La
Librería de El Sueño Igualitario
El Sueño
Igualitario conversa con Benito Díaz Díaz. Lo hacemos
sobre dos de sus libros: Mujeres y
hombres de la Sierra en la que Benito Díaz, junto con José Ignacio
Fernández Ollero, investiga sobre las acciones y actuaciones de la guerrilla
antifranquista en la Sierra Extremeña y La Jara Toledana entre 1939-1950.
También
aprovechamos para conversar sobre la aproximación a los huidos y guerrilleros,
luchadores antifranquistas, en el Centro de España entre 1939 y 1955. En este
caso, Benito Díaz, investiga sobre estos dos colectivos en Madrid, Ávila,
Ciudad Real, Toledo, Cáceres y Badajoz.
Cazarabet
conversa con Benito Díaz Díaz:
-Benito, ¿qué te ha hecho acercarte al estudio,
investigación de la lucha antifranquista, utilizando como instrumento la lucha
guerrillera?
-En los tiempos actuales adquiere más sentido si cabe el analizar en
profundidad la dictadura franquista, ya que algunos, entre los que no faltan
cargos importantes del PP, tratan de edulcorarla y presentarla como un modelo
político autoritario sin más, en el que la represión apenas existió, pues como
decía en 2013 el alcalde de la localidad lucense de Baralla:
“quienes fueron condenados a muerte” durante el régimen franquista “sería
porque lo merecían”. En contra de lo afirmado por este dirigente
ultraconservador, no solo no se lo merecían, sino que, además, defendían la
legalidad democrática ganada en las urnas.Cuanto más
profundizamos en la dictadura franquista más clara aparece su naturaleza
fascista, nada extraño por otro lado si se tiene en cuenta quiénes fueron sus
padrinos de guerra: Hitler y Mussolini, a los que debe en buena parte su
victoria en la Guerra Civil.
Los años 40 fueron terribles en amplias zonas de la geografía
española, con bandos que regulaban al detalle la vida diaria de su población,
fusilamientos en masa, continua aplicación de la ley de fugas, juicios ilegales que terminaban en sentencias de
muerte que se cumplían frente a las tapias de los cementerios, robos a los
pequeños ganaderos y campesinos por parte de los integrantes de las
contrapartidas, los hacinamientos de los presos en improvisadas e insalubres
cárceles en las que las muertes por torturas, hambre o enfermedades no tratadas
eran habituales. Esta política tan represiva generó cientos y cientos de miles
de víctimas que no deben ser olvidadas.
La guerrilla antifranquista intentó acabar con esta férrea dictadura e
implantar de nuevo la República y sus valores democráticos, pero no hay que ser
ni ingenuos ni sectarios, pues no todos los que estuvieron en el monte
combatiendo con las armas el franquismo lo hicieron por restablecer la libertad
y la democracia. En la sierra los hubo de todos los matices políticos
antifascistas, desde estalinistas hasta libertarios. Hasta hace poco tiempo, la
guerrilla antifranquista ha sido una gran desconocida para la mayoría de los
españoles. Además, los primeros investigadores que se acercaron a ella, por lo
general militares franquistas, tremendamente sectarios, lo hicieron para
descalificarla, aunque esto sirvió de revulsivo para que algunos historiadores
se interesaran por su estudio, como ha sido mi caso.
-Y eliges la
zona centro y Extremadura, cuéntanos…
-Elijo esta zona porque al margen de ser la guerrilla toledana muy
poco conocida, el vivir en Talavera de la Reina (Toledo) me ha permitido
entrevistar a muchos vecinos de localidades de las comarcas de la Jara y de los
Montes de Toledo, que de muy diferentes maneras estuvieron relacionados con la
guerrilla o que se vieron afectados por su existencia. De hecho, de Aldeanueva de San Bartolomé, un pueblo cercano a Talavera,
se fueron más de una veintena de hombres a la sierra, entre ellos Jesús Gómez
Recio “Quincoces”, uno de los impulsores de la 1ª
Agrupación Guerrillera del Ejército de Extremadura-Centro, que para el PCE
debía ser el modelo a seguir en los otros territorios guerrilleros. En este
pueblo iniciamos nuestra investigación sobre la guerrilla toledana
entrevistando a familiares de “Quincoces”, a
guerrilleros y a enlaces. A partir de aquí, nos pusimos a recomponer el mundo
de la guerrilla, no solo con la documentación de los archivos, sino también con
la utilización de la historia oral. Sin la utilización de este método de
investigación histórica se escapan muchos detalles para abordar el mundo de la
guerrilla en profundidad. A partir de “Quincoces” y
de la guerrilla toledana fuimos ampliando el estudio al espacio geográfico
relacionado con ella: Ciudad Real, Cáceres, Badajoz, Ávila y Madrid, donde nos
encontramos a guerrilleros tan importantes como “Cuquillo”, “Chaquetalarga”, “Manco de Agudo” o “Severo Eubel de la Paz”, entre otros muchos.
-¿Qué
diferenciaba a los guerrilleros de estas zonas, como la zona centro y la de
Extremadura, respecto a la guerrilla de la zona de Levante y Aragón?
-Cuando se creó la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón, en
agosto de 1946, la guerrilla toledana y del norte de Badajoz prácticamente
estaba aniquilada. Una cuestión clave
que las diferencia de manera evidente es la organización política y militar,
que es bastante mejor en el AGLA que en la guerrilla del centro de España.
Disponían de mejor armamento, campamentos, infraestructuras, medios de propaganda
y recursos económicos. El AGLA tuvo, asimismo, más efectivos y mucho más
combativos.
También hay diferencias en cuanto al papel desempeñado por las mujeres
en la guerrilla. Así, mientras que en el AGLA solo hubo cuatro mujeres, que al
ser descubierta su labor de enlace se fueron al monte en 1949, en la zona
centro, donde estuvieron presentes desde 1940, fueron más de una docena, a
pesar de no estar permitida su presencia en el monte por parte de los
dirigentes comunistas.
-¿Cómo era
la vida de los huidos cuando todavía estaba la guerra en todo su apogeo?
-Al principio solo buscaban la mera supervivencia: ser invisibles,
como me dijeron los hijos de “Quincoces” y algunos de
sus primeros enlaces en la zona. Sabían perfectamente que si la Republica, con
casi un millón de hombres en armas había perdido la guerra, era muy difícil,
que sin ayuda exterior, unos cuantos hombres con algunas escopetas y pistolas y
sin apenas medios, pudiesen acabar con la Dictadura. Así, José Manzanero,
secretario regional del PCE en Extremadura, tras escaparse de la cárcel y
refugiarse en las sierras de Toledo y Ciudad Real, intentó en 1940 con otros
militantes comunistas llegar hasta la frontera francesa, pero hubo de regresar
a los Montes de Toledo. De los seis huidos que lo intentaron, dos se quedaron
en el camino: Francisco González Rebollo y Julián Muñoz. También “Quincoces”
y buena parte de los huidos de la zona de Toledo, noroeste de Ciudad Real y
norte de Badajoz intentaron en abril de 1941 escapar a América vía Lisboa, pero
solo lo consiguió uno, al ser muy perseguidos por la policía salazarista. Los otros huidos debieron regresar a las
sierras de las que habían partido. Es
decir, los huidos conocían bien la realidad política española y sabía que los
medios que en esos momentos tenían para combatir la Dictadura eran irrisorios.
Querían vivir y eso es lo que buscaban por encima de todo. Cuando no contaban con familiares o enlaces
suficientes que les proporcionasen los víveres y pertrechos necesarios para
resistir en la sierra, estaban obligados a exponerse y entonces debían llevar a
cabo operaciones económicas, realizar secuestros, asaltar a feriantes…
-¿En qué
zonas del centro o de Extremadura se dieron más movimientos de huidos?
-En las zonas montañosas que hay entre las provincias de Toledo y
Ciudad Real hubo algunos soldados republicanos que decidieron no entregarse a
las autoridades franquistas, por temor a ser fusilados. Entre estos se
encontraban Eugenio Sánchez “El Rubio de Navahermosa”
y Braulio García “El Comisario”, que en poco tiempo, por su carisma, fueron
capaces de tejer una amplia red de enlaces. Algunos de estos enlaces, al ser
descubiertos, engrosaron las filas de los huidos, que pronto llegaron a ser más
de una treintena, a los que se fueron sumando aquellos que se escapaban de la
cárcel, como fueron los casos de “Quincoces” y su
hermano “Quijote”. Así, la bola de nieve fue creciendo y creciendo,
extendiéndose también por las zonas boscosas de La Jara. En Extremadura hubo huidos en las sierras de
la comarca de La Siberia y en el valle de Tejuvieda,
así como en las comarcas cacereñas de Los Ibores y
Las Villuercas.
Entre los huidos extremeños pronto destacaron Joaquín Ventas “Chaquetalarga” y Honorio Molina “El Comandante”, que se
escaparon de la cárcel de Herrera del Duque. También tendrían importancia en
las sierras de Casas de Don Pedro y Navalvillar de
Pela los huidos Santiago Mijarra y Valentín Jiménez “Savina”,
que lideraron una amplia partida compuesta por huidos de la zona.
-¿Qué significaba ser huido?.
No todos se hicieron guerrilleros, pero sí muchos…
-Muchos huidos se quedaron por el camino, pues en la zona centro
fueron presas fáciles para las fuerzas represivas, muy reforzadas por el
régimen. Como decía anteriormente, solo buscaban la supervivencia o sobrevivir.
Está claro que tenían ideología, de ahí que fuesen denominados “huidos rojos” o
“huidos marxistas”, pero muchos, tras escaparse de la cárcel o de no entregarse
a las autoridades franquistas, esperaban a que la situación política mejorase y
a que las tropas fascistas fuesen derrotadas por los ejércitos aliados y por
los soviéticos. Desde el principio vincularon su suerte al resultado final de
la Segunda Guerra Mundial en curso, de ahí que el punto de inflexión fuese la
derrota en Stalingrado de los ejércitos alemanes en febrero de 1943. A partir
de entonces sí que hubo esperanza en las sierras españolas, en las que durante
dos años eclipsaría al pesimismo que había reinado hasta entonces.
-¿Se podría
hacer una especie de “retrato” del huido?; ¿y del guerrillero?
-Como decía anteriormente, el huidos buscaba básicamente sobrevivir,
que no era poca cosa en aquellos tiempos, mientras que el guerrillero, ya
encuadrado en una Agrupación, con organización política y militar, rompe con la
anterior pasividad de las partidas de huidos, por lo menos en teoría, y debía
pasar a la ofensiva para acabar con el franquismo. Antes los huidos se juntaban por afinidad
vecinal, amistad, estrategias…, algo que cambia con la creación de las
agrupaciones guerrilleras. El
guerrillero aceptaba la disciplina militar, su encuadramiento en una estructura
jerarquizada, cosa que antes no ocurría. Pero la disciplina fue una signatura
muy difícil de introducir entre los huidos, convirtiéndose en un verdadero
quebradero de cabeza para dirigentes como Jesús Bayón “Carlos”, jefe de la
Agrupación de Extremadura-Centro, que en una carta a la dirección comunista en
Madrid reconocía que era complicado convertir a los huidos en guerrilleros de
la noche a la mañana. La constitución de
las diferentes agrupaciones guerrilleras por toda la geografía española supuso
un salto cualitativo en la lucha antifranquista, multiplicándose desde entonces
la toma de pueblos, los secuestros, las operaciones económicas, los sabotajes
de las infraestructuras, los controles de carreteras, la elaboración de
propaganda…Pese a este cambio tan significativo y evidente, la Guardia Civil se
empeña en afirmar que no había encontrado diferencias entre el proceder de los
huidos y el de los guerrilleros.
-Tenían que
producirse unos cambios muy agudos para pasar de ser un huido a un guerrillero,
como dices en el libro, una verdadera metamorfosis y en todos los sentidos..
-Para que se produjese esa metamorfosis, para pasar de huido a
guerrillero fue esencial el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. De hecho,
José Manzanero, que estaba escondido en una casa de seguridad en su pueblo,
Villa de Don Fadrique, tras el desembarco aliado de
Normandía, abandonó su escondite y regresó a la sierra, ahora sí con objetivos
guerrilleros. La labor desempeñada por el PCE fue esencial para que se
produjese esta conversión de huidos a guerrilleros pues les dotó de un objetivo
político común: acabar con el fascismo. Para ello se tenían que organizar
política y militarmente y abandonar la actitud pasiva mantenida hasta entonces.
Se creía, en buena lógica, que ahora sí que llegaría la ayuda de las
democracias europeas y norteamericana. La mayoría de los guerrilleros y enlaces
a los que hemos entrevistado lo tenían muy claro: los aliados se habían
comprometido a “no dejar un reducto fascista en el mundo” y también sabían que
sin esa ayuda extranjera no era posible acabar con la dictadura franquista.
Pero las cosas no fueron luego así, como por desgracia bien sabemos. Los
aliados prefirieron un gobierno fascista débil en su flanco sur a la posible
instauración de una República socialmente avanzada en España. Durante los meses de abril y mayo de 1945
hubo un continuo goteo de nuevos guerrilleros a las sierras del centro de la
península, pero cuando a los pocos meses no se produjo la ansiada intervención
aliada en España, las decepciones fueron enormes y las deserciones abundantes,
perdiéndose con ello toda posibilidad de cambio político en nuestro país.
-¿Cuál fue el
papel de la mujer huida, pero sobretodo de la que ayudó a la guerrilla o de la que , literalmente, formó activamente parte de ella?
-Como enlaces el papel de las mujeres fue esencial. Se calcula que entre
el 20 y el 40% de los colaboradores de la guerrilla fueron mujeres. Algunas de
las guerrilleras que se fueron a la sierra lo hicieron en compañía de su
familia, como fueron los casos de Asunción Méndez Jaramago, Casimira Álvarez
“Jopa” o Elisa Paredes “Golondrina”; otras lo hicieron porque en ella estaban
sus maridos o sus novios, como ocurrió con Saturnina González, Josefa Gómez “Mariselva”, Daniela Barroso “Madroña”,
Rosa Parrilla “María Luisa” o Victoria Cita.
En la sierra su papel fue secundario. El cambio que la República había
tratado de introducir en la sociedad, potenciando la educación de la mujer y su
participación política con el derecho al voto, no había calado por falta de
tiempo entre las mujeres que habitaban en las ciudades y menos aún en el mundo
rural, más conservador. Las mujeres no
participaban en las operaciones de abastecimiento, ocupación de pueblos,
secuestros, ni en la elaboración de la propaganda. No conocían a los enlaces y
se las apartaba de la toma de decisiones políticas. Luego estaba el problema
añadido de los niños nacidos en la sierra, que en la zona centro fueron casi
una decena. Además, tampoco los guerrilleros veían bien la presencia de mujeres
en la guerrilla, pues añadía un nuevo problema a los muchos que ya tenían: la
rivalidad sexual.
-¿Cuáles
fueron las Agrupaciones más activas que “se echaron al monte” y escogieron la
lucha guerrillera para hacer frente al franquismo?
-En esa especie de reino de taifas que fue la guerrilla
antifranquista, donde apenas hubo conexiones de unas agrupaciones con otras, la
que llevó la voz cantante fue el AGLA, más combativa y
mejor armada, en permanente contacto con los dirigentes comunistas asentados en
Toulouse (Francia). Después, tal vez la Agrupación Guerrillera de Málaga-Granada,
que alcanzó su cenit cuando la guerrilla del centro ya había sido derrotada.
-La lucha de
muchos y muchas de estos y estas guerrilleras era: ¿Hacer frente al franquismo
para sobrevivir?
-Como huidos sí, como guerrilleros ya tuvieron un objetivo político
muy claro y concreto como era acabar con la Dictadura, aunque este duró poco,
al ver que una vez que Hitler y Mussolini habían sido derrotados, su aliado
Franco permanecía, contra todo pronóstico, en el poder. José Manzanero, jefe de
la Agrupación Guerrillera de Toledo, de nuevo lo tuvo claro: en agosto de 1945
disolvió su Agrupación y se ocultó en una casa de seguridad, a la espera de
poder huir de España, oportunidad que se le presentó en 1949, cuando consiguió
atravesar la frontera francesa. A primeros
de 1946, pese a las reiteradas consignas del PCE, la mayoría de los integrantes
de la Agrupación Extremadura-Centro tenían asumido que habían vuelto a perder
la partida contra el fascismo, pues sin el apoyo de las democracias
occidentales era imposible acabar con la Dictadura.
-Antes que
ser presas de la represión, más valía echarse al monte y luchar con todo, ¿no?;
pero si no la sufrían ellos directamente las autoridades franquistas podían
volcar su odio represivo con sus familias, ¿no?
-La ausencia de una política de inserción de los vencidos en la
sociedad y la dura y constante represión franquista fueron las causantes del
fenómeno de los huidos, como ya hemos mencionado. En los pueblos quedaban sus
familias, que serán muy castigadas, restringiéndose al máximo su actividad
económica por los falangistas y caciques de turno. Así, a la familia de “Chaquetalarga” los militares franquistas le quitaron
algunas tierras y ganado, y una prima suya sería fusilada, acusada de ser su
enlace. A Santiago Mijarra y Julián Arroba, de Casas de Don Pedro, les
fusilaron a sus esposas, Cecilia Emilia García Rubio –que estaba embarazada- y
Petra Eloísa Talaverano, cuando no pudieron matarles a ellos, pues se escaparon
instantes antes de que un pelotón les fusilase. Algunos familiares de estos dos
huidos también serían asesinados y otros molidos a palos y torturados, al
margen de perder parte de sus bienes y enseres. También Ciriaca
Estruel fue fusilada públicamente en Fuenlabrada de
los Montes. Tenía 77 años. El delito que había cometido: su hijo Juan Aldana Estruel “Patato”, se había
escapado de la cárcel de Herrera del Duque (Badajoz) y andaba huido por el
valle de Tejuvieda. También sería fusilada Bonifacia Gallardo, madre del huido Valentín Jiménez “Savina”, de Navalvillar de Pela.
Son solo algunos de los muchos ejemplos que se podrían poner de las enormes
penalidades que padecieron las familias de aquellos que por diferentes motivos
osaban enfrentarse a la dictadura de general Franco.
25997
Mujeres y hombres de
la sierra: La guerrilla antifranquista en la Siberia extremeña y la Jara
toledana (1939-1950).
Benito Díaz Díaz y José Ignacio Fernández Ollero
357 páginas 16 x 23,5 cms.
15,00 euros
Colectivo Arrabal
Después de varios años
de investigación en archivos públicos y privados, y decenas de
entrevistas con testigos de los hechos, se presentan al público grandes
novedades en el campo del estudio del maquis.
Se explican las causas de la aparición del fenómeno de los huidos, españoles
que, al término de la Guerra Civil, huyeron al monte para escapar de la
revancha sangrienta de los vencedores. La Dictadura los arrinconó en la
categoría de "bandoleros" y lanzó contra ellos a las fuerzas
represivas, que actuaron sin piedad en los campos y pueblos de la zona
referida. Los efectos colaterales fueron devastadores. Se presenta el caso de
los huidos Valentín Jiménez Gallardo "Sabina" y Santiago Mijarra
Gallego "El Guerrillero" como paradigma de vidas de luchadores truncadas
por la represión.
Por otra parte se hace hincapié en el papel de las mujeres en la organización
del maquis, como enlaces o como miembros de partidas. La supervivencia y la
vida cotidiana de huidos y guerrilleros en la sierra hubiera sido aún más difícil
sin la labor abnegada de los enlaces, de los cuales presentamos también casos
heroicos. Se aportan precisiones de la biografía, pasión y muerte de Elisa
Paredes Aceituno "Golondrina", campillana
que huyó a la sierra en enero de 1945, que murió en 1950 en una labranza
cercana a Minas de Santa Quiteria y fue enterrada en
el cementerio de Sevilleja de la Jara.
En un apartado esencial de la obra se intenta seguir el rastro a lo largo
de los años de los niños nacidos en la sierra de madres guerrilleras, que
fueron abandonados por sus padres para asegurar su supervivencia. Años después,
al salir de la carcel, iniciaron la búsqueda
para reencontrarse con ellos.
http://blogdejoseignaciofernandez.blogspot.com.es/2017/06/mujeres-y-hombres-de-la-sierra.html
El pasado viernes, 30 de junio, se presentó en la Biblioteca José Hierro, de
Talavera de la Reina, Mujeres y hombres de la sierra. La guerrilla
antifranquista en la Siberia extremeña y la Jara toledana (1939-1950), de
Benito Díaz Díaz y José Ignacio Fernández Ollero;
Doctor en Historia el primero, con un importante bagaje en la investigación de
este duro periodo de la historia de España, y filólogo e investigador, el
segundo, también especializado en la lucha antifranquista en la posguerra.
El libro,
editado por el Colectivo Arrabal —dedicado al estudio e investigación de la
historia de Talavera y sus antiguas tierras desde hace veinte años—, cuenta con
un prólogo del Doctor Juan Atenza, y un importante
material gráfico que refuerza su contenido.
Benito Díaz Díaz ya tiene en su haber varios libros dedicados a la
guerrilla española —quizá el más importante, La guerrilla antifranquista en
Toledo. La primera Agrupación guerrillera del ejército de Extremadura-Centro—,
así como numerosos artículos en diversas revistas especializadas. Podría
pensarse, por tanto, que después de tanta literatura sobre el asunto poco más
puede aportarse al respecto, y que el libro que aquí se comenta es sólo
redundancia. Nada más lejos de la realidad. Este trabajo comienza con un
exhaustivo estudio geográfico de la zona que abarca: intrincadas sierras que
permitieron y facilitaron la ocultación y movimientos de los huidos, y continúa
con un gran número de testimonios de personas implicadas en los hechos que se
narran: guerrilleros, enlaces, familiares, guardias civiles..., de modo que el
lector puede darse una idea muy aproximada de aquellos años y de las desgracias
que les tocó vivir a unos jóvenes que, perdida la guerra, y la mayoría de las
veces en razón de la simple supervivencia, se "echaron al monte" y
combatieron en una lucha desigual y perdida de antemano. Así mismo, para este
trabajo de investigación los autores han consultado multitud de causas y
expedientes e indagado en registros civiles y archivos históricos; todo ello
para poder plasmar y describir espeluznantes hechos y vejaciones,
heroicidades y miserias de aquellos involuntarios protagonistas de la historia
que a ningún lector dejarán impasible.
Como
aportación esencial respecto a trabajos anteriores, el libro recoge el
importante papel de la mujer en la sierra y las dificultades particulares que
estas tuvieron que afrontar, dada su condición, frente a los hombres; la
mayoría de las veces ocupadas de asuntos de intendencia (cocina, lavado de
ropa), tareas de enlace y, raramente, protagonistas de acciones guerrilleras.
El trabajo
se cierra con un último capítulo de "Conclusiones" que resume y
concreta el desarrollo de este importante libro, bien escrito y documentado,
que servirá a quienes se aproximen a él a conocer más de este tiempo oscuro de
la historia de nuestro país por el que, ojalá, ningún español más tenga nunca
que volver a pasar.
https://antonio-del-camino.blogspot.com.es/
¿Cuál fue el papel de
la mujer en la lucha guerrillera?
- Benito Díaz y José Ignacio Fernández
nos adentran en la guerrilla antifranquista en la Siberia extremeña y la Jara
Toledana
- De casi 6.000 guerrilleros que hubo en España, apenas 100 fueron mujeres y la
gran mayoría se concentró en la sierra extremeña, Ciudad Real y Toledo
‘Mujeres y hombres de la sierra. La guerrilla antifranquista en la Siberia
extremeña y la Jara toledana (1936-1950)’. Este es el título del libro que han
publicado Benito Díaz Díaz y José Ignacio Fernández
Ollero. Un trabajo en el que se presentan al público “grandes novedades en el
campo del estudio del maquis”, tal y como explica Fernández Ollero.
Un trabajo que han llevado a cabo después de varios años de investigación en
archivos públicos y privados, y decenas de entrevistas con testigos de los
hechos. “La idea es de mi compañero, de estos temas ya he escrito varios libros
pero José Ignacio me preguntó que por qué no escribíamos algo relacionado con
la mujer en la Sierra”, explica Benito Díaz. Precisamente, tal y como apunta,
José Ignacio Fernández, el papel de la mujer es una de las principales
novedades que se presentan sobre este movimiento.
Entre otros asuntos, se explican las causas de la aparición del fenómeno de los
huidos, españoles que, al término de la Guerra Civil, huyeron al monte para
escapar de "la revancha sangrienta de los vencedores". “La Dictadura
los arrinconó en la categoría de bandoleros y lanzó contra ellos a las fuerzas
represivas, que actuaron sin piedad en los campos y pueblos de la zona
referida. Los efectos colaterales fueron devastadores”, apunta Fernández Ollero
en su blog ‘Paisaje vivido del sur de la Jara’.
360 páginas que se centran especialmente en la Siberia Extremeña “porque se
había tocado pero no con la profundidad con la que se ha hecho ahora”, señala
Díaz, profesor de Historia en la Universidad de Castilla-La Mancha. Pero si por
algo destaca este libro es porque se hace hincapié en el papel de las mujeres
en la organización del maquis, como enlaces o como miembros de partidas.
“Donde más mujeres hubo fue en la Sierra bien como compañeras sentimentales o
bien porque fueron acompañando a sus padres, cosa que no ocurrió en otros
lugares de la geografía española en las que hubo también guerrilla”, explica
Díaz. “El papel de estas mujeres fue muy secundario, se dedicaban
principalmente a limpiar la ropa o a hacer la comida. En general un papel
auxiliar ya que no participaban en ninguna acción”.
De casi 6.000 guerrilleros que hubo en España apenas cien fueron mujeres, y de
ese número, un gran porcentaje se concentró en las sierras extremeñas, en
Ciudad Real y en Toledo. “Casi todas ellas tuvieron hijos pero por regla
general eran abandonados a la semana. Se los entregaban a cabreros y éstos se
los llevaban a los alcaldes de los pueblos, por si algún día los guerrilleros
querían recuperarlos”, explica Benito Díaz.
La supervivencia en la sierra de huidos y guerrilleros hubiera sido aún más
difícil sin la labor abnegada de los enlaces, de los cuales este libro presenta
también casos heroicos, señala Fernández Ollero.
“Es un libro un poco erudito porque nuestra profesión nos hace ajustarnos a la
fuentes e intentamos demostrar que aquello que decimos se puede comprobar”,
señala Díaz. “Queremos que se sepa qué fue lo que paso. Hay gente que intenta
dulcificar el franquismo y aquí queremos demostrar que este régimen fue duro y
represivo”.
http://www.eldiario.es/clm/papel-mujer-lucha-guerrillera_0_659334913.html
ÍNDICE
PRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
PRÓLOGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
CAPÍTULO I
ANTECEDENTES DEL CONFLICTO:
GUERRA CIVIL Y REPRESIÓN DE LOS VENCIDOS
1. El medio físico y humano . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
■ La construcción del pantano de Cijara y el auge de la concienciación obrera
. . . . . . . 34
2. Inicios de la Guerra Civil en La Jara y la Siberia .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
■ La columna del socialista Orencio
Labrador Maza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . 41
3. El final de la guerra: la vuelta a casa de los republicanos
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
■ El castigo a los vencidos: la justicia al
revés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
■ De la cárcel convento de Herrera del Duque a
la de Santo Domingo de Mérida . . . . . 62
CAPÍTULO II
ECHARSE AL MONTE: LA LUCHA POR LA SUPERVIVENCIA
DE LOS “HUIDOS ROJOS”
1. Los primeros huidos en las sierras del centro peninsular . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . 73
■ Una buena red de colaboradores de los huidos:
la base de aprovisionamiento
de Tejuvieda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
■ La aparición en escena del represor Manuel
Gómez Cantos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
88
■ Un doble asesinato cometido por los huidos en
Herrera del Duque . . . . . . . . . . . . . . . 93
2. La odisea de Valentín Jiménez “Sabina” y Santiago Mijarra “El Guerrillero” .
. . . . . . 97
■ La sierra o la muerte: la tragedia de
Valentín Jiménez “Sabina” . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
■ Integración de las partidas de Valentín
Jiménez “Sabina”
y de Santiago Mijarra “El Guerrillero” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . 109
■ Ocho vidas por una traición: la deserción de
“Petenero” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. 119
■ Represalias por el desastre de Los Naranjos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . 123
■ Un pacto contra natura de los huidos con el
teniente coronel Gómez Cantos . . . . . . 132
3. Muerte de dos huidos solitarios en Minas de Santa Quiteria
(Toledo) . . . . . . . . . . . . . . 145
4. La lucha contra la resistencia antifranquista: las contrapartidas
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
■ Estragos de los falsos huidos y guerrilleros:
robos y asesinatos de campesinos . . . . . 158
■ Pablo Carballo, testigo involuntario de un
fusilamiento en masa . . . . . . . . . . . . . . . . 163
■ El asesinato de Reyes Muñoz “Tomicero” en Herrera del Duque . .
. . . . . . . . . . . . . . 167
■ La cena fallida de la Nochebuena de 1941 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . 169
■ Otros robos y engaños de las fuerzas
represivas sobre niños y jóvenes . . . . . . . . . . .
. 172
CAPÍTULO III
METAMORFOSIS EN LA SIERRA DE ALTAMIRA:
DE HUIDOS A GUERRILLEROS
1. La puesta en marcha de la Agrupación Guerrillera de Extremadura
. . . . . . . . . . . . . . . . 179
■ La incorporación a la guerrilla de Nicolás
García “Perdiciones” . . . . . . . . . . . . . . . . .
187
■ Los asesinatos de Blas y Salomón Calero . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191
■ Un nuevo guerrillero en la sierra: Juan
Francisco Benítez Ramiro “Benítez” . . . . . . . 193
■ Entrega de Aquilino Calvo Sánchez “Maestro” o
“Colorao” y destrucción de la base
de Tejuvieda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196
2. El salto a la sierra de la joven Elisa Paredes “Golondrina”
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
■ La tragedia de la familia de “La Golondrina”:
el asalto guerrillero a
Puerto Rey (Toledo-Cáceres) . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205
■ “La Golondrina”: de la sierra de Altamira a
la comarca de la Vera y a la sierra de Gredos 210
3. El fracaso de la guerrilla en la zona centro . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213
■ Las expectativas frustradas de la guerrilla
en la Siberia y la Jara . . . . . . . . . . . . . . . . 213
■ La entrega de Práxedes Paredes y de su hijo “Gorillo” . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . 218
■ Las muertes de los luchadores antifascistas:
“Quijote”, “Carlos”, “Quincoces” . . . . . 220
■ El final de Germán Paredes “Comandante
Arribas” en la sierra de Gredos . . . . . . . . . 225
4. La expulsión de la guerrilla del díscolo “Cuquillo” . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . 230
■ Dos buenos enlaces de “Cuquillo” y
“Golondrina”: Benito de Santos
y Ascensión de Paz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239
5. Los restos del naufragio: el final de la partida de “Veneno” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247
CAPÍTULO IV.
EN ARMAS CONTRA LA DICTADURA:
GUERRILLERAS EN LAS SIERRAS DEL CENTRO DE ESPAÑA
1. Mujeres antifranquistas en las sierras: contraviniendo al PCE
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 255
■ Guerrilleras con armas: escopetas contra la dictadura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
259
2. El papel de las mujeres en la guerrilla antifranquista .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 276
■ El protagonismo de las mujeres como enlaces
del maquis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
282
■ Las controvertidas relaciones sexuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . 289
■ Los niños de guerrilleras nacidos en la sierra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . 293
■ Los dos niños entregados en Las Navas: una
extraña circunstancia . . . . . . . . . . . . . . 296
■ Los hijos de Paula Rodríguez y Víctor Roque
“Miguelete” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 308
3. Muerte de “La Golondrina”: cuatro vidas por una traición .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 318
■ Elisa “Golondrina” no estaba embarazada
cuando murió acribillada . . . . . . . . . . . . . 334
■ El precio de una traición: ascensos y 25.000
pesetas de recompensa . . . . . . . . . . . . . 337
■ Repercusiones de las cuatro muertes en Minas
de Santa Quiteria . . . . . . . . . . . . . . . . 340
CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 345
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