La
Librería de Cazarabet Indignado
Cazarabet conversa con... Iván Giménez,
autor de "El corralito foral. Las
tripas del navarrismo: un ecosistema al servicio del
capital" (Pamiela)
¿QUÉ NOS
DICE PAMIELA SOBRE ESTE LIBRO?
Las tripas del navarrismo:
un ecosistema al servicio del capital
“Navarra no se vende (la heredan unos pocos)” es el
primer capítulo de este libro, y también el engranaje oculto de un corralito
foral que el periodista Iván Giménez describe y desnuda en un texto sin
concesiones. Ya desde el prólogo advierte de que “este libro no va a gustar”,
porque explica el presente haciendo historia, demostrando que también en
Navarra “toda fortuna procede de una injusticia, cuando no de un crimen”.
Siguiendo con otra cita de Rafael Chirbes, “si el
dinero sirve para algo es para comprar la inocencia de tus
descendientes”.
Este libro va de eso, de cómo se ha consolidado el botín y la rapiña de la
Guerra Civil en unas estructuras permanentes, que se implantaron en el primer
franquismo y se han ido adaptando a los cambios políticos sin alteraciones de
calado. Y aquí se les identifica con nombres y apellidos. Un filósofo clásico
como Michael Foucault ya señaló que este fenómeno es general, que “cualquier
guerra sigue vigente y determina las actuales relaciones de poder. El orden
civil es fundamentalmente un orden de batalla”. Y
en Navarra eso se llama El corralito foral.
Sobre el
autor, Iván Giménez:
Periodista
pamplonica que ha informado durante trece años en distintas secciones de Diario
de Noticias, siempre tratando la noticia
y acontecimiento desde “lo local” en política, economía, deportes. También ha
ejercido de director en las publicaciones Gure Mendiak y Ezkaba. Colabora, de
manera regular, en la revista en euskera Banarra y en
el espacio “ Amarauna” en Euskadi Irratia…es
allí donde empezó en los micrófonos de la radio libre Eguzki
Irratia, en los primeros años de los noventa.
En su
bibliografía destacan los libros: Sendero Urbano de Pamplona (Arrako, 2000); Ariznavarrako
greba; duintasunezko 2 urte,
9 hilabete eta 17 egun
(Fundación Manu Robles-Arangiz Instituta, 2012) ELA
en Nafarroa, 100 años de transformación y lucha(Txalaparta y Fundación Manu Robles-Arangiz
Instituta, 2012) y Aguerre y Garcilaso. Dos periodistas, víctima y verdugo del
golpismo navarro(Pamiela 2013), y es colaborador
habitual de la revista Argia.
Éste es
su blog: www.elcorralitoforal.wordpress.com
https://elcorralitoforal.wordpress.com/
Entrevista,
de “viva voz”:
Cazarabet conversa con Iván Giménez:
-Querido amigo, Iván, no me
extraña que este libro “ no vaya a gustar….”…bueno, a mí me ha gustado, pero te levanta ampollas
y te hacer mirarte al espejo con otros ojos porque lo que sirve para Navarra
sirve para “otras sociedades” y ya sabes…en todos los lugares hay fortunas
encima del trabajo o de lo que era de otros o encima de un montón de
muertos….pero ponerse a escribir sobre eso es, además de valiente….no sé, como
un cambio:¿es ahora el momento, ya de una vez, de plantar cara a lo más
recóndito que esconde la resaca de una guerra civil, una dictadura, una
transición hecha a medida y una democracia con olor a polilla?
- El momento fue hace mucho, pero yo llego ahora. Uno no elige ese
momento, pero sí como afrontar el reto, qué enfoque darle y cuánta carne propia
pone en la parrilla. No sé si esto es ser valiente, me parece una palabra muy
grande... En todo caso, lo que nos queda es ser lo menos cobarde posible. Y
sobre todo, el momento es ahora porque los que podemos hablar no tenemos
derecho a callarnos, aunque sea por las miles de personas que han resistido en
silencio, porque ellos sí tenían motivos para el miedo.... El de verdad.
-¿Fue más importante toda esta confabulación en una
sociedad como la navarra?; ¿por qué…qué tenía de especial esta sociedad?
-No creo que la sociedad navarra sea
muy distinta a las demás. Yo he escrito de lo que tengo cerca y de lo que mejor
conozco. Un periodista o un escritor no puede ni debe hacer otra cosa. De paso,
esto es una reivindicación del periodista local, del que se lo juega todo en el
mismo pueblo o en el mismo barrio de los que te pueden hacer daño, a ti o a los
tuyos. Yo ya sé a quién no voy a pedir trabajo nunca, y quiénes van a estar
esperando para cobrarse la revancha. Y eso no le pasa al corresponsal de guerra
que anda por Afganistán. Aquel puede encontrar una bala perdida, y eso es mucho
riesgo, pero cuando vuelve a su barrio es un héroe, porque sus crónicas no
molestan a los que de verdad mandan, ni a los bancos que ponen publicidad en su
periódico.
Y sobre la confabulación, yo no creo en
conspiraciones. Lo que hay es una típica lucha de clases, la defensa de unos
privilegios económicos que en Navarra utiliza las herramientas que tiene a
mano, y que manipula los símbolos para su beneficio, para que nos insertemos en
un relato y una cohesión social a todas luces falsa: cualquier sociedad es de
por sí conflictiva, no hay arcadias felices. Y con ese propósito han utilizado
los Fueros, los Sanfermines, Osasuna...
-El peso del Carlismo ¿qué aportación lleva a que
en Navarra la fortuna esté en manos de ladrones o personas muy pringadas….?
-- El carlismo fue durante décadas una de esas herramientas,
que sirvió entre otras cosas para que 17.000 navarros se sumaran con entusiasmo
al golpe de Mola en 1936. Pero más allá de lo práctico y lo inmediato, el
carlismo ha moldeado una mentalidad muy arraigada en Navarra y que aún está lejos
de superarse: el sentido de pertenencia a algo casi por herencia, por genética,
por adhesión tribal. Uno era carlista porque su padre y su abuelo también lo
eran, y esa adhesión ahorraba a mucha gente la trabajosa tarea de pensar y
elaborar un criterio propio. Esas adhesiones tribales, esa manera de ser propia
de los requetés, sigue vigente.
-Con la Iglesia hemos topado y topamos, todavía, en
muchas sociedades, pero en Navarra el peso de la Iglesia es todavía
especial…como una tupida cortina y eso ha contribuido mucho a lo que tu llamas “el corralito”. ¿Nos
explicas?
-Se dice que Navarra era cristiana
antes de Cristo... Pero no creo que haya una sola Iglesia. Está la jerarquía,
que siempre ha estado con el poder y la oligarquía, y están las decenas de curas
y monjas de buena voluntad que también han sido víctimas del corralito. Y me
acuerdo entonces de Félix Armendáriz, por ejemplo, que fue profesor mío y acabó
en la cárcel al canjearse por alumnos que se encerraron contra los últimos
fusilamientos del franquismo.
Ahora bien, cuando los arzobispos han
considerado la homosexualidad como una enfermedad o que hacer la mili era un
deber moral... eso denota la convicción de que Navarra es una sociedad
confesional, de catolicismo obligatorio, algo que tardaremos en quitarnos de
encima. La última prueba es la toma de posesión del último Gobierno de Navarra,
formado por Geroa Bai, Bildu e Izquierda-Ezkerra, en
principio partidos laicos. Todos los consejeros juraron encima de un enorme
crucifijo...
-Las fortunas en Navarra se ponen encima de casos
de robos y hasta de sangre….y luego, supongo, van pasando de familia en
familia…de alguna forma “los afortunados” de hoy son cómplices de los crímenes
del ayer…¿se conoce el caso de algún “arrepentido?; ¿de alguien que diga “no” a
la fortuna…a “su fortuna” porque sabe que en realidad no es suya: es robada o
pringada de padecimientos, escarmientos y muertes?
- Decía Bartolomé Clavero que el
tiempo convierte la injusticia en derecho, y Rafael Chirbes
recuerda que "toda fortuna procede de una injusticia, cuando no de un
crimen originario". No conozco a ninguno de estos beneficiarios o
herederos que haya renunciado a su parte del botín, e incluso algunos de ellos,
que van de progres, llegan a decir que "eso son cosas de los abuelos".
Si para algo sirve el dinero, como decía Chirbes, es
para comprar la inocencia de tus descendientes. Tampoco hay que confundir la
responsabilidad penal con la patrimonial: un hijo o un nieto jamás será
responsable de lo que hicieron sus antepasados, pero sí son responsables
patrimoniales, porque se benefician de aquel expolio.
-El Opus Dei, no deja de ser como
una especie de Iglesia dentro de la Iglesia( o sea, una secta dentro de otra
secta)…¿qué ha supuesto en la sociedad navarra que el Opus esté tan arraigado
allí y cómo condiciona, todavía hoy…una recuperación moral, ética de la Memoria
Histórica?
- La presencia del Opus en Navarra es
bastante reciente, de hace unos 60 años, pero su impronta ya es omnipresente,
aunque quizá no tanto como obstáculo ante la recuperación de la Memoria
Histórica. Yo digo en el libro que "su mundo sí es de este Reyno", o mejor, que este Reyno
(el de Navarra) es de su propiedad. Han tejido una red clientelar enorme,
subterránea en gran parte, que se nutre de privilegios económicos y, en el
fondo, del erario público. El último ejemplo es el Museo de Arte Contemporáneo
de la Universidad de Navarra, cuyos fondos provienen de la familia Huarte y han acabado en el Opus gracias a la desidia
calculada del Gobierno de Navarra, que hizo todo lo posible para no darles un
escenario público. Ahora, mediante la Ley de Mecenazgo más alucinante que se
pueda imaginar, cualquier magnate sin escrúpulos como Jacques Hachuel o caciques como los Mora-Figueroa pueden donar
fondos para este museo y que la Hacienda Foral les desgrave el 80%. Es decir,
esa juerga la estamos pagando los de siempre.
Como dice Fernando Chivite,
"el Opus, en principio, no es que busque dinero, pero la realidad es que,
al final, lo acaba encontrando".
-Dices que esto, me refiero al libro, podría haber
nacido con la pretensión de ser un reportaje profundo de investigación, pero la
verdad es que se ha convertido en un libro de investigación periodística…que
investiga desde el pasado al presente y
cuya lectura creo que va cimentando un
futuro, si no espabilamos, con pocos cambios porque el conformismo, el estar a
bien con los demás…el escarmiento….pesa demasiado. Cuéntanos: ¿cómo fue el
planteamiento del libro?.Por favor explícanos cómo fue la metodología de
trabajo y el proceso de documentación.
-Yo trabajé durante 13 años como
periodista en Diario de Noticias, y siempre me he ido guardando recortes,
ideas, contactos... de temas que había que seguir mirando, de hilos de los que
en algún momento había que tirar... pero siempre lo iba dejando para otro día,
hasta que la idea de El Corralito Foral me empezó a crecer por dentro y ya no
lo pude contener. Yo tenía muchos pájaros sueltos rondándome alrededor de la
cabeza, y con este libro he conseguido agarrar algunos -no todos- y meterlos
dentro de una jaula, para que estén a la vista de todo el mundo. La idea me
rondaba, pero no me cristalizó hasta que leí "En la orilla", de Chirbes, y me dije: Yo tengo que hacer algo como esto, no
una novela, sino un reportaje-ensayo, pero al fin y al cabo para contar lo
mismo.
-¿Se tiene tan asumido como parece en Navarra el
clasismo…no sé cualquiera que lea el libro os puede ver como una sociedad que
“comulga” con aquella pirámide que
explicaba la “sociedad medieval”…
- Muchas veces me han pedido que definiera
qué es El Corralito Foral en pocas palabras, y la verdad es que me sentía tan
incapaz y tan ridículo como si a Gila o a Eugenio les pidieran que explicaran
uno de sus chistes. Pero un lector me dio un día la mejor definición del
corralito foral: "Es la estructura que inventaron los jefes de nuestros
padres para que sus hijos sigan siendo los jefes de nuestros hijos. Y que el
dinero siga en los mismos bolsillos".
-Creo que en el resto del Estado
la Transición fue como una “hermosa artimaña”, un juego de magos en que
participaron partidos de izquierdas, sindicatos… ¿cómo lo ves?
- En este punto Navarra se supera,
con toda la triquiñuela de los derechos históricos (no se me ocurre un concepto
más contradictorio en sí mismo), la foralidad y todo
eso. Desde aquel concejal de Mañeru que dijo en 1918
que los Fueros son los cojones de Navarra, hasta hoy, no hay nadie que separe
los términos y propicie un debate político y racional. Navarra es Navarra por
el plebiscito de la historia, y por eso no hace falta que los navarros votemos
qué queremos ser o con quién queremos vivir. Somos la única comunidad que no
votó su propio Estatuto, porque sus derechos "son históricos", no nos
fuéramos a equivocar votando contra la historia... Y ya está muy contado el
papel del PSOE, UGT y CCOO en ese cambalache.
-¿Y después de la transición, qué…más de lo mismo,
no?
- Aquella fue una época crucial, y el
resultado institucional de esas crisis marca el terreno político y social
durante décadas, como pasó en 1931-1936 y como seguramente está pasando ahora.
Las elites navarras blindaron el corralito con maestría en una época peligrosa
para sus intereses (mediados de los años 70), y luego han demostrado una
habilidad enorme para adaptarse y para cooptar a los elementos necesarios, como
PSOE, UGT, CCOO, el sindicato agrario UAGN, la patronal, la Iglesia, el Opus,
Diario de Navarra y algunos más. El equilibro llegó a ser casi perfecto entre
1990 y 2010, pero si algo bueno hay que buscarse a la crisis económica es que
ha sido tan brutal que ni las redes clientelares han podido sobrevivir
indemnes: ya no quedan caramelos para todos, y el sistema está en crisis,
aunque lejos de derrumbarse. Hay corralito para rato, por desgracia.
-Dedicas un capítulo al Nepotismo en Navarra a las
“sagas familiares”…otra cosa que viene de lejos, pero que la hemos heredado con
total normalidad…¿las puertas giratorias son algo más que un problema porque en
algunas sociedades ya se ha convertido en una “manera normal “ de concebir la vida,
el trabajo, el futuro, eso sí , usurpádnoslo a los demás?
- Las puertas giratorias son un invento navarro, si se me
permite la exageración. En 1903, las familias fundadoras de Diario de Navarra
controlaban el 80% del PIB de Navarra, y además sus cabezas eran diputados,
procuradores, alcaldes... En realidad, aquí no han necesitado puertas
giratorias ni de ninguna clase, porque todos estaban en todos los sitios a la
vez, sin ningún problema. Pasaron de terratenientes a propietarios industriales
en los años 60 gracias a las ayudas a fondo perdido de la Diputación de Huarte, Urmeneta y compañía, y
luego desde los años 80 empezaron a cargarse la gallina de los huevos de oro
vendiendo sus industrias a diversas multinacionales. Mientras, colocaban a sus
hijos como gerentes, y el nuevo negocio se situó a la vera de la Administración
foral, con sus prebendas de adjudicaciones, subcontratas, privatizaciones,
pelotazos de recalificaciones inmobiliarias, infraestructuras innecesarias...
Inteligentemente, pensaron: ¿Para qué voy a arriesgar mi dinero, si tengo tan a
mano el de los demás?
20291
El corralito foral.
Las tripas del navarrismo: un ecosistema al servicio
del capital. Iván
Giménez
384 pp.
21,00 euros
Pamiela
Navarra no
se vende (la heredan unos pocos)” es el primer capítulo de este libro, y
también el engranaje oculto de un corralito foral que el periodista Iván
Giménez describe y desnuda en un texto sin concesiones. Ya desde el prólogo
advierte de que “este libro no va a gustar”, porque explica el presente
haciendo historia, demostrando que también en Navarra “toda fortuna procede de
una injusticia, cuando no de un crimen”. Siguiendo con otra cita de Rafael Chirbes, “si el dinero sirve para algo es para comprar la
inocencia de tus descendientes”.
Este libro va de eso, de cómo se ha consolidado el botín y la rapiña de la
Guerra Civil en unas estructuras permanentes, que se implantaron en el primer
franquismo y se han ido adaptando a los cambios políticos sin alteraciones de
calado. Y aquí se les identifica con nombres y apellidos. Un filósofo clásico
como Michael Foucault ya señaló que este fenómeno es general, que “cualquier
guerra sigue vigente y determina las actuales relaciones de poder. El orden
civil es fundamentalmente un orden de batalla”.
Y en Navarra eso se llama El corralito foral.
Blog del autor: El corralito
foral
Índices onomástico y
toponímico
Iván Giménez (Pamplona/Iruñea, 1976)
Periodista. Ha informado durante trece años en distintas secciones de Diario de
Noticias, siempre en el ámbito local (política, economía, deportes…). Ha sido
director de las publicaciones Gure Mendiak y Ezkaba, así como
colaborador habitual de la revista en euskara Nabarra
y del espacio «Amarauna» en Euskadi Irratia; de hecho, su primer contacto con el periodismo
fueron los micrófonos de la radio libre Eguzki Irratia, allá por 1993.
Es autor de los libros Sendero Urbano de Pamplona (Arrako,
2000), Ariznavarrako greba; duintasunezko
2 urte, 9 hilabete eta 17 egun (Fundación Manu Robles-Arangiz
Institutua, 2012) y ELA en Nafarroa,
100 años de transformación y lucha (Txalaparta y
Fundación Manu Robles-Arangiz Institutua,
2012)
_____________________________________________________________________
LA LIBRERÍA DE CAZARABET - CASA SORO (Turismo cultural)
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
Tlfs. 978849970 - 686110069