La
Librería de El Sueño Igualitario
Cazarabet conversa con... Raymond San Geroteo, autor de “Les
fossoyeurs de la seconde
Republique espagnole” (Cairn)
Raymond San Geroteo
“desentierra” a los verdugos y enterradores de la Segunda República Española
desde un minucioso libro de investigación.
Cazarabet conversa con Raymond San Geroteo:
-Raymond ¿cómo fueron, cómo
era el perfil de los principales “enterradores” de la II República?
No cabe duda que la
Republica fue asesinada. La derecha española, la monarquía Alfonsina y la
Carlista, los terratenientes, la aristocracia y el clero dieron cita en este
país al fascismo internacional para que
nunca salieran más los brotes de consciencia que salían por las calles de todas
las ciudades españolas. Ellos llevaban las armas que mataron a la Republica
española y por supuesto son los asesinos. Luego, Francia y Gran-Bretaña les
dieron el visto bueno, no solo fueron testigos del asesinato de la Republica,
sino que también les facilitaron la tarea; no faltan argumentos para denunciar
la complicidad, la hipocresía, la demagogia, el cinismo ni las traiciones de
ambas democracias que firmaron y respetaron hasta el final el acto de
No-Intervención, sabiendo clarísimamente que los países fascistas entregaban
aviones, armas pesadas y tropas de choque al bando fascista
español. La traición es, en este aspecto, más indigna, más amenazadora y más
mortífera que cualquiera de las armas entregadas por Hitler o Mussolini.
-Unos la señalaron, otros la
hirieron, otros la mataron y otros la enterraron…a la República había muchos
hombres y mujeres que la querían y que la abrazaron, pero, verdaderamente,
había muchos intereses en contra de ella, ¿no?
No se puede meter en el mismo saco a Francia y al Reino Unido. Aunque parte
de los pueblos británicos, el sindicato Trade-Union y
los laboristas, sostenían la Republica española, la izquierda británica tras
una lucha interna permitieron que los conservadores y el primer ministro
Chamberlain facilitaran la victoria de los franquistas. Pruebas no faltan en
archivos para demostrarlo como esta carta escrita el 5 de septiembre del 36 por
Winston Churchill “Me
alegro que los Nacionalistas españoles avancen. Los otros solo pueden morir
sentados. Esto es horrible, pero es mejor para la seguridad de todos que los
comunistas sean aplastados.” En Francia el análisis es diferente, León Blum, socialista y jefe del gobierno, quiso, los primeros
días del conflicto, ayudar a la República española y mandó unos cuantos aviones
honrando parte del tratado firmado entre ambos países en el año 35 (la mayoría
de los aviones poco eficaces por ser del año la tana). El pacifismo integral de
muchos intelectuales como de su entorno político, la presión de los británicos,
las luchas políticas contra la extrema derecha francesa y también en contra de
su propio bando, hicieron que Blum se quedara
atrincherado, en una posición de neutralidad imposible de sostener cuando la
problemática geopolítica mundial era Guerra
o Paz y que la paz era imposible ya que los nazis y los fascistas
preparaban una guerra total.
-Y esos intereses eran
manipulados y hacían e hicieron que muchas gentes se dejaran arrastrar y no la defendiesen
y el silencio, la “no acción”, también fue una manera de enterrar a la II
República, ¿no es así?
Los pueblos franceses y británicos temían otra guerra europea. La primera
guerra mundial dejó millones de muertos en las trincheras francesas y todos, obreros e intelectuales, decían o mejor dicho
gritaban! eso nunca jamás! Cuando estalló la
guerra de España, ni Dios quería entonces intervenir, salvo unos cuantos
socialistas y radicales y los comunistas. No cabe duda que hubo manipulación
política; los responsables de ambos países democráticos decidieron no
intervenir en España contando a sus pueblos el cuento de calleja “solo es un conflicto entre españoles y no
tenemos que meternos en el asunto”. Olvidándose de recordar que no había
quien parara el pangermanismo y la voluntad de venganza de Hitler, ya escrita
diez años antes (su libro Mein Kampf
publicado el 18 de julio de 1925). Los gobiernos democráticos ya sabían cuánto
la contienda española sería la primera etapa de una guerra europea que los Alemanes
estaban preparando tras la humillación del tratado de Versalles, firmado en el
año 1920. El jefe de gobierno no está al mando para contar cuentos pero para
anticipar y gestionar el futuro. Desgraciadamente todos los líderes se callaron
y, asustados, culparon a todos, primero a las izquierdas españoles por el caos
social anunciado, a los soviéticos por meterse en el conflicto cuando vieron a
los fascistas entregar toneladas de armas y aviones a los facciosos, a las
izquierdas francesas que se solidarizaron con el frente popular español. Está
comprobado que, en los años 35 et 36, Francia y Reino Unido tenían bastantes
armas y una potencia mayor para deshacer el nazismo ya que en esos tiempos por
la cuestión austriaca Italia no sostenía la política alemana.
-Pero lo de estos países fue una táctica, simple y llanamente de pura
geopolítica, revestida y disfrazada de hipocresía…Es que, a menudo, da la
impresión de que no les importaba nada ni España ni los españoles y
españolas…ni la pérdida de derechos o libertades, ¿no?
Para los británicos la cosa estaba clarísima, su estrategia geopolítica
dictaba una neutralidad táctica e incondicional basada sobre dos factores
correlacionados. Primero, frente al riesgo del bolchevismo que amenazaba Paris
y Madrid, la victoria de los insurrectos era deseable. Por otra parte el otro
límite infranqueable era la situación política en Gran-Bretaña donde los
laboristas y los sindicalistas apoyaban a los republicanos. Los intereses
británicos superaban toda clase de problema y lo prioritario era salvaguardar
el Imperio (25% de la población mundial). Impusieron entonces una política
sistemática de apaciguamiento. Los franceses
tuvieron que tragarse la boina para mantener la amistad franco-británica
necesaria, pacto firmado el siglo anterior cuando se repartieron el mundo
africano. Los pueblos sufrieron al ver sus hermanos españoles morir solos, muy
solos, defendiendo sus libertades. Ni los llantos de Blum,
ni las luchas de los comunistas, de unos pocos socialistas y radicales que exigían la entrega de armas a
La Republica no lograron dar la vuelta a la tortilla. Las políticas de los
gobiernos de Chamberlain y de León Blum fueron un
contra modelo de gestión de los conflictos armados. Nunca, ambas potencias
dudaron de sus estrategias, por eso no respetaron los estatutos de la SDN
(Sociedad De Naciones) que estipulaban el derecho de ayudar a un país miembro
agredido por una rebelión destacada.
-Aunque solo que pudieron sí
que hicieron negocio con la guerra y el sufrimiento de unos y de otros.
Los negocios fueron tremendos no había ninguna bala que los parara. Como
ejemplo, solo daré el informe dictado por Juan Monjo March, él dijo el año 1962: “en las dos guerras mundiales los Ministerios de Defensa británico y
alemán hicieron grandes negocios con mi tío Don Juan March”.
Este hombre, que unos admiran todavía, entrego en la guerra del Rif miles de
fusiles à Abd El-Krim, el enemigo de su patria, y
financio las tropas facciosas en el año 36.
El golpe de estado
fue apoyado masivamente de forma militar por Hitler y por Mussolini. Estas
potencias no venían a salvar un pueblo moribundo, no, ellas venían para imponer una
ideología y a probar sus armamentos preparando así las conquistas anunciadas.
-Los países que firmaron el
“pacto de no-intervención”, también fueron de los que llevaron pala y pico en
el entierro de la República, ¿no?
Ésta es la base de mi
tesis. La verdad es que estas dos democracias, Francia y Gran-Bretaña, no tuvieron
ninguna oposición de parte de los otros 25 países europeos que firmaron la
No-intervención y en lo que se refiere a Alemania e Italia, el dicho comité era
para ambos países un formidable escondite donde nada se decidía. Francia tenía
miedo de la extrema derecha que se manifestaba más que nada en contra de la
ayuda a la Republica, gritando por la calles de París “mejor Hitler que Blum y que el Frente Popular”. Desgraciadamente estas dos
democracias, finalmente cómplices del fascismo por motivos diferentes, no
vieron otro remedio para salvar una paz imposible que ganar tiempo y por eso se
sacrificó a nuestra Republica antes de abandonar tantos otros pueblos
indefensos: checoslovacos y polacos, con los que Francia tenía una convención
de asistencia. La muerte de la Republica española fue el símbolo desgarrador de
una quiebra colectiva, la del ideal democrático europeo.
-Después tampoco se ganó nada, aunque el
nazismo alemán y el fascismo italiano se viese apabullado en Europa, ¿no es
así?
En Europa en los años treinta unas cuantas ideologías se desarrollaron;
ellas querían hacer tabla rasa del pasado. Por esos muchos ciudadanos lucharon
contra los antiguos imperios o contra unas sociedades inertes y agotadas y en
eso, ser comunista, anarquista o fascista era, para ambos, ser de su tiempo,
luchando por otro mundo mejor sin ningún compromiso. No voy hacer aquí la
amalgama entre las motivaciones de unos y de otros. Lo preciso es que el
fascismo ganó la primera etapa de tantos enfrentamientos v España cayó en el
bando de los asesinos. Por eso lamento que la liberación de los fascismos
europeos se quedara parada al pie de los
Pirineos. Es una vergüenza que las democracias que derrotaron a los fascismos
dejasen Franco terminar, en los años 50, su labor de erradicación de los
valores republicanos, eliminando miles y miles
de personas. La guerra fría ya había empezado y las verdades republicanas las
enterraron las democracias, porque no se podía ni hablar de esto, ni viajar a
España. Además, tal una petición de indulto del régimen franquista, la policía
francesa organizó la operación Bolero-Paprika el 7 de septiembre del año 1950,
para deshacer la principal base antifranquista de Francia; de las 404 personas
identificadas como peligrosas, fueron arrestados y expatriados 277 españoles y
59 personas de otras 9 nacionalidades
europeas. Los republicanos exiliados acabaron siendo apátridas y los que
quedaron en España, los que no fueron asesinados, unos parias marginados.
-Más bien ganó la dictadura
porque a los países ganadores de la contienda ya les iba bien un portaviones,
además con la situación geográfica de España para los
Claro que gano la dictadura. Franco fue
nombrado centinela anticomunista. Es para morirse de risa si no fuese la
cosa tan triste. Los gobiernos democráticos apenas hablaban a Franco en los
años 50. Las democracias tenían muy mala consciencia por tener hambrientos y
mal cuidados ciento de miles de refugiados españoles en unos cuantos campos de
concentración. Ellos se levantaron para luchar contra los nazis; miles murieron
por la libertad de los franceses; luego, participaron en la reconstrucción del
país…
-Crees que los afectos a la
República pecaron un poco de “confiados”; acaso no veían que militares, alta
burguesía sobretodo, terratenientes, clero y grandes intereses no iban a
dejarse “dominar” por las clases media y bajas..
No cabe la menor duda. En el año 1931, muchas manifestaciones con cientos
de miles de personas, mujeres, hombres y niños se desarrollaron pacíficamente
por todas las ciudades de España, esto tranquilizaba a los políticos más allá
de lo razonable. Los políticos que encabezaban el país pensaban que esto era un
seguro definitivo en contra de los partidarios del absolutismo del siglo
pasado. Nadie quiso ver ni medir los riesgos pero el desafío potencial de la
reacción existía. Otros querían una vez
por todas enfrontarles en las urnas o en la calle. Militares, alta burguesía,
terratenientes, clero y grandes intereses sabían lo frágil que sería una
primera democracia en España. Ellos seguían pensado como lo pensaban sus
antepasados que solo puede ser una corta experiencia; por eso convenía dejar el
pueblo jugar unos días para luego mandar la tropa y sacudir al pueblo. Tras
encarcelamientos, torturas, y si es necesario fusilamientos ellos pensaban
ganar, como siempre así fue, unos diez años de tranquilidad.
-Y se manipuló la historia porque la historia la
escriben los que la ganan…y así andamos. ¿Qué nos puedes reflexionar?
Todos sabemos que la historia de España la escribieron los vencedores
aunque fuese el único país del mundo que ganaron los malos, los fascistas. Poco
a poco, unos cuantos historiadores están borrando lo escrito, descubriendo
archivos españoles, rusos y unos cuantos privados. Pero también creo que muchos
se han despertado y liberado del silencio impuesto por el franquismo y por la
transición democrática que dicto el punto final absurdo e ilegal a los
españoles.
Dedicas el capítulo central
del libro a las trece verdades revisadas y reexaminadas en torno a la
República; las que tú, a tu manera de ver y reflexionar crees que
debes repensar y ahondar en la reflexión. ¿Qué nos puedes decir, aunque sea
brevemente, sobre esos trece puntos?
Tengo presente que muchos temas históricos dividen hoy los españoles, no
por no tener suficientes justificaciones documentadas, que las hay, sino porque
los detractores temen sacar los trapos sucios y poner en riesgo a unos cuantos
que tienen las riendas del poder. Para ser más claro, mantener la supervivencia
del pasado silenciada es protegerse de hechos y de crímenes no condenados y
rechazar con fuerza los valores republicanos. ¡Por favor, que estamos en el
siglo XXI! Que 80 años nos separan de los hechos y no veo en que las verdades
históricas puedan afectar a la sociedad o a la economía, ni siquiera a tantos
españoles que votan a la derecha.
-Hemos hablado mucho de los
que tumbaron la República, quizás más bien mirándolo desde fuera. Pero ¿qué
pasa si lo miramos desde dentro, desde los partidarios a la propia República?
Esto es une fase clave de mis reflexiones. La causa principal de la
victoria de los facciosos no pueden ser los episodios, aunque muchos
condenables, de unos cuantos hechos como las tensiones entre partidos
políticos, la reforma agraria y la colectivización parcial de la economía, la
tentativa de revolución social, el anticlericalismo, la influencia creciente del partido
comunista, las exigencias autonómicas, la debilidad del presidente Azaña, el
autoritarismo de Juan Negrín durante el segundo mandato, ni siquiera las
violencias libertarias del verano 36, ni las exacciones de las checas
comunistas y de los otros partidos que también las había, ni las violencias de
los chicos de Éroles en Barcelona condenadas por la
propia CNT, ni los hechos de Paracuellos donde
Carillo se distinguió, ni el asesinato de Andreu Nin,
ni los hechos de mayo del 37. Puede esto sorprender a más de alguno. Son hechos
probados que tiene uno que comentar y quizás unos cuantos condenar, son ante
todo las consecuencias de siglos de obscurantismo, de avasallamiento, de
divisiones, de precariedad y de violencias que los insurrectos fascistas,
clericales y monárquicos se apoderaron para intentar volver al absolutismo de
ayer, poniendo en marcha un estrategia coercitiva a ejemplo de otras países
totalitarios europeos. Negar esta afirmación es abrir la caja de pandora y
dar voz a los que afirman que la guerra
fue perdida por tales razones y reconocer que ya no queda nada por decir, que
todo estaba dicho ya e invitar cada cual a pasar a la etapa siguiente, es decir
a la transición democrática. Es negarse a exhumar el cadáver de la República
española asesinada, es olvidar que la muerte de la República española fue el
símbolo desgarrador de la quiebra colectiva del ideal democrático europeo.
-¿Hasta qué punto los Hechos
del 37 marcaron un antes y un después?; ¿hasta qué punto “se pagó” , de alguna manera, la ayuda recibida por la URSS?
Los hechos de mayo 37
fueron una locura más, impactaron la sociedad catalana y asustaron al gobierno.
Lucha callejera muy sensible pues en ambos lados quedan heridas y en ambos
lados sobreviven unas cuantas leyendas y patrañas en las mentes de los
antagonistas. La rebelión de mayo de 1937 no marcó un antes y un después en el
marco político, las sensibilidades políticas de antes, pendiente y después de
la contienda quedaron en su sitio; y más, hoy día, cuántos hijos de
republicanos en España o en exilio, han quedado como petrificados contando lo que
sus padres les contaron, sin buscar la mínima legitimidad de lo vivido
realmente. Frente a esta
situación que humildemente trato de exponer con una rigurosa perspectiva
temporal, me resulta insoportable cuanto las izquierdas, por discrepancias y
rencillas, por resentimientos históricos que deberían estar prescritos no son
capaces de sobrepasarlo. Lo que está claro es que Barcelona revivió
la semana trágica de 1907, fue el mismo sobresalto popular espontáneo tan
arriesgado, tan irreflexivo y por fin tan deshecho. Y en este sentido esto no
fue como a veces se afirma una guerra civil en la guerra de España. Centenares
de muertos para nada. Hubo al final unidad firmada con la sangre de muchos
compañeros. Estos acontecimientos fueron un paréntesis cruel que van a marcar a
las familias pero no van a modificar el rumbo de la contienda pues los
combatientes seguirán la lucha dos años más con, es cierto, muy pocas
victorias. Pero en esto sí que hubo más tarde un antes y un después. La
situación militar, social y moral abrió la brecha latente y dividió los
republicanos en dos bandos, pero no, como se suele decir, entre comunistas y
los otros. Socialistas y republicanos negrinistas,
comunistas e incluso anarquistas partidarios de la resistencia (resistir es
vencer) por un lado y socialistas encabezados por Prieto y Besteiro,
republicanos azañistas y una mayoría de
anarquistas por otra parte, todos
partidarios de acabar con un guerra sangrienta y perdida, favorables a una
mediación franco-británica, se enfrentaron. Fractura inútil e ilusoria que
ambos partidos debilitados nutrían cuando Franco exigía la rendición
incondicional.
La ayuda soviética es otra cosa; el gobierno de Negrín tenía muy pendiente
la dicha ayuda, pues sin ella la contienda hubiera terminado muy pronto. Yo sé
que muchos reducen la guerra de España a los desafíos y exacciones entre
comunistas y anarquistas. Que los estados mayores de ambos partidos no se
respectaban, que en ambas partes hubo asesinatos, todo el mundo lo sabe. Que el PCE
quiso acabar con el POUM, claro que sí. Las órdenes de Stalin eran de acabar
con los trotskistas aunque el POUM fuese de orden comunista libertario, en eso
hacia competencia al PCE oficial. Puedo decir aquí para acabar con este tema
que ningún aparato político era blanco o negro eran todos muy grises. Pero
insisto por última vez, estos hechos han perjudicado por supuesto la vida
social de la República, son hechos ciertamente insoportables porque reales,
pero son causas relativas y en análisis geopolítico, inoperantes. La causa
principal de la muerte de la República fue el abandono de las democracias y la No-Intervención de Léon Blum que dejó la joven República desarmada.
-Franco fue un dictador fascista que supongo que lo
hubiese tenido muchísimo más difícil de no haber contado con la ayuda de la
Alemania de Hitler y de la Italia de Musolini. ¿Hasta
qué punto crees que estos dos países hicieron por mover la balanza hacia el
lado fascista?
Ningún historiador responsable niega hoy la voluntad que animaba la derecha
española y el clero, fieles a sus pasados absolutistas, de aplastar el
movimiento republicano en cuanto se pudiera. Recuerdo aquí el golpe de estado
fallido de Sanjurjo en 1932, los contactos del Rey de
España en el exilio y los carlistas negociando unas cuantas veces con Mussolini
para que fuera el mayor proveedor de armas de guerra y esto durante el Bienio
conservador republicano. Sin la ayuda masiva de los dos países citados y el
dinero de Juan March, Franco no hubiese ganado la
guerra. También se puede decir que sin la intervención fascista europea, la
URSS tampoco hubiera ayudado a la Republica. Sabemos todos que el golpe de
estado no fue, las primeras semanas, un éxito para los facciosos; ganaron la
guerra tras 988 días de combates frente a unas fuerzas republicanas más
eficaces, más unidas en los diferentes frentes que lo que cuentan unos tantos
detractores. Las fuerzas republicanas luchaban contra una potencia de fuego y
una fuerza mecánica fascista que a partir de la primavera del 37 eran mucho más
potentes. La ayuda de la URSS fue
importante pero no regular. Stalin pensaba muy justamente que solo las
democracias vecinas podrían intervenir y deshacer los rebeldes. Stalin fue el
asesino de miles y miles de rusos y eso nadie nunca lo podrá olvidar pero en lo
que se refiere a la guerra de España, nunca tuvo el proyecto de conquistarla
como está ya comprobado; tampoco en Grecia cuando los comunistas del EAM-ELAS
intentaron tomar el poder, Stalin no levantó ni siquiera un dedo para
ayudarles. No voy a comentar otra vez la responsabilidad de las democracias y
principalmente de Francia y del Reino Unido, pero en cada análisis salen a
lucirse sus incapacidades e incompetencias en periodo de guerra.
-Pero aquí en este país y en
esta guerra entre compatriotas tiene mucha importancia el poder y el cerco de
la Iglesia: antes, durante y después de la guerra, ¿no lo ves así?
Permíteme recordar que esto no solo fue una guerra entre compatriotas sino
el primer acto de la Segunda Guerra mundial. La guerra civil duro solo unos
días y se internacionalizo enseguida, pues cerca de 200 000 extranjeros
lucharon con los fascistas españoles y 35 000 más provenientes de 51 países
diferentes, se integraron en las Brigadas internacionales para ayudar a la
República. Dicho esto tengo que apuntar que la cruzada católica estuvo escrita
ya por los Canovistas el siglo precedente, lucharon
en contra de los efectos nocivos de la
Constitución liberal de 1876. En eso, los Borbones y sus émulos,
entendieron perfectamente la nocividad de una democracia. Todo estaba escrito y
la iglesia unos días después del alzamiento dio a los sublevados el nivel y el
objetivo que les faltaba, la Guerra sería a partir de ese momento una cruzada
contra los infieles laicos y los rojos. La iglesia católica pasó entonces de
chivo expiatorio de la República a una estructura activa en colaboración total
con los que organizaban las sacas, las torturas y las ejecuciones. Luego se
adaptó a las evoluciones de la sociedad pero jamás pidió perdón a millones de
españoles espoliados, represaliados o asesinados.
-Además fueron la escusa
utilizada para que el Pacto de No Intervención no se moviese a favor de la
República…la Iglesia utilizó a sus muertos (que los hubo) a sus templos
expropiados y a algunos saqueos como “chantaje emocional” a cambio de la
violación, por muchos años, de los DDHH y del derramamiento de más sangre.
Está claro que la Iglesia católica utilizó a sus muertos como chantaje
emocional. Los primeros meses de la guerra los pueblos europeos, la comunidad
cristiana y los políticos fueron afectados y críticos, denunciando los saqueos
y los asesinatos republicanos tras el golpe de estado fascista. Pero después
del dicho verano sangriento, las cosas se aclararon porque los fascistas
mataban sin contar, librándose a ciertas atrocidades. Sus crímenes sí que
hacían parte de la estrategia de los sublevados, definida por el Director, el
general Mola. El gobierno republicano impotente nunca avaló las exacciones
contempladas en su campo. Por eso no comparto la tesis de algunos hombres de la
transición que susurran que los dos bandos se han pasado y que para vivir
juntos habrá que soportar algunas injusticias. La iglesia católica española
llevaba en los primeros tiempos del franquismo una cruz gamada en el corazón y
sus oraciones ensalzaban al fascismo.
-El exilio debe ser la
personificación de una soledad indescriptible, ¿no?; ¿qué nos puedes comentar?
Los republicanos lucharon por las libertades de los españoles y acabaron en
el exilio. Fueron dos veces derrotados. Dejaron ahí sus familias, sus amigos,
sus tierras y sus luchas, y en el exilio, tirados en campos de concentración,
se levantaron para luchar contra el nazismo y luego se callaron porque las democracias
habían decidido que valía mejor dejar a Franco en el trono de España que
intentar apoyar una democracia irresoluta, pero también callaron para permitir
a sus hijos crecer y ganarse la vida en este país de acogida. Nosotros los
hijos, aunque la República francesa, nos ha dado muchísimo (otra cultura, otra
vida, otra Republica y reconocimiento), llevamos adentro los sufrimientos y
resentimientos de nuestros padres: frustraciones e injusticias, sus represaliados y sus muertos.
Sí, sí, solos, muy solos se han quedado muchos años. Ahora han fallecido y
nosotros no vamos a desarmar hasta que todas las verdades escondidas no salgan
a la luz del día.
-Recordar y escribir de
aquello es una manera de desenterrar la memoria que, también, indudablemente,
fue enterrada, es así?
No solo es desenterrar la memoria, es que por fin la memoria cruce la
historia para que todos tengamos casi la misma lectura de la historia
contemporánea de nuestro país. Quiero convencer, locura de utopista, a los que
nunca nos han querido, incluso a los que nos han odiado, y decirles que es
conveniente no rechazarme antes de escucharme o de leerme. No me parece
oportuno ni coherente afirmar que un paso hacia mi persona sería como un
principio de contagio o peor el riesgo de hipotecar la herencia generacional.
¡Pero en qué siglo estamos, por dios ¡ Quiero ser
accesible.
23914
Les fossoyeurs
de la seconde Republique espagnole. Raymond San Geroteo
522 páginas 15 x 24 cms.
25,00 euros
Cairn
Il y a quatre-vingts ans l'insurrection fasciste en Espagne avait provoqué un des événements
les plus dramatiques de l'histoire
européenne du XXe siècle. L'Europe d'après-guerre s'est construite sur une mémoire sélective qui, pendant la guerre froide, a passé sous silence les chapitres les plus embarrassants.
Depuis, une nouvelle génération d'historiens a ouvert d'autres pistes d'investigations.
Ils dénoncent
en premier lieu les études réductrices
qui ont tenté de légitimer le coup d’état, le considérant
comme une contre-révolution déployée pour éliminer le radicalisme du mouvement ouvrier. Pourtant, cinq ans auparavant, quarante-huit heures avaient suffi aux peuples d'Espagne pour assurer pacifiquement le triomphe de leur République. Les républicains accusés de tous les maux, voyant s'éloigner une nouvelle fois l'émancipation promise depuis tant de générations, se dresseront contre la volonté de blocage social en s'opposant aux exactions sanglantes
provoquées par une
opposition réactionnaire.
La voie du réformisme, entravée par le putsch, provoquera des exactions révolutionnaires incontrôlées, de violentes répressions
orchestrées par les rebelles
puis 988 jours de guerre sans merci
menés par le fascisme international contre la jeune République espagnole. Ces atrocités se dérouleront sous le regard des démocraties qui, pour retarder
une guerre inévitable en Europe, s'abriteront derrière le pacte de Non-Intervention
et, donnant l'Espagne républicaine en gage au fascisme, la condamneront à mort.
Raymond San Geroteo, l'auteur
des Oliviers de l'exil, se
risque ici au douloureux sujet d'un exil assumé.
Raymond San Geroteo est né le 3 octobre 1944 à Montgermont (Rennes).
Retraité en Béarn depuis juillet 2005, il est aujourd’hui
Directeur National en Nutrition animale et se réjouit d’avoir un coeur pour deux
Cultures qui lui sont chères.
Il est engagé
dans un réseau national de recherches et d’échanges sur la Seconde République espagnole.
Sommaire
Prologue
Long et âpre chemin vers l’émancipation
Avant-propos
Les consciences engagées dans la lutte
Faire parler les sans voix
La désobéissance
La violence
Des Lumières à la République, un conflit
annoncé
Les incontournables de l’Histoire
Les spécificités des peuples d’Espagne
Manipulations, Renoncements et Appropriations
Histoire écrite par les vainqueurs
Des légitimités pas trop légitimes !
Révisionnisme ambiant
Treize vérités rouvertes et réexaminées
l-
Légitimité de la République
2- Le coup d’état du 18 juillet 36, acte réfléchi
3- Puissance de feu des Rebelles
4- L’importance capitale de l’action étrangère
5- Les nouvelles idéologies
6- La République restera démocratique
7- Le prétendu coup d’état communiste en 1936
8- Franco, un dictateur fasciste
9- Les intellectuels et la presse dans la guerre
10- Collusion : URSS/République espagnole ?
11- Les journées tragiques de Mai 1937
12- Negrín, leader controversé, grand homme d’état
13- L’inefficace SDN, la fallacieuse Non-Intervention
Qui a tué la République !
Crime
fasciste et clérical
Complicités et perfidies britanniques
Démagogie, aveuglément et cynisme français
Écrire contre l’oubli, c’est écrire pour le monde
La
solitude assumée d’un Espagnol très Français
Ne
jamais se lasser de parler de leur Guerra
_____________________________________________________________________
Cazarabet
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
Tlfs. 978849970 - 686110069