La
Librería de El Sueño Igualitario
Una obra narrativa, compuesta por una serie de
relatos, desde la Colección Sueños de Tinta de
Mira Editores, con la pluma de
José Verón.
La sinopsis del libro:
Una larga narración ambientada en la sierra
turolense abre este libro: «El espíritu del frío» alude a la desolación que la
violencia ha vertido sobre aquel hermoso lugar, convertido en escenario de los
residuos crueles de una guerra fratricida. El protagonista es un humilde pastor
que nada sabe de ideologías, aunque siente en lo más hondo de su alma el valor
emocional del ser humano, al tiempo que deplora en silencio las terribles
consecuencias de los hechos violentos.
Las partes segunda y tercera de este volumen
de relatos reúnen pequeñas variaciones de corte vario, incluyendo un pequeño
homenaje a Julio Cortázar en «Camino tomado» y un cuento sencillo, «La mascota
nocturna», inspirado en la sinceridad inocente de la infancia.
El libro se completa con «Dos rarezas de
ayer», un apéndice que contiene dos inquietantes narraciones, con la
Inquisición y su locura cruel como horizonte de la primera de ellas y, en la
siguiente, el extraño deseo individual de buscar y transgredir la última y definitiva
frontera sin temor a las consecuencias.
Como dice Juan Bolea en el prólogo, «La poesía
y, por ende, la prosa poética, le es, ha sido siempre consustancial a Verón,
quizá su fuente primigenia a la hora de encontrar los manantiales de
inspiración más próximos, su más rápida y urgente vía de comunicación con la
musa y con esa voz que unas veces llamamos interior, conciencia, yo y otras,
simplemente, narración, coralidad, generación,
destino...».
La lectura de El
espíritu del frío sugiere y entretiene gracias a un lenguaje
preciso y llano y no pocas veces nos encamina hacia la reflexión y al deseo de
que las palabras sigan brotando, como si se tratara de un texto sin final
aparente.
Un escritor prolífico en muchos géneros:
José
Verón Gormaz (Calatayud, 1946)
Poesía: Legajo incorde (1980); Instrucciones para cruzar un puente (1983 y
2012); Tríptico de silencio (1984); Baladas para el tercer milenio (1987);
Auras de adviento (1988); Ceremonias dispersas (1990); Pequeña lírica nocturna
(1992, 1999, 2003); A orillas de un silencio (1995); Antología poética (1997);
Epigramas del último naufragio (1998); Él naufragio perpetuo (2000); Rayuela
blues (2000); Cantos de tierra y verso (2002); La llama y la sombra (2003);
Libro de horas perseguidas (2005); Él exilio y el reino (2005); Epigramas
incompletos (2007); En las orillas del cielo (2007); El viento y la palabra
(2010); Ritual del visitante (2012).
Sala de los espejos (2014); Un mar de montes (2014)
Ensayo:
San
Roque bilbilitano (1982); M. Rubio: A través del tiempo y el
espacio (2009).
Narrativa: La muerte sobre
Armantes (1981, 2006); Camino de sombra (2004); La
letra prohibida (2004); Las puertas de Roma. Crónicas de M. Valerio Marcial
(2012). En vías de publicación: Cuentos para sentir las horas (2014); El espíritu
del frío (2017).
Fotografía (con texto vario): Calatayud,
imágenes y sueños (2000, 2002); José Verón Gormaz (2001); Calatayud, ciudad en
el tiempo (2001, 2004, 2009); Los dedos de la luz (2003, con poemas de Mariano
Castro); Aragón imágenes (2009 y 2010). Premios: Premio San Jorge de
Novela (1981); Amantes de Teruel de Poesía (1981); Ciudad Santo Domingo de
Poesía (1982); Premio Husa de Periodismo (1984);
Isabel de Portugal de Poesía (1988 y 1994); Internacional de Poesía Juan Alcaide
(1989); Premio Hermanos Argensola (1999); Ciudad de
Caspe (1999); Medalla de Oro de las Cortes de Aragón (2006). Hijo Predilecto de
la ciudad de Calatayud (2007). Premio Honorífico de la Asociación Aragonesa de
Escritores 2009 (I Premio “Imán”).
José Verón fue Premio de las Letras Aragonesas
2013 y es un autor traducido al inglés, catalán, búlgaro, rumano, francés,
inglés, alemán…)
Cazarabet conversa con José Verón:
-Amigo, ¿qué es lo que te ha
inspirado a escribir esta obra narrativa, nacidas de relatos pensados en la
desolación de la guerra..?
- Los
territorios turolenses me han interesado siempre. Podría decir que me han
cautivado y los he recorrido en bastantes ocasiones. En una de las, hace
bastantes años, me contaron algunas historias acontecidas en la sierra de
Albarracín. Historias duras, tristes, crueles quizá, pero con un fondo humano
muy profundo. Ellas se entrelazaban entre sí y me inspiraron El espíritu del frío,, el largo relato que da título al
libro, He modificado algunos detalles y he cambiado el nombre de algunos lugares para evitar coincidencias.
-José, esta tierra turolense no hay casi lugar que
visites o vayas que no haya conocido la desolación de la guerra: sus tierras
empapadas de sangre, el dolor que quebraba el frío, los aullidos de los
heridos, los viajes embarrados de las ambulancias, el trasiego de soldados, de
heridos con latidos sofocados….
- La
pequeña aldea que cito al principio fue obligada a desaparecer por las acciones
de uno de los bandos contendientes y acabó totalmente destruida por un ataque
del otro bando. Y esto a pesar de tratarse de un lugar escondido en la sierra.
-Pero Teruel no es solamente tierra del dolor de la
guerra, también es la tierra del dolor que genera el desangrado de la tierra
cuando va perdiendo sus habitantes y es que después de la guerra, con la
posguerra es cuando esta tierra conoce su peor desangrado…
- Es así.
La despoblación durante la posguerra fue la peor de las plagas y un augurio
sombrío, muy sombrío.
-No sé, me da la impresión que ciertas zonas tan
grandes como bonitas que fueron azotadas, en concreto, por esta contienda
quedaron muy heridas y que, después les fue más fácil desangrarse
demográficamente
- La
violencia no entiende de bellos lugares ni de tierras maravillosas. Para ella
todo se convierte en material de intereses partidistas deshumanizados. Los
resultados finales fueron el dolor y el abandono.
-Pero este libro es también la aproximación, con
“guiños” sugerentes a la literatura como “experimental”, la del atrevimiento,
la del “juega, lee y entretente” con, por ejemplo, lo de Cortázar. Seguro que
éste te habrá influido mucho, ¿no es así?
-Sí, es
cierto, hay guiños a ciertos autores, entre ellos a Julio Cortázar, cuya
influencia principal es el uso de un lenguaje llano, sin estridencias, y la
presencia de ambientes cotidianos.
-La infancia y esa frescura que se
desprende desde la sinceridad inocente, también lo reflejas; ¿por qué, qué te
hizo reencontrarte con ese pasaje vital?
- Las
enseñanzas que nos ofrece el mundo infantil y su inocencia son elementos
imprescindibles para sobrevivir en esta época nuestra, tan compleja, tan
poblada por las ambigüedades.
-La crueldad, también se cita en tus páginas, claro en
la vida, en las contiendas, en los odios y rencores...la crueldad es un
ingrediente que está ahí. Exponiéndolo, hablando y escribiendo sobre el mismo
podemos aprender a afrontarlo; es por eso que escribes sobre la crueldad o es
por el simple hecho de reflejar negro sobre blanco que hubo, muchas veces,
crueldad?
- La
crueldad es uno de los sentimientos más abominables que existen. En las
contiendas bélicas es frecuente su presencia, aunque también asoman los
sentimientos nobles y puros, como sucede con Raimundo, el pastor de la sierra
turolense, que no concibe la crueldad humana y se entrega a los demás con la
idea más pura de la solidaridad sin aristas. En el caso contrario, es la
deshumanización la que genera los actos crueles,
-¿Este conjunto de relatos, querido amigo, a quién van
destinados?
-
Exagerando un poco, suelo decir que van destinados a los lectores exigentes. Lo
cierto es que todos los lectores son o deben ser exigentes. Es su obligación.
Trato de crear pequeñas historias inspiradas en la realidad o en su reflejo, e
intento hacerlo con un lenguaje llano y preciso.
-Amigo, eres de los que escribe porque, simplemente,
es lo que te llena, es lo que te va, es lo que “te alimenta o porque te gusta
mostrar, compartir…o las dos cosas…
- El
fenómeno de la creación literaria tiene mucho, casi todo, de vocación, y una
pequeña parte de misterio. El primer lector del escritor es él mismo.
-Eres muy prolífico, ¿nos puedes dar una pista sobre
lo que andas trabajando en la actualidad?
-
Actualmente tengo un libro de poemas, Claros
de bruma, en vías de publicación. Y no dejo de trabajar en un futuro libro
de epigramas, un poemario crítico y satírico, muy apropiado (creo) al tiempo
que vivimos. Y sigo lentamente, sin prisa, escribiendo narrativa, aunque sin
horizontes a la vista. Y con frecuencia variable, también escribo algún
artículo periodístico. Mantener una línea de trabajo me parece importante para
vivir y convivir en el mundo literario.
25873
El espíritu del frío. José Verón Gormaz. Prólogo de Juan
Bolea
140 páginas 15 x 23 cms.
14.00 euros
Mira
Una larga narración ambientada
en la sierra turolense abre este libro: «El espíritu del frío» alude a la
desolación que la violencia ha vertido sobre aquel hermoso lugar, convertido en
escenario de los residuos crueles de una guerra fratricida. El protagonista es
un humilde pastor que nada sabe de ideologías, aunque siente en lo más hondo de
su alma el valor emocional del ser humano, al tiempo que deplora en silencio
las terribles consecuencias de los hechos violentos.
Las partes segunda y tercera de este volumen de relatos reúnen pequeñas
variaciones de corte vario, incluyendo un pequeño homenaje a Julio Cortázar en
«Camino tomado» y un cuento sencillo, «La mascota nocturna», inspirado en la
sinceridad inocente de la infancia.
El libro se completa con «Dos rarezas de ayer», un apéndice que contiene dos
inquietantes narraciones, con la Inquisición y su locura cruel como horizonte
de la primera de ellas y, en la siguiente, el extraño deseo individual de
buscar y transgredir la última y definitiva frontera sin temor a las
consecuencias.
Como dice Juan Bolea en el prólogo, «La poesía y, por ende, la prosa poética,
le es, ha sido siempre consustancial a Verón, quizá su fuente primigenia a la
hora de encontrar los manantiales de inspiración más próximos, su más rápida y
urgente vía de comunicación con la musa y con esa voz que unas veces llamamos
interior, conciencia, yo y otras, simplemente, narración, coralidad,
generación, destino...».
La lectura de El espíritu del frío sugiere y entretiene gracias a un lenguaje
preciso y llano y no pocas veces nos encamina hacia la reflexión y al deseo de
que las palabras sigan brotando, como si se tratara de un texto sin final
aparente.
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Cazarabet
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
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