La
Librería de Cuadernos de Cazarabet
Cazarabet conversa con... Juan Gérvas y Mercedes Pérez-Fernández, autores de "La expropiación de la salud" (Los Libros
del lince)
Un libro
excelente que desde la pluma experta de Juan Gérvas y
Mercedes Pérez-Fernández nos vuelve a poner el dedo en la llaga a muchos
conceptos…
Lo que
nos dice la editorial Los libros del Lince de este libro:
Los ciudadanos de a pie hemos sido derrotados por el sistema
sanitario. Ya no somos dueños de nuestra salud ni de nuestra enfermedad, que
han sido expropiadas por los médicos. Este libro es un canto al buen ejercicio
de la medicina y a los médicos que se entregan a su profesión ofreciendo cálida
calidad científica. Y una dura crítica contra el exceso,
contra la medicina que convierte en negocio todo lo que toca y que transforma
en charlatanes a los médicos. Por los autores del best
seller "Sano y salvo (y libre de intervenciones
médicas innecesarias)"
Después de las tres ediciones vendidas de Sano y Salvo, sus autores vuelven con La expropiación de la
salud. Destinado a médicos y sobre todo a las personas corrientes y
normales los que van a la consulta de los médicos y a veces no se atreven a
discutir “la ciencia”
¿Quién decide si estoy enfermo o sano, si estoy cuerdo
o loco, si he de tratarme el colesterol, la osteoporosis o la tristeza, si debo
medicarme o ser operado? Cada día más, es el médico quien decide estas cosas.
Nosotros, los ciudadanos, sanos o enfermos, ya no mandamos sobre nuestro cuerpo
ni nuestra vida. Nos han expropiado la
salud.
Los autores de este libro llaman así al proceso por el
cual los médicos y el sistema sanitario nos han ido arrebatando a los
ciudadanos el derecho a decidir por nosotros mismos sobre lo que nos atañe a
nosotros más que a nadie: la salud, el cuerpo, nuestra forma de vivir la
enfermedad o de entender en qué consiste la salud.
La expropiación de la salud es un libro para todos, profanos o especialistas,
enfermos o sanos. A los ciudadanos les recordará cuáles son sus derechos
perdidos y casi olvidados. A los médicos y profesionales de la sanidad les
permitirá reflexionar sobre los excesos en los que suelen incurrir.
Somos víctimas de unos «conocimientos» que permiten al
sistema sanitario imponer un museo
de horrores sin ciencia. Se nos medica y se nos medicaliza,
y se droga a los niños con anfetaminas (por ser «demasiado» activos) y a los
ancianos con antidepresivos (sin tener depresión). En su versión extrema, la
medicina sin límites llega a
expropiar la salud, el
desánimo, el sentimiento de vacío existencial, el miedo al futuro, el embarazo,
el parto, el dolor, la enfermedad, el envejecimiento y la muerte. De
todo ello trata este libro, que analiza la teoría y la práctica, y revisa
muchos casos clínicos que sirven de ejemplo y base para la reflexión.
Juan Gérvas y Mercedes
Pérez-Fernández son autores del bestseller Sano y salvo (y libre de intervenciones
médicas innecesarias), también publicado por Los libros del lince.
Más
información: http://www.loslibrosdellince.com/la-expropiacion-de-la-salud-juan-gervas-y-mercedes-perez-fernandez/#sthash.J9zP8MKM.dpuf
Los
autores, hazte una idea:
http://es.wikiquote.org/wiki/Juan_G%C3%A9rvas
Un
equipo, el CESCA, que trabaja en la investigación sobre la sanidad:
http://es.wikipedia.org/wiki/Equipo_CESCA
Cazarabet conversa con Juan Gérvas y Mercedes Pérez-Fernández:
-Amigo, cuando hablas de “la expropiación de la salud” ,¿a qué te
refieres?
-Es expropiación de la salud un proceso
coercitivo e insidioso que deja sin capacidad de auto curación y sin autonomía
a individuos y poblaciones, a cambio de promesas de juventud eterna. Es decir,
vendemos cuerpo y mente a los comerciantes y profesionales sanitarios quienes
dictaminan lo "bueno y malo" y al seguir sus normas y prescripciones
(y consumir sus productos y actividades) esperamos gozar por siempre de salud.
Perdemos, así, capacidades milenarias que nos permiten enfrentarnos, por ejemplo,
al duelo, o a una gripe.
-¿Tiene, queridos amigos, el médico de cabecera
(que es el primer profesional que visitamos) la definición holística e integral
del concepto de salud?—tener en cuenta los factores sociales, psicológicos y
físicos…
- Se intenta enseñar una medicina bio-psico-social, pero el
currículo oculto deja claro que lo que importa es la medicina biológica. Es
decir, la medicina que se enseña y practica de facto, en general, es pura
biología como si el ser humano fuera un amasijo de vísceras, huesos y músculos
que bien remeda a una máquina cuyos fallos hay que evitar o reparar (más en http://www.actasanitaria.com/estudias-medicina-te-interesan-las-personas-en-su-contexto-es-un-signo-de-infeccion-de-atencion-primaria-y-lo-sabes/ ). Esta visión se transmite en la práctica a
todos los profesionales, no sólo a los médicos, e incluso a la población. El
absurdo es tal que se ve como "medicina alternativa" la que promueve
el dominio de la ciencia y de la técnica pero también de la humanidad (del
poder sanador del profesional), con respeto a la mente, las creencias y la
espiritualidad de pacientes, familias y comunidades. La expropiación es tal
que, por ejemplo, no hay lugar para hablar con la embarazada sobre sus
expectativas y fantasías, sobre sus miedos y esperanzas, sobre su sexualidad y
otras mil cosas que son esenciales; sólo cabe la rutina de las pruebas y de los
medicamentos, como si la mujer embarazada fuera un "saco", sin más,
con un contenido, y todo se pudiera medir. Es la tiranía de la biometría, desde
el tamaño de la cabeza del feto al nivel de glucosa en sangre de la embarazada.
Sobran sus sentimientos profundos, sus creencias y su espiritualidad.
-¿Es la falta de tiempo en la consulta…es esa
especie de “tratar a todos los pacientes” como a uno solo…la causa principal de
un diagnóstico (¿cómo te diría?) sobrevalorado porque, muchas veces no se ha
ahondado lo suficientemente en la anamnesis y así es difícil el diagnosticar y
más difícil, todavía, el tratamiento…?
-Por definición siempre "falta
tiempo", pero esta es una simple excusa. Lo que suele faltar es ganas, y
formación. Sobra dejación, la dejación de seguir normas, protocolos y
algoritmos que deshumanizan y convierten a los pacientes en cosas y a los
médicos en robots. En las consultas hay mucho que no habría que hacer y si se
dejase de hacer habría tiempo para lo que se debe hacer. Es "dejar de
hacer para hacer". Dejar de hacer lo innecesario e incluso dañino y hacer
lo importante y beneficioso. Cuando la consulta se llena del vacío de la
expropiación de la salud, los verdaderos problemas de salud "no tienen
sitio", no hay tiempo. Hay que renovar la consulta, y se puede hacer desde
abajo, desde el trabajo diario. Para saber más: http://equipocesca.org/la-renovacion-de-la-atencion-primaria-desde-la-consulta/
-¿De veras que (claro, amigo, si lo
dices me lo creo), piensas que vivimos para estar saludables….? Bueno, es
verdad que cierta gente se toma suplementos, se revisa la tensión arterial cada
dos por tres, si le sale la analítica un poco alta en triglicéridos ya pide que
le receten---sin mirarse demasiado la dieta…-, que no asimila que con la dad
uno se recupera más despacio y peor de ciertos esfuerzos y de la vida misma (no
sé si me explico)… Quizás los sanitarios y a los usuarios, a todos ellos
y de manera conjunta, se les debería de reeducar más constantemente sobre
el concepto de vivir en salud sin obsesiones (ni con la salud misma), ¿no?..
-Estar preocupado por la salud es un síntoma
de enfermedad, de expropiación de la salud. La salud es la capacidad para
disfrutar de la vida, sin más. Por supuesto, siempre cabe salud, incluso en
medio de la enfermedad y de la adversidad. Se puede incluso morir sanamente. El
envejecer no es enfermar, sino al contrario, el goce de haber vivido y de seguir
estando vivo. Por supuesto, hay capacidades que disminuyen con los años, pero
se compensan con otras. Así, uno tiene menos capacidad de aprender, pero más de
disfrutar de lo aprendido. Uno puede ser menos "despierto" pero puede
ser más "sabio". Se pueden tener menos coitos, pero ser más intensos
y gozosos. La vida es una maravilla en sí mismo, pero caben momentos bajos.
Insistimos mucho en el libro ("La expropiación de la salud") en la
tolerancia con uno mismo, en la salud mental. Lamentablemente, todo ello nos lo
"roba" una medicina sin límites, que vende imposibles y genera
frustración, que lleva a mayor consumo de "bienes" sanitarios en un
círculo infernal en que finalmente no podemos vivir sin las recomendaciones
médicas, los diagnósticos de enfermedades inventadas y los medicamentos a
discreción.
-Pero déjame que insista en el diálogo , , entre el
personal sanitario, el facultativo y el paciente, muchas veces veo que es
mínimo, un factor que todos deberíamos de intentar mejorar para que la
asistencia sanitaria sin tener que entrar en “grandes pruebas” ni en “muchos
tratamientos” fuese mejor….¿no?
- Los humanos nos comunicamos de múltiples
formas, entre ellas el lenguaje no verbal. El diálogo es clave pero tiene que
ser parte de una Medicina Armónica, al tiempo rigurosa en la ciencia y en la
técnica y en lo humano, y por ello capaz de ofrecer atención con compasión,
cortesía, piedad y ternura (para saber más http://equipocesca.org/como-ejercer-una-medicina-armonica-claves-para-una-practica-clinica-clemente-segura-y-sensata-2/ ). El diálogo verbal y no verbal permite
incluso por sí mismo curar. Sobre todo, se trata de considerar la situación del
paciente y de ofrecer las mejores alterativas en el caso concreto, valorando
sus creencias y expectativas. Esta medicina no puede funcionar sin diálogo, sin
escuchar al paciente y a sus familiares, pero tampoco sin recibir y despedir en
pie en la puerta de la consulta, sin presentarse el profesional, sin preguntar
cómo quiere ser tratado el paciente ("de usted, de tú, de Doña Josefa, de
Josefina, de Pepita..."). El diálogo es, pues, clave si no queremos
expropiar la salud con la arrogancia que da la ignorancia de las circunstancias
vitales del paciente, que es quien sufre y precisa apoyo.
-Da la impresión que, a veces, las ramas no
nos dejan, (me refiero a los profesionales de la salud) ver el bosque…-¿Por qué
se trata más la enfermedad que al paciente..me refiero, que hay enfermos, no
enfermedades…?
-Comentamos en el libro que el humano es
complejo, no simplemente complicado. La visión biológica ve al humano como un
ser complicado, una "máquina" difícil de entender, pero previsible si
se sabe bien anatomía, bioquímica, genética y otras ciencias médicas. Es decir,
en esta visión mecánica se cumplen las leyes heteropáticas
pero en realidad el humano es complejo, en el sentido de que no sabemos qué
emergerá en cada caso pues se cumplen leyes homopáticas
(ho-mo-pá-ti-cas).
La enfermedad es una representación ideal de millones de seres humanos que
sufren, que enferman. El concepto de enfermedad ayuda a comprender al paciente,
pero al final lo que importa es el enfermo, su vivencia, su
"emergencia". Por eso se dice que no hay enfermedades sino enfermos,
y es verdad. Para saber más: http://equipocesca.org/enfermedad-ciencia-y-ficcion/ Los médicos biológicos prefieren la
abstracción que llamamos enfermedad pero cometen un grave error pues lo que
encontramos son enfermos, personas muchas veces frágiles y asustadas con el
enfermar que les cambia la vida.
-¿Qué podemos hacer para que todo mejore desde la
perspectiva de paciente?
-El paciente es parte del problema, pues cree
fácilmente en las promesas de la medicina sin límites que le ofrece una píldora
para cada mal. Hay que renunciar a soluciones demasiados fáciles. Vivir duele,
y a veces duele mucho. Pero estamos preparados para vivir y supervivir, así que
el paciente tiene que creer en sí mismo y en sus propias capacidades para
afrontar los inconvenientes de cada día. Hay, por supuesto, un campo para la
medicina, como ante una apendicitis, pero no tiene sentido infantilizarnos y
pensar que todo se puede complicar y que precisamos de médicos y medicamentos
hasta para el normal respirar, o comer, o follar.
-Los factores sociales, según veo en los últimos
años pueden influir muy y mucho en derivas psicológicas, físicas y así “el
estado saludable” es “menos saludable” ….Estamos en malos tiempos para hablar
de esto porque son muchas las gentes que han perdido poder adquisitivo de tal
manera que no pueden ver cubiertas sus necesidades básicas y esto llevará a que
dentro de unos años se vean unos resultados nada buenos para con la salud. ¿Qué
nos puedes comentar?
-Para lo bueno y para lo malo somos seres
sociales. No hay sociedad sana donde no hay solidaridad, como bien demuestran
los malos resultados en salud de uno de los países más ricos del mundo, Estados
Unidos. La pobreza de hoy en España la pagaremos con violencia, es cuestión de
tiempo. La injusticia social tiene altísimos costes sociales. Los niños que
están creciendo en hogares en que los padres no trabajan y en el que comer
suficiente es casi imposible, serán adolescentes cargados de problemas y
adultos enfermos con facilidad. No hay "estilos de vida" sino
"condiciones de vida", y entre todos tenemos que crear unas
condiciones de vida que permitan la existencia humana digna y fructífera. En
España la familia extensa está dando respuesta a los problemas de desempleo y
pobreza, pero no puede hacerlo siempre y en todos los frentes. Es urgente
revitalizar el compromiso y la solidaridad social y el devolver la dignidad
promoviendo el trabajo y la educación.
-Si la gente leyésemos más, conversásemos—con
sosiego—más, nos cultivásemos más y mejor nuestra mente , y tratásemos de hacer
un poco de moviendo versus convivencia con la naturaleza ,tendríamos mucha más
salud, ¿no crees?.
-Disfrutar de la vida es salud. Hay quien
disfruta de la lectura de una novela policiaca, quien de un recital de poesía,
quien de cháchara con las amigas, quien subiendo montañas, quien en un coro,
quien ayudando en la parroquia, quien viajando, etc. Cultivar la mente y la
espiritualidad produce salud, sin que se busque. La salud no es la alegría de
la vida, pero contribuye en mucho a ella. Con o sin dinero la vida nos ofrece
múltiples ocasiones de ejercer de humanos, mamíferos risueños, curiosos y
dicharacheros, capaces de conquistar los cielos y la tierra, de las mayores
proezas y de la mayor ternura (también de lo opuesto). En nuestras manos está
disfrutar de la vida que se nos ha dado a raudales.
-Ya por último, amigo, que no te quiero
atrapar demasiado , el hecho de tener tanto acceso y de tanta buena manera
internet y a la enciclopedia electrónica a tan solo un “click”
¿no es un poco “nocivo” para el concepto holístico e integral de la
salud…creando ansiedades a todos los protagonistas …?
-Las tecnologías de la información tienen
ventajas e inconvenientes. Es nuestra responsabilidad hacer un uso razonable.
Es como cuando empezó la imprenta a producir libros y "democratizar" el
conocimiento. Cabe abusar de los libros, pero en general son tesoros. Lo mismo
con las tecnologías de la información. Por ejemplo, nos pueden seguir los
lectores en Facebook o en Twitter
(@JuanGrvas) y tener acceso a todo lo que difundimos,
gratis. La nocividad de las tecnologías de la información depende de su uso.
Tenemos una visión optimista de la humanidad, y suponemos que en el mar de
incertidumbre que nos movemos siempre seremos capaces de aportar solidaridad y
sensatez.
20139
La expropiación de la
salud. Juan Gérvas, Mercedes Pérez-Fernández
248 páginas
20,00 euros
Los Libros del Lince
Después de las tres ediciones
vendidas de "Sano y Salvo", sus autores vuelven con La expropiación
de la salud. Destinado a médicos y sobre todo a las personas corrientes y
normales los que van a la consulta de los médicos y a veces no se atreven a
discutir “la ciencia”
¿Quién decide si estoy enfermo o sano, si estoy cuerdo o loco, si he de
tratarme el colesterol, la osteoporosis o la tristeza, si debo medicarme o ser
operado? Cada día más, es el médico quien decide estas cosas. Nosotros, los
ciudadanos, sanos o enfermos, ya no mandamos sobre nuestro cuerpo ni nuestra
vida. Nos han expropiado la salud.
Los autores de este libro llaman así al proceso por el cual los médicos y el
sistema sanitario nos han ido arrebatando a los ciudadanos el derecho a decidir
por nosotros mismos sobre lo que nos atañe a nosotros más que a nadie: la
salud, el cuerpo, nuestra forma de vivir la enfermedad o de entender en qué
consiste la salud.
La expropiación de la salud es un libro para todos, profanos o especialistas,
enfermos o sanos. A los ciudadanos les recordará cuáles son sus derechos
perdidos y casi olvidados. A los médicos y profesionales de la sanidad les
permitirá reflexionar sobre los excesos en los que suelen incurrir.
Somos víctimas de unos «conocimientos» que permiten al sistema sanitario
imponer un museo de horrores sin ciencia. Se nos medica y se nos medicaliza, y se droga a los niños con anfetaminas (por ser
«demasiado» activos) y a los ancianos con antidepresivos (sin tener depresión).
En su versión extrema, la medicina sin límites llega a expropiar la salud, el
desánimo, el sentimiento de vacío existencial, el miedo al futuro, el embarazo,
el parto, el dolor, la enfermedad, el envejecimiento y la muerte. De todo ello
trata este libro, que analiza la teoría y la práctica, y revisa muchos casos
clínicos que sirven de ejemplo y base para la reflexión.
Juan Gérvas y Mercedes Pérez-Fernández son autores
del bestseller Sano y salvo (y libre de
intervenciones médicas innecesarias), también publicado por Los libros del
lince.
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