La
Librería de El Sueño Igualitario
Comuniter hace poco que ha sacado a la luz su nº9 de XIX y XX Revista de Historia y Pensamiento Contemporáneos, donde como siempre, desde la “fábrica zaragozana”
se van marcando unas directrices más que atractivas sobre es la historia, y
también, el pensamiento de estos tiempos más inmediatos. Como viene siendo
costumbre desde Cazarabet conversa con…
, nos queremos ir acercando a las gentes que hacen posible esta revista que
creemos imprescindible y muy necesaria. El amigo Juan Soro, uno de los
integrantes del consejo de redacción y uno de los que siempre ponen algo de
tinta….en este caso “marchó de corresponsal” a La Guerra del 14….nos encaminó
para que hablásemos de esta publicación y de la colaboración que ha tenido en
ella Gabrielle García que escribe sobre Los españoles en la resistencia de
Bretaña. En la revista Gabrielle García participa de un artículo que es parte de
un capítulo de su último libro, Plaza de los republicanos españoles.
Testimonios de exiliados en Bretaña que también editará Comuniter…
así que hoy más que ayer(pero menos que mañana..ja,ja,ja,ja)
todo queda en casa y entre amigos…Así, con este ánimo nos queremos aproximar a
cómo es el día a día de un colaborador o
una colaboradora de esta revista de Historia y pensamiento contemporáneo y, a
la vez, ya aprovechamos para preguntarle sobre los republicanos en la resistencia
de Bretaña.
De la revista me ha emocionado, como siempre, todo…no
les mentiré, unos temas “ te hacen más tilín-tilín” que otras, pero todo me ha
emocionado porque todo tiene su valía que no es poca , pero la editorial de
Herminio Lafoz, me gustó y mucho y por eso quisiera
compartirla con todos vosotros…desde el corazón…
“Hace unos días, yendo en el autobús, contemplé algo que hacía mucho
tiempo que no veía: una niña empezando a leer; silabeaba sobre un papel que le
había dejado su padre. El nacimiento de la palabra. Y la potencia de la palabra.
De ahí venimos, de la palabra. Y sin embargo cada vez tenemos más dificultades
con ella. A veces, las palabras no son lo que dicen sino que son planchas
enteras, que entre todo el discurso sólo quieren decir una cosa: nada. Es
preciso atrincherarse en las palabras, volver a decirlas como esa niña, me-gus-ta vi-vir.
Iniciar una resistencia, un maquis, convertirnos en partisanos del verso,
del verbo, del adjetivo, amalarnos en noemas, tan apenas, socarrar a golpes de
metáfora el mundo que nos atenaza. Xuan Bello, en un
libro hermoso, Los cuarteles de la memoria, igual que el maestro Mariano
Coronas, se entretiene con las letras y los abecedarios. En la n,
escribe Nieve: "Nieva en mi memoria. Ahora mismo, desde estas
ventanas, veo cómo caen copos cubriendo suavemente los tejados de Oviedo. Esta
nieve real, que se diluye en nada, me trae a la memoria otras nieves ya
perdidas, y la melancolía por un tiempo en que la ilusión saltaba todas las
mañanas de la cama a la vida. ¡Qué tendrá la nieve que siempre nos sorprende!
¡Qué tendrán esos copos henchidos de blancura como chispas irreales, que tienen
la virtud como los buenos versos de recuperar parte de la vida pasada y de
volvernos, aunque solamente sea por un momento, niños que miran detrás de los
cristales y espían la sorpresa! La nieve, aunque sea este poco que cae esta
mañana, nos recuerda que todavía pertenecemos a un mundo donde el hombre era
hombre y la mirada simple, sencilla. Está nevando en las calles de Oviedo, en
los versos de Villon, en las imágenes de Uxío Novoneira. Me acuerdo ahora
de un poema de este último donde alguien mira la inmensidad nevada del Caurel y exclama: "Aquí se ve bien lo poco que es un
hombre!". Ante la inmensidad de la nada, digo de la nieve, uno se siente
sobrecogido, como si uno se volviera pequeño, todavía niño, alguien que observa
por vez primera la eterna novedad del mundo".
Palabras. Palabras que continuamente se enreden en el deseo y en
pensamiento. Pensamiento, memoria, cristales y narices pegadas... Nieve en las
almas (En el otro extremo de donde estoy ahora, la radio, en amable soliloquio
desgrana algunos lamentos de violín).”
http://www.cazarabet.com/lalibreria/fichas61/XIXyveinte9.htm
La revista XIX y Veinte se presenta
ante la sociedad a cuerpo limpio. No nace para cubrir ningún hueco ni por una
necesidad histórica. No nace al calor de la Academia ni para servir de altavoz
a ningún grupo o institución. Esta publicación tiene su razón de existir en la
necesidad del disfrute del conocimiento y del debate tan necesarios en la
construcción de una sociedad libre. Si en la palabra reside una de las formas
más profundas y reflexivas de ejercer la libertad del hombre, XIX y Veinte
quiere convertirse en un instrumento abierto de la palabra por encima de
concepciones elitistas, de grupos o de ideologías cerradas. Se abre, lejos de
la adscripción a una forma ortodoxa de pensamiento concreto, a la participación
de personas de diferentes procedencias, profesionales e ideológicas, bajo una
sola premisa común: una visión crítica de la realidad y un deseo irrefrenable
del regocijo intelectual.
XIX y Veinte pretende, en fin, ser no solamente un instrumento para
la difusión de la investigación sino, sobre todo, una revista de información
cultural de carácter divulgador. No se dirige exclusivamente al estudioso sino
que pretende interesar al profesional, al ciudadano culto y, en general, al
público que busca una información de calidad.
15082
XIX y Veinte - 9. Revista de
Historia y Pensamiento contemporáneos. VVAA
208 páginas 17 x 24 cms.
18,00 euros
Comuniter
http://www.cazarabet.com/lalibreria/fichas61/XIXyveinte9.htm
La revista XIX y Veinte se presenta ante la sociedad a cuerpo
limpio. No nace para cubrir ningún hueco ni por una necesidad histórica. No
nace al calor de la Academia ni para servir de altavoz a ningún grupo o
institución. Esta publicación tiene su razón de existir en la necesidad del
disfrute del conocimiento y del debate tan necesarios en la construcción de una
sociedad libre. Si en la palabra reside una de las formas más profundas y
reflexivas de ejercer la libertad del hombre, XIX y Veinte quiere convertirse
en un instrumento abierto de la palabra por encima de concepciones elitistas,
de grupos o de ideologías cerradas. Se abre, lejos de la adscripción a una
forma ortodoxa de pensamiento concreto, a la participación de personas de
diferentes procedencias, profesionales e ideológicas, bajo una sola premisa
común: una visión crítica de la realidad y un deseo irrefrenable del regocijo
intelectual.
XIX y Veinte pretende, en
fin, ser no solamente un instrumento para la difusión de la investigación sino,
sobre todo, una revista de información cultural de carácter divulgador. No se
dirige exclusivamente al estudioso sino que pretende interesar al profesional,
al ciudadano culto y, en general, al público que busca una información de
calidad.
Gabrielle
García es hija de un republicano español que se exilió a Francia desde la
derrota y bajo la pisada del fascismo que empezaba a ahogar a Europa a finales
de los 30. El destino lo llevó a la Bretaña , después de varios periplos y a
jugarse la vida por la libertad …ya que luchó contra la invasión nazi en
tierras francesas. Gabrielle García , profesora en Francia de Lengua española
es una persona apasionada por rescatar de la memoria lo que quedó como
enterrado…así consagró sus ratos libres y demás a recopilar testimonios de
exiliados en Bretaña. Lo hizo y nos lo ha brindado en este libro que edita Comuniter desde su colección Es un decir. El libro rebosa
entrega y sencillez en la narración…lo que lo hace atractivo a la lectura y
fácil de leer.
Los
libros de testimonios son muy especiales en muchos frentes: hay que valorarlos
y mucho porque el trabajo que hay detrás es inmenso( muchos encuentros,
reencuentros, entrevistas…), el relatar la entrevista y dejar plasmados y casi
dibujados a cada uno de los testimonios y el hacerlo con esa sensibilidad que
solo se adquiere si has vivido en según qué ambiente y situaciones y esto “se palpa” porque Gabrielle está inmersa en unos valores
que nunca se quedaron ni en el exilio, ni en la frontera(atrapados por la dictadura)…su padre pasó con estos valores
y los supo agrandar y transmitir….nuestra gratitud para con estas personas que
atraparon tiempos y esos valores tan consagrados, nunca serán lo
suficientemente saciados…
Cazarabet conversa con Gabrielle
García.
- Gabrielle, ¿cómo fue la llegada del exilio,
según las experiencias, testimonios (más o menos cercanos) que has ido
atesorando ?
- Los
testimonios que he ido atesorando, hace ya más de doce años, son los de los
soldados de la República, exiliados en Bretaña. Pasaron la frontera a
principios del 1939 tras la Retirada; llegaron con su brigada. Todos
conservaban un recuerdo aún muy vivo del paso de la frontera. Unos cuando
tuvieron que entregar el material de guerra, otros su llegada a las playas de Argelès y Saint Cyprien
conducidos por gendarmes franceses. Allí nada estaba previsto excepto las
alambradas y las fuerzas del orden en armas encargadas de vigilarlos. Estaban
agotados. Era un caos. Puede sorprender el cuadro del pintor Mariano Otero
titulado « la retirada » que elegí para la portada de mi libro. En
este cuadro, no se ve a individuos fracasados que van a parar a los campos del
sur. Al contrario, el cuadro representa un solo cuerpo unido que avanza
inclinado; las líneas rectas de las siluetas expresan su determinación. ¿Qué
les une? pues las banderas republicanas que se alzan encima de ellos. No está
muy claro si la columna llega o si se va. En este último caso¿ Hacia dónde van?
hacia los valores por los que lucharon en España y seguirán luchando tras los
Pirineos, una lucha que van a llevar hasta la victoria final contra el
fascismo. Esta realidad del exilio español de 1939 ocultada por las imágenes
espantosas del ejército derrotado, extenuado, maltratado en los campos de
internamiento franceses, y que quise realzar, es el sentimiento antifascista
que los republicanos españoles conservaban intacto al cruzar los
Pirineos . No tardarían en demostrarlo. Pasado un primer período de
desorientación, retomaron las armas .
Estamos hablando de Resistencia. De hecho, el tema del cuadro como del
libro es la Resistencia ; una resistencia que empezó en España en
julio de 1936, frente a la toma de poder de una clase dominante por la fuerza
de las armas y a un golpe de estado fascista.
- Yo, desde los que conocí, desde sus
testimonios (algunos de ellos bastante cercanos), me quedé muy sorprendida (ya
años atrás) por la manera que Francia (más como Estado que como ciudadano a
ciudadano) les llegó a tratar con los confinamientos en los diferentes campos,
algunos de ellos inhumanos …la separación de las familias...
- Comprendo tu sorpresa.
No recibieron por parte del estado francés, ni amparo ni reconocimiento por la
lucha noble que habían llevado en su país durante casi tres años. Como lo atestiguan
numerosos testimonios y documentos, el recibimiento en Francia fue en un primer
tiempo totalmente improvisado, y muy cruel. Pero aquellas imágenes de la
tragedia vivida en los campos del sur, Argelès, Saint
Cyprien... también las expuso la propaganda
franquista ; en 1954, en la película Dos caminos, varias secuencias
insisten sobre el maltrato infligido por el Estado francés a los republicanos
españoles.¿ Con qué intención el cine español de Franco exhibía la miseria de
los exiliados en las playas del sur , fingiendo compadecerse de sus
dolores y denunciar a Francia? De esta manera, el régimen franquista se
enmendaba de sus responsabilidades históricas en la tragedia de los exiliados
españoles haciendo llevar la responsabilidad de sus desgracias sobre el Estado
francés. Lo que quiero decir y que muchas veces el público olvida cuando llora
o, sorprendido e indignado ante tales imágenes, se queja del vecino, es que la
tragedia del exilio republicano español es precisamente el haber tenido que
exiliarse, el haber sido echados de su país por los rebeldes, perseguidos en su
fuga por la aviación franquista que los bombardeaba. La tragedia es no poder
volver a su país, porque en España, seguían matando, persiguiendo, encarcelando
a todo el que había apoyado a la República.
- ¿En
qué tono aquellos ex soldados te hablaron de su llegada a Francia?
- Con dolor e incluso
cólera al recordar los sufrimientos físicos aún vivos en su memoria ,pero a
estos sufrimientos se imponían otros, con más fuerza, en los que todos
insistieron, hablo del dolor de ser tratados como criminales, de la
humillación infligida en los campos ;ellos que habían combatido por la
Humanidad , por la dignidad de la persona, por una República legalmente
instaurada, eran considerados como diablos, dibujados con una cola .Todos me
hablaron de su dolor al ser tratados por las fuerzas del orden como unos
sospechosos, al ver los postigos cerrados a su paso. Con mucha lucidez
denunciaban cierta prensa francesa alimentada por la prensa de Franco, llena de
mentiras que hacía de los republicanos españoles unos criminales. También pude
sentir en el tono de otros cierta moderación en el discurso debida ciertamente
al paso de los años y también a su capacidad de analizar con calma y
objetividad el por qué de un tal recibimiento, de reconocer los esfuerzos
hechos, cuando los hubo, por el estado francés, en particular, el recibimiento
de los civiles, mujeres, niños y ancianos en las prefecturas que abrieron
centros de acogida. Su discurso no era tajante sino matizado por observaciones
pertinentes e imparciales.
- Tu padre era uno de los vencidos de la
guerra. Si la memoria no me falla, conoció los campos de Saint Cyprien y de Argelès, ¿te habló
de ello alguna vez?
- Una vez nombró con
violencia el campo de Saint Cyprien pero cortó en
seguida; En otras ocasiones, muy pocas, pude adivinar que no conservaba de los
gendarmes franceses una idea muy grata. Pero nunca me habló de las penurias
pasadas en los campos del sur. Seguramente no quiso hablarme de ello por ser su
hija, para evitarme dolores. Pero pienso que su silencio y el de muchos
exiliados, tiene otra explicación: el trauma de la derrota, el sufrimiento
físico, la desilusión al llegar a Francia, el desamparo, ¿Quién podía
comprenderlo? solo el compañero de combate. Porque juntos, y durante casi tres
años de guerra, vivieron cada día al filo de la muerte, luchando por el mismo
ideal. Después de pasar la frontera, siempre juntos, y frente al mar, medían la
amplitud del desastre. En momentos tan trágicos, el compañero se convierte en
hermano, y transpira por él. Nadie más.
- El
exilio, los campos en las playas, es un episodio de su historia que se debe
conocer.
- Por supuesto. pero sin
esquivar el por qué del exilio. Lo que sí era importante para ellos, y pude comprobarlo
durante mis entrevistas, era que se hablara de su lucha, del porqué de su
compromiso. Lo que esperaban de sus compatriotas, no eran lágrimas delante de
algunas imágenes, por cierto dramáticas, sino poder ocupar en su memoria y en
la Historia el puesto que les correspondía, que se hablara de sus dolores y
errores por cierto, pero también de su lucha y de sus logros; esto para que el
país no volviera a conocer ni el fascismo, ni la dictadura de los potentes y
avanzara. Su preocupación primera era el pueblo español. Desgraciadamente
muchos españoles prefieren pasar página o esquivarla; lo que equivale a
mantener a los republicanos españoles en el exilio.
- ¿Cómo fue el paso después de la frontera, o
sea, qué diferentes suertes fueron teniendo los unos y los otros? Porque,
cuéntanos, la mayor parte fue a parar a los campos de concentración….
- Primero conviene
aclarar el término « campo de concentración ». Fue el ministro del
Interior, Albert Sarraut quien lo utilizó para hablar
de los campos de internamiento franceses; lo encontramos en los documentos
administrativos de la época. No se debe confundir con el campo de concentración
nazi o campo de exterminio. Pues sí, la mayor parte fue a parar a los campos de
concentración del sur de Francia. A partir de allí los testimonios indican
recorridos muy diversos . Para salir de los campos y a fin de evitar la
expulsión hacia España, las posibilidades eran limitadas: desde los primeros
meses del año 1939, un número no despreciable aceptó alistarse en la Legión, se
trataba de una minoría. Otros aceptaron, de grado o por fuerza, entrar en las
Compañías de Trabajadores Extranjeros que dependían del Ministerio de la
Guerra. En la primavera de 1940, más de 200 CTE , de 250 hombres poco más o
menos, estaban repartidas por toda Francia. De ellos hablo en prioridad ya que
su ingreso en las CTE es el principio de un recorrido que les llevaría, durante
la Ocupación nazi, hasta Bretaña, a las bases de submarinos del Atlántico,
Brest, Lorient, Saint Nazaire.....
- ¿Qué
recuerdos conservaban de las CTE?
- De
« indeseables » los refugiados españoles pasaron a ser «
indispensables » al esfuerzo de guerra. Los prestatarios cuya CTE estaba
destinada a trabajos relacionados con la defensa, trabajaban con el pico y la
pala, excavando trincheras, transportando piedras para la construcción de
carreteras, de cobertizos o transportando obuses. Resulta difícil generalizar
acerca de las condiciones de vida en las CTE. Unos se llevaron una gran
desilusión al ver cómo estaban alojados y tratados. Pero los testimonios
difieren en función de la buena o mala predisposición de los oficiales
franceses a quienes los trabajadores estaban sometidos. En cuanto a las
relaciones con la población, unos sufrieron de su hostilidad, la prensa ya
había obrado; otros, al no poder salir de su campo, o muy poco, no tuvieron
ningún contacto con ella; al contrario, otros mantuvieron con la población
buenas relaciones. Pero de una manera general, las CTE representaron una mejora
en comparación con las condiciones de vida en los campos del sur de Francia.
- ¿Cómo fue la experiencia de tu padre en
particular?
- Fue uno de los
numerosos ex combatientes republicanos entregados a los nazis por el gobierno
colaboracionista de Vichy para trabajar en el Muro del Atlántico, en la
construcción de las bases de submarinos. Como él, la mayoría de los
protagonistas que entrevisté llegaron a Brest a finales de la primavera de
1941; llegaron con sus CTE -convertidas después del Armisticio, en GTE, Groupement de travailleurs étrangers. La obrera una catedral de hormigón en el mar. La
Organización Todt, nazi, encargada de la
construcción, estableció una jerarquía entre los trabajadores basada
sobre criterios nacionalidad, raza, adhesión al sistema. El último escalón lo
ocupaban los « malditos » del sistema, a los que se daba las tareas
más penosas, más peligrosas. Entre ellos, encontramos los comunistas, los
judíos y los republicanos españoles, los « rotspanier »,
los rojos españoles. Hace ya más de doce años, pude entrevistar a algunos de
ellos .Sus testimonios sobre lo vivido en las bases son espantosos y
abrumadores. En cuanto a mi padre, no fue un testimonio sino algunas palabras
que soltó en casa; pero fueron lo suficiente violentas para que muchos años más
tarde, pusiera yo manos a la obra para sacar del olvido aquellos hombres.
- Aún
con la distancia, hoy y ahora, ¿cómo vive Francia aquel recuerdo?
- Historiadores e
investigadores prosiguen su trabajo sobre las zonas sombrías de la historia de
Francia durante las cuales la Francia del Mariscal Pétain colaboró con los
nazis. Pero, por ahora, me da la impresión de que el Estado francés cuenta con
las asociaciones para enmendarse de su responsabilidad histórica hacia los
millares de republicanos españoles muertos en los campos de concentración , o
en el Muro del Atlántico, fichados por la policía y deportados a los campos de
exterminio nazis, o mandados a Franco. Por su parte, las asociaciones
memoriales cada vez más numerosas, trabajan para que se conozca y se reconozca
la historia del exilio republicano español en Francia. Vamos avanzando y hay
logros. Te doy un ejemplo que me toca personalmente, como presidenta de MERE
29, asociación por la Memoria del Exilio Republicano en la provincia de
Finistère, en Bretaña. Después de haber leído atentamente un dossier
constituido, a la demanda de la Marina nacional, por algunos de nuestros
miembros- dossier que explica y demuestra la presencia de los republicanos
españoles en la base submarina de Brest así como su implicación en la Resistencia,-
las autoridades marítimas han aceptado que se les rinda un homenaje en la misma
base donde trabajaron como esclavos. Es una página de la historia del exilio
republicano español muy poco conocida. Incluso los vecinos del barrio de Brest
donde estaban los campos de internamiento, y por cuyas calles pasaban cada día
aquellos hombres, ignoraban que la base fue construida por ellos. El homenaje
tendrá lugar el próximo día 10 de octubre en presencia de las autoridades
marítimas y civiles, así como de un piquete de honor de la base naval de Brest
.Sobre uno de los muros de la base, se depositará una placa a los republicanos
españoles y trabajadores forzados de otras nacionalidades, También desde una
embarcación, se largará una corona de flores al mar. Nuestro presidente
honorífico, Claudio Rodríguez Fer, universitario
gallego, poeta, muy comprometido en la recuperación de la Memoria republicana
en Galicia así como Carmen Blanco estarán presentes. Claudio Rodríguez
declamará un poema escrito por él , adaptado a las circunstancias« Arsenal
de la barbarie », poema que será leído en castellano, francés, gallego y
bretón. Juntos, gracias a nuestro trabajo y a la fuerza de la poesía, sacaremos
a los republicanos españoles del silencio de hormigón.
- En
este artículo que va revelando un capítulo del libro Plaza de los republicanos
españoles. Testimonios de exiliados en Bretaña que acaba de publicar Comuniter, vienes a contar la participación de los
republicanos españoles en la resistencia en Bretaña
- ¿Fue diferente la
lucha de la Resistencia en Bretaña que en algún otro lugar de Francia ?La
resistencia española en la zona ocupada es menos conocida que la del sur (zona
libre). Sin embargo, fue también muy activa y equivalente en número a esta
última .Ahora, las condiciones de le resistencia española en la zona norte
fueron muy distintas de la zona sur donde hubo un Estado Mayor de agrupamientos
de guerrilleros. En la zona ocupada, existían grupos de combate, llamados
grupos especiales que estaban en relación con la organización política. La
movilidad de sus dirigentes era notable, tanto por razones preventivas, como a
consecuencia de detenciones. Es de saber que en la zona ocupada, había una
fuerte presencia militar alemana, con herramientas de represión eficaces, estaba
la Gestapo, las cortes marciales, lo que dificultaba considerablemente la
acción de los resistentes. ¿Cómo ingresaron en la Resistencia en Bretaña?
En la zona ocupada que
comprendía toda la parte costera y la parte norte, es decir poco más o menos
las dos terceras partes del país, los españoles eran muy numerosos en la costa,
por la sencilla razón que allí se construía el Muro del Atlántico. Y
precisamente fue en las bases de submarinos donde se desarrolló una sólida
organización política clandestina y se crearon los primeros núcleos de la
resistencia española en Bretaña. Los contactos con la resistencia francesa se
hicieron por mediación de ex brigadistas bretones; en un primer tiempo la
resistencia se concentró alrededor de las bases para extenderse luego a toda
Bretaña y formar la red de resistencia española conocida por el nombre «
los deportistas » ; fue muy activa y las condiciones de lucha muy
duras. Terminó con la deportación a los campos de exterminio nazis de unos 60
españoles, que salieron de la cárcel de Rennes en mayo de 1944, y la ejecución
de los jefes de los grupos armados en Bretaña . Estos están enterrados en el
cementerio nacional de Sainte- Anne
d' Auray, cementerio dedicado a los soldados «
muertos por Francia » en la provincia de Morbihan, en Bretaña.
-
¿Puedes acercar a nuestros lectores algún episodio de la lucha de los españoles
en la Resistencia en Bretaña ?
-Podría hablarte del
atentado en el cine Royal en Rennes. Fue el trabajo de un resistente jiennense,
Pedro Flores Cano, quien entró solo en el cine reservado a los alemanes. Date
cuenta, moreno como era, entró disfrazado de oficial alemán. También podría
hablar del catalán Francisco Arroyo, autor de varios atentados entre ellos el
del hotel Kerguss en Rennes. También son impresionantes
las notas personales del resistente Ramón Garrido Vidal, cuando en enero de
1942, bajo orden del PCE, se escapa de la base submarina de Brest, con el
objetivo de alcanzar la ciudad de Lorient y
estructurar la organización clandestina de la Resistencia en Lorient
- ¿Fue muy importante la represión? ¿Tienes
testimonios de represaliados?
- Sí, fue muy
importante. Empecé a investigar en los archivos, y a entrevistar a los actores
de aquella época, hace más de doce años. Por eso pude conseguir testimonios
interesantes. También el regreso a Bretaña de los deportados es muy
emocionante, ellos no tenían patria para abrazarlos, seguían en exilio. Pero la
comunidad española así como un puñado de bretones les ayudaron a sobrepasar la
barbarie nazi.
- Hoy en día ¿cuál es la posición del Estado
francés respecto a la participación de los republicanos españoles en la
Liberación de Francia?
- La fuerte movilización
de la asociaciones memoriales en Francia, el compromiso personal de muchos de sus
miembros, empezando por los testigos de aquella época aún vivos, y también,
dentro o fuera de las asociaciones, el trabajo de los historiadores,
periodistas, universitarios, investigadores han permitido que sea conocido, o
mejor conocido, el papel de los republicanos españoles en la liberación
de Francia.. Todo este trabajo ha hecho que este año, para el 70 aniversario de
la Liberación de París, se hable en France Inter, en la emisión « 2000 ans d'histoire » en una hora
de gran audiencia, del papel desempañado por los republicanos españoles en la
Liberación de Francia , el de la Nueve, la 9ª Compañía de la 2ª DB del
General Leclerc, formada casi integralmente por
republicanos españoles, ella entró la primera en la capital, el 24 por la
tarde ; también se comentó el papel de los guerrilleros, los resistentes
de la zona norte ( zona ocupada), unos caídos en los primeros días de la
insurrección final de París, otros muertos bajo tortura dos años atrás ;
así, el 25 de agosto el público pudo leer sobre la fachada del Ayuntamiento de
París que servía de pantalla, entre unos veinte nombres de héroes, el del
guerrillero Conrado Miret i Musté,
muerto bajo tortura, en febrero de 1942. En su discurso el Presidente de la
República nombró con insistencia a los republicanos españoles, ya lo había
hecho en otras ocasiones pero a fuerza de insistir, ellos quizás ocupen por fin
el puesto que les corresponden las páginas oficiales de la Historia de la
Liberación.
-
Vamos a tu colaboración con la Revista de Historia y pensamiento Contemporáneo
XIX y XX. ¿Cómo ha sido la colaboración con ellos ?
- Ha sido muy buena desde el principio. De hecho,
empezó con la visita de Juan Soro a Saint-Malo. En el jardín de la casa del
exilio, así nombro la casa construida por mi padre, ahora mía, empezamos a
hablar del exilio republicano español presente en la costa bretona. Juan ya
conocía algo de esta presencia por haber leído mi primer libro co- escrito con Isabel Matas y publicado en 2005. En la
primera parte, firmada por mí, me dediqué a entrevistar a los protagonistas de
la segunda República española, a los que la defendieron con las armas. De los
diez entrevistados, nueve han fallecido. Pero proseguí mis investigaciones en
particular en la provincia de Finistère, en Bretaña, acerca de los trabajadores
forzados en la base, y sobre los resistentes presentes en Finistère. He podido
conseguir datos y fotos muy interesantes que nos permiten ir completando el puzzle de la resistencia española en Bretaña. También
hablamos de los compañeros de mi padre, que como él, volvieron de las islas
anglo normando. Los conocía yo muy bien y puedo decir que casi me crié con
ellos. Seguía a mi padre por todas partes y muchas veces presencié sus
conversaciones.
- Estuvo en la isla de Aurigny,
¿cómo fue?
- Entre los trabajadores
forzados en la base de Brest, los españoles eran los más numerosos en evadirse.
Mi padre se escapó con dos camaradas. Pero los arrestó la Gestapo a la entrada
de Rennes ; como castigo los nazis los mandaron a la isla anglonormanda de
Aurigny, . Más tarde, mi padre aprovechó un traslado
a la isla de Guernesey para escapar de nuevo. Entrevisté a tres españoles que
estuvieron también en las islas, uno en Aurigny Los
otros dos en Jersey y Guernesey. También entré en contacto con un joven
historiador normando quien hizo un trabajo muy interesante sobre la deportación
en Aurigny.
- Tu padre ¿nos puedes acercar un poco más a
su figura…?
- El nació en Cijuela, pueblo de la vega de Granada que linda con Fuente
Vaqueros. Sus padres no eran propietarios y a fin de satisfacer las
necesidades de la familia que contaba cuatro hijos, tenían arrendado un trozo
de tierra junto al Genil. Joven, él ayudaba en las faenas del campo, también
trabajaba como jornalero en las ricas plantaciones de tabaco de la comarca.
Ingresó muy pronto en la UGT y en el PSOE. En casa recibíamos el periódico
« El Socialista ». A veces me comentaba artículos sobre todo cuando
se hablaba de Fernando de Los Ríos. Con frecuencia percibí en él el respeto e
incluso el afecto que sentía por el ministro republicano. La casa del Pueblo de
Cijuela, llamada « Centro Pablo Iglesias »
y más comúnmente « la Sociedad », se llenaba cada tarde de
campesinos, socios- ellos mismos construyeron la casa – allí se comentaban
leyes y decretos, artículos de periódicos, había debates,
- ¿Que significó para él resistir?
- Primero empezó a
resistir al golpe de Estado, en julio de 1936, frente a una clase dominante que
tenía como propósito acabar con ellos, los pequeños, a quienes había tenido
avasallados durante siglos y que habían osado levantar la cabeza. Me explico:
en Cijuela, con sus compañeros de La Sociedad,
integrada por el PSOE, habían puesto en marcha una Colectividad agrícola. Hubo
un reparto de parcelas en todo el municipio; pertenecían a un gran propietario
que prefirió arrendarlas antes que seguir pagando a los jornaleros cuyo sueldo
había aumentado. Los colectivistas firmaron con él un contrato de
arrendamiento. Una experiencia similar se llevó a cabo en Las Gabias, cerca de Santa Fe, a unos kilómetros de Cijuela. Pues, al estallar el Golpe, los rebeldes fueron
directamente a por ellos. Fue una represión de clase llevada contra los que
irónicamente los caciques llamaban « los rusos de Gabia
grande ». Me estás hablando de resistencia, toda la guerra de España fue
una resistencia, en la batalla del Jarama donde estuvo mi padre, se demostraba
que la guerra de España fue una resistencia al fascismo internacional.
Resistir, pués sí, también en la base de submarinos
de Brest, los esclavos de Hitler resistieron, no tenían más remedio, resistir o
la nada. En el campo nazi de Aurigny donde elaboraron
un pequeño periódico titulado « aquí también » sobreentendido, aquí
también resistimos. Después de evadirse de las islas, mi padre obtuvo falsos
papeles y se puso en la boca del lobo, había que comer y era la mejor manera de
pasar desapercibido o casi ya que hubo un sabotaje del bunker en que estaba
trabajando en Dinard. La Gestapo fue directamente a
buscarle al hostal donde alquilaba una habitación. Fue la que más tarde sería
mi madre, bretona, oriunda de Saint-Malo, quien le salvó. Existía una
resistencia individual. Algunos de mis entrevistados me hablaron de los
sabotajes a los que se libraban.
- El silencio ha sido algo recurrente entre
exiliados, aún más entre los que se quedaron aquí. ¿Cómo se vivió en tu casa
los recuerdos de la Guerra Civil española y las luchas y supervivencias en el
exilio?
- En el exilio, claro,
había los recuerdos, digamos las pesadillas de los ocho años de guerra, pero
también había la realidad del presente : el exilio, la imposibilidad de
volver a ver a los suyos, a pisar la tierra donde nacieron y lucharon. La
realidad era también las noticias que llegaban de España, los encarcelamientos,
las torturas, la humillación infligida a los perdedores de la guerra, la
imposibilidad para los jóvenes de seguir sus estudios, tenían que trabajar para
comer. Ellos los republicanos quienes creían en el valor social de la cultura,
que la promulgaron, veían al pueblo español desprovisto de la posibilidad de
instruirse, pues de debatiry de avanzar. El dolor del
exiliado republicano lo sentí en Bretaña cuando vinieron temporeros andaluces;
no se atrevían a hablar a mi padre por miedo a que uno de ellos chivara a las
autoridades del pueblo que habían hablado con un « rojo » en
Francia. El dolor del exiliado republicano lo volví a sentir cuando se podía
comprobar las consecuencias del lavado de cerebro sufrido en España, la total
despolitización de muchos de los que emigraban, el vacío tremendo en su mirada
de hombre. ¿Qué más sobre el exiliado republicano? Podría añadir, no su dolor,
sino su cólera fría al ver que las mismas democracias que habían abandonado a
la República, decidieron que con Franco les iba bien. Y tantas cosas más...
- ¿De
qué manera se hizo la trasmisión de padre a hija?
- Ante todo, conviene
precisar que aquí en la costa norte de Bretaña hasta Brest y más allá, muchos
de los ex combatientes republicanos españoles se casaron con francesas. Eran
solteros que habían trabajado en las bases submarinas o recién llegadas de las
islas anglo normandas o de la deportación en Alemania. En la costa malvina no se creó una pequeña España del exilio, como hubo
en el sur de Francia o incluso en Rennes donde vivían parejas españolas, por la
sencilla razón que en Rennes en 1939, se abrieron campos de acogida donde
vinieron familias enteras de refugiados. Total, por ser hija de pareja mixta y
por no haber en Saint Malo un lugar, o mejor dicho un « hogar »
donde se cocinara, se hablara, se cantara en español, la trasmisión se hizo, en
un primer tiempo, directamente de padre a hija sin otra voz que la suya y luego
la de sus compañeros porque lo decidí yo. Entre los caminos que se presentaron
a mí, elegí el que me conduciría hasta mi familia andaluza, hasta mi padre,
hasta la España republicana. Conozco a muchos hijos de pareja mixta, que no
pudieron o no supieron acercarse a su padre, doblemente exiliado y trágicamente
silencioso en su propia casa.
- Gabrielle, una última pregunta: tu padre
nunca volvió a Andalucía pero tú fuiste por él, ¿encontraste allí al
joven jornalero que debió ser?
- En diversas ocasiones.
Puedo citar una de las primeras, cuando a finales de los años sesenta,
adolescente, atravesé España en una furgoneta con jornaleros andaluces y
descubrí al llegar al pueblo lo que significaba ser hijo de vencidos; y mucho
más tarde cuando tuve la certeza de la experiencia de la Colectividad y
distinguí claramente quiénes fueron los compañeros de mi padre y qué
representaba para ellos « La Colectividad ». Hubo muchas más
ocasiones, emociones. Te voy a contar la más reciente. Este verano, pasé unos
días en casa de amigos en Fuente Vaqueros. Un domingo, teníamos previsto ir a
cenar en la finca de una amiga en Romilla la nueva; pero una llamada telefónica
nos obligó a cambiar nuestros proyectos. Iríamos al entierro de Gustavo, un
joven de 37años, casado y padre de dos niños ; se había quitado la vida
por la enorme presión del banco, que con solo tres meses de impago de la
hipoteca llevaba varias semanas amenazándole de u desahucio inminente. Pues al
enterarnos de la notica, tomamos el coche y nos dirigimos al pueblo de Alomartes donde vivía la familia del difunto. Eran las
siete de la tarde. Aún quemaba el sol. Después de aparcar el coche, fuimos
subiendo una colina hasta llegar al cementerio. Desde el sitio donde estaba yo,
solo podía ver la corona de flores dispuesta sobre el nicho, en lo alto del
muro; se exponía blanca y desnuda a las quemaduras del astro. Al fin de la
ceremonia, los asistentes dieron el pésame a la familia y empezaron a bajar la
colina. Yo permanecía debajo de un árbol raquítico; la gente pasaba lenta y
silenciosamente por delante de mí En un momento dado, un hombre alto, de piel
oscura y curtida se paró a mi lado. Era de los que trabajan bajo soles de
justicia. Las mandíbulas apretadas y la cabeza levantada miraban hacia
adelante. Volví la cara hacia la derecha a ver lo que miraba: centenares
de olivos cubrían las colinas. Seco el llanto, los árboles ancestrales acompañaban
a la mujer de Gustavo que caminaba sostenida por brazos amigos. Tenía ante mí
toda la tragedia de Andalucía cuando sus hijos pierden la vida, vencidos por el
poder del magnate. En este mismo instante reconocí a mi padre.
17491
Plaza de los
Republicanos Españoles. Testimonios de exiliados en Bretaña. Gabrielle García
214 páginas 17 x 24 cms.
16,00 euros
Comuniter
Con el fin de la Guerra Civil
española, parte del ejército derrotado y la población que pudo huir de las
tropas de Franco y la esperada represión, iniciaron un doloroso tránsito por
campos de concentración, de trabajo, prisiones u otros ejércitos. Nuevos
sufrimientos que unir a los que llevaban consigo. Eran unas gentes que en menos
de ocho años habían conocido la ilusión de la República, el esfuerzo de
defenderla con las armas, la rabia y decepción de la derrota. Parte de ellos
sobrevivieron y quedaron en Francia. Se rebelaron. Retomaron las armas y
lucharon contra el Estado Francés de Petain y contra
las fuerzas alemanas de ocupación. Unos murieron en acción, otros fueron
capturados, torturados, deportados (otra vez los campos) o muertos. Los que
sobrevivieron, pudieron sentirse partícipes de la victoria sobre el fascismo
por país interpuesto. No se les permitió volver a una España libre porque las
mismas democracias que habían abandonado a la República, decidieron que con
Franco les iba bien. Y aquellas gentes nuestras, héroes de la libertad de
Francia, organizaron su vida en el último lugar en que habían luchado, mirando
a España de lejos.
Este libro es una colección de testimonios de algunos de aquellos compatriotas
que se quedaron en Bretaña. De la mano de su autora podemos recorrer su
trayectoria vital desde su juventud a la vida en la tierra que los acogió. Poco
sabíamos de nuestros republicanos en Bretaña (campos de las Islas del Canal,
Muro del Atlántico, Resistencia…), tan lejos de la ubicación tradicional en el
centro y sur de Francia, por eso sus voces deben ser bienvenidas, así como los
datos recogidos por la autora en distintos archivos, que relacionan unos con
otros y permiten seguir poniendo piezas en el mosaico inmenso de la historia de
la resistencia al fascismo de los españoles exiliados en Francia.
Gabrielle García, Licenciada en lengua castellana por la Universidad de
Rennes, fue profesora de enseñanza secundaria. Hija de un combatiente
republicano exiliado en 1939, investiga sobre la presencia republicana
española en Bretaña (Francia). Es coautora de un primer libro La mémoire retrouvée des républicains espagnols (Ed. Edilarge, Rennes 2005), en el que entrevista a los
combatientes republicanos sobre su recorrido desde el principio de la guerra
civil hasta el fin de la segunda guerra mundial: la Retirada, los campos del
sur, el trabajo forzado en el Muro del Atlántico y la participación en la
Resistencia francesa en zona ocupada. El libro, prologado por Francisco
Espinosa Maestre, ha sido alabado por la crítica y galardonado con el Premio Ecrivains de l’Ouest.
En su última obra Pour entrer
dans Grenade (Ed. Mare Nostrum, Perpiñán 2013) escribe la historia de los
jornaleros de la Vega de Granada, compañeros de su padre. En la actualidad
preside la asociación Memoria del Exilio Republicano Español, MERE 29,
del departamento de Finistère y prosigue su labor de recuperación de la
Memoria republicana.
Sobre el libro "Pour entrer
dans Grenade":
http://www.marenostrumedition.com/index.php?p=livre&id=109
En la misma
colección:
Cód. |
Título |
Autor |
Pág. |
Precio |
Enlace |
17491 |
Plaza de los
Republicanos Españoles. Testimonios de exiliados en Bretaña |
Gabrielle García |
214 |
16.00 |
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17830 |
Vida y muerte en
un pueblo del Huerva. Mozota, 1900-1940 |
Luis Ruiz Val |
360 |
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16915 |
¡Evacuad Teruel!.
La odisea de 12.000 turolenses durante la Guerra Civil |
Antonio Peiró Arroyo |
282 |
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Desfilaron por
Hitler |
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406 |
18.00 |
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13636 |
Tal vez el día.
Aragoneses en la URSS (1937-1977). El exilio y la División Azul. |
Luis Antonio
Palacio Pilacés |
1272 |
39.00 |
|
9360 |
Julián Escuer Fustero. Sendero hacia la libertad |
Edición y
preámbulo de Herminio Lafoz |
420 |
18.00 |
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