La
Librería de El Sueño Igualitario
Un libro que indaga sobre las
élites coloniales de “antes del desastre del 98”.
Escribe para la colección Comares Historia, Juan Antonio Inarejos
Muñoz….
Lo que nos dice la editorial
sobre el libro:
El
desglose de los procesos de selección de las élites locales subalternas y el
desempeño del poder municipal en el archipiélago asiático abordado en esta obra
permite continuar con la caracterización de las clases dirigentes filipinas
iniciada por José Rizal en sus corrosivos escritos hace ya más de un siglo.
Fueron los últimos caciques de la etapa colonial española, pero en muchos casos
también fueron los primeros caciques del periodo de dominio norteamericano.
Este
libro precisamente bucea en algunas de las claves de esta decisiva estructura
de poder. Las clases dirigentes locales desempeñaron un papel ineludible en las
resistencias y lealtades que despertó el gobierno de la metrópoli en las
posesiones orientales. A partir del examen de las elecciones municipales se
rastrean los mecanismos de representación y el ejercicio del poder local a
finales del siglo XIX. Dentro del armazón político-administrativo implantado en
el archipiélago asiático, el eslabón municipal fue uno de los escasos espacios
de poder tangibles para las élites filipinas. Esta razón justifica el interés
por escudriñar la estrategia desplegada por el Estado colonial dentro de las
luchas de poder entabladas entre las pujantes élites insulares por hacerse con
la vara municipal, sus causas y sus consecuencias. A partir de los fondos
procedentes de los Philippine National
Archives, se indaga la selección de estos decisivos subalternos orquestada por
las autoridades coloniales en función de criterios políticos, raciales,
económicos, militares y religiosos. En último término se interrelaciona el
enorme poder atesorado por las órdenes regulares y los funcionarios
metropolitanos con las expresiones de protesta, malestar social y contestación,
junto a su significado más amplio dentro de las corrientes historiográficas que
han abordado los perfiles del movimiento nacionalista e independentista
filipino que germinó en los años previos al desastre del 98.
Juan
Antonio Inarejos Muñoz es licenciado en Historia y
doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Castilla-La Mancha. Ha
sido investigador postdoctoral en L’ École
des Hautes Études en Sciences
Sociales (París) y el Instituto de Historia del CSIC (Madrid). En la actualidad
es profesor en la Universidad de Extremadura. Sus investigaciones se han
centrado en el liberalismo isabelino y la política colonial española de la
segunda mitad del siglo XIX. Entre sus obras habría que destacar las
monografías Ciudadanos, propietarios y electores en la construcción del
liberalismo español. El caso de las provincias castellano-manchegas
(1854-1868), Madrid, Biblioteca Nueva, 2008; La revolución de 1854 en la España
rural, Ciudad Real, IEM, 2010; e Intervenciones coloniales y nacionalismo
español. La política exterior de la Unión Liberal y sus vínculos con la Francia
de Napoleón III (1856-1868).
El autor; Juan
Antonio Inarejos Muñoz:
Doctor en Historia Contemporánea
por la Universidad de Castilla-La Mancha y profesor en la Universidad de
Extremadura. Sus investigaciones se han centrado en el análisis del liberalismo
español decimonónico y entre sus trabajos figuran las monografíasCiudadanos,
propietarios y electores en la construcción del liberalismo español. El caso de
las provincias castellanomanchegas (Madrid,
Biblioteca Nueva, 2008); La revolución de 1854 en la España rural (Ciudad
Real, IEM, 2010); Intervenciones coloniales y nacionalismo español. La
política exterior de la Unión Liberal y sus vínculos con la Francia de Napoleón
III (1856-1868) (Madrid, Sílex, 2010) o Los (últimos) caciques
de Filipinas. La selección de las élites coloniales antes del desastre de 1898 (UNEX-Comares, Granada, 2015).
http://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=2024901
Algunos enlaces que te pueden ir
bien:
https://es.wikipedia.org/wiki/Cacique
Cazarabet conversa con Juan Antonio Inarejos
Muñoz:
-Los ¿Cómo era Filipinas bajo “dominio”
del Reino de España bastante antes del “desastre del 98”?
-Es difícil
sintetizar cuatro siglos de presencia colonial. Hubo elementos de continuidad
desde los inicios de la conquista, como las importantes parcelas de poder que
acapararon las órdenes religiosas, las pervivencias feudales presentes hasta
finales del siglo XIX o la escasez de población peninsular, y también
importantes factores de cambio, como la transformación de la economía en el
siglo XIX y la formación de una burguesía filipina en las décadas finales del Ochocientos.
-¿Cómo era la convivencia con el resto
de habitantes, mejor dicho con los indígenas, con la gente de la tierra?
-El escaso número de
peninsulares presentes en el archipiélago más allá de las principales ciudades
y de la capital, Manila, provocó que el mestizaje y este contacto no alcanzase
las proporciones que alcanzó en la América colonial. En muchos casos, y
particularmente en las zonas con un menor grado de “hispanización”,
los misioneros y las escasas autoridades civiles (juez, administrador de
Hacienda, Guardia Civil a partir de finales del XIX) fueron los únicos europeos
presentes en las principalías indígenas. Tampoco existieron grandes motines y
revueltas al estilo de los motines de esclavos americanos, al menos hasta
finales del siglo XVIII. Las formas cotidianas de resistencia ocuparon un lugar
importante dentro de las formas de protesta, hasta la aparición de movimientos
subversivos como el Katipunan a finales del siglo
XIX. El poder de los religiosos sí motivó que muchas de las revueltas tomasen
un matiz anticlerical, particularmente con el inicio de los movimientos
revolucionarios finiseculares.
-¿Cómo y de qué manera mantenían el
poder las élites coloniales españolas en el archipiélago filipino?
-A diferencia del
caso americano, los peninsulares no sustituyeron a las élites prehispánicas
insulares, los gobernadorcillos y cabezas de barangays.
Les cedieron importantes parcelas de poder en el plano político, tributario y
en el orden público. Fue una de las claves de la longeva presencia en el
archipiélago asiático. En un primer momento eran élites con carácter
hereditario hasta su transformación en autoridades electivas entre los
principales de cada municipio.
¿Qué papel jugaba en todo esto la
Iglesia?
-Las órdenes
regulares jugaron un papel destacado desde los inicios de la conquista.
Acapararon importantes propiedades y fincas en las islas. Además fueron los
interlocutores entre la población local y los europeos, al conocer las lenguas
nativas, y consiguieron retener importantes parcelas de poder hasta el final de
la dominación española. A finales del siglo XIX se opusieron a las reformas
planteadas desde la administración civil para recuperar las parcelas de poder
atesoradas por los frailes en educación, control del idioma, etc.… En Filipinas
no hubo desamortización, otro factor importante para tener en cuenta el enorme
poder atesorado por la Iglesia filipina, controlada abrumadoramente por el
clero regular en detrimento del clero secular y del clero nativo.
-¿Cómo se construyó el caciquismo, como
en cualquier otro territorio invadido y controlado, además de tratado como
colonia?
-Fundamentalmente a
través del pacto colonial establecido entre la administración colonial y las
élites locales, a menudo obviado por la historiografía nacionalista filipina.
Un pacto que entró en crisis en el siglo XIX por la transformación de la
economía filipina y el incremento de las exacciones de una administración
colonial incapaz o reacia a las reformas.
-¿Se ahogó la economía y al que
trabajaba la tierra y los recursos….?
-La economía colonial
atravesó varias etapas. En un primer momento estuvo condicionada por el Galeón
de Manila, hasta su desaparición con la emancipación de Nueva España, hasta su
transformación en una colonia agroexportadora de productos tropicales a partir
de la segunda mitad del siglo XIX. Los arrendatarios y colonos de las fincas
que trabajaban las propiedades de las órdenes regulares y la burguesía filipina
vieron incrementada la presión fiscal progresivamente, como lo demuestran las
revueltas que se sucedieron a partir de finales del siglo XVIII.
-¿Se tenía como atrapada a la sociedad
indígena filipina en cuando a derechos, desde lo racial?
-Los principales
puestos de la administración colonial (Ejército, Iglesia y administración
civil) estuvieron en manos de los peninsulares. Las élites locales pudieron
controlar el eslabón de poder municipal. La burguesía filipina sí tuvo
presencia en las instituciones de carácter económico, particularmente a partir
de mediados del siglo XIX. Los peninsulares estuvieron exentos de los trabajos
colectivos obligatorios y de los impuestos de capitación impuestos a los
filipinos desde el inicio de la conquista hasta finales del siglo XIX.
-¿Se hubiese podido prevenir el
desastre del 98 si se hubiese optado una política con la colonia desde “la
polis”?
-Esta pregunta no la
entiendo bien. Hubo algunos intentos de reforma, como la reforma de Maura, pero
tuvieron muchas dificultades a la hora de aplicarlas sobre el terreno por la
resistencia de sectores que habían atesorado mucho poder, como las órdenes
regulares.
-¿Había cierta frivolidad a la hora de
ver “el problema de convivencia con las colonias, y en concreto con Filipinas
desde España?
-En general, salvo
los periodos de vigencia de la Constitución de 1812, hubo una discriminación de
Filipinas en el plano político con la llegada del liberalismo a la península.
Incluso cuando se dotó de representación política a las colonias antillanas el
archipiélago asiático no contó con representantes en las Cortes peninsulares.
Las razones fueron variadas: lejanía, racismo, menor fuerza de las
reivindicaciones de los criollos, etc.… En el plano religioso, la Iglesia
filipina no vio mermado su poder con la llegada del liberalismo.
-¿Cómo ha sido el proceso de
documentación para elaborar este trabajo?
-El libro se ha
elaborado con la documentación procedente de los Philippine
Nacional Archives (Manila), concretamente con la copia existente en el Centro
de Ciencias Sociales y Humanas del CSIC (Madrid). Es una documentación poco
conocida y trabajada, pero muy sugerente. Un auténtico filón por explotar.
-¿Y la metodología de trabajo, cómo te
lo montas?; ¿No puedes adelantar, amigo, en qué estás trabajando ahora?
-En el futuro
continuaré trabajando sobre Filipinas, posiblemente en la educación colonial
como factor de nacionalización. También me atrae el estudio de la consideración
de Filipinas como colonia penitenciaria.
21718
Los (últimos)
caciques de Filipinas. Las élites coloniales antes del 98. Juan Antonio Inarejos
Muñoz
168 páginas 17 x 24 cms.
20.00 euros
Comares
El desglose de los procesos de
selección de las élites locales subalternas y el desempeño del poder municipal
en el archipiélago asiático abordado en esta obra permite continuar con la
caracterización de las clases dirigentes filipinas iniciada por José Rizal en
sus corrosivos escritos hace ya más de un siglo. Fueron los ‘últimos’ caciques
de la etapa colonial española, pero en muchos casos también fueron los ‘primeros’
caciques del periodo de dominio norteamericano.
Este libro
precisamente bucea en algunas de las claves de esta decisiva estructura de
poder. Las clases dirigentes locales desempeñaron un papel ineludible en las
resistencias y lealtades que despertó el gobierno de la metrópoli en las
posesiones orientales. A partir del examen de las elecciones municipales se
rastrean los mecanismos de representación y el ejercicio del poder local a
finales del siglo XIX. Dentro del armazón político-administrativo implantado en
el archipiélago asiático, el eslabón municipal fue uno de los escasos espacios
de poder tangibles para las élites filipinas. Esta razón justifica el interés
por escudriñar la estrategia desplegada por el Estado colonial dentro de las
luchas de poder entabladas entre las pujantes élites insulares por hacerse con
la vara municipal, sus causas y sus consecuencias. A partir de los fondos
procedentes de los Philippine National
Archives, se indaga la selección de estos decisivos subalternos orquestada por
las autoridades coloniales en función de criterios políticos, raciales,
económicos, militares y religiosos. En último término se interrelaciona el
enorme poder atesorado por las órdenes regulares y los funcionarios
metropolitanos con las expresiones de protesta, malestar social y contestación,
junto a su significado más amplio dentro de las corrientes historiográficas que
han abordado los perfiles del movimiento nacionalista e independentista
filipino que germinó en los años previos al desastre del 98.
Juan Antonio
Inarejos Muñoz es licenciado en Historia y doctor en Historia
Contemporánea por la Universidad de Castilla-La Mancha. Ha sido investigador postdoctoral
en L’École des Hautes Études
en Sciences Sociales (París) y el Instituto de Historia
del CSIC (Madrid). En la actualidad es profesor en la Universidad de Extremadura.
Sus investigaciones se han centrado en el liberalismo isabelino y la política colonial
española de la segunda mitad del siglo XIX. Entre sus obras habría que destacar
las monografías Ciudadanos, propietarios y electores en la construcción del liberalismo
español. El caso de las provincias castellano-manchegas (1854-1868), Madrid, Biblioteca
Nueva, 2008; La revolución de 1854 en la España rural, Ciudad Real, IEM, 2010; e
Intervenciones coloniales y nacionalismo español. La política exterior de la Unión
Liberal y sus vínculos con la Francia de Napoleón III (1856-1868).
AGRADECIMIENTOS
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO 1
CONTROL SOCIAL E INJERENCIA ELECTORAL DE LOS ECLESIÁSTICOS EN LAS FILIPINAS ESPAÑOLAS
1.1. De la segregación política a la segregación
religiosa del archipiélago
1.2. Los usos políticos y espirituales de
los recursos productivos
1.3. Los informes de conducta como mecanismo
de control social
1.4. De los resortes clientelares a la represión
de la contestación
1.5. A vueltas con la omnipotencia de los
eclesiásticos
1.6. Órdenes regulares, historiografía y
nacionalismo filipino
CAPÍTULO 2
LAS RELACIONES ENTRE EL ESTADO COLONIAL Y LAS ÉLITES LOCALES
EN LA COOPTACIÓN DE LOS CACIQUES FILIPINOS
2.1. Las elecciones a gobernadorcillos o
los mecanismos de selección y dominación
2.2. Del tamiz de las urnas a la criba de
las autoridades coloniales
2.3. El Gobernador Civil o el Maquiavelo
colonial
2.4. La pujanza de las élites locales
CAPÍTULO 3
«LA PRECLARA SANGRE» O EL CENSO DE LA RAZA
LOS USOS DEL FACTOR RACIAL EN EL CONTROL DEL PODER LOCAL
3.1. El peso de la raza en la estructuración
del poder municipal
3.2. Las vías para evadir el poder local
o los conatos de acceso a los privilegios de los peninsulares
3.3. Las cargas anejas al poder local y los
intentos de disolución de las exenciones
3.4. El manejo de los listones raciales como
mecanismo de defensa de las élites locales
CAPÍTULO 4
RECAUDADORES Y RECLUTADORES.
LA INFLUENCIA DE HACIENDA Y LAS QUINTAS EN LA SELECCIÓN DE LOS GOBERNADORCILLOS
4.1. Fiscalidad colonial y élites subalternas
4.2. La contribución de sangre en el entramado
caciquil de las Filipinas españolas
CAPÍTULO 5
LOS CACIQUES DE LA PERIFERIA DE LA PERIFERIA:
LAS ELECCIONES DE GOBERNADORCILLOS DE IGORROTES
5.1. El pacto colonial y la selección de
las élites «sin civilizar»
5.2. La institucionalización de las rancherías
de igorrotes: estrategias y dificultades
5.3. Las elecciones de gobernadorcillos en
las poblaciones «reducidas»
5.4. Las inquisiciones sobre gobernadorcillos
igorrotes: recaudadores, paramilitares e infieles a examen
CAPÍTULO 6
LOS INTENTOS DE REFORMA Y LA LEY MAURA DE 1893
6.1. Las disposiciones para atajar la influencia
moral en las principalías
6.2. Los obstáculos para erradicar la corrupción
electoral: el Gobernador Civil
6.3. Del reforzamiento a la nueva deslegitimación
del capitán municipal
6.4. ¿La legalidad como antídoto revolucionario?
CONCLUSIONES. LOS PERFILES DE LOS PRINCIPALES FILIPINOS EN EL MARCO DEL MODELO COLONIAL
IMPLANTADO EN ASIA
BIBLIOGRAFÍA
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LA LIBRERÍA DE CAZARABET - CASA SORO (Turismo cultural)
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
Tlfs. 978849970 - 686110069