Cazarabet conversa con... Francisco
Rojas Castellano, autor de “Golpe militar y represión en Coria del Río (1936-1942)”
(Aconcagua)
Aconcagua sigue
tomando el pulso a la represión, a la guerra civil y al golpe militar de
pueblos y ciudades de Andalucía…concretamente esta vez la editorial afincada en
Sevilla publica una investigación que se centra en Coria del río entre
1936-1942 desde la investigación y el estudio de Francisco Rojas Castellano.
La sinopsis del
libro, aquello que nos cuenta la editorial Aconcagua:
Golpe militar y represión en Coria del Río (1936-1942)
pretende sacar a la luz una etapa desconocida de la historia de esta localidad
sevillana, aquella que comienza el 18 de julio de 1936 y se extiende a lo largo
de seis años. En este periodo la población fue sometida a una brutal represión
que fue tomando aspectos distintos según la evolución de la guerra y las
circunstancias políticas de cada momento.
La primera fase
comenzó con la eliminación física de todos aquellos considerados enemigos de
los sublevados, la mayoría jornaleros y campesinos que se habían destacado
durante la República en las protestas ante los patronos por la mejora de sus
condiciones de vida. También cayeron asesinados muchos republicanos dirigentes
de los partidos políticos integrados en la coalición del Frente Popular y la
mayor parte de los miembros de la Corporación Municipal.
La segunda fase de
la represión se llevó a cabo contra los familiares de las víctimas. Muchas
mujeres, esposas, madres e hijas, fueron sometidas a un trato vejatorio,
rapadas y purgadas, mientras los hombres eran encarcelados y asesinados. El
castigo a las familias de los obreros y republicanos no se limitó a estas
medidas sino que se intentó privarlas de cualquier tipo de recursos para vivir,
desposeyéndolas de todos los bienes que tenían. De esta forma, el hambre fue un
elemento inseparable en la vida de los vencidos, utilizado como un medio de
control y de humillación para mantener a la población sometida
La tercera fase
tuvo por objetivo el sometimiento de los vencidos utilizando como medio fundamental
la aplicación de la justicia militar. Todos aquellos considerados enemigos
fueron juzgados en consejos de guerra y condenados por rebelión militar a
muchos años de cárcel, donde el hambre y las enfermedades formaron parte de la
vida de los presos. También se describe la depuración realizada a los maestros
y las consecuencias que tuvo la Ley contra la Represión del Comunismo y la
Masonería en la Logia creada en 1925.
Por último, el
trabajo quiere resaltar que esta violencia represiva se inscribe dentro de una
lucha de clases sociales antagónicas: la de los propietarios, que intentaban
conservar sus privilegios y su poder, y la de los campesinos, para que
desaparecieran definitivamente el hambre y la miseria y pudieran disfrutar de
una vida digna.
El autor, Francisco
Rojas Castellano:
Licenciado en
Filosofía y Letras, Sección de Pedagogía por la Universidad Complutense de
Madrid, desde 1976 ha ejercido la docencia en Centros de Educación Permanente
de Adultos, alcanzando la jubilación en el de Coria del Río.
Es autor de La
enseñanza en Villanueva de Córdoba. Tres siglos de historia (Editorial La
Fuente Vieja, Villanueva de Córdoba, 2010); La enseñanza en Coria del Río
(Sevilla) hasta la Guerra Civil (1734-1936). Un modelo de escuela rural
(Diputación de Sevilla, Sevilla, 2014), VII premio de la Asociación Provincial
Sevillana de Cronistas e Investigadores Locales a la mejor obra de
investigación local sobre la provincia de Sevilla; Imágenes de la historia
de Coria del Río (Sevilla) (1885-1970) (Ayuntamiento de Coria del Río,
2016) en colaboración, y diversos artículos sobre la historia de esta
localidad.
Cazarabet
conversa con Francisco Rojas Castellano:
-Francisco, el por qué de este libro se esconde
detrás de que desde la historia local y el acercamiento a destripar todavía es
necesario mirar y remirar el episodio de la guerra y la represión en concreto
en Coria del Río?
-Desde luego.
Aunque hay muchas obras generales sobre la guerra civil, aún faltan muchos
estudios locales para determinar cómo los golpistas se hicieron con el control
de las poblaciones a través del terror. Coria del Río es un pueblo muy
importante, con una población en el momento del golpe de 10.500 habitantes,
actualmente de más de 35.000 y era necesario dar a conocer esta época de su historia.
-Amigo
tú eres Villanueva de Córdoba—Córdoba—por qué te fijas en Coria del Río,
localidad de Sevilla?
-Por motivos
laborales llevo mucho tiempo vinculado a este pueblo.
¿Qué
tenía de particular en ese tiempo Coria del Río porque también se trata de un
pueblo que sufrió y mucho a raíz del Golpe de Estado?
Era un pueblo de
larga tradición republicana que se remonta a los años de la Primera República y
continúa hasta el rotundo triunfo de la candidatura republicana en las elecciones
de 1931. Por otra parte, la mayor parte de los obreros estaban afiliados al
sindicato anarquista CNT lo cual les llevó a participar de manera activa en las
reivindicaciones campesinas a lo largo de la Segunda República.
-¿Cómo
era Coria del Río en los años de la II República?
-La mayor parte de la
población se dedicaba a la agricultura por lo que, dentro del mundo obrero,
predominaban los jornaleros. Sus condiciones de vida eran muy duras, sometidos
a salarios muy bajos, cortos periodos de actividad y largas jornadas de
trabajo. La falta de trabajo en muchas épocas del año llevaba a la miseria a
muchas familias que acudían desesperadas a las autoridades municipales en busca
de ayuda. Todo el periodo republicano se caracteriza por el esfuerzo de las
autoridades en paliar el hambre y la miseria que vivía la población. Por el
contrario, los latifundistas, dueños de la mayoría de las tierras, imponían sus
normas y se negaban a cumplir las leyes republicanas promulgadas para mejorar
la vida de los campesinos.
-¿Cómo
acogió o cómo sufrió el Golpe de Estado?
-Conocido el golpe
militar la reacción fue similar a muchos pueblos de la provincia formándose un
Comité de Defensa de la República formado por partidos y sindicatos, con la
participación de las autoridades municipales, aunque el protagonismo de los
anarquistas fue fundamental, debido a su enorme implantación en el pueblo. Con
algunas escopetas, y fusiles incautados a soldados desertores de la base aérea
de Tablada, próxima a la localidad, hicieron frente con gran valentía a la
agresión del barco “Mogador” que pretendía tomar el pueblo, matando al jefe de
las fuerzas rebeldes. Sin embargo, nada podían hacer ante el éxito de la
sublevación en la capital.
-Nos
fijamos muchas veces en las víctimas mortales, pero cada vez cobran como más
cuerpo esas desapariciones que ¿son lo que son, desapariciones para esconder la
magnitud de los asesinatos y magnicidios?
-No cabe duda de que
el método de las desapariciones pretendió esconder la magnitud de la matanza,
sobre todo en los primeros meses de la sublevación. Las víctimas desaparecieron
de sus casas y la familia ya nos supo más de ellas: desaparecieron sin dejar
rastro. Algunas dejaron alguna huella de su paso por algún centro de reclusión
pero de la mayoría no sabemos nada, solo indicios. Las desapariciones
pretendían extender el terror entre la población con el fin de paralizar a los
defensores del régimen legalmente constituido, porque los golpistas conocían el
escaso seguimiento de la sublevación militar. Por otra parte se aseguraban la
impunidad, caso de que aquella no tuviera éxito porque siempre se podían negar
los crímenes. Y por último, se castigaba a las familias, sobre las que el nuevo
régimen también ejerció la represión, con objeto de que no germinara en ellas
la semilla del desaparecido.
-Supongo que habrá, todavía, mucha gente buscando
a quien sabe que está muerto o muerta, ¿verdad?; pero también los habrá que se
empeñen y es muy normal en buscar o intentar encontrar pistas sobre
“desaparecidos y desaparecidas”…
-A pesar de los años
transcurridos aún hay muchas familias que quieren saber datos sobre los
desaparecidos pero de manera sorprendente se les ponen toda clase de
obstáculos. En unos casos porque los archivos fundamentales para estos datos
han sido destruidos, como los archivos del Gobierno Civil, policía y Guardia
Civil; en otros porque desde la Administración se siguen poniendo trabas a la
investigación como los Registros Civiles, que se niegan a permitir la consulta
de los libros de defunciones. En el momento actual es una tarea llena de
obstáculos investigar la represión llevada a cabo por los golpistas, no así la
realizada en la zona republicana. Por estos motivos, encontrar pistas sobre
desaparecidos es hoy día muy difícil.
-¿Por
qué se iniciaron esas limpiezas? Y ¿cómo se llevaron a cabo?
-La iniciativa de
“limpiar” el pueblo de todos aquellos considerados opuestos al golpe la llevó a
cabo la oligarquía local, formada por los “hacendados”, los propietarios de
tierras más poderosos. Ellos eran los que designaban las personas que debían
ser detenidas en colaboración con la Guardia Civil, falangistas y cura párroco.
Su objetivo era desembarazarse de todos aquellos trabajadores que durante los
años de la República habían planteado reivindicaciones, promovido protestas y
destacado en la lucha por la mejora de las condiciones de trabajo. Por ello, la
mayor parte de las víctimas fueron jornaleros. Una vez realizadas las listas la
Guardia Civil se encargaba de su detención, junto con individuos sin escrúpulos
que se prestaban a ayudar a los guardias en los traslados de presos, las
torturas y las ejecuciones.
-Me
llama mucho la atención lo del señalamiento…es como si la gente llevase un
cartel o un letrero….y que supieses que, en cualquier momento, te puede caer
una detención y a saber por pensar de una manera…
-En los pueblos todo
el mundo se conoce. Por ello era muy difícil ocultarse, pasar desapercibido,
porque cualquier vecino podía delatar a otro por los motivos personales más
variados. Algunos aprovecharon estos momentos para saldar odios y satisfacer
venganzas por posibles afrentas recibidas.
-Detenciones,
encarcelamientos, ejecuciones…¿en la represión Coria
del Rio, respecto a otros lugares, es diferente; has encontrado patrones y /o
diferenciaciones que no has encontrado o visto en otros lugares?
-La represión en
Coria del Río responde al mismo modelo de actuación que se dio en otros pueblos
de la provincia. La razón reside en que se actuaba de acuerdo con las normas
dictadas desde Sevilla por la Delegación de Orden Público. De todas formas
conviene destacar que el considerable número de víctimas habidas en este pueblo
puede deberse a su tradición republicana y anarquista y sobre todo a las
represalias por la muerte del jefe de la expedición que pretendió tomar el
pueblo el 24 de julio.
-La mujer sufrió en Coria del Rio---como en otras
partes—por activa y por pasiva, ¿verdad?...y es que en torno a la mujer en
aquellos años giraba todo y todos…y ella en torno a todos y todo…pero se
enfrentaban y les tocaba enfrentase a la represión que les caía a ellas, a la
represión que sufría su entorno más inmediato…y tratar de llevarlo todo, tirar
adelante….muchas veces siendo señaladas y teniendo que purgar muchos años...¿qué
nos puedes decir?
-La mujer sufrió en
menor grado la represión, aunque no se libró de ella. Ninguna perdió la vida,
pero se vio sometida a toda clase de vejaciones, como los rapados, la
administración de purgantes y la exposición pública en condiciones lamentables.
Tampoco se libró de los malos tratos en el cuartel de la Guardia Civil.
-Esos
“muchos años”, ¿cuántos podían llegar a ser…?
-Las familias de los
desaparecidos, las viudas y los hijos, sufrieron durante muchos años la
humillación, marcadas con el estigma de “rojas”, sobre las que había que
ejercer una vigilancia constante con objeto de que ninguno de sus miembros
fuera a seguir los pasos del padre de familia. Nunca, en los largos años de
régimen franquista, desapareció la desconfianza existente hacia ellos,
considerados siempre como los rojos,
a los que siempre el régimen les recordaba su consideración de vencidos.
-¿Háblanos
a todas esas ramas que salen de la represión en Coria del Río?
-La represión adoptó
formas diferentes a lo largo de los años. En principio se trató de la
eliminación física, rápida y sin formulismos, de todos aquellos considerados
contrarios al golpe, realizada a lo largo de 1936 y principios de 1937.
Posteriormente se comenzó a utilizar la justicia militar, en procesos sin
ninguna garantía judicial, condenando a los procesados a largas penas de
cárcel. Paralelamente a la represión física se llevó a cabo la represión
económica, despojando de sus bienes a las familias de las víctimas, condenando
a esposas e hijos a la miseria. Por ello podemos hablar del hambre al que se
sometió a una parte de la población como un instrumento represivo más. Por otra
parte, la violencia también se ejerció contra los empleados públicos (maestros,
funcionarios de la administración local, funcionarios de justicia) muchos de
ellos castigados con la pérdida de su trabajo. Tampoco podemos olvidar la
represión ejercida contra una logia masónica que existió en Coria del Río; las
penas desproporcionadas que sufrieron sus componentes revelan el carácter
vengativo que en todo momento tuvo el nuevo régimen con los vencidos.
-¿La represión puede ser, también , psicológica?;
¿Incluso, con los años, podemos hablar de chantaje emocional, ¿no? ; Porque
cuando habla de sometimiento…
-Cuando hablo de
sometimiento me refiero a la nueva forma que adopta la represión una vez la
guerra ha sido ganada. En primer lugar había que castigar a todos aquellos que
se habían opuesto al triunfo de los sublevados y posteriormente mantener
controlada a la población para que no se repitiera la situación anterior al
golpe militar. Para ello era necesaria una vigilancia estricta de los
considerados enemigos del régimen, mirados siempre con desconfianza.
-Amigo,
¿qué te ha enseñado o qué has aprendido detrás de este libro que refleja cómo
le fue a esta ciudad durante el Golpe Militar y todo el sufrimiento que del
mismo se desparramó…?
-En términos
generales el drama de la guerra civil demuestra la resistencia de las fuerzas
conservadoras a renunciar a una parte de sus privilegios a favor de los más
desfavorecidos. Como intento demostrar en la introducción, las clases
dominantes (aristocracia, burguesía, ejército e Iglesia) pretendían mantener su
situación de dominio sin realizar ninguna cesión a favor de la mayoría de la
población, que se mantenía en condiciones de vida muy precarias. Especialmente
difícil era la situación en el campo andaluz. El intento de la República por
aliviar la miseria del campesinado se encontró con la rotunda oposición de los
poderosos. En la eterna lucha por crear una sociedad más justa, en la que
desaparecieran las enormes diferencias de riqueza que entonces existían, los
más desfavorecidos perdieron la batalla. Y así continuamos.
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