracidad a lo que
allí se podía leer.
-Cuando usted
se puso a investigar sobre el Holocausto, casi no lo hacía nadie; amigo
coméntanos, ¿cómo fueron aquellos comienzos en la investigación sobre exiliados
y exiliadas españoles que terminaron en campos de concentración?
-Me enteré más tarde
que Montserrat Roig –historiadora catalana que la parca se la llevó
prematuramente- también hacía lo propio y su investigación fue plasmada en un
libro titulado “Els catalans
als camps nazis”. En mi
caso no sabía a dónde dirigirme y lo hice al Ministerio de Asuntos Exteriores
español indicándoles lo que yo quería hacer. Desde ahí me sugirieron que me
dirigiera a las embajadas de los países donde yo quería solicitar información.
Así lo hice.
Las diferentes
embajadas a donde pedí información, sobre instituciones de sus respectivos
países, comenzaron a enviarme direcciones de diferentes archivos, academias y
universidades de cada uno de ellos. Yo les dirigí la
misma carta a cada uno de ellos y empezaron a llegarme cartas en polaco, en
danés, en alemán, en francés, en inglés… A base de diccionario, de amigos que
hablaban uno u otro idioma y, claro, en polaco y danés… tuve que dirigirme a
una agencia de traductores en Madrid que, previo pago, te indicaban en
castellano qué se había escrito en la misma. Todos coincidían en la información
que debía dirigirme a una institución, dependiente de la Cruz Roja
Internacional, en Arolsen (Alemania).
Allí dirigí mi carta
pero… me negaron la información ya que ni era un deportado, ni familiar, ni
heredero de uno de ellos, ni poderdante… mi gozo en un pozo. Solamente el
Ministerio del Interior de Austria, previo pago de 300 chelines austríacos de
1982 (cerca de 3000 pesetas), podía enviarme un rollo de microfilm de los
libros de registro de entrada de deportados al campo de Mauthausen. Me faltó
tiempo para hacer ese ingreso, y en un talón cruzado a un banco de Viena esos
chelines llegaron a un banco vienés. Al poco tiempo llegaba a casa un rollo de
película de cerca de 30 m. lleno de microfilms de esos libros –que aún
conservo-.
Esos microfilms fueron
revelados por un fotógrafo amigo mío (no quiso cobrarme su trabajo, que fue
mucho, pero… como es natural, el papel y los reactivo hubo que pagarlos). El
total de la factura ascendió a 40.000 pesetas de aquél tiempo: 1982, pero el
resultado fueron 622 fotografías, tamaño medio folio A4, donde se recogen los
asientos de más de 60.000 personas, de 27 nacionalidades diferentes, escritos
por el amanuense de turno.
De allí salieron los
primeros españoles que yo leía deportados a ese campo maldito (le llamaron “el
campo de los españoles” y no es porque hubiese mayor número de prisioneros que
de otras nacionalidades, fue porque fueron los únicos que colgaron una pancarta
en la puerta del campo el día de su liberación, saludando a las tropas
aliadas). De ahí leí los primeros nombres de deportados almerienses y, claro
está, de los de Berja que fueron mi acicate para
iniciar aquella investigación.
La Amical de Mauthausen
me había dado direcciones de deportados, tanto en España como en Francia y a
ellos también dirigí mis misivas. Unas fueron contestadas, otras no. En las
páginas de mi libro aparecen algunos. Fue muy importante para mi ir a Francia –
en septiembre de 1981-, a entrevistar a un paisano mío que había sobrevivido a Dachau (fue deportado a ese campo en el famoso convoy
llamado “el tren fantasma”, tardó cerca de tres meses en llegar, desde Vernet,
en el sur de Francia a Munich, donde está Dachau).
A partir de aquella
visita (le grabamos dos cintas cassettes contando su
experiencia en ese campo alemán), comenzó a enviarme bibliografía en
castellano, publicada en Francia, sobre la deportación en general. Uno de los
libros que me envió fue el causante de mi libro: “Lo que Dante no pudo
imaginar”. En las páginas interiores venía la dirección del autor, en Toulouse.
Le escribí y… estuvimos cerca de cuatro años manteniendo una correspondencia
epistolar que aparece reflejada en mi libro… Bueno, a grandes rasgos ese fue,
más o menos, el comienzo de esta aventura bibliográfica.
-Los testimonios directos que aquí “se citan” ya por sí solos , le dan un valor
al libro, excelente, pero es que, aparte de La
Divina Comedia, te rodeas de primeras autoridades en este campo:
María Torres Celadas, Carlos Hernández de Miguel y José Leonardo Ruíz Sánchez…
-Un día me encontré en
Facebook que un blog bajo el nombre de “Búscame
en el ciclo de la vida”, hablaba sobre Mercedes Núñez Targa,
una mujer que, aunque catalana, estuvo afincada mucho tiempo en Vigo
(Pontevedra), donde murió a finales de los años 80. Yo tenía, y tengo, una
extensa carta de esa señora que me había escrito en 1982, y así se lo hice
constar. A partir de ese momento se interesó por la carta, se publicó en un
boletín de noticias de una Asociación, se publicó en su blog y, a través de
este, fue publicado en inglés en otro blog de una bloguera hindú; a través de
mi se entregó escaneada a una institución académica dependiente de la
Universidad de Leicester (en el Reino Unido),
igualmente ha sido transcrita en un libro que se ha publicado bajo el título de
“El valor de la memoria. De la cárcel de
Ventas al campo de Ravensbrück”, con la autoría de Mercedes Núñez Targa y prólogo de Elvira Lindo, por Renacimiento. Sevilla.
2016. Detrás de ese blog estaba María Torres Celada. Ese fue el comienzo de una
gran amistad. De hecho, si no pasa nada, el próximo día 2 de marzo de 2018,
viernes, a las 20:00 h., en el Club del “Faro de Vigo”, presentaré mi libro con
María Torres Celada a mi lado.
Carlos Hernández de
Miguel levantó su teléfono, en Pontevedra, un domingo alrededor de las ocho de
la tarde, creo que en enero o febrero de 2012 o, quizá, 2013, y marcó el número
del mío. Mi nombre se lo había dado google, y mi
número de teléfono, me dijo, había sido más sencillo aún. Lo cierto es que
preguntó por José Sedano Moreno. Sí, soy yo, le contesté. Me explicó que era
sobrino de un deportado a Mauthausen: Antonio Hernández, murciano, que había sobrevivido,
que ya había muerto pero que él quería escribir un libro sobre su tío y sobre
la deportación en general, que si podía yo darle la información que sobre su
tío yo tuviera. Como es natural, acudí a los microfilms y, por el número de
matrícula que él me había dado, efectivamente, allí aparecía. Se lo escaneé y
selo envié. No tenía nada más de él. Aparecía, claro en el Libro Memorial, de Benito Bermejo y Sandra Checa, publicado por el
Ministerio de Cultura. En 2015 Carlos Hernández de Miguel había escrito uno de
los mejores libros que se han publicado sobre el “infierno” de Mauthausen: Los últimos españoles de Mauthausen.
En febrero de 2017, el
día 8 concretamente, estuvimos cenando en Vigo María Torres Celada y Carlos
Hernández de Miguel, ambos con sus respectivos cónyuges, este autor y un amigo
que me había acompañado desde Almería. Había ido a conocerlos personalmente y a
“hablarles de mi libro” –parafraseando a Francisco Umbral-. Les expliqué cómo
quería escribir mi libro y parece que les convencí aunque a Carlos le
pareciera, al principio, una “locura”… terminó diciendo que era una “excéntrica
genialidad”. Para mí es más que suficiente, viniendo de donde viene. Ojalá
también se siente a mi lado el día de la presentación de mi libro en Vigo.
José Leonardo Ruiz
Sánchez, aunque nacido en Pizarra (Málaga), llegó a Berja
(Almería) con muy pocos meses. Se ha hecho mayor en Berja,
aquí estuvo viviendo y por aquí vuelve en vacaciones para estar unos días con
su madre. Tuve la suerte de conocerlo hace muchos años. Hace más de 20 fuimos,
entre otros, miembros fundadores del Centro Virgitano
de Estudios Históricos, Organismo tutelado por el Ayuntamiento de Berja (Almería). Él era el editor literario de la Revista Farua, que edita el CVEH. Desde hace unos
años es el Catedrático Titular de Historia Contemporánea en la Universidad de
Sevilla. La Iglesia de Sevilla, entre otras, y la Masonería, son los temas
principales de sus investigaciones contando con múltiples títulos sobre dichos
asuntos, unos en solitario, otros con diversos autores. Es, así mismo,
Secretario del Centro de Estudios Teológicos de Sevilla, Cátedra “Beato Marcelo
Spínola” que publica el Anuario de
Historia de la Iglesia Andaluza.
Presumo de la amistad
de los tres.
Y así fue cómo se
gestó este libro que, en principio, fue un artículo que escribí para el blog de
María Torres, con 50 folios, bajo el título de Mis conversaciones desde el Infierno con el deportado Amadeo Sinca y con Dante Alighieri. Cuando le dije que tenía
más testimonios, además del de Amadeo, me dijo: “no te publico
ni una página. Vas a publicar tú pero un libro con todos los testimonios”… así
empiezan las cosas.
26387
El infierno y sus puertas. Mis
conversaciones con el deportado Amadeo Sinca y Dante
Alighieri. Pepe Sedano
Moreno
286 páginas 15 x 21 cms.
20 euros1
Círculo Rojo
“Dante Alighieri, Amadeo Sinca
y Pepe Sedano nos conducen al INFIERNO y SUS PUERTAS de la mano de sus
respectivas experiencias. Si bien la atemporalidad de cada personaje parece
separarlos en el tiempo y el espacio, su nexo de unión es tal que rápidamente
el lector podrá comprobar las peculiaridades, similitudes y eslabones que
cristalizan en esta historia a tres bandas: La Divina Comedia de Dante, los
recuerdos de Amadeo Sinca, deportado al campo de
concentración de Mauthausen durante la segunda guerra mundial y la sensibilidad
con estos temas de Pepe Sedano que lleva media vida investigando y salvando del
olvido a víctimas del horror de Mauthausen.
Un libro, escrito por Amadeo Sinca, en 1946 bajo el
título de Lo que Dante no pudo imaginar, sobre la deportación española a
Mauthausen, puso a Pepe Sedano tras la pista de su autor a principios de los
años 80 y, a partir de ahí, una prolongada correspondencia epistolar comenzó a
fluir entre ellos. Comenzaba así la idea de rendir memoria a la figura del
principal protagonista de esta historia, superviviente del mismísimo infierno.
Y llegó el momento de abrir aquellas puertas: Mauthausen, Treblinka,
Ravensbrück, Sachsenhausen…
Para ello el autor estructura una larga conversación entre Dante, Amadeo y él
mismo, entrando en sincronía para que cada cual aporte su opinión sobre EL
INFIERNO y SUS PUERTAS. A través de la lectura de esta obra conoceremos las
vivencias reales de lo que supusieron aquellos campos donde el nazismo recluyó
a cientos de miles de presos políticos, prisioneros de guerra y judíos buscando
la preeminencia de la raza aria. Nos trasladaremos por momentos a aquel
sufrimiento diario, aquella sinrazón, aquel infierno que hasta el mismísimo
Dante no pudo imaginar en su inmortal obra, una de las cumbres de la literatura
universal.” (Francisco Jesús Martín Milán, autor de Madre anoche en las
trincheras).
“¡Se le ha ido la cabeza!… El entusiasmo con que me respondió y la claridad con
la que me explicó el proyecto hicieron que, muy pronto, comprendiera que no
estaba ante una locura sino ante una excéntrica genialidad…” (Carlos Hernández
de Miguel, autor de Los últimos españoles de Mauthausen y Deportado 4443).
“No debemos creer que estemos libres de que se repitan acontecimientos del
pasado como los narrados (…). No existe vacuna para evitarlos ni puede que se
invente jamás (…), pero sí que es cierto que trabajos como el de Pepe Sedano,
forman parte de los antídotos (…), puede que así se contribuya a procurar
evitarlos” (José Leonardo Ruiz Sánchez, Universidad de Sevilla)”
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