La
Librería de El Sueño Igualitario
Ramón Herrera Torres se acerca a las personas, los escenarios…todo lo que
rodea la Memoria Histórica de Navarra en forma de diccionario…
Lo que nos dice Pamiela del libro:
Durante cuarenta años
la dictadura franquista dio su versión de los hechos. La democracia instaurada
en 1977 simplemente los obvió. Ya en el tercer milenio, especialmente
gracias a la tenacidad de las asociaciones memorialistas, se empezaron a
contemplar en toda su dramática extensión las consecuencias del sangriento golpe
militar de 1936, que en Navarra, donde no hubo frente de guerra, se saldó
con el exterminio físico de todos los
opositores políticos a las derechas: más de 3000 asesinados.
Este diccionario, con sus 5000 entradas, es
una herramienta de consulta que aporta información
exhaustiva sobre cientos y cientos de audiovisuales, desde las películas documentales o de ficción
más conocidas a todo tipo de producciones, y
que contribuye al restablecimiento de la verdad de los hechos.
Además, como observa Clemente Bernad en el prólogo del
libro, este diccionario «golpea justo en la línea
de flotación del golpismo: porque al mostrar
con exhaustividad la mirada sobre el tema de los realizadores de cine y de la producción audiovisual en general, pone de manifiesto
la extraordinaria dimensión de un crimen que
afectó a toda la sociedad y cuya voluntad fue la de aniquilar una forma
justa y democrática de entender la vida y las
relaciones entre las personas.
Transitar por la mirada cinematográfica
supone comprobar cómo la propia sociedad ha
reflexionado sobre ello. Transitar por la mirada cinematográfica
y poner en relación víctimas,
victimarios, hechos, lugares y momentos, supone tejer una tupida red que nos
habla con escalofriante exactitud de hasta qué punto queda camino por
recorrer».
Cazarabet
conversa con Ramón Herrera Torres:
-La
historia contada por el testimonio directo, por los personajes y las personas
que vivieron los hechos directamente es la mejor manera de hacernos una idea de
saber qué pasó…
-
Los testimonios orales, de primera mano, desnudos y sinceros, siempre
desgarradores aquí ante la cámara (como no podría ser menos por boca de los que
sufrieron aquella represión y lograron sobrevivir, o realizado el relato a través de los propios familiares o amigos
de las víctimas) constituyen un documento histórico de primera mano. Esa
emoción contenida o desbordada, esa voz rota, ese silencio demoledor y a veces
esa resignación ante el olvido, recrean la voz de los que ya no están y desde
luego que nos aportan una idea muy aproximada de la represión desatada en 1936
tras el golpe militar en una comunidad como la navarra donde, sabido es, no
hubo frente de guerra.
-Otra cosa son las interpretaciones que,
nosotros, según nuestra manera de pensar y ser, le damos a los que oímos, nos
enseñan y nos explican, ¿no?
-
Interpretar estos testimonios de víctimas y familiares que este diccionario
recopila, corresponde, efectivamente, al lector del libro, al que se le
facilita información filmográfica, videográfica y de
audiovisuales en las redes sociales, relacionadas con las víctimas de
referencia (en el caso de que esa información concreta exista). Desde luego que
el usuario de este diccionario recopilatorio, al que previamente se le supone
un interés especial por el tema memorialista, participa ya de un bagaje
cultural, histórico y político, que, sin duda, puede ampliar con todas esas
cientos de voces de aquella represión que el libro explicita y relaciona…
-Pero un hecho es un hecho y la
interpretación tiene un punto de arranque, así como también la tendrá de
terminación ¿es así?
-
Efectivamente. El punto de arranque pretendido con este trabajo es, insisto,
puramente recopilatorio del material existente sobre el tema (el único posible
tras cuarenta años de dictadura y de censura, y casi otros tantos de olvido
interesado, o casi, por parte de la administración política de la democracia).
Ese material estaba “perdidísimo” antes entre el
maremágnum de un acervo audiovisual al que en los últimos años se han sumado
las redes sociales con su avalancha de información. El punto de arranque de
esta recuperación pudo ser en su momento la realización de diversos
audiovisuales históricos sobre el tema. Aquí en Navarra, las matanzas
indiscriminadas y otras incursiones en las figuras de los presos republicanos
internados en campos de concentración como los del penal del Fuerte de San
Cristóbal y los denominados Esclavos del Franquismo en el Pirineo, han sido los
audiovisuales más significativos. Paralelamente también se fueron generalizando
los homenajes memorialistas en muchas
localidades, con imágenes de esos actos, en algunos casos “colgadas” en las
redes sociales. Ahora, en lo que a mí compete, el material estudiado ha sido el
de la recopilación, transcripción y clasificación de esos audiovisuales
existentes y su publicación. El fin primero del trabajo de las asociaciones
memorialistas y de cualquier trabajo en esa línea son los reflejados en su
ideario, los de la Verdad, Justicia y Reparación.
-Otra cosa es la analítica, la
reflexión en torno al mismo que también es tan necesario como preciso realizar
y llevar a cabo, ¿no?
-
Personalmente, con este trabajo, he insistido más en la mera recopilación y en
la transcripción de los audiovisuales (ni más ni menos que eso, una labor que
se suele obviar en muchos trabajos de investigación) para dar con nombres y
hechos, que se han clasificado alfabética y temáticamente, entre víctimas y
verdugos del golpe, familiares, localidades afectadas por el golpe militar, y
otros participantes del ámbito cultural, político e histórico que con sus voces
y presencia en los distintos audiovisuales han contribuido también a la
necesidad de la recuperación de esta Memoria, Histórica si se quiere, como se
conviene en llamar. El mero hecho de esa
necesaria recopilación conlleva una publicitación y una reflexión, a medio o
largo plazo, sobre aquellos terribles sucesos.
-Este libro te ha permitido acercarte
a muchas personas porque es un diccionario de personas, de pálpitos y de
historias humanas, ¿no? Los silencios, ¿los has notado, todavía presentes?,
¿cómo los has logrado vencer?
-
Sí, me ha permitido acercarme a cientos y cientos de personas con sus
testimonios vertidos en las distintas películas documentales y otros
audiovisuales estudiados. Ese contacto, siquiera a través de la pantalla, resulta sobrecogedor como poco. El
dramatismo, claro, se asoma con inusual frecuencia, pero también la esperanza
en la reparación, siquiera, del honor de las víctimas. Como antes hemos
señalado, esos relatos son de una fuerza categórica, contundente, arrebatadora,
como no podía ser menos. Y en la transmisión de esas palabras, los silencios,
claro, juegan una importante laboral expresiva entre el aluvión de palabras.
-¿En qué te inspiraste para escribir
este libro?
-
A lo largo de mi trayectoria editorial en el ámbito cinematográfico, y en el
audiovisual en general, he mostrado siempre una predilección por los
diccionarios. Previos a éste sobre Memoria Histórica, hubo otros, sobre
Feminismo y Ecología en el Cine, entre distintos trabajos no menos arduos, en
su proceso de documentación…
-¿Cómo
fue ese proceso de documentación para este libro, supongo que muchas horas de
listados, llamadas, contactos y composición de un puzle que haya terminado en
este Diccionario?
-
Entre otros muchos aspectos sobre la “democratización de la imagen” que nos
aportan Internet y las redes sociales en su conjunto, la posibilidad de la
investigación ocupa un lugar destacado. Es cuestión, eso sí, de infinita
paciencia dado el aluvión audiovisual con el que te puedes encontrar sobre un
tema y la sensación de “tótum revolútum” que nos encontramos. La idea inicial
de este diccionario, insisto, no era tanto el contactar personalmente con las
personas relacionadas con la Memoria, sino de hacerlo indirectamente a través
de la pantalla del ordenador mediante la visión del conjunto de audiovisuales,
cientos, y de todo tipo, a los que he podido o sabido tener acceso. El
visionado de los mismos obligaba en algunos casos en seguir investigando otro
tipo de material de referencia.
-Una vez vas teniendo los datos, ¿cómo
procedes con la metodología de trabajo?
-En
este caso y sentido, la metodología de trabajo resultaba obvia, acorde con el
sentido de la publicación, el de una herramienta de consulta puesta al servicio
de entidades y asociaciones relacionadas con la MH, centros de estudios y de
investigación histórica y cualquier particular interesado en el tema. Se ofrece
así, por ejemplo, una serie de datos básicos sobre la entrada de referencia de
una persona, puede que con alguna información complementaria aportada por algún
allegado al mismo, y, sobre todo, esa entrada remite directamente al
audiovisual de referencia para que el lector se convierta en espectador y pueda
complementar la información. Así de sencillo y de complejo. En el diccionario
se recopilan más de 5.000 voces de entrada, nombres, medio millar en sus
páginas, junto a las pertinentes clasificaciones temáticas cinematográficas, videográficas y de material audiovisual existente en las
redes sociales, así como otra información complementaria, cronológica y sobre
las localidades relacionadas con las víctimas, fundamentalmente.
-¿En qué medida crees que es
importante este libro para la reconstrucción de la Memoria Histórica? O
preguntado de otra manera ¿cómo crees que ha contribuido a reconstruir la
memoria histórica?
-
Cualquier publicación que se edite sobre MH debería siempre ser tomada en
justa consideración. Y más, si como es
el caso, el estudio se realiza desde el prisma del ámbito audiovisual, bastante
escaso, o inexistente, hasta la fecha. Para finalizar, y por lo rotundo y
significativo en el sentido de la pregunta, no puedo resistirme a destacar unas
palabras del foto-periodista y realizador audiovisual pamplonés Clemente Bernad, que ha prologado el libro. “… Transitar por la
mirada cinematográfica supone comprobar cómo la propia sociedad ha reflexionado
sobre ello. Transitar por la mirada cinematográfica y poner en relación
víctimas, victimarios, hechos, lugares y momentos, supone tejer una tupida red
que nos habla con escalofriante exactitud de hasta qué punto queda camino por
recorrer”.
25092
Diccionario
audiovisual de la Memoria Histórica en Navarra. Ramón Herrera Torres
320 páginas
34.00 euros
Pamiela
402 fotografías en b/n y
color
Durante cuarenta años
la dictadura franquista dio su versión de los
hechos. La democracia instaurada en 1977 simplemente los obvió. Ya en el
tercer milenio, especialmente gracias a la tenacidad de las asociaciones
memorialistas, se empezaron a contemplar en toda su dramática
extensión las consecuencias del sangriento
golpe militar de 1936, que en Navarra, donde no hubo frente de guerra, se
saldó con el exterminio físico de todos
los opositores políticos a las derechas: más de 3000 asesinados.
Este diccionario, con sus 5000 entradas, es una herramienta de consulta que
aporta información exhaustiva sobre cientos y
cientos de audiovisuales, desde las películas
documentales o de ficción más
conocidas a todo tipo de producciones, y que contribuye al restablecimiento de
la verdad de los hechos.
Además, como observa Clemente Bernad en el prólogo del
libro, este diccionario «golpea justo en la línea
de flotación del golpismo: porque al mostrar
con exhaustividad la mirada sobre el tema de los realizadores de cine y de la producción audiovisual en general, pone de manifiesto
la extraordinaria dimensión de un crimen que
afectó a toda la sociedad y cuya voluntad fue la de aniquilar una forma
justa y democrática de entender la vida y las
relaciones entre las personas.
Transitar por la mirada cinematográfica supone
comprobar cómo la propia sociedad ha
reflexionado sobre ello. Transitar por la mirada cinematográfica
y poner en relación víctimas,
victimarios, hechos, lugares y momentos, supone tejer una tupida red que nos
habla con escalofriante exactitud de hasta qué punto queda camino por
recorrer».
Ramón Herrera Torres
Periodista y escritor cinematográfico pamplonés.
Ha publicado un docena de libros sobre cine y diversos temas de Navarra (La Cineclopedia, Cine y Sanfermines: 25 momenticos en la
pantalla, Carnaval de ladrones, Fiesta y el encierro de Pamplona en el cine),
además de dos títulos
en la colección «Locura de mujeres» (De Uztegi a Kandahar y Diccionario insólito).
Con el Club de Marketing
de Navarra publicó Cine y
Empresa: las 20 iniciativas más divertidas.
En la editorial bilbaína Mensajero, para la que
ha traducido distintos libros del francés,
entre ellos Viena y Berlín en Hollywood, ha editado Cine jacobeo: el Camino de Santiago en la pantalla.
En 2009 publicó Eco-Cine, una guía
para la educación en valores ambientales. Su publicación más
reciente es el libro La monarquía navarra a través
del cine y la televisión (2010), editado con la colaboración del Gobierno de Navarra a través de la Fundación
INAAC.
Ha impartido diversos
cursos de cine y conferencias organizadas por el Instituto Cervantes de París, Institución Príncipe de Viana, Ayuntamiento de Pamplona,
Universidad Pública de Navarra, Filmoteca de
Navarra, Cine-Club Lux y Ateneo Navarro, entre otros organismos y asociaciones.
Es colaborador habitual sobre cine en distintas publicaciones.
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