La Librería de El Sueño
Igualitario
El autor
de esta especie de relato autobiográfico, Gonzalo Navajas, relata lo que vivió
él cuando estaba investigando para realizar la tesis sobre la figura de Durruti
y su relación con la ciudad de Barcelona…Es fenomenal, y valiente a la vez, la
forma en que se plantea el tema y en cómo lo desarrolla y lo lleva a cabo
porque lo hace, Gonzalo Navajas, con una humildad y una manera de hacer muy,
muy particulares….reconoce sus temores a la hora de abordar la tesis sobre lo
que podríamos llamar como una “figura controvertida”, pero que, a la vez, a él
le llamaba tanto la atención que no podía, por menos que continuar con la
investigación…
Si
Gonzalo Navajas, desde la Baja California se “puso las pilas” y a trabajar en
todo esto con los “riesgos” que corría por lo “mal visto” que está profundizar
y estudiar sobre el anarquismo y sobre figuras como Durruti…por eso lo del
calificativo de valiente…también le debemos, no pocas palabras de gratitud, a
la editorial, a Alfar que se dejó la piel apostando por EL MANUSCRITO
DURRUTI y por un estudio y un relato que
merecen una lectura bien sosegada, les aseguro que no se arrepentirán.
Lo que
nos dice la editorial, la sinopsis:
Novela
sobra la figura de Buenaventura Durruti, sobre su trayectoria ideológica,
vital, sobre la relación intensa y dramática del líder anarquista con su
ciudad de adopción, Barcelona.
El manuscrito Durruti avanza una arriesgada y provocadora
aproximación a uno de los periodos intelectual y emotivamente más sugestivos de
la historia moderna española y europea: las cuatro primeras décadas del siglo
XX. Y lo hace, además, situando como núcleo de su búsqueda a una figura
controvertida, admirada y temida a la vez, que ha sido tratada con
demasiada frecuencia de manera tendenciosa e inexacta: Buenaventura Durruti. El
manuscrito Durruti es más que un libro sobre la trayectoria ideológica y
existencial de Durruti. Se centra, sobre todo, en la relación intensa y
dramática del líder anarquista con su ciudad de adopción, Barcelona. Esa
relación está vista a través de la mirada, a la vez renovadora y sorprendente,
de un joven historiador norteamericano que llega a la ciudad impulsado por sus
ilusiones personales y académicas y debe contrastar sus expectativas con la
para él inesperada realidad del momento. Combinando técnicas narrativas
diversas, El manuscrito Durruti revive la crónica de una época y una ciudad
deslumbrantes, al tiempo que se adentra en algunos de los enigmas que sigue
planteando la figura de Durruti. Del exótico mar del sur de California a las
calles del Poble Sec y el Raval, este documento ficcional desafía las visiones habituales
en torno a los protagonistas de una época vibrante y desgarradora que sigue
dialogando obstinadamente con nosotros por encima de la creciente separación
con ella en el tiempo.
Una
reseña de la prensa:
http://www.elcotidiano.es/el-manuscrito-durruti-de-gonzalo-navajas/
Cómo se
ve el propio Gonzalo Navajas desde su blog:
http://nalocos.blogspot.com.es/2009/06/autorretrato-de-gonzalo-navajas.html
¡Mirad
qué interesante!:
Gonzalo
Navajas: un amante de la literatura, escritores y literatos que habla de ellos…
Cazarabet conversa con Gonzalo Navajas:
-Gonzalo, explícales a los
lectores de Cazarabet, por favor, ¿cómo fue que elegiste a Durruti y a su
relación CON Barcelona para esta tesis?
-Llevo
tiempo interesado en el periodo de los años veinte y treinta en Barcelona. La figura de Durruti siempre me había
atraído, en particular, a través de la conexión con la familia de mi madre que
tuvo que vivir esos años en Barcelona.
Mi abuelo me hablaba en términos casi
míticos sobre Durruti como un hombre que, habiendo emergido del mundo de la
marginación, se había transfigurado en un emblema para todos los trabajadores
de la ciudad en esos años. El personaje
central de mi novela actualiza ese impulso inicial y luego lo transforma y
reconfigura a partir de su experiencia personal en su visita a la ciudad y en
el mundo académico que le vivifica y le limita al mismo tiempo. Es evidente que el Durruti con el que empiezo
a trabajar en mi libro es bastante diferente del Durruti con el que concluyo el
libro. Sin embargo, ambos comparten el
perfil de un hombre excepcional. El
sacrificio de la vida en aras de una causa colectiva añade siempre un aura a
los seres que la asumen. Y Durruti tiene esa muerte casi sacra en la Ciudad
Universitaria en Madrid que lo inmortaliza.
La muerte trágica tiene la cualidad de congelar el tiempo de la
biografía de una persona en ese momento extraordinario. Durruti tiene cuarenta años cuando muere y la
memoria histórica de él queda fijada en esa edad y en ese momento.
-Porque, en realidad, tú sabías muy poco de Durruti
cuando te aproximaste a él…
-Tenía un
conocimiento limitado e incompleto.
Integraba a Durruti dentro de la historia turbulenta de la ciudad de
Barcelona y en particular con la lucha sindical que en esos años fue violenta e
implacable. Sabía, además, de su
conducta excepcional en la defensa de la ciudad contra el levantamiento de
Franco y los franquistas. Luego, a
medida que progresé en mi investigación sobre su vida y la Barcelona y España
de la época y el comportamiento de sus figuras públicas e intelectuales, fui
modificando y matizando mi visión, que es ahora, creo, más equilibrada y
objetiva. Porque yo empiezo el libro
como un recuerdo emotivo y familiar de Durruti y lo concluyo con una evaluación
de un periodo dramático de Barcelona y el país en general
-En perspectiva: ¿qué es lo que más te llama la
atención, hoy y ahora, de Durruti?
-Durruti
sigue siendo y así se le percibe hoy en la Red a nivel de comunicación social
como la encarnación de la opción de la utopía como una aspiración legítima y
visceral a la necesidad de superar una sociedad que genera la desigualdad. Las diferencias entre la Barcelona y España
en los años de Durruti y las actuales son, en muchos aspectos, grandes e
insalvables. Los métodos de actividad y
lucha política y sindical que empleaba el movimiento sindical en esos años son
irrepetibles en la actualidad. El país,
la ciudad de Barcelona y el mundo han cambiado notablemente. No obstante, es evidente que la motivación
utópica y sus variantes siguen presentes hoy.
Desde ese punto, Durruti puede seguir inspirando hoy.
-Con todo lo que has leído y
documentado:¿qué conclusiones sacas del Durruti idealista, luchador,
anarcosindicalista y del Durruti como persona…? ( a lo mejor, había menos
diferencias porque, al parecer, era una persona muy auténtica y que predicaba
bastante con sus ideas y demás…).
-Si me
permites un comentario algo irónico y provocador, el destino de Durruti le
ofreció una muerte que le aseguraba la inmortalidad. En ese sentido, fue trágicamente afortunado. En mi libro, aventuro otras hipótesis
respecto a los posibles caminos de Durruti si hubiera partido al exilio al
término de la guerra y hubiera tenido que adaptarse a "buscarse la
vida" y sobrevivir en un medio
extraño más o menos acogedor. Los ejemplos
de ese difícil tránsito y adaptación son numerosos. El de García Oliver, su compañero de Los
Solidarios, es una ilustración.
-Todavía estoy con el relato, pero el personaje de
Alba me tiene, también, muy sensibilizada: con
esa “idealización” de Durruti y del movimiento anarquista (que, dado lo
que he ido leyendo, comparto bastante)….Soy o me considero pacifista, pero ante
aquellas circunstancias no sé muy bien cómo hubiese “entendido” las
situaciones, era tanto el “dolor desde lo social” que debían de soportar todos
los ciudadanos y ciudadanas, la mayoría…) y ,a la vez ,cuando se muestra
contrariada argumentando que las izquierdas “iban como todas a una que no
habían traidores dentro de ellos, y eso se ve en el libro cuando lees todo lo
referente a la muerte de Durruti…. Cuéntanos la importancia que tiene Alba en
el relato, más allá de ser una de las principales (sino la principal) fuente
inspiratoria de todo este trabajo.
-Espero
que ninguno de mis personajes sea monolítico y unidimensional. Alba es la voz
de la pureza moral e ideológica y habla y actúa desde esa posición de
superioridad ética. Es evidente que
tiene una gran capacidad de persuasión y convence a su compañero a trabajar
sobre Durruti. Al mismo tiempo las
circunstancias le obligan a evolucionar en sus planteamientos.
-Gonzalo, tus antecedentes familiares, sus
vivencias ,aquello que has podido captar con el tiempo ¿Qué importancia o peso
tienen en todo tu trabajo?
-La
referencia familiar es la motivación inicial.
Luego, como es propio de cualquier proyecto, ese impulso adopta formas
distintas. En mi relato, además del
referente familiar, está mi experiencia foránea. Una parte muy importante de mi vida ha
transcurrido fuera de España y quería que esa perspectiva externa quedara incorporada
en el libro. Pienso que, para reflejar
apropiadamente un periodo muy emocionalmente sobrecargado—y la preguerra y
guerra civil española lo es—es conveniente tener una cierta distancia crítica
que dé objetividad e imparcialidad. Esa
es una de las razones por las que el libro autobiográfico de George Orwell, Homenaje a Cataluña, es uno de los
documentos más fiables en torno a la guerra civil en general, y en particular
en Barcelona, hasta mayo de 1937 cuando Orwell vive los conocidos "fets de maig" o hechos de
mayo con el sangriento enfrentamiento interno de las fuerzas que defienden la
ciudad
-¿Por qué, querido amigo, el movimiento anarquista,
anarcosindicalista y sus principales representantes....son como
malinterpretados, apartados y como renegados…?
-El
anarquismo a lo Durruti es el heroísmo en estado puro, la entrega a una causa
épica. No estamos en la actualidad ante
ese horizonte humano individual y colectivo.
Para bien o para mal, nuestra época es más ambivalente, moral e
ideológicamente híbrida. Mi personaje
central se mueve en parte por la nostalgia hacia ese tiempo que produce figuras
de dimensiones homéricas. Le dejo al lector
la opción de elegir su posición al respecto
-¿Qué tiene el anarquismo que haga que se le tema tanto…?
-Es el
todo o nada, el compromiso con lo absoluto, la fraternidad por encima de
cualquier otra cualidad humana. Luego,
está la violencia, la falta de capacidad para el maquiavelismo, percibir los
acuerdos con el adversario como una traición.
Esos rasgos aparecen en mi libro.
-¿Llega un estudioso a saber lo suficiente o
introducirse lo suficiente en otra persona y en sus ideas, ideales y prácticas….?
-Espero
que sí. Aunque hay que prevenir, como
han reconocido todos los grandes historiadores y filósofos de la historia,
desde Julio César a Nietzsche, que la historia incluye necesariamente la
circunstancia personal del
historiador. No hay una historia única y
definitiva, sino versiones más o menos complementarias. Mi libro es una visión subjetiva de una época
fascinante. El que sea un documento
ficcional le agrega que sea posible considerar opciones de lectura del periodo
que un texto supuestamente científico, como los de los historiadores de
profesión, no puede permitirse.
-Trabajando sobre Durruti, estoy segura (por lo que
voy leyendo) que aprendiste mucho, más y mejor de otras gentes que vivieron sus
días; …qué nos puedes decir…?
-Sí,
claro, sé bastante más ahora sobre esos años de lo que sabía al principio. Al mismo tiempo, he aprendido que en esa
época se cometieron errores graves en el
país que, considerados desde la más cómoda perspectiva actual, parecen
evitables pero que, ubicados en el contexto de la época, aparecen como fatales
e ineludibles. En parte el país aparece
casi como condenado al apocalipsis colectivo y, sin embargo, sigo pensando que
todo podía haberse evitado. No sé, tal
vez peque de optimismo en mi retrospección histórica.
-Orwell, Dos Passos,
Hemingway, Robles (traductor de Dos Pasos y que murió, de forma la, “misteriosa”)….
¿Qué sensación te va quedando, aún con la perspectiva del tiempo, de lo que
ellos “recorrieron” en aquellos tiempos y de lo que nos dejaron….?
-Yo soy
un admirador de los grandes autores de esos años. Has mencionado a algunos de ellos, Orwell, en
particular, me impresiona por su integridad, su capacidad para manifestarse con
claridad por encima de las consecuencias que lo condenaron a ser un paria
intelectual por haberse atrevido a enfrentarse al statu quo de la ortodoxia
ideológica del momento. Pero hay otros:
Dos Passos es un novelista innovador y atrevido,
luego, a partir de su experiencia en la guerra civil española, deriva hacia
posiciones complejas pero indefendibles.
Malraux es similar, en parte. Ese
tiempo fulgurante produce enormes ejemplares humanos y a veces trágicos: García
Lorca, Virginia Woolf, Walter Benjamin, Manuel Azaña, como intelectual y como
político, y un muy prolongado etcétera.
-¿Qué escrito que éstos firmaron
o cuál de estos escritores te ha llamado
más la atención, aportando datos, pensamientos y demás…?
-Ya
mencioné Homenaje a Cataluña de
Orwell. L'espoir de Malraux también sigue
siendo un documento revelador. Y luego
hay otros fuera del medio estrictamente de la guerra civil. Poeta en
Nueva York de Lorca es un libro enorme en torno a las víctimas de la
explotación racial y social. Madre coraje
de Brecht. Unos años después, hay una
figura que me sigue motivando para mi tratamiento de la marginación, Pasolini, en particular en Accatone y Mamma Roma que presentan el acto casi religioso y extrañamente cristiano
del sacrificio de la víctima propiciatoria.
-¿Qué sensación, en global, te deja la figura de
Durruti?
-Si tuviera
que resumir en unas frases toda una figura compleja y diversa, diría que
Durruti representa el poder de la voluntad para conseguir un objetivo por
encima de un medio absolutamente contrario y hostil. Y también el carisma que conduce a persuadir
por la acción más que por la palabra.
Para mí que me muevo en ambiente académico, esos son datos especialmente
singulares y notables.
-¿Ves de otra manera, en el presente, a Durruti y a
lo que él defendía…?
Hay un
aspecto que sobresale por encima de los demás: el imperativo de lograr una
sociedad más igual y fraternal. Eso
sigue siendo una utopía, pero tal vez sea una utopía por la que merece
sacrificar la vida. Alguno de los personajes
en mi novela, lo intentan. El éxito no
está asegurado, claro está.
17691
El manuscrito Durruti. Gonzalo Navajas
120 páginas
12,00 euros
Alfar
Novela sobra la figura de Buenaventura Durruti, sobre su trayectoria
ideológica, vital, sobre la relación intensa y dramática del líder
anarquista con su ciudad de adopción, Barcelona.
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