La
Librería de El Sueño Igualitario
El Ebro en llamas.
Daniel Arasa vuelve
a mirar, indagar e investigar acerca de la batalla más crucial de la Guerra
Civil Española.
En este libro Arasa indaga
sobre las claves políticas, militares y diplomáticas de la que él mismo define
como “la batalla más cruel de la guerra civil”.
Otro libro que viene a enriquecer la colección
de historia de Gregal Edicions.
Lo que nos dice la sinopsis del libro:
La batalla del Ebro es la más
mortífera y sangrienta de cuantas se han librado en la península Ibérica en
toda la historia. Muchos libros han narrado este episodio bélico pero quedan
muchas incógnitas por resolver, a las cuales este libro pretende dar respuesta.
¿Por qué los republicanos la plantean cuando es
claro que no pueden ganarla? ¿Tenía sentido enviar decenas de miles de hombres
a la muerte?
¿Fueron los republicanos prisioneros de su
propia propaganda y no se replegaron a tiempo?
¿Por qué Franco sigue una estrategia en contra
del criterio de casi todos sus generales?
¿Qué pasó en la última fase de las Brigadas
Internacionales y la retirada de los extranjeros?
¿Qué tensiones internacionales se producían
mientras miles de personas se desangraban en el Ebro?
¿Por qué la aviación republicana estuvo ausente
en los inicios de la batalla?
¿Por qué Franco se negaba a la mediación para un
fin de la guerra acordado?
Este libro responde a muchas de estas preguntas
y aporta datos sobre otros aspectos no conocidos.
Daniel Arasa: Doctor
en Humanidades y Ciencias Sociales e ingeniero técnico químico. Durante más de
cuarenta años ha ejercido de periodista, muchos de ellos como redactor jefe de
Europa Press en Cataluña. Como docente ha impartido
cursos en las universidades Pompeu Fabra y Abat Oliba.
Ha publicado diversos estudios sobre la Guerra Civil (1936-1939), centrándose
particularmente en tres campos: la persecución religiosa, la información y la
propaganda en los medios de comunicación y la batalla del Ebro. Destacan Entre
la Cruz y la República; Católicos del bando rojo, La
batalla de las ondas en la Guerra Civil Española; De Hemingway a Barzini: corresponsales extranjeros en la Guerra Civil y La
batalla del Ebro a través de los partes de guerra, la prensa y la radio.
También ha publicado numerosos estudios sobre los maquis, la participación de
los catalanes y españoles en la Segunda Guerra Mundial, el exilio de 1939 y el
Franquismo.
Daniel Arasa, un
especialista en la batalla del Ebro al que ya hemos entrevistado aquí varias
veces:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/partesguerra.htm
Otro libro publicado por Arasa
en Gregal:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/arasa.htm
Y en este nos aproximó a los corresponsales: http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/hemingway.htm
Cazarabet
conversa con Daniel Arasa:
-Daniel,
querido amigo, tenemos ante nosotros otro libro tuyo sobre o vinculado a la
batalla del Ebro, ¿qué tiene esta batalla que te ha hecho escribir desde tantos
ángulos sobre ella? ¿Qué diferencia este libro de los otros que has escrito
sobre esta batalla?
-Tienes razón, he escrito mucho sobre esta
batalla. El libro ahora publicado, “El Ebro en llamas” subtitulado “Claves
políticas, militares y diplomáticas de la batalla más cruel de la Guerra Civil”
cierra una trilogía sobre la batalla del Ebro.
Los dos libros anteriores fueron “De Hemingway
a Barzini. Corresponsales extranjeros en la Guerra
Civil”, y “La batalla del Ebro a través de los Partes de Guerra, la prensa y la
radio”. El primero es sobre los corresponsales extranjeros en la guerra, pero
muy centrado esta batalla, y la información en la prensa internacional. El
segundo detalla la forma cómo explicaron la batalla la prensa y la radio
españolas, y por supuesto los Partes de Guerra de ambos contendientes. El
actual es sobre la propia batalla del Ebro, con sus antecedentes y sus
consecuencias, no sobre los medios de comunicación.
Además, incidiendo en el mismo campo, hizo
hace unos años mi tesis doctoral bajo el título de “La información y la
propaganda en la batalla del Ebro”. Los dos primeros libros en buena parte
derivaban de esta.
Mi interés sobre esta batalla es muy grande.
Aunque mi vida empezó unos cuantos años después de esta batalla siempre he
dicho que la “viví”. Nací pocos kilómetros aguas debajo de donde se produjeron
los combates, pero mi familia la vivió y sufrió de forma muy directa, tuve
familiares en un bando y en el otro, murieron tres que hubieran sido tíos míos
que formaban parte del ejército republicano, otro tío luchó en el Tercio de
Montserrat en esta batalla, mi familia fue evacuada, la fachada de casa del
huerto familiar estaba llena de impactos de bala, cuando éramos niños y
jugábamos por aquellos cañaverales junto al río Ebro encontrábamos de continuo
balas o vainas de ellas… Por ello siempre estuvo en mi muy presente la batalla
del Ebro.
-Sigues pensando
en que fue la batalla más importante y decisiva de la guerra española. Por
favor, ¿nos puedes enumerar una serie de factores que puedes considerar
determinantes para esto?
-Hay datos incuestionables, por ser
cuantificables: es la batalla de la guerra civil en la que se producen más
bajas, tanto en muertos como en heridos o en prisioneros. Es la batalla en que
se concentran en una zona el mayor número de efectivos; es la de mayor
participación de la aviación sobre los frentes de combate; la de mayor
acumulación de artillería y de concentración de fuego artillero. Donde más
bombas de aviación y más proyectiles de artillería se dispararon, donde más
aviones fueron derribados.
Todo esto no son opiniones o interpretaciones,
son matemáticas. Ha sido la batalla de mayor dimensión que nunca se ha librado
en la Península Ibérica, no sólo en la Guerra Civil Española.
Queda otra parte que sí es interpretativa,
aunque bien fundamentada: que fue la batalla más decisiva. Después de esta
batalla cayó toda Cataluña en manos de Franco casi sin resistencia. Con ello se
vio clarísimo que la guerra llegaba a su final.
-Pregunto
esto porque no todos los historiadores piensan lo mismo, todos la ven
importantísima, pero algunos ya veían la suerte de la República perdida.
-He defendido siempre que la suerte de la
República estaba decidida desde antes. En mi opinión, cuando en el otoño de
1937 había caído todo el Norte en manos de las fuerzas de Franco y habían
fracasado poco antes las ofensivas republicanas en Brunete
y Belchite, ya la victoria franquista era previsible. No digamos cuando en
abril de 1938 las tropas nacionales llevaron al Mediterráneo y dividieron en
dos el territorio de la República. La suerte estaba claramente echada.
Pero le haré un símil médico. A una persona
los doctores le pronostican seis meses de vida, por ejemplo, por un cáncer
avanzado. Pero de golpe sufre una neumonía fortísima y se muere en un mes. Algo
similar con la batalla del Ebro. La República hubiera perdido igual, pero al
ser derrotada en la batalla del Ebro quedaba exhausta.
-¿Qué aporta este
libro al resto de los muchos que hay sobre la batalla?
-Aporta mucho. Más aún, y perdonen que pueda
parecer petulante cosa que deseo evitar. Aporta muchísimo. Lo da el subtítulo
del propio libro: “Claves políticas, militares y diplomáticas de la batalla más
cruel de la Guerra Civil”.
Este es un libro que, sobre todo, da respuesta
a los “por qués” y plantea cuestiones, algunas de las
cuales pueden ser discutibles. Es el libro que da claves, que permite entender
los motivos de la actuación de los militares, de los políticos, de las
cancillerías.
Mire usted. Hay libros muy buenos sobre la
batalla del Ebro, y admiro el trabajo de sus autores. En muchos casos hay
detrás una investigación profunda. Suelen ser libros que narran incluso con
extremo detalle el desarrollo de la batalla en el plano militar. Y está muy
bien.
Existen también libros que son más bien
vivenciales, en unos casos autobiográficos y otros el resultado de entrevistas
a personas que fueron protagonistas. Algunos libros están bien, pero tienen el
peligro de quedar en unas anécdotas y, además, no siempre contrastables.
Falta a menudo una explicación global. Y ello
es lo que da el libro que publico. Por ello la descripción de la batalla la
hago de forma bastante sintética, porque en esto no podía aportar nada nuevo.
Más amplio es el capítulo dedicado a la aviación, porque se conoce menos.
Pero donde doy aportaciones a fondo es sobre
otros aspectos: Si sabían los nacionales que se produciría el ataque enemigo,
aportando gran número de documentos; o porque Franco en lugar de atacar
Cataluña dirige la ofensiva a Valencia en contra de la opinión de sus generales
y se aportan datos sobre los servicios de información; y los porqués de que el
Gobierno republicana con Negrín al frente decide plantear una batalla que no
podían ganar; y poner sobre el tapete cuestiones como las de la no actuación de
las fuerzas de la Zona Centro-Sur republicana; y aportaciones sobre los
intentos guerrilleros; o porque la diplomacia y la prensa internacional prestan
menos atención a la batalla del Ebro, o los golpes de efecto diplomáticos… Y
hasta algo que nadie había planteado antes: ¿cuánta agua llevaba el río cuando
se lanzó la ofensiva? No es un dato menor. Hay en el libro muchas aportaciones
sobre aspectos desconocidos o poco conocidos.
Y estoy convencido de que hay una aportación
sustancial: intento de imparcialidad, de buscar la objetividad, de no hacer una
obra sectaria. Desgraciadamente algunos hoy hacen historia con la conclusión
predeterminada. Nos podemos equivocar, y seguro que en algunas cosas me
equivoco, pero lo que no he hecho es sacar conclusiones apriorísticas por estar
a favor de uno u otro bando, tergiversando o utilizando partidistamente los
datos.
-Ganar tiempo era
el propósito de los partidarios de la República. Veo hoy el argumento muy
ingenuo.
-En la historia siempre hay que situarse en el
momento en que se producen los acontecimientos. Un gran defecto de hoy es
juzgar hechos de muchos años atrás, o incluso siglos, con ojos actuales. Es un
error total. Por poner algún ejemplo que nada tiene que ver con el tema que tratamos.
Hoy consideramos monstruosa la esclavitud, pero en otras épocas personas de
gran nivel humano, intelectual o moral la aceptaban. No tenían el concepto de
la dignidad de la persona, de toda persona, que tenemos hoy. En el caso de la
guerra civil, en mi opinión la decisión de Negrín de provocar en el verano de
1938 una batalla importante con el fin de ganar tiempo, de alargar la guerra,
fue planteada correctamente, aunque la batalla en sí misma no pudieran ganarla.
El eje está en que las tensiones enormes
existentes en Europa en aquel momento auguraban una guerra europea, y Negrín
pensaba que la guerra española podía quedar integrada en aquel conflicto
internacional, como una parte de ella.
O, un segundo aspecto. Con un ataque
inicialmente victorioso, dar la impresión al mundo de que la República tenía
“cuerda”, capacidad de lucha, incluso de realizar importantes ofensivas. Por
ello podrían alargar la guerra y forzar a que desde instancias internacionales
obligaran a negociar a los dos bandos.
-No
crees que Franco ese flanco de la partida de ajedrez, la de la no-intervención,
lo tenía bien cerrado. Churchill y buena parte de los mandatarios ingleses eran
anticomunistas y Estados Unidos tenía no pocos intereses económicos. ¿Qué nos
puedes reflexionar?
-La No Intervención fue, efectivamente,
nefasta para la República. Porque Italia y Alemania se la saltaban de manera
total. Y, justo es decirlo, también la URSS. Pero Inglaterra y Francia con su
supuesta neutralidad perjudicaron finalmente a la República, sobre todo la
actuación de Gran Bretaña, que era la que marcaba la línea
En ello no podemos poner a Churchill y solo
parcialmente a los Estados Unidos. Durante la guerra de España quien gobernaba
en Inglaterra era en los primeros tiempos Stanley Baldwin y luego Neville Chamberlain. Estos desarrollan la política de No
Intervención en España y luego el apaciguamiento con Hitler.
Churchill no será primer ministro hasta junio
de 1940, más de un año después de terminar la guerra de España. Hay que
enmarcar en un período posterior la posición de Churchill respecto a Franco.
Sobre Estados Unidos en el libro también
aporto datos en relación a la política de Roosevelt sobre España.
-En el libro
reflexionas sobre temas que son evidentes, pero por evidentes parece que se
“nos pasan” como el de la casi nula participación de la aviación republicana…
sí que fue menos presente y decisiva durante el transcurso de toda la
contienda, pero, ¿por qué no se echó el resto en esta batalla que se creía
decisiva?
-Hay un hecho inequívoco: la aviación de los
nacionales fue claramente superior a la republicana en buena parte de la guerra
y, muy en concreto, la desproporción era muy grande en esta etapa de la batalla
del Ebro. Sobre todo en aviación de bombardeo. Los republicanos casi no tenían,
mientras era potente en el bando nacional, con aviadores italianos, alemanes y
españoles. En aviación de caza los dos bandos estaban más equilibrados.
La actitud de la aviación republicana era más
conservadora. Se unían a su inferioridad los problemas de combustible, por
ejemplo.
Sé que voy a decir algo que ahora escandaliza
porque muchos están haciendo historia-ficción sectaria. Los republicanos
acuñaron un adjetivo para su aviación: “La Gloriosa”. Así la llamaron y en los
periódicos y radios la citaban con este apelativo. Hubo entre sus aviadores
algunos muy buenos y arriesgados, pero en su conjunto no creo que ningún
historiador serio suscribiera calificarla con aquel adjetivo. Globalmente su
actuación en la guerra es bastante pobre. Baste decir, aunque era también
propaganda franquista en sentido inverso, que la prensa del otro bando la
llamaba “La Temerosa”, por considerar que rehuía el combate.
Después, incluso asociaciones han reivindicado
mucho el papel de la aviación republicana, pero hubo más nostalgia y criterio
político que efectividad objetiva.
En el libro doy otros datos: la formación de
los pilotos. Ya avanzo, vedlo en el libro, que los del bando nacional tenían en
general mejor preparación.
-Por
otra parte a Franco le convenía aplastar por agotamiento, escarmiento y miedo
al ejército y a la población afín (a la República) y esta batalla fue su última
gran excusa. ¿Lo ves así?
-Lo siento Javier. No sólo no lo veo así sino
que lo niego rotundamente. Toda esta historia de que Franco alargaba la guerra
a propósito a fin de aplastar más a sus enemigos, para mayor tortura y
escarmiento… lo niego con rotundidad. No es cierto. Forma parte de los mitos
que han ido creando algunos historiadores antifranquistas, aunque en algún caso
pasen por ser grandes historiadores. Ello ya lo dijo Dionisio Ridruejo en los
años 50, pero hay que recordar que este había roto con el Régimen y, por tanto,
iba a todas contra Franco. La gente, incluso historiadores, lo van repitiendo
de forma acrítica pero no se han puesto
a estudiarlo a fondo.
Lo expongo también en el libro. Franco era un
flemático, de reacciones lentas, conservador en su forma de actuar también en
la militar, y con muchos defectos. Por ello planteaba la estrategia militar con
esquemas conservadores, no arriesgándose a perder batallas, realizando acciones
de amplitud limitada, pero ello es consecuencia de su forma de ser más que de
tramar hacerlo adrede.
Sé que decir esto hoy choca y es probable que
hasta me acusen de fascista, franquista y lo que sea. Pero a mí lo que me interesa es decir la
verdad, o al menos lo que yo he concluido en conciencia después de estudiarlo
en serio. No hacer panfletos de ningún color.
De la misma forma en el libro alabo la
capacidad de diversos mandos republicanos.
-Y mientras
tanto, amigo Arasa, desde el resto de países, ¿cómo
veían el conflicto? Sabemos que Alemania
e Italia experimentaron con España, pero, ¿y el resto? Y en esta pregunta me
gustaría que opinaras un poco sobre la población civil al margen de la decisión
de la políticas de no intervención.
-Como he dicho antes, Alemania, Italia y la
URSS se pasaron por el forro la política de No Intervención, de la que era
valedora sobre todo Gran Bretaña. Francia se la saltó a veces.
Pero me pides por la población civil. En los
países totalitarios la gente no podía exponer criterio propio. Por tanto, solo
la de los países democráticos podía tener opinión y exponerla. En su conjunto,
en Europa, era mucho mayor el apoyo de la población civil al bando republicano
que al franquista. En parte porque los sectores prorepublicanos
estaban más organizados y eran más activos, y de otro lado porque una mayoría
de la gente, incluso la de pensamiento conservador, eran favorables a la
democracia.
Un detalle relevante: a nivel internacional lo
que hizo mayor daño a la República fue la persecución religiosa. Mucha gente
que hubiera tenido un sentimiento prorepublicano de
ningún modo pudo aceptar a quienes se dedicaban a asesinar sacerdotes, quemar
iglesias, matar a gente porque iba a misa. Negrín intentó cambiarlo en el 1938,
pero era demasiado tarde.
-Daniel, vemos
que la colaboración con Gregal está siendo de lo más prolífica. ¿Cómo te sientes trabajando con estos
editores, así como es la relación de un historiador y divulgador tan prolífico
como vos en ello?
-Ciertamente, en poco más de dos años he
publicado tres libros con Gregal. Mi relación con la editorial y con su
director, Jordi Albertí, es muy cordial y correcta.
Es una gran persona. También con los demás que trabajan en Gregal, que son muy
profesionales y ponen ilusión en el trabajo.
Hay, sin duda, el inconveniente de ser una
editorial pequeña y, en consecuencia, no puedes tener para tus libros el apoyo
publicitario y de proyección de editoriales grandes.
-Hablando de ‘ser
prolífico’, por favor, nos puedes dar alguna pista sobre lo que andas
investigando en estos momentos?
-Espero poder publicar pronto un extenso libro
hecho hace casi 40 años y que se quedó en el cajón. También sobre prensa y
guerra civil. En este caso, visión comunista.
Mis investigaciones actuales van sobre la
guerra, posguerra y franquismo en la zona de Tortosa.
25105
El Ebro en llamas.
Claves políticas, militares y diplomáticas de la batalla más cruel de la Guerra
Civil. Daniel Arasa
422 páginas
22.00 euros
Gregal
La batalla del Ebro es la más
mortífera y sangrienta de cuantas se han librado en la península Ibérica en
toda la historia. Muchos libros han narrado este episodio bélico pero quedan
muchas incógnitas por resolver, a las cuales este libro pretende dar respuesta.
¿Por qué los republicanos la plantean cuando es claro que no pueden ganarla?
¿Tenía sentido enviar decenas de miles de hombres a la muerte?
¿Fueron los republicanos prisioneros de su propia propaganda y no se replegaron
a tiempo?
¿Por qué Franco sigue una estrategia en contra del criterio de casi todos sus
generales?
¿Qué pasó en la última fase de las Brigadas Internacionales y la retirada de
los extranjeros?
¿Qué tensiones internacionales se producían mientras miles de personas se
desangraban en el Ebro?
¿Por qué la aviación republicana estuvo ausente en los inicios de la batalla?
¿Por qué Franco se negaba a la mediación para un fin de la guerra acordado?
Este libro responde a muchas de estas preguntas y aporta datos sobre otros
aspectos no conocidos.
Daniel Arasa Favà
(Tortosa, 1944) es doctor en Humanidades y Ciencias Sociales e ingeniero
técnico químico. Durante más de cuarenta años ha ejercido de periodista, muchos
de ellos como redactor jefe de Europa Press en
Cataluña. Como docente ha impartido cursos en las universidades Pompeu Fabra y Abat Oliba.
Ha publicado diversos estudios sobre la Guerra Civil (1936-1939), centrándose
particularmente en tres campos: la persecución religiosa, la información y la
propaganda en los medios de comunicación y la batalla del Ebro. Destacan Entre
la Cruz y la República; Católicos del bando rojo, La
batalla de las ondas en la Guerra Civil Española; De Hemingway a Barzini: corresponsales extranjeros en la Guerra Civil y La
batalla del Ebro a través de los partes de guerra, la prensa y la radio.
También ha publicado numerosos estudios sobre los maquis, la participación de
los catalanes y españoles en la Segunda Guerra Mundial, el exilio de 1939 y el
Franquismo.
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