La
Librería de El Sueño Igualitario
El escritor zaragozano novel Sergio Royo da buena muestra de su
pasión por la literatura con esta primera incursión con una serie de relatos
reunidos bajo el sugerente título de El dolor del cristal, editado por Pregunta
Ediciones.
Su narrativa es contundente, pero esa
contundencia no le evade de ser sensible, sentida, con un sentido claro y
vehemente y bello, porque la narrativa de Sergio es bella.
Un escritor al que, sin lugar a dudas, invitamos a leer.
Las suyas son historias, nos referimos a las
integradas en este libro, que emanan humanidad e intensidad…vive la literatura
y da la impresión que escribe como enarbolando el “carpe diem”.
Sus relatos pueden doler porque miran de cara
a lo que hay y lo hace con fuerte honradez, pero es por eso mismo que te
atrapan y gustan.
Lo que nos dice pregunta ediciones:
Hay cosas para las que
no estamos preparados hasta que nos suceden. Vamos encadenando decisiones en un
aparente juego de azar y, de repente, un imprevisto ahoga nuestra rutina.
Los relatos de este
libro recogen algo de aquello que no queremos que exista pero existe,
reflejando que no siempre una pérdida es una derrota.
Con gran sensibilidad,
Sergio Royo nos adentra en historias que nacen desde una emoción y en las que
una reflexión salpica la trama, alcanzando una inusual intensidad.
http://preguntaediciones.blogspot.com.es/2016/11/sergio-royo-habla-de-el-dolor-del.html
El autor, Sergio Royo:
Este zaragozano tiene dos pasiones que trata
de compaginar de la mejor de las maneras: el mundo de la enseñanza y el de la
literatura. Hoy por hoy da clases de inglés y de Lengua Castellana, aunque
sigue completando estudios de inglés. Su medio son las letras y El dolor del
cristal es su primera novela.
Cazarabet
conversa con Sergio Royo:
-Sergio,
¿cómo y de qué manera han surgido estos relatos?; ¿en qué has encontrado la
inspiración?
-Los relatos surgieron hace ya
algo más de tres años, los últimos quizá menos, y responden a una
necesidad de desahogo. Uno escribe porque necesita contar algo, uno observa y,
a veces, la observación inspira. Además, enfrentarse a situaciones dificultosas
puede ser un acto potencialmente literario
-Es verdad, la
vida nos depara situaciones para las que nos parece que no estamos preparados
y, sin duda, no lo estamos….
-Y no estarlo es lógico, incluso
necesario. Para saber cómo respondemos ante situaciones inesperadas la única
posibilidad es no esperarlas. Y yo me encuentro cómodo en la certeza de lo
improbable. El libro tiene mucho que ver con eso.
-Pero, amigo,
tampoco somos conscientes de la cantidad de fuerza interna que tenemos para
afrontar las situaciones más adversas…
-Exacto, la fuerza que tenemos (o
que no sabemos que tenemos pero está ahí), sólo sale como consecuencia de
afrontar situaciones límite. A veces puede ser más complicado para una persona
colgar un cuadro que sobreponerse a una ruptura en una relación. La literatura
permite eso, poner el foco en lo que tú quieres, acentuar momentos anónimos y
darles protagonismo de momentos mayores o, por el contrario, hacer que momentos
de mayor dificultad pasen en un párrafo, en una idea.
-Y
algunas decisiones, equivocadas o no, casi es como si dependiesen de una
especie de azar…
- El azar, estoy casi convencido,
juega un papel casi definitivo en nuestras vidas. Llámalo azar, destino o me he
cruzado/no me he cruzado hoy (tal vez sí mañana) con esa persona que me va a
cambiar la vida. El azar está muy presente en estos cuentos.
-Tus relatos,
cada uno de ellos, tienen mucho de diferentes, pero a la vez son a la vez,
parecidos porque están escritos por ti, una misma persona, un mismo escritor
que aporta casi una misma visión de las cosas…
- Por mucho que los cuentos sean
distintos, siempre hay cierta unidad. La unidad aquí está en el tono lírico, en
los personajes que sufren, que dudan, dudo mucho y por lo tanto mis personajes
también lo hacen. Es inevitable que quede un rastro de nosotros, del autor,
implícito en cada cuento. Tan inevitable como que la gente que nos conoce nos
veo reflejados en nuestros personajes. Pero, a la vez, es ficción. La barrera
realidad/ficción es probablemente lo más interesante en la literatura. Y nos
daría, solo eso, para muchas más entrevistas.
-Diría que son
relatos, perdona quizás me equivoque, relatos más circunstanciales y de
argumento que de personajes. -En “Te pienso” no sé es que veo como mucha
“prosa-poética” contenida para luego expresarla…
-Las circunstancias que rodean la
escritura de los relatos se ven. Los personajes son excusa. Me interesa la
reflexión, la incertidumbre, la idea que quiero transmitir más que el
personaje. A los personajes los acabo queriendo porque son gente como tú o como
yo que se ve limitado o favorecido por las circunstancias que lo definen. Son
cuentos que nos podrían suceder a todos; tal vez por ello la gente está empatizando con ellos.
-Si algo define mi prosa, sí,
es el lirismo que esconde. No es ni bueno ni malo, es circunstancial supongo.
Escribo y acabo escribiendo así. Defecto o virtud de fábrica. Más que las
historias, me interesa cómo contar esas historias. "Te pienso", sin
duda, es un ejemplo.
-En la sinopsis,
queda claro algo que creo es evidente en la vida o en cierta filosofía de
vida:” no siempre una pérdida es una derrota”. ¿lo
sientes así y así lo quieres reflejar en tus relatos?
-Sí. Ser derrotado no significa un
final. Significa un continuará, un ya veremos qué sucede, un a ver cuándo llega
la siguiente incertidumbre. Los cuentos son intensos, algunos pueden hacer
llorar, pero no creo que sean tristes. En esa contradicción, a menudo, se
esconde la vida.
-Son tramas,
además, muy reflexivas y que invitan a pensar tras la lectura de cada relato…es
como un relato para cada noche, ¿no?
-Lo de cómo leer el libro, es cosa
de cada lector. Me gusta pensar que algunos invitan a suspirar, a decir buf, a parar y decir "hoy ya no leo más". Lo
dosifico, suficiente dosis de emoción por hoy. Quizás sea la mejor forma de
leer un libro de encuentros. Yo. a veces, me encanta
el género del cuento, los leo así. Aunque quizá también pasar de puntillas por
cada historia y ver luego que queda también es un buen ejercicio de lectura
para este libro. Si queda algo es porque el libro te ha dicho algo. Si no queda
nada, tal vez no sea tu lectura. Lo bonito de la lectura es que es uno de los
pocos espacios, y eso no falla, en los que uno puede ser libre y dictador a la
vez, completamente ególatra. Tu forma de leer siempre va a ser la mejor y la
peor. Pero es tuya. Tu espacio.
-¿No
entiendes tu vida, el día a día, sin la escritura, la lectura?
-Si un día no leo,
me falta algo. Puedo, en cambio, vivir sin escribir, pero pasados unos días el
vacío y la sensación de impertinencia es terrible. No me aguanto si estoy días
sin escribir: es mi vía de escape. Lo de lectura diaria es una rutina que
me ha acompañado los últimos seis/siete años de mi vida. Antes era un pésimo (o
un mediocre tal vez) lector.
-Pero tengo
entendido que, tampoco, sin la enseñanza…
-La enseñanza es también una parte
fundamental de mi vida, por supuesto. Pensar que eres digno de transmitir algo,
de que ese algo sea creativo, es una sensación difícilmente igualable. Aunque a
la vez uno siempre siente que no tiene demasiado que enseñar. Otra de las
contradicciones de la vida.
-¿Quizás debería
la enseñanza encaminarse hacia la animación más que hacia la curiosidad,
mediante la lectura y la expresión escrita, comprendiendo con esas dos
herramientas los contenidos, que en aprenderse ,esos mismos , “como un lorito”?
-Creo que el concepto
"aprender como lorito" está desapareciendo. Al menos en mis clases. Y
ojo, la memorización es importante. Pero lo es más el ser curioso, el ser
creativo, el sorprender al interlocutor con algo no memorizado. La lectura, sin
duda, ayuda más que nada a esa espontaneidad.
-Amigo, ¿nos
puedes dar alguna pista sobre lo que estás trabajando ahora?
-Tengo terminado otro libro de
relatos, distintos al primero en forma (tal vez no en fondo), que verá la luz
el próximo año. Me lo pasé muy bien escribiéndolo. Ahora mismo, estoy
trabajando en una novela. Contento con cómo está yendo, ya veremos si con su
desenlace.
26200
El dolor del cristal. Sergio Royo
180 páginas
12,50 euros
Pregunta
El dolor del cristal, el primer libro de relatos del joven escritor y profesor
Sergio Royo, que publicaremos en Pregunta este mes de noviembre.
Hay cosas para las que no estamos preparados hasta que nos suceden. Vamos
encadenando decisiones en un aparente juego de azar y, de repente, un
imprevisto ahoga nuestra rutina.
Los relatos de este libro recogen algo de aquello que no queremos que exista pero
existe, reflejando que no siempre una pérdida es una derrota.
Con gran sensibilidad, Sergio Royo nos adentra en historias que nacen desde una
emoción y en las que una reflexión salpica la trama, alcanzando una inusual
intensidad.
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