Cazarabet conversa con... Carmelo Romero Salvador, autor de “Caciques
y caciquismo en España (1834-2020)” (La Catarata)
Un ensayo de investigación de Carmelo
Romero Salvador editado por La Catarata.
El autor soriano, profesor de
Historia, analiza este fenómeno desde mediados
del siglo XIX y hasta nuestros días.
Este autor, escritor y profesor de
Historia está muy vinculado a Zaragoza por ser profesor titular de Historia
Contemporánea en su Universidad.
Es, además, un escritor con una mirada
original y muy firme desde la creación literaria con: Calladas rebeldías; La
historia más bella; El diputado Pardo Bigot y
Fauna Humana.
¿Qué nos encontraremos en el libro?
El caciquismo no comenzó en tiempos
regeneracionistas, pero fue entonces cuando se acuñó como uno de los “males de
la patria” que aquejaban a la España del momento, con un imperio derrotado y su
futuro puesto en duda. Hoy, es probable que algunas de las formas bufas del
caciquismo —adulteraciones de censos, pucherazos, compras de votos, votos de
muertos, “partidas de la porra”— nos hagan sonreír y concluir que aquellos
tiempos y modos ya pasaron. ¿Es el caciquismo una mera antigualla? La respuesta
solo es posible con la visión de largo plazo que nos aporta Carmelo Romero,
que, con su cuidada prosa, va trazando con precisión e ironía esas “geografías
de la influencia” que se complementan con abundante material gráfico de los
entramados familiares y de poder de cada momento histórico. Sin duda, el
contexto actual ha variado sustantivamente: los políticos se encuentran hoy con
otros desafíos y ya no pueden contar con la sumisión de los votantes.
Estrategias más sutiles (propaganda electoral, listas cerradas, dominio de los
aparatos de los partidos…) son algunas de las manifestaciones presentes del
prolífico sistema clientelar.
¿Nos acercamos un poco al autor y
profesor?
Es doctor en Historia Contemporánea y
en actualidad profesor titular de dicha materia en la Universidad de Zaragoza.
La mayor parte de sus investigaciones han estado centradas en las actitudes y
comportamientos sociopolíticos del campesinado de la España interior. Entre sus
obras cabe citar: Soria 1860-1936; La provincia de Soria entre la reacción y la
revolución (1833-1843); El crítico alborear del siglo XX; Aproximación a la
personalidad y la biografía de Juan Antonio Gaya Nuño; La suplantación
campesina de la ortodoxia electoral; Historia de Castilla y León siglos XIX y
XX... Colaboró en Historia de Soria. Calladas rebeldías (1998) marca su
incursión en el campo de la creación literaria. Y sigue sorprendiéndonos con
sus últimas novelas La historia más bella (2010), El diputado Pardo Bigot (2011), Fauna Humana (2015).
Nosotros ya hablamos con este profesor
que se presentó a las elecciones al Congreso de los Diputados por Soria en
aquellas, ya casi alejadas y lejanas, elecciones en víspera de una Navidad, las
conocidas como las del 20D.Os dejamos aquí, el enlace: http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/cromero.htm.
Cazarabet conversa con Carmelo Romero
Salvador:
-Amigo Carmelo, ¿qué es lo que os llevó a investigar sobre el fenómeno del
caciquismo y los caciques para pensar en transcribirlo en un libro?
- La cuestión electoral, y por tanto
el caciquismo, ha formado parte permanente tanto de mis investigaciones propias
como de buena parte de las tesis y trabajos de investigación que he dirigido.
Este libro no hace sino sintetizar muchos de esos trabajos y profundizar en
algunos aspectos concretos.
-¿Hay o hubo algún incentivo qué te ha hecho investigar sobre el
caciquismo; será que tus trayectoria y /o experiencias dentro de la
analítica de la Historia Contemporánea te han ido llevado a ir
cogiendo ciertas experiencias, qué nos puedes decir?
- Comencé ya a principios de los setenta
investigando sobre las elecciones durante la Segunda República y percibí que no
podía entender muchas de las cuestiones si no partía de trayectorias
anteriores, dado el peso de las experiencias y comportamientos que las
sociedades van acumulando.
-¿Por qué eliges esta franja temporal entre los años 1834-2020?
-En el libro se analiza el
“caciquismo” parlamentario y los “primates”, en la acepción costista
de los principales, del parlamentarismo. Las fechas, por tanto, vienen marcadas
por la consolidación en España del parlamentarismo liberal a partir de 1834,
con el Estatuto Real, y el presente, con excepción de los períodos
dictatoriales de los generales Primo de Rivera y Franco.
-Me recuerda un poco, leyendo, tus páginas, a otra lectura, esta es
de literatura que nos ofreció Miguel Delibes, Los Santos
Inocentes… ¿qué nos puedes explicar?
-Comprendo la relación, claro, que te
ha sugerido. El caciquismo es, esencialmente, un amplio muestrario de
relaciones de poder que se dan en todos los ámbitos de la vida, no solo en el
político. Las desigualdades socioeconómicas sustentan señoritos Iván y Azarías
de “milanas bonitas”.
-¿Tanta brecha
social, abrieron los caciques y el caciquismo?
-Caciques y caciquismo no son origen y
causa de la brecha social, sino una de sus consecuencias y una de sus
expresiones. En todo caso, consolidan e intensifican esas brechas
-Más allá de “las rentas” directas en el campo, en el
pueblo…..los caciques también explotaban su poder en la política,
¿no?; ¿marcaban hasta qué punto el compás?
-En este libro se analiza, sobre todo,
como ya indicaba, el caciquismo político, el de “los primates” políticos en ese
largo plazo de siglo y medio de parlamentarismo, con los principales
representantes tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado. De
hecho, por ejemplo, se incluyen cuatro mapas con las fotografías de los más
representativos políticos conservadores y liberales, en cada una de las
provincias, durante la época de la Restauración y de quienes han conseguido,
desde 1977, mayor número de representaciones en el Congreso y en el Senado, por
cada provincia. “El compás” de las sociedades lo marcan, prioritariamente, las
leyes; y las leyes nunca son neutras, ni son las que son porque no puedan ser
otras, sino que están en función de los planteamientos e intereses de quienes
las hacen, de quienes en cada momento, y es lo que también se analiza en este
libro, son hegemónicos y dominantes.
-¿Nos equivocamos si pensamos del fenómeno del caciquismo como algo
del pasado?
-Por supuesto que nos equivocaríamos.
El caciquismo es expresión de relaciones de poder entre desiguales. Mientras
existan esas diferencias existirá “caciquismo”, otra cosa es que, a lo largo
del tiempo, transforma y adapta sus formas. La raíz y el tronco, lo sustantivo
de ese árbol del caciquismo, se mantiene, no obstante.
-¿Un cacique qué perfil tenía?.- ¿Cuáles de estas
características ha ido manteniendo, sí o sí…?.- ¿Y cuáles
características ha ido teniendo que amoldar el cacique para seguir
ejerciendo ese poder que mucho tiene a ver a saber maniobrar?
-Los perfiles son variados en sus
formas y de ello se da amplia cuenta, con muchas casuísticas y nombres propios,
en el más extenso de los capítulos del libro “Caleidoscopio caciquil”. La
propia portada del libro, con la ilustración de César Ordoñez, trata de
sintetizar –toga de abogado, espada de militar, pluma y periódico de escritor,
toisón de oro de nobleza y realeza y solideo de obispo- el perfil del “primate”
parlamentario. Por otra parte, las leyes electorales, de las que también se
hace un amplio análisis en el libro, son claves, lógicamente, para comprender
las actitudes, comportamientos y prácticas en cada momento.
-Eran los caciques del “mismo perfil” en todas las zonas del
estado español?
-En lo esencial no había grandes
variantes, si bien, incluso en cada provincia –dividida a efectos electorales,
por ley, en varios distritos- hay casuísticas diferentes. Por ejemplo,
distritos que tuvieron como diputado a componentes de una misma saga familiar –tres
Tomás Castellano en Zaragoza desde 1850 hasta 1923- y otros distritos que
variaron, con diputados “cuneros”, al ritmo pendular que marcaba el gobierno de
turno.
-¿Todos los caciques nacen de cuna?.- Porque se puede nacer en casa
de cacique y casi saber que tu futuro será el de ejercer ese poder,
como tus antepasados, pero algo habrá de aprendizaje…
-La cuna y la familia fue, es, muy
importante. He citado a los Castellano, pero los
ejemplos, como se detalla en el libro, son múltiples. La familia de Sagasta, directa e indirecta, acumuló más de 140 actas de
diputado; o las de Cánovas, Maura, Silvela, Montero
Ríos, Romanones, y un largo, larguísimo etc. Hay
también en el libro un capítulo dedicado a “la familia”. Y, desde luego, la
nobleza estuvo durante mucho tiempo en primer plano. El acta de diputado por un
distrito formó en no pocos casos, en la práctica, parte de la “herencia”.
-¿Cómo actuaban los caciques en elecciones que tenían a ver con
las Cortes Generales para elegir diputados de diferentes querencias
algunas odiadas por ellos como el republicanismo o cualquier sigla de
las izquierdas?;¿Cómo conseguían “tener atado y bien atado” al
voto?(Otra vez, me viene a la memoria el libro de Delibes El disputado
voto del Sr Cayo, una demostración, más, de que Delibes era un
sociólogo—
-Hay multitud de casuísticas que, en
parte, quedan detalladas en el apartado de “Los caminos de la ilegalidad” e
ilustradas en una cuarentena de caricaturas, chistes, etc. Caminos, obviamente,
variados que también se van transformando con los cambios estructurales de la
sociedad y con los cambios de las leyes electorales.
-Las dictaduras del siglo pasado: la de Primo de Rivera y la de
Franco, ¿qué frenaron dentro del caciquismo?---porque tengo en mis
entendederas que el caciquismo era más o un poco más de corte
Monárquico—
-El caciquismo parlamentario queda
eliminado por las dictaduras desde el momento, obviamente, en que eliminan el
parlamento. No obstante, tanto la Asamblea Nacional de Primo de Rivera como las
cortes franquistas eran en esencia caciquiles, aunque de ellas, por su impronta
fascista, no me ocupo en el libro. En todo caso, el caciquismo, como relaciones
de poder, no queda limitado a “la monarquía”, ni, como ya he indicado, a la
vida política.
-Pero claro, ya en tiempos de la II República el caciquismo le sumó
a la CEDA y después se arrimó al alzamiento; ¿qué le supuso
esto?. Todo esto nos enseña que el fenómeno del caciquismo y los
caciques se van amoldando a los tiempos y circunstancias, ¿no?.-Tristemente más de los ciudadanos y ciudadanas que son presas del
caciquismo?
-Los legisladores republicanos de 1931
tuvieron claro, buenos conocedores por haber padecido y en algún caso, como el
del propio Niceto Alcalá Zamora, “disfrutado” de las prácticas caciquiles de la
Restauración, que para acabar con determinadas prácticas clientelares había que
cambiar la ley electoral, eliminando los pequeños distritos de un solo diputado
y convirtiendo a las provincias en circunscripciones plurinominales. Y eso hicieron. Otra cosa es que aquella ley del 31, con un
sistema mayoritario y no proporcional, y en aquella coyuntura tensionada de la
Europa de los años treinta, acentuara otras problemáticas como la formación de
grandes coaliciones, y por tanto dos bloques contrapuestos, para poder ganar
las elecciones. Las leyes electorales son claves a la hora de condicionar tanto
el funcionamiento político como el personal político y las relaciones
ciudadanía y política. El caciquismo, como comentaba anteriormente, deriva,
esencialmente, de las diferencias socioeconómicas y de influencia y de poder.
-¿Cómo ha sido el proceso y la tarea ardua de investigación que,
además tiene mucho a ver con el proceso de documentación…trabajos
el de la investigación y documentación muy arduas, pero muy, muy
edificantes, ¿no?
-Es un trabajo de muy largo recorrido
ya que buena parte de mis investigaciones, y de las por mí dirigidas, han
estado centradas en esta temática. En todo caso, el marco temporal, desde la
consolidación del parlamentarismo hasta hoy, constituye historiográficamente
una excepción en las investigaciones sobre la temática electoral y el
caciquismo.
-¿Qué queda ahora del caciquismo y a qué caciquismo y a qué
caciques nos enfrentamos hoy y ahora? -El cacique actual es más,
¿qué? y menos, ¿qué?
-Tiende a pensarse que el caciquismo
es propio de sociedades rurales y, además, “atrasadas”. Joaquín Costa clamaba
por “escuela y despensa” para acabar con el caciquismo, pero mientras una y
otra no sean más igualitarias para todos, y los poderes reales no estén mucho
más equilibrados, las ramas del caciquismo renovarán hojas, flores y frutos,
pero manteniendo el mismo tronco y las mismas raíces. Hoy el caciquismo
político deriva, en lo personal, mucho más, dada la ley electoral y las listas
cerradas, de los “aparatos” de los partidos y, en el plano general, del gran
capital y sus medios de presión y de “comunicación”.
-¿El sistema electoral de listas cerradas favorece el caciquismo
versus la política y viceversa? Hay familias que se han dedicado a
tener, por ejemplo, a las Diputaciones en el punto de mira, te puedo
poner el ejemplo de la familia Fabra en Castellón…y casi te
afirmaría que si Carlos Fabra no hubiese tirado tantos anzuelos en el
mar, y a la vez, y de todos los colores, hoy tendríamos a alguien de
la familia Fabra. No sé si te acordará de la diputada por el PP
Andrea Fabra, la que pasó a la historia con un: “…que se
jodan…”.
-Desde luego hay continuidad en sagas
familiares y, cuanto más se desciende tanto en espacios geográficos como en organismos,
más perceptible es lo que indicas. Las historias bufas del caciquismo, miradas
hacia atrás, pueden hacernos sonreír, las del presente cabrear y sonrojar, pero
la esencia del caciquismo no está en esas historias bufas que son tan solo la
grotesca punta del iceberg.
-Luego, las fórmulas del caciquismo se aplican también para
incorporar y/o echar de las listas y demás a candidatos y candidatas,
pero “las fórmulas del caciquismo” se utilizarán para algo más.
Dinos, por favor…
-En el plano de los individuos para lo
que indicas, lo que genera un tipo de personal político obediente y sumiso, por
lo general, a las cúpulas, o cupulillas provinciales, de su partido que son, al
fin y al cabo, las que les dan o niegan el acta de diputado. En un plano más
general alcanza más altos vuelos como puede apreciarse en los numerosos casos
de corrupción –los detectados- con corrompidos a veces conocidos y corruptores
casi siempre ignorados.
-La investigación, la recopilación de documentación, el contrastar
todo ello…el aproximarse a testimonios, más o menos directos, sobre
este trabajo…es una tarea que requiere de tiempo, minuciosidad,
rigor… pero también tiene, a cambio, mucha gratificación….¿qué
nos puedes decir?-¿Y qué metodología de trabajo sueles seguir?
¿Trabajas sobre un guión de cuestiones y/o preguntas sobre las que
ir encontrando respuestas?
-Investigar es
interrogarse permanentemente y unas preguntas te generan otras, propiciadas y
enriquecidas obviamente por las lecturas de interrogantes y respuestas en publicaciones
de otros muchos investigadores. Así mismo este libro debe mucho a mis numerosos
alumnos porque a lo largo de cursos y de seminarios prácticos sus preguntas, y
en ocasiones sus silencios, han estimulado permanentemente mis propias
reflexiones. Aunque el acto de escribir sea solitario, la
reflexión, de alguna forma, siempre tiene un mucho de colectiva. De ahí mi
dedicatoria en este libro: “A mis pocos maestros. A mis muchos alumnos”.
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