La
Librería de El Sueño Igualitario
La Diputación de Badajoz recupera la
publicación “Don Quijote”.
Se trata de una publicación satírica y de
humor, a cargo de los exiliados republicanos españoles editado por Eutimio
Martín, “casi rescatado” ahora por el Servicio de Publicaciones de la
Diputación de Badajoz
Muchos de estos republicanos, exiliados en
Francia, lucharon contra los nazis en la Resistencia.
Se trata de nueve números de esta revista
reproducirlos a partir de una copia digital proporcionada por la Biblioteca
Nacional de Francia.
Para ello se ha contado con la ayuda más que
estimable de Eutimio Martín, un excelente profesor afincado en Francia que
ha rescatado aquella revista que, desde la sátira, combatía en el exilio y
desde el exilio.
Cuando lo satírico hasta se entrelaza con lo
surrealista se convierte en encantador y así era esta publicación y ha sido el
rescatarla:
http://www.malaga.es/generaciondel27/2179/com1_md3_cd-31276/quijote-publicacion-humor-combate
El autor y sus aportaciones:
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/02/17/alicante/1266427581.html
http://elpais.com/diario/1982/01/05/cultura/379033204_850215.html
http://elpais.com/autor/eutimio_martin/a
Cazarabet
conversa con Eutimio Martín:
-Eutimio,
los exiliados que pudieron escribir y participar de esta publicación, a su
manera, eran unos Quijotes que, desde el exilio, luchaban por la libertad…
-Llama la atención el hecho de que en el
desfile triunfal de De Gaulle por los Campos Elíseos el 26 de agosto de 1944, al día siguiente de la
liberación de París, se destacaba, a la izquierda del general, un tanque que había
sido bautizado DON QUIJOTE. Pertenecía a
la novena compañía de la división blindada del general Leclerc que había sido
copada por republicanos españoles
hasta el punto de que no se la conocía como « la Neuvième »
o « la Neuf » sino « la Nueve ».
Era manifiesto que los combatientes españoles reivindicaban a Don Quijote en su
lucha por la libertad contra el invasor nazi y su aliado el dictador Franco.
Parece además haber sido en particular esta figura un signo distintivo de los
anarquistas que también se autodenominan precisamente « libertarios ».
Y no escaseaban en las filas de los
republicanos españoles.
-Y es aquello que
le decía D.Quijote a Sancho Panza: « La
libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron
los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por
la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el
contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. Digo esto, Sancho, porque has visto el
regalo, la abundancia que en este castillo que hemos dejado hemos tenido; pues
en mitad de aquellos banquetes sazonados
y de aquellas bebidas de nieve, me parecía a mí que estaba metido entre las estrecheces de la hambre porque no lo gozaba con la
libertad que lo gozara si fueran míos,
que las obligaciones de las recompensas
de los beneficios y mercedes recibidas son ataduras que no dejan campear
al ánimo libre. ¡Venturoso aquel a quien el cielo le
dio un pedazo de pan sin que le quede obligación de hacerlo a otro que al mismo
cielo »… Creo que la libertad la
retenemos muy adentro por mucha dictadura y muchas alambradas, pero éstas son
muros que nos corroen el alma y la mente y hay que ser muy fuerte para
superarlo, ¿qué nos puedes comentar?
-El aprecio de
la libertad es indisociable del apego a la dignidad humana. Y
directamente proporcional: un individuo se aferra tanto más a la libertad
cuanto más estima tiene a la dignidad. Ahora bien, la libertad hay que
conquistarla y comprometidos con ella,
nos obliga a decidir por nosotros mismos, a elegir entre las diversas
posibilidades que se nos ofrecen en una situación determinada. Y no todo el
mundo tiene el coraje necesario para conquistar la libertad, ni ganas de hacer
frente en solitario a inesperadas circunstancias. La mayoría de los miembros de
una comunidad religiosa se han
atrincherado tras unos muros de
dependencia porque se encontrarían sin
brújula para desenvolverse en el mundanal ruido. Allí piensan y deciden por
ellos. Por otra parte hay seres a quienes
la dignidad humana les importa un pito. De lo contrario no tendría lugar la implantación y perduración de las
dictaduras. Tanto Hitler como Mussolini
se han instalado tras unas elecciones, todo lo amañadas que se
quiera, pero elecciones y han perdurado desplegando una sistemática represión
criminal de toda oposición. Pero no todos los ciudadanos estaban en contra de este sistema político y siempre
los ha habido incluso ampliamente
satisfechos. En lo que respecta a España, Franco tampoco ha triunfado tras un
golpe de Estado sino venciendo en una guerra civil que implicaba el apoyo de
una base social. Una dictadura ofrece el caldo de cultivo para la
satisfacción de la indignidad en todos
sus grados y permanece impune y con el
aliento de una estructura social. Un dictador se sostiene y apoya en dictaduras
paralelas (la religiosa, sobre todo) y genera múltiples dictadorzuelos que
pueden medrar en relación directamente proporcional a la ausencia de libertad. En una dictadura, cualquier
imbécil, puede alardear de machismo y
ejercer un implícito derecho de superioridad y privilegio sobre la mitad de sus
conciudadanos: todo el sexo femenino. El pater
familias adquiere automáticamente en un
régimen totalitario la categoría de
dictador doméstico. Yo no creo, por consiguiente, que
el sentido de la libertad esté inscrito en el cromosoma
humano.
-Decía
lo anterior porque los exiliados, después de perder la guerra y la libertad a
manos de la dictadura, se vieron abocados a los campos de alambradas contra el
mar, o rodeados por ellas en el país que pregonaba la igualdad , la fraternidad
y la libertad… retorcida la actuación de nuestros vecinos, ¿no ?
-Sin duda. Fue un comportamiento cicatero y
miserable, impropio de un país a quien todo el mundo debe una revolución que ha
implantado las raíces de la democracia.
Pero los descendientes de sus víctimas les han dado en los morros a los
políticos galos ocupando la alcaldía de Paris e incluso el sitial de Jefe de Gobierno. El catalán
Manuel Valls, primer ministro de François Hollande,
no fue francés hasta cumplidos los veinte años. Me parece un caso realmente
excepcional de carrera política.
-¿Por qué
rescatar esta revista y además presentarla
con este gusto exquisito; qué te inspiró a dar el paso?
-No puedo atribuirme el mérito de la
presentación del facsímil de este periódico. Se debe este feliz resultado a la
directora del Departamento de Publicaciones de la Diputación de Badajoz:
Antonieta Benítez Martín, ducha en estas lides. Raros son los historiadores que
estaban al corriente de esta publicación y que ahora manifiestan la agradable
sorpresa de poder contar con un documento de capital importancia para
desentrañar la compleja y agitada historia de la Republica española en el
exilio. Y yo tuve la suerte de poder contar con la colaboración de mi colega
Manuel Aznar, director del Grupo de Estudios del Exilio Literario (GEXEL). Me
comunicó información de una obra que
estaba entonces él elaborando y ahora ya
en librería: DICCIONARIO BIOBIBLIOGRAFICO DE LOS ESCRITORES, EDITORIALES Y
REVISTAS DEL EXILIO REPUBLICANO DE 1939 (Editorial Renacimiento). Ha caído como agua en mayo en el desierto de
los estudios sobre este tema.
-La verdad es que
si no hubiese sido por el humor de muchas situaciones hubiese sido muy difícil
el sobrellevarlas, ¿no?
-Yo creo que la originalidad de DON QUIJOTE
reside en el hecho de que es la única publicación del exilio republicano
español que cultiva el humor. Y la verdad es que había que forzarse para
desahogarse humorísticamente en aquellas circunstancias. Y como puede
comprobarse cultiva un humor, no siempre
de extrema finura, pero no desprovisto de ramalazos apreciables.
-Pero en el
exilio convergen muchas maneras de pensar, muchas ideologías… ¿cómo influyó
esto en la publicación?
-La autoría de este periódico, la identidad de
sus colaboradores es un misterio. Se escudan todos en seudónimos que extraen de
los personajes del Quijote
-Te
preguntaba lo anterior porque, verdaderamente, había muchos enfrentamientos entre
los exiliados y no sé cómo esto se debía reflejar…
-Me parece deducir de su lectura, pero no pasa
de simple hipótesis, que es obra de
anarquistas y de aquí el empleo generalizado de seudónimo. Tomaron partido por
Negrín (que era considerado procomunista) frente a Prieto. Era la lucha de la
irrenunciable reivindicación negrinista a la
reposición de la legalidad republicana contra las concesiones prietistas al
restablecimiento temporal de la
monarquía.
-La Biblioteca
Nacional de Francia le dio casi mejor acogida al papel, al pensamiento y a las
reflexiones de los exiliados que allí participaban que el Estado a los exiliados; ¿lo ves así ?
-Son dos entidades independientes. Es cierto que la actividad cultural, depende
de un presupuesto estatal pero un gobierno francés, por muy derechista que sea,
no se atreve a enajenarse un muy amplio electorado que no apreciaría una
restricción en este terreno.
-En la propia
Francia y entre sus intelectuales esta publicación ¿cómo funcionó en su poco
más de año de existencia?
-No tengo la más remota idea. De todos modos
no debía de conocer una gran difusión
porque no se ha conservado ni en al
archivo municipal de la localidad donde
se publicó. Felizmente no dejó de
cumplirse la legislación que rige para
la Biblioteca Nacional donde ha
de ingresar toda publicación en territorio francés sea de la índole que sea
-Con el
acercamiento sobre todo a poetas de la generación del 27 lo que siempre has
pretendido es desmitificar y ponerlos a pie de tierra, ¿no?, ¿cómo lo ves?
-Es tan absurdo una sacralización de los
autores de izquierdas como de derechas.
A Miguel Hernández se le ha paseado en
andas por publicaciones que se proclaman revolucionarias o, en todo caso, izquierdistas. Autores hay que le han considerado tan buena persona, tan bueno,
tan bueno que resulta el memo de plantilla de Orihuela. No le han favorecido precisamente amputándole de la condición humana.
-Está claro que
todos tenemos como dos caras: usted, yo, Miguel Hernández, Mandela, Gandhi… Coméntanos.
-La complejidad del ser humano es lo que me parece que no
debe obviarse y todo biógrafo que
se respete ha de acentuar los rasgos definitorios de su personaje: en Miguel Hernández
es el hecho arquetípico de sacrificar su vida en aras de su autenticidad
literaria. Es evidente que con una simple colaboración en la prensa franquista
se hubiera librado del pelotón de ejecución
-Pero cómo dar
con esas partes más oscuras en tiempos en que todo el mundo cultural se relame
con recordar a los que ya no están aquí ni para bajar las ínfulas o decir que
no eran tan « buenos » o demostrarlo… Cómo hacerlo cuando se hacen y
se llevan camisetas con la cara del escritor, del poeta en plena pechera, y en
las espaldas cualquier verso, frase…
-Es, a mi entender, un fenómeno de época. Y me parece que
responde al fenómeno tan de actualidad: la « posverdad ».
Es ésta una expresión que se ha propagado como reguero de
pólvora, originada en los comentarios
políticos para explicar la salida absurda del Reino Unido de la Unión Europea o
la elección en Estados Unidos de una tan peligrosa calamidad como Donald Trump. Ha sido una solución de facilidad para evitar
enfrentarse con la realidad. Y se sale por la tangente para no poner en tela
juicio las convicciones más arraigadas.
Según la « posverdad » hemos entrado
en una nueva era en la que la verdad carece de importancia y lo que se acepta
es cualquier cosa que encuentre eco en las redes sociales. Se despierta así una
emoción que se impone sobre la verdad. De este modo consigue el capitalismo –
detentor de los medios de información-
eludir toda responsabilidad en el triunfo progresivo de la extrema
derecha. La culpa la tiene el apego del ciudadano a las redes sociales en vez
de escuchar y leer exclusivamente la
prensa. De donde resulta que la « posverdad » no deja de ser una imbecilidad confortable
que infecta incluso el terreno artístico y literario.
25023
Don Quijote.
Publicación de humor y de combate. Junio de 1946 - marzo de 1947. Eutimio Martín (ed.)
80 páginas 24,5 x 18,5 cms.
25.00 euros
Diputación de Badajoz
A finales de la guerra civil,
medio millón de españoles huyeron al otro lado de los Pirineos para ponerse a
salvo de un implacable genocidio que no cesaría oficialmente hasta 1948. A una
población civil de familias enteras se sumaron unidas militares derrotadas, la
mayor parte de significados responsables políticos y simples votantes de
izquierdas. A pesar de la mezquina acogida que las autoridades francesas
dispensaron a la retirada española, los combatientes y políticos republicanos
no dudaron en sumarse a la resistencia contra el ocupante nazi. Y una compañía
integrada por combatientes españoles, “la Nueve”, desfiló a la cabeza de las
tropas que liberaron París. El gobierno republicano en el exilio consideró
desde el comienzo de la II Guerra Mundial que el triunfo de las democracias
cerraría el paréntesis del franquismo. La caída de Hitler y Mussolini
arrastraría a su compinche Franco y se restablecería la legalidad republicana.
Pero las disensiones internas en el campo republicano, el enfrentamiento sin
cuartel entre negrinistas y prietistas
escindidos en la consideración de un republicanismo a ultranza o una pragmática
adhesión transitoria a la monarquía, imposibilitó la formación de un gobierno
con un mínimo de reconocimiento del conjunto de las fuerzas políticas y
sindicales. Y, por consiguiente, inviable a nivel internacional. El órgano de
prensa Don Quijote. Publicación de humor y combate, contribuyó inútilmente a la
lucha, a favor de Negrín, contra la política de abandono de la legitimación
republicana.
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