La
Librería de Cazarabet Indignado
Cazarabet conversa con... Joxerra Senar, autor de "CAN: y aquí no ha pasado nada" (Pamiela)
LO QUE
NOS CUENTA LA EDITORIAL PAMIELA DE ESTE INTERESANTÍSSIMO LIUBRO DE
INVESTIGACIÓN:
Un libro de investigación periodística, escrito por Joxerra Senar Elso
y que traduce para Pamiela, Tomás Arzubialde
Y aquí no ha pasado nada. Ante la pérdida de Caja
Navarra, las élites políticas y económicas de Navarra han mirado para otro
lado. Han querido eludir su responsabilidad ocultándolo mediante un velo de
silencio, pero este libro pretende levantar dicho velo. Explica las
circunstancias y motivos de la debacle de Caja Navarra y retrata a sus
responsables.
«Las élites económicas y políticas son las únicas
responsables de la desaparición de Caja Navarra»
El periodista Joxerra Senar presentó públicamente ayer su libro sobre Caja
Navarra con el que espera aportar “humildemente” a que se conozca lo ocurrido
Elena Urabayen. Diario de Noticias (5-03-2015)
http://www.noticiasdenavarra.com/2015/03/05/politica/navarra/las-elites-economicas-y-politicas-son-las-unicas-responsables-de-la-desaparicion-de-caja-navarra
Joxerra Senar Elso; es un donostiarra que estudió periodismo en Pamplona.
Después trabajó, durante dos años en Euskaldumon Egunkarria hasta que la Audiencia Nacional ordenó el cierre
del diario. Estuvo como redactor de Berria , desde
sus inicios….en la actualidad cubre, desde Pamplona y para este medio las secciones
de Economía y Política. Gracias a todo ello y a su experiencia pudo seguir muy
de cerca el proceso de Banca Cívica. El libro , Can: y aquí no pasó nada es su
primer libro y es la larga crónica sobre la caída de Caja Navarra. Es su primer
libro, pero estamos seguros que por su rigor y por lo bien que lo explica y lo
expone creemos que el libro es imprescindible si se quiere saber más del por qué
estallaron las Cajas de Ahorras y en concreto la CAN.
Sobre el
escándalo de Caja Navarra, solo dos muestras:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=148670
http://www.eldiario.es/economia/escandalo-dietas-Caja-Navarra-cuerdas-Gobierno_0_115488453.html
Cazarabet conversa con Joxerra
Senar Elso:
-¿Cómo se articula el ejercer el
periodismo en las condiciones que se daban cuando, por ejemplo, trabajabas en Euskaldunon Egunkaria?
- Pues obviamente no era fácil, pero Egunkaria fue una gran escuela para mí. Yo trabaje dos años y cinco meses
hasta su cierre (en febrero de 2003) en la sección de Economía. Cuando llamabas
a ciertos ámbitos, no era ese tipo de periódico que consigue abrir puertas con
su sola mención, y eso dificultaba el trabajo, pero a la larga, te ayuda. A
veces incluso tenías que explicar qué tipo de periódico era el nuestro,
intuyendo que tu interlocutor no lo conocía. Eso te imprime humildad, que para
mí, es una característica fundamental para nuestro oficio. Éramos un periódico
pequeño de un país tan pequeño que sólo tenía un único diario en su lengua.
Pero en su pequeñez, Egunkaria era grande, tan grande que cuando lo
cerraron, ante semejante injusticia toda una sociedad ayudó a levantar un nuevo
periódico en poco más de cuatro meses: Berria. Trabajar
en Berria y Egunkaria tiene en común que gozas de una autonomía que los periodistas de
grandes medios no tienen.
-¿Y cómo se vive que la Audiencia
Nacional ordene el cierre del diario?
Pues muy mal. Eran los tiempos de la mayoría absoluta de Aznar y la
estrategia de represión en el País Vasco era tal, que sospechábamos que se
podían atrever a hacer algo con
nosotros. Recuerdo que el verano anterior les comenté eso a unos amigos y
algunos de ellos, escépticos, me contestaron que no, que exageraba.
Desgraciadamente acerté, pero cuando el 20 de febrero de 2003 te despiertan
abruptamente para contarte que la Guardia Civil ha cerrado el periódico el
golpe es brutal y la sorpresa mayúscula, más allá de las sospechas y
conversaciones previas. Adiós al reportaje que estabas escribiendo, adiós a
muchas cosas. En pocos segundos tu chip cambia y miras hacia delante y
alrededor. Alrededor tienes compañeros que conforman una gran familia y delante
la incertidumbre más absoluta. Los cinco días posteriores al cierre fueron los
más largos e intensos de mi vida. Echando la vista atrás hoy contemplo con
estupor cómo fuimos capaces de levantar otro periódico (Berria) de la nada. El apoyo de
la sociedad vasca fue increíble. El caso Egunkaria acabó en la nada, pero fue un largo proceso
judicial que duró muchos años y que lo sufrieron sobre todo los encausados. Hoy
me río cuando medios españoles dan lecciones a otros países sobre ataques a la
libertad de expresión. Mejor harían antes en mirar en casa.
-Ahora, ¿cómo es ejercer el
periodismo en Iruña?
Hasta hace poco aquí, en Navarra, ha gobernado la derecha de UPN que ha
ninguneado a medios como el nuestro. Todavía hoy miembros de ese partido son
reticentes a concedernos entrevistas, lo cual demuestra el talante que tienen.
Es verdad que eso también está cambiando poco a poco. Por lo demás, ejercemos
el periodismo con normalidad, lo mejor que podemos, con nuestros errores y aciertos.
-Has escrito CAN y aquí no ha pasado nada, que “es un gran reportaje” y una
larga crónica sobre todo lo que pasó alrededor de Caja Navarra… ¿cómo empezó
todo?
Yo había seguido muy de cerca el proceso de integración de Caja Navarra
y otras tres cajas que duró cerca de dos años y que acabó con la absorción por
parte de Caixabank en marzo de 2012. Aquello me
pareció un escándalo, porque el banco catalán consiguió comprar la CAN por un
precio irrisorio. Sin embargo, pasaron los meses y nadie dio explicaciones. No
pasó nada. Absorbido por mi quehacer diario, yo tampoco hice nada. Tuvo que ser
una agrupación de ciudadanos, Kontuz, quien empezó a
agitar el árbol y presentó una denuncia. Era enero de 2013 cuando el sindicato
ELA me propuso escribir sobre qué había pasado con Caja Navarra. Se juntaron el
hambre con las ganas de comer, y esa propuesta me supuso un acicate para
investigar. En principio, no iba a ser largo, pero al final ha terminado siendo
un libro extenso de 286 páginas.
-¿Cuándo la crónica se fue convirtiendo en un libro?
En el camino. Empecé con mucha fuerza y necesité cuatro meses para
recopilar información y escribir cerca de cien páginas. Entonces me di cuenta
lo duro que iba a ser, porque todavía había mucho que contar, mucha información
que analizar. Seguramente fue entonces.
-Aquí la investigación, el tener
buenos contactos es fundamental… Cuéntanos.
Pues lo más importante ha sido el acceso a cierta información que no era
pública. Esa información era relevante para rellenar las muchas lagunas que
tienen la versión oficial y la documentación publicada. Algunas fuentes me han
ayudado a ir más allá de las cifras, y contar aspectos que ayudan a entender el
funcionamiento de la caja desde la llegada del director Enrique Goñi, figura clave de lo sucedido. Y luego hay mucho de
investigación y análisis propio.
-¿Pero qué metodología de trabajo
seguiste?
Desde el principio tenía más o menos claro el esquema del libro,
dividido en cuatro partes: origen e historia de la caja; proceso de fusión con
la caja municipal; años de gestión entre 2002 y 2009 y el proceso de
integración de Banca Cívica. También tuve claro que cada capítulo tenía que
tener un título llamativo y dentro del texto, pequeños títulos que den respiro
al lector y sean, al mismo tiempo, atractivos. Teniendo claro eso, el libro es
fruto del recorrido realizado siguiendo los hitos marcados en el esquema
inicial. Alguna vez lo he comparado con una etapa larga de alta montaña del
Tour. Escribiendo e investigando la parte más difícil, solía decir a mi entorno
que “estaba en el Tourmalet”. Necesité tres meses
para subir el Tourmalet.
Terminar toda la etapa me costó año y medio.
-¿Las cajas de ahorros se
convirtieron en un negociete para unos pocos… “un
juguete bancario” a manos de políticos de turno?
Lo ocurrido con las cajas de ahorro tiene una dimensión muy grande,
porque está en el meollo de una crisis ya duradera y ahora parece que el
desmadre de algunas cajas se lo llevó el viento. Tengo claro que al estado no
le interesa abrir la herida de las cajas, no le interesa investigar a fondo lo
sucedido, como si conllevara la apertura de una caja de Pandora. Yo sobre todo
conozco el caso de Caja Navarra pero colateralmente conozco otros casos.
Matizando que ha habido algunas cajas bien gestionadas, yo diría que sí, que
han sido un juguete en manos de políticos y de empresarios de turno. Esas cajas
no estaban al servicio de la economía del territorio sino al servicio de
intereses muy concretos relacionados la mayoría con el ladrillo y el cemento.
Si eso no es corrupción se le parece.
-¿Cuándo se empieza a fraguar la estafa en torno a la CAN? ¿Bajo qué
responsables políticos?
Se fragua desde el inicio de proceso de fusión entre Caja Navarra y la
Caja Municipal de Pamplona. Desde el comienzo tuvieron pensado cómo querían que
fuera la nueva entidad y quién la iba a dirigir, un entonces desconocido
Enrique Goñi. Era su hombre. El proceso fue diseñado
por personas ajenas a la caja y sin ninguna relación con Navarra ni su
Parlamento, teóricamente verdaderos dueños de la caja. Dejaron gestionar los
efectos de la fusión a los directivos anteriores, pero en cuanto la nueva caja
sorteó ese periodo se deshicieron de ellos y pusieron al mando a Goñi. Con él se transforma la caja. Adopta una estrategia
basada en un crecimiento alocado, rompe con la gestión anterior y la caja juega
a ser un gran banco. Se deshace de los trabajadores más veteranos mediante un
proceso prejubilaciones que rompe con la
lógica económica. Se abren infinidad de oficinas fuera de Navarra, se sale al
extranjero, se inaugura una oficina en la principal avenida de Washington muy
cerca de la Casa Blanca… Todo es a lo grande. Aunque antes también era una caja
al servicio del establishment navarro, con Goñi
eso se acrecienta. O el auge de Caja Navarra coincide con una época donde ese
mismo régimen vive una época boyante. No es casual. A partir de 2004 esas
élites forman parte del consejo de administración: un conglomerado formado
básicamente por ciertos partidos (Unión del Pueblo Navarro-Partido Socialista
de Navarra- la hoy extinta CDN Convergencia de Demócratas de Navarra), ciertos
sindicatos (CCOO-UGT) y empresarios. También hay otros actores. Entendiendo que
política no sólo hacen los partidos, todos ellos son los responsables políticos
aunque el grado de responsabilidad de cada uno de ellos tampoco es la
misma.
-¿Y los responsables más activos?
Señalaré a varios. En primer lugar, Enrique Goñi
porque era el capitán al mando del barco. En segundo lugar, Miguel Sanz expresidente de Caja Navarra, porque era el dirigente
máximo del consejo de administración, órgano que estaba por encima del
director. El dirigente del principal partido era el hombre con más poder de
Navarra, ya que durante muchos años ostentó el poder político y económico.
Yolanda Barcina, exalcaldesa de Pamplona y expresidenta de Navarra, fue la dirigente de un órgano muy
importante de Caja Navarra: la comisión de control. Ese órgano supuestamente
tenía autonomía y debía vigilar lo que hacía el consejo de administración y la
dirección, ¿pero cómo iba a tener autonomía si Barcina era el delfín político
de Sanz y cómo iba a vigilar si no tenía conocimientos financieros para
controlar nada? Junto a ellos, también señalaría a Ricardo Marti
Fluxá abogado madrileño que fue secretario de Estado
de Seguridad en el primer mandato de Aznar y que acabó en el consejo de
administración de Caja Navarra supuestamente por su prestigio. Tuvo varios
conflictos de interés y algunas inversiones relacionadas con él le costaron muy
caro a la caja. También señalaría a José Antonio Asiáin,
expresidente de Caja Navarra (2010-2012), hombre
vinculado al PSN. Junto a ellos, están dirigentes de la patronal, directivos
del periódico más vendido…
-¿Quiénes fueron las élites
económicas y las fortunas que más se beneficiaron de la caída de la CAN?
Más o menos he respondido a esa pregunta. En los órganos de gobierno de
la caja se repartían muchos asientos y unas jugosas dietas, que más que premiar
la responsabilidad del cargo supusieron una manera de tener una pléyade de
estómagos agradecidos. Por eso nadie criticó la estrategia de crecimiento. En
la época de vacas gordas, tal vez fuera más difícil levantar la voz ya que la
caja fue una máquina de hacer dinero, con unos beneficios que lo ocultaban
todo. Pero cuando aparecen los problemas tampoco hay crítica. Fue entonces
cuando se pagaron las dietas más caras. Quienes formaron parte de esos órganos,
tenían facilidades para acceder a los créditos, algunos con características muy
ventajosas. Aumentó considerablemente el equipo directivo, aumentaron sus
sueldos… Los empresarios de la construcción tenían a una caja aliada, que
invertía con ellos y asumía sus operaciones más ruinosas… De esta manera, la
caja se convierte en un banco que reparte muchos favores tanto dentro de la
entidad como fuera a ese conglomerado que en Navarra llamamos régimen.
-Joxerra,
me parece que el libro dice mucho, explica todo muy bien, pero que va a hacer poca
gracia a unos cuantos. ¿Cómo se ha tomado la sociedad e Iruñea
y los navarros en general el libro? Supongo que de manera muy diferente a como
se lo han tomado los poseedores de
las fortunas. Y ya no te digo nada de los responsables de la quiebra, tanto los
más directos a lo indirectos.
Pues no lo sé, la verdad. Me han llegado buenas opiniones y eso es lo
que más me reconforta por todo el trabajo y el sacrificio que he hecho. Me
gustaría que llegara a más gente, pero a veces los caminos de un libro son insondables.
Yo creo que la sociedad navarra está de enhorabuena, porque hay otro libro
sobre Caja Navarra (El Banquete) e Ivan Giménez ha publicado otro libro muy interesante que
desmenuza a ese régimen (El corralito
foral). La asociación Kontuz ha desempeñado una
labor muy importante a la hora de levantar el velo de lo ocurrido con Caja
Navarra. Mi libro es una contribución más en esa concienciación social, y me
siento contento por eso. En cuanto a cómo se lo han tomado esas élites, tampoco
lo sé. Supongo que mal. A algunos les escocerá bastante, otros habrán leído lo
que su conciencia les repite en silencio, otros ni lo habrán leído y alguno
pensará, con el bolsillo lleno, que es una injusticia. Yolanda Barcina, tras el
fracaso electoral de mayo, reconoció que uno de los factores de la caída de UPN
ha sido la sensación generalizada de corrupción y el tema de Caja Navarra, que,
según ella, algunos lo han querido asociar con corrupción. En UPN, no han hecho
ninguna autocrítica, y, siguen queriendo culpar al mensajero. Una muy mala
gestión y una no asunción de responsabilidad de sus consejeros llevó a que los
navarros perdieran el control público de una caja, que hubiera podido ser de
gran ayuda en la crisis, si en lugar de al servicio de las élites hubiera estado
al servicio del interés general.
-Mala gestión y corrupción de la entidad, correr riesgos innecesarios en
operaciones inmobiliarias, sueldos indecentes de directivos… ¿y qué más?
Pues algunas operaciones que rozan el larguero con casos sonoros de corrupción,
multitud de conflictos de interés,
inversiones millonarias ajenas a los intereses navarros, y en el trasfondo, un
ambiente de corrupción moral que nos explica mucho de dónde estamos hoy. Caja
Navarra se relacionó con todo tipo de empresas, algunas ajenas a Navarra y
tirando de ese hilo me ha servido para conocer una serie de hechos y
personajes, que son los causantes y desgraciadamente por ahora vencedores de
esta situación. Por ejemplo, lo ocurrido con el aeropuerto de Ciudad Real, un
despropósito por el cual nadie salvo los ciudadanos ha pagado, y uno sus
artífices iniciales, José Bono, sigue dando lecciones. Uno de los grandes
beneficiarios de esa operación ruinosa para el sector público fue una empresa
en la que invirtió Caja Navarra. Empresarios, banqueros, mandamases de los
reinos de taifa hacían y deshacían pero al final ha sido la sociedad quien ha
pagado su fiesta.
-Los gobiernos de
Zapatero-Salgado y Rajoy –De Guindos no han sabido o no han querido poner coto
a esta situación?
Pues seguramente ambas cosas. Apagar una crisis financiera no es nada
fácil, pero es que claro estamos hablando de dos partidos (PP-PSOE) que son los
máximos impulsores de la burbuja. El Gobierno de González apostó por el
ladrillo; el Gobierno de Aznar lo fomentó mediante leyes de liberalización de
suelo, y un dejar hacer al mercado; el Gobierno de Zapatero no hizo nada para
controlar el mercado inmobiliario cuando se desbocó y cuando ya se encendieron
las primeras luces de emergencia, el hombre sacó pecho ante la comunidad
internacional por el sólido sistema financiero de su país. Estamos hablando de
dos partidos que han gestionado algunas de las cajas más ruinosas, y por tanto,
ambos son responsables de lo ocurrido con las cajas. Cuando estalló la crisis financiera
española, la estrategia del Gobierno de Zapatero/Banco de España se basó en un vamos a ganar tiempo hasta que la
situación se hizo insostenible. Un analista internacional lo resumió con un
“pegar la patada a la lata y seguir adelante”… hasta contras contra la pared.
Recordemos que Rajoy prometió que no iba a poner un euro en los bancos. Al
final han sido cerca de 60.000 mil millones de capitalización directa (más un
sinfín de otras millonarias ayudas de diferente índole), de los cuales 40.000
millones lo ponía la UE y que la mayoría se dan por perdidas. El coste social
es conocido. Jamás una mentira ha sido tan ignominiosa. Hay que recordar que el
rescate europeo viene a raíz del agujero de Bankia,
banco de cajas controlado íntegramente por el PP.
-Lo único que han hecho son
reformas pero aun con ello han permitido que se liquiden las cajas, haciendo a
pagar a todos los españoles el rescate.
Si recordáis en eso también mintieron. Que el rescate financiero no iba
a costar al ciudadano, que el dinero de Europa no lo tenían que pagar el sector
público, que no había condiciones. Pero tras aprobar el rescate en verano de
2011, el PP y el PSOE cambiaron la Constitución en poco más de 20 días. Tras
años y años de defender que la Constitución era inamovible, de repente, la
cambiaron para sacralizar el cumplimiento de la estabilidad financiera y
demostrar que son raudos para obedecer a quien ha puesto el dinero. También
enseguida vinieron otro tipo de condicionamientos que han hecho que al final
sea el ciudadano quien lo pague todo. Entre esas condiciones también está la
pérdida de las cajas y su privatización.
-Al final la privatización de las
cajas de ahorros sólo beneficia a los mismos que hicieron que estallase la
crisis y que hicieron que se perdiese lo poco público y social de las cajas de
ahorro.
Desgraciadamente, dentro de las condiciones de la UE, no está el
levantar todas las alfombras y hacer pagar a los culpables una parte de la
factura. Al final, los mayores beneficiados han sido los grandes bancos que,
contando con varias ventajas públicas, se han repartido prácticamente un gran
parte de la tarta de las cajas. No me gustaría olvidarme del Banco de España,
el supervisor. No hizo nada y por la omisión en sus funciones es uno de los
máximos responsables de lo ocurrido.
Artículos
que te pueden ayudar con la lectura del libro: https://es.wikipedia.org/wiki/Caja_Navarra
http://www.attac.es/2011/08/02/hablemos-de-las-cajas-de-ahorros/
http://www.attacmadrid.org/?p=7884
http://www.attacmadrid.org/?p=7430
http://usuariosdebancayseguros.adicae.net/?articulo=2786
Alrededor
del autor, allí donde trabajó y trabaja:
https://es.wikipedia.org/wiki/Euskaldunon_Egunkaria
https://es.wikipedia.org/wiki/Berria
20274
CAN: y aquí no ha pasado nada. Joxerra Senar
288 pp.
20,00 euros
Pamiela
Y
aquí no ha pasado nada. Ante la pérdida de Caja Navarra, las élites políticas y
económicas de Navarra han mirado para otro lado. Han querido eludir su
responsabilidad ocultándolo mediante un velo de silencio, pero este libro
pretende levantar dicho velo. Explica las circunstancias y motivos de la
debacle de Caja Navarra y retrata a sus responsables.
«Las
élites económicas y políticas son las únicas responsables de la desaparición de
Caja Navarra»
El periodista Joxerra Senar
presentó públicamente su libro sobre Caja Navarra con el que espera aportar
“humildemente” a que se conozca lo ocurrido
Elena Urabayen. Diario de Noticias (5-03-2015)
Joxerra Senar Elso (1976, Donostia)
Iruñean kazetaritza ikasketak egin eta Euskaldunon Egunkaria-n bi urtez lan
egin zuen Auzitegi Nazionalak kazetaren itxiera agindu arte. Berria-ren sorreratik lanean, Iruñeko ordezkaritzan politika eta ekonomia sailetan jardun du 2006ko udazkenetik. Bere lan esperientziaren ondorioz, oso gertutik jarraitu zuen Banca Civicaren prozesua. Nafarroako Kutxaren galerari buruzko kronika bere lehen
liburua da.
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