La
Librería de El Sueño Igualitario
Arráez
Editorial ha sacado a la luz un doble
volumen sobre cómo y de qué manera se desarrollo la Represión en la provincia
de Granada entre los años 1936-1950 desde el estudio y la investigación de Juan
Hidalgo Cámara. Libro que hace memoria de muchos nombres, hombres y mujeres que
vieron su vida sesgada fruto del Golpe de Estado contra la II República desde
julio del 36.
De Granada destaca siempre la represión y la gente, el común, solemos
recordar a los nombres , como los más “ilustres”( como el poeta Lorca) que
dejaron la vida en las cunetas y desde juicios que no eran tal….tanto el editor
, como Arráez, como el escritor se han implicado en este formidable doble
volumen que traza, casi al milímetro, cómo se desarrolló la represión en esta
provincia andaluza….capturada bajo las garras de los militares golpistas desde
un primer momento y que casi podríamos decir impregnaron su régimen , y a sus
anchas, desde un primer momento…..dejando sin aliento a toda una población que
vivió, también y bebió de la República y de sus propios valores.
Lo que nos cuenta Arráez sobre este libro:
La represión en la España dominada por los nacionales fue brutal desde el primer
momento. Granada no escapó a esta oleada de acciones criminales. Los mismos
documentos que se derivaron de los procedimientos instruidos por los sediciosos
nos informan de manera involuntaria de los desmanes promovidos por la justicia
militar de la época. La mayoría de las causas no encontradas corresponden a los
fusilados indiscriminadamente, que comenzaron en los primeros días de ese
nefasto julio del 36. El rector Salvador Vila, abogados, catedráticos,
políticos, el alcalde Montesinos (cuñado de Lorca), y el mismo Federico, que
según un juez togado que en los años ochenta pudo ver las diligencias que le
instruyeron, seguramente por el teniente coronel Velasco Simarro,
no gozaron de juicio alguno. Aún sigo buscando esas diligencias.
Pero hay historias que conmueven. Tuvieron que esperar dos meses y veintidós
días, con informes médicos dando cuenta del estado de Carmen, para fusilarla;
ese era el tiempo que había pasado desde que había dado a luz, arrancándole la
niña de los brazos de su madre para llevar a ésta al paredón. Desapariciones en
medio de una causa, por muerte repentina del encausado. Las demás historias y
condenados, unas se cuentan, otras se relacionan y del resto se seguirá su
investigación.
Sabotajes en El Fargue, muertes de alcaldes, gobernador,
presidente de la diputación, secretarios, sindicalistas, concejales, militares
republicanos, asaltos a casas, confiscaciones, deserciones, jueces
instructores, consejos de guerra,… de todo se habla en el presente libro.
Además de unas extensas tablas de procesados, fusilados, documentos, gráficas y
fotos encontradas en las propias causas, completan estos volúmenes.
El autor:
Juan Hidalgo Cámara (Almería, 1954). Profesor de EGB, licenciado en
Humanidades y doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Almería.
Es profesor del IES Maestro Padilla de Almería. Realizó su tesis doctoral La
justicia militar en Granada. Los jueces instructores, causas y procesados en
Granada, 1936-1950. Es miembro del grupo de investigación “Estudios del Tiempo
Presente” y del Departamento de Historia del Instituto de Estudios Almerienses.
Además es Presidente de la Asociación para la recuperación de la memoria
histórica “Almería y su Pasado Reciente”. Ha pertenecido al Comité de
organización del II, III y IV Congreso Internacional Historia de la Transición.
Ha publicado varios artículos sobre la guerra civil en Granada, y ponencias
sobre el mismo tema en la III y V Semana de la Memoria: Justicia para después
de una guerra y Represión y Muerte en Granada.
PUBLICACIONES: “La Justicia Militar en Almería y Granada: estructura de una
causa o sumaria”, en actas de Sociedad y Política Almeriense durante el
Régimen de Franco, Almería. 2002; “Cúllar.
La Guerra Civil a través de sus causas”, Péndulo, Baza. 2006; “José Becerril
Manduelo, Director del Instituto Nacional de
Bachillerato de Baza durante la República. La lucha por enseñar”, Péndulo,
Baza. 2008. Ha escrito, junto a Eusebio Rodríguez Padilla, 600 mujeres. La
represión franquista de la mujer almeriense (1939-45). Instituto de
Estudios Almerienses.
Cazarabet
conversa con Juan Hidalgo Cámara:
-Juan, ¿por qué un libro,
como doble volumen, sobre la Represión y muerte en la provincia de Granada?
-La idea era publicar parte de mi tesis doctoral, que contiene unas de
600 páginas que el libro. Es doble volumen, porque era excesivo para uno sólo.
Están contenidos parte de los miles de represaliados en Granada, creo que un 35
a 40% del total. Hoy voy por el 80%, aunque no es fiable el nº total que
barajo, pero será una aproximación. Aún queda mucho camino
¿Por qué escoges ese período de tiempo: que empezase la
represión en 1936 lo entiendo, pero porqué , como si te parases , en el 1950…es
que la represión empezó a relajarse a partir de ese año?
-Comienzo en 1936 porque la represión franquista en Granada tuvo su
inicio en el propio julio de 1936, con la muerte de los componentes de un
convoy con armas enviadas desde Jaén para detener la sublevación. 1950, es simbólico.
La represión física y sistematizada podríamos datarla sobre esa fecha. Desde
1945 casi todas las causas tienen algo que ver con los guerrilleros, o
bandolerismo como les gusta llamarlos los que ganaron la guerra. La represión
se extendió hasta la muerte del dictador, aunque no ajeno a ello, es otra
historia. Me refiero a que la formulación de sumarísimos a partir de esas
fechas es casi nula, que son las bases de mi trabajo.
-La represión, querido amigo, me imagino no era solo muerte,
condenas perpetuas. Había también incautaciones, pillajes y demás….Háblanos un
poco de ello.
-Por supuesto. Había de todo lo
que describes y más. Fue una guerra y una fallida revolución. De lo más bestial
que nos podamos imaginar. Los llamados nacionales daban 2 horas a sus tropas
(incluidas las moras) para hacer lo que quisieran en los pueblos que caían en
sus manos…la República, bueno más bien los Comités Revolucionarios, se
encargaron de hacer incautaciones de propiedades que consideraban que eran
excesivas y que el resto lo estaba pasando muy mal, cosa que era cierta. Los
“rojos” quemaron iglesias, destruyeron cosas religiosas que estaban en contra
de su ideología, mataron a curas y obispos… Saqueos, requisas, detenciones,
asesinatos, destrucciones de toda clase etc., fueron algunas de las acusaciones
más comunes contra los vencidos, muchas veces ni probadas…Lo que si es verdad es la represión tan brutal de los vencedores,
no dejaron prácticamente ni un solo sospechoso de haber apoyado a la República
sin pasar por el banquillo de los acusados, y que pasaron por la cárcel casi
todos ellos.
-En qué se diferencia o ¿qué tiene de particular la
provincia de Granada frente a cualquier otra provincia que fuese tomada desde
un primer momento por el poder de los golpistas?
-No hablaría de diferencias sino particularidades. La ciudad y
alrededores fueron tomadas en los primeros momentos (julio de 1936). Luego
fueron cayendo Loja, Alhama de Granada, Motril, hasta llegar a dividir la
provincia en dos partes (1937), una con capital en la propia Granada, la
nacional y otra la republicana con capital en Baza. De esa manera se reproducía
la estética del resto del país. Así hasta el final de la guerra, que
simplemente se rinden a la vez que Madrid cae en manos de los facciosos. Se establecieron
uno frentes que casi no se movieron en toda la guerra, con intercambio de
fuego, bombardeos mutuos de la aviación…
-¿Por qué fue tomada tan de inmediato por los golpistas?
-Estaban preparados, y se imaginaban algo. Era verano, las tropas
estaban de vacaciones, habría unos 600 militares en la ciudad, sin embargo
muchos militares de graduación media, capitanes, tenientes, y algunos de más
como coroneles, tte. coronoles,
comandantes, de todas las armas, además de guardia de asalto, cuyo jefe tuvo que
ser convencido de la sublevación, Falange, Españoles Patriotas, nos da la
sensación de una preparación previa, o mejor dicho estaban confabulados para un
posible golpe de estado, y esto es categórico. La indefinición del gobernador
César Torres, hizo el resto, no armar al pueblo, porque según sus palabras no
sabía a quién temía más. La toma del gobierno civil fue el principio del fin.
-Vamos a remontarnos un poco en el tiempo:¿cómo se vivió el
tiempos de la II República en Granada?
-Fue muy convulsa. Tengo noticias fidedignas de ataques de camisas
negras en el centro de la ciudad, en 1933. La quema del periódico Ideal antes
del comienzo de la guerra. Un acto de la República en al asistieron más de
100.000 personas en Armilla. El golpe fallido de Sanjurjo tuvo mucho seguidores
entre los militares y también civiles o paramilitares, que fueron juzgados y
condenados…
-¿Cómo se administraba la
justicia en aquellos días…cómo ha sido el hacerte con los juicios y demás?
-La justicia del país se militarizó casi totalmente. A parte de los
juicios estrictamente militares o políticos, se enjuiciaba (por la vía militar)
hasta los accidentes de circulación, robos, hurtos, homicidios, desfalcos, etc.
España, además de ser una inmensa prisión fue también el más largo de todos los
banquillos de los acusados. En España se pudieron hacer más de un millón de
sumarios con referencia a la República, guerra civil y posguerra. No sé si la
II Guerra Mundial produjo tal volumen de represión como nuestra guerra civil.
Hacerme con los juicios son muchos años de trabajo en los archivos
militares de los juzgados togados, sumarísimos y otros. Tengan en cuentan que
actualmente llevo unas 15.000 causas, de las cuales extraigo lo más
interesante, así como la lectura integra de todas las sentencias y otros
documentos importantes, y algunos los digitalizo en el momento.
-Punto y aparte haces en muchas causas de las llamadas
relevantes…pero después te pones a analizar todos los Partidos Judiciales de
Granada… ¿cómo ha sido escribir sobre la represión partido a partido…causa a
causa….?
-Aún sigo. Primero pensé que lo mejor
no era hacer distinciones entre los distintos represaliados, pero las mejores
historias parten de sus causas, las relevantes, aunque alguna de las otras no
les vayan a la zaga.
-Háblanos, por favor amigo, de la resistencia ante la
represión
-Hubo partidas armadas, tanto en el Llano como en la Sierra, pero al
finalizar la guerra. No eran unos criminales como tanto les gusta a algunos
sectores de definirlas. Fue la continuación de la guerra contra el fascismo,
que no tuvo los apoyos necesarios, y las circunstancias internacionales tampoco
les fueron favorables. El fenómeno
guerrillero se extendió por toda la geografía granadina, desde la capital hasta
el último pueblo. La partida de El Roberto fue la máxima expresión de este
fenómeno guerrillero, que operaba entre las sierras de Granada y Málaga. Con su
desaparición podríamos dar por conclusa esta actividad. Un ejemplo, llegaban a
una casa, cortijo o aldea, mientras que los acusadores lo consideraban un
saqueo, ellos al finalizar su estancia pagaban todo lo que consumían o se
llevaban. Otras partidas no eran de esta naturaleza, eran simplemente
atracadores que aprovecharon el momento.
-El trabajo es impresionante: ¿cómo ha sido, en todo este tiempo, la
metodología de trabajo?
-La base de datos es fundamental a la hora de analizar cualquier campo.
Si queremos ver la condenas, la naturaleza y vecindad de los represaliados, la
edad, el estado civil, los jueces que actuaron, profesiones, nivel de estudios,
penas de muerte, cárceles por la que pasaron, detenciones, partidos políticos y
sindicatos, así como su cargos políticos…todo estos referentes nos dan el juego
suficiente para poder escribir cualquier historia sobre los represaliados. Luego
hay que seguir trabajando, con otros archivos, fuentes orales, hemerotecas,
dando al conjunto la visión deseada.
-Juan, te conozco poco y todavía estoy con los dos
volúmenes, pero yo diría que ya estás como pensando en algo nuevo que
ofrecernos ¿Estás trabajando ya en algo?
-En la
terminación de una base de datos casi al completo de la provincia de Granada,
más de 20.000 represaliados, heridos y muertos en acto de combate de las tropas
nacionales, los castigados por la infracciones de la ley de abastos, muertos
desconocidos, casi todos en Granada capital, los guerrilleros represaliados…
todo contenido en una base de datos, con la que se podrán inferir toda clase de
consecuencias. He empezado a escribir un
libro sobre el ataque de los nacionales al Albaycín,
con los nombres reales de los defensores.
17154
Represión y muerte en
la Provincia de Granada, 1936-1950 (Volúmenes I y II). Juan Hidalgo Cámara
544 + 504 páginas
40,00 euros
Arráez
La represión en la España
dominada por los nacionales fue brutal desde el primer momento. Granada no
escapó a esta oleada de acciones criminales. Los mismos documentos que se
derivaron de los procedimientos instruidos por los sediciosos nos informan de
manera involuntaria de los desmanes promovidos por la justicia militar de la
época. La mayoría de las causas no encontradas corresponden a los fusilados
indiscriminadamente, que comenzaron en los primeros días de ese nefasto julio
del 36. El rector Salvador Vila, abogados, catedráticos, políticos, el alcalde
Montesinos (cuñado de Lorca), y el mismo Federico, que según un juez togado que
en los años ochenta pudo ver las diligencias que le instruyeron, seguramente
por el teniente coronel Velasco Simarro, no gozaron
de juicio alguno. Aún sigo buscando esas diligencias.
Pero hay historias que conmueven. Tuvieron que esperar dos meses y veintidós
días, con informes médicos dando cuenta del estado de Carmen, para fusilarla;
ese era el tiempo que había pasado desde que había dado a luz, arrancándole la
niña de los brazos de su madre para llevar a ésta al paredón. Desapariciones en
medio de una causa, por muerte repentina del encausado. Las demás historias y
condenados, unas se cuentan, otras se relacionan y del resto se seguirá su
investigación.
Sabotajes en El Fargue, muertes de alcaldes,
gobernador, presidente de la diputación, secretarios, sindicalistas,
concejales, militares republicanos, asaltos a casas, confiscaciones,
deserciones, jueces instructores, consejos de guerra,… de todo se habla en el
presente libro. Además de unas extensas tablas de procesados, fusilados,
documentos, gráficas y fotos encontradas en las propias causas, completan estos
volúmenes.
Juan Hidalgo Cámara (Almería, 1954). Profesor de EGB, licenciado en
Humanidades y doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Almería.
Es profesor del IES Maestro Padilla de Almería. Realizó su tesis doctoral La
justicia militar en Granada. Los jueces instructores, causas y procesados en
Granada, 1936-1950. Es miembro del grupo de investigación “Estudios del Tiempo
Presente” y del Departamento de Historia del Instituto de Estudios Almerienses.
Además es Presidente de la Asociación para la recuperación de la memoria
histórica “Almería y su Pasado Reciente”. Ha pertenecido al Comité de
organización del II, III y IV Congreso Internacional Historia de la Transición.
Ha publicado varios artículos sobre la guerra civil en Granada, y ponencias
sobre el mismo tema en la III y V Semana de la Memoria: Justicia para después
de una guerra y Represión y Muerte en Granada.
PUBLICACIONES: “La Justicia Militar en Almería y Granada: estructura de una
causa o sumaria”, en actas de Sociedad y Política Almeriense durante el
Régimen de Franco, Almería. 2002; “Cúllar.
La Guerra Civil a través de sus causas”, Péndulo, Baza. 2006; “José Becerril
Manduelo, Director del Instituto Nacional de
Bachillerato de Baza durante la República. La lucha por enseñar”, Péndulo,
Baza. 2008. Ha escrito, junto a Eusebio Rodríguez Padilla, 600 mujeres. La
represión franquista de la mujer almeriense (1939-45). Instituto de
Estudios Almerienses.
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