La Librería de El Sueño
Igualitario
-¿Cómo, en términos generales, veis el papel que
jugaron los Brigadistas Internacionales?
-Los
Brigadistas fueron un elemento importante en la guerra de España contra el
fascismo, no solo por su participación en los combates, sino por lo que
significaron: fueron los visionarios que
anticiparon la amenaza del nazi-fascismo contra los derechos ciudadanos y las libertades;
republicanos genuinos, que defendieron las instituciones legítimas y
democráticas del Estado español; sindicalistas, humanistas, socialistas,
comunistas y progresistas que apoyaron la abolición de las esclavitudes
vigentes en los campos y las ciudades de España, implantadas y defendidas por
las jerarquías monárquicas, militares y religiosas. Más allá de la guerra, fueron seres
comprometidos con la libertad, la democracia y la justicia.
-Y, en particular, “los que vinieron a defender la
II República desde América Latina”.
-Los
latinoamericanos, además, conformaron una especie de Band of Brothers unidos en el compromiso
anti-fascista, pero también interesados en sobrepasar experiencias comunes
desde las guerras de independencia americana:
caudillismo, inestabilidad política, desigualdad social,
intervencionismo extranjero, colonialismo económico… La España republicana representaba una nueva
imagen del gobierno –en la frase de Lincoln:
“del pueblo, para el pueblo y por el pueblo”- que no existía en
Latinoamérica.
En el
caso de los caribeños, pudieron superar las heridas del régimen colonial y
colonialista español contra nuestros pueblos hasta fines del siglo XIX, como la
restauración en la República Dominicana (1860-1862), los “compontes” –persecución
y torturas- en Puerto Rico (1887) o los campos de concentración en Cuba
(1895-1898). A escasas décadas de que
nuestras islas se hubiesen liberado del régimen abusivo de la Monarquía
española, nuestros compatriotas supieron distinguir la nueva era que representaba
la República y la apoyaron.
-Os centráis, como es natural por vuestra
procedencia, en Puerto Rico. ¿Qué
encontrasteis de particular en la lucha por la defensa de los valores de la II
República de estos puertorriqueños?
-Los
puertorriqueños que respaldaron activamente la República –como periodistas,
propagandistas o soldados- estuvieron también involucrados en la lucha por la
independencia de Puerto Rico; es decir:
con la eliminación del nuevo colonialismo norteamericano y la creación
de nuestra propia República. Entre
ellos, hubo poetas, maestros, sindicalistas, liberales, comunistas,
católicos… Su defensa de los valores de
la II República fue una manera de concretar una idea que afirmara los valores
de la futura República de Puerto Rico.
-¿Cómo ha sido el trabajo de
documentación, recopilación, metodología de trabajo y demás para poder
construir estos dos libros, formato cuaderno?
-La
investigación, la búsqueda, ha sido difícil en parte, porque los protagonistas
han desaparecido; porque pocos de ellos dejaron testimonios escritos u otra
documentación; porque su condición de republicanos, comunistas,
independentistas, sindicalistas, etc., los hace “incómodos” aun para algunos de
sus familiares; y porque en Puerto Rico la Historia es una disciplina
menospreciada. Por ejemplo: la Historia nacional solo se enseña durante
un semestre de la escuela secundaria y cuidando de no criticar nuestra
“particular relación” con los Estados Unidos.
Para muchos estudiantes (y profesores) es solo una retahíla de nombres y
fechas sin conexión alguna con la realidad actual.
En mi
caso, tuve la suerte de nacer y educarme en un pueblo que ha producido muchos
“nombres y fechas” importantes, incluso maestros valientes y varios
brigadistas: Cabo Rojo, en el suroeste
de Puerto Rico. Además, conocí a dos
ancianas (una murió a los 99 años y la otra aun vive, lúcida, a los 97) que
fueron condiscípulas de algunos brigadistas, conservaron sus recuerdos y los
compartieron conmigo. A esto añadí mis
propios recuerdos familiares para recrear las primeras décadas del siglo XX en
mi pueblo, como caldo de cultivo de los brigadistas, en los folletos sobre los
hermanos Carbonell Cuevas (En mi
casa falta un cuerpo y El Cabo Rojo
de los Carbonell, introducción al ensayo de José
A. Ortiz Carrión Los Hermanos Carbonell Cuevas: Un
tributo de sangre puertorriqueña por la libertad; ambas publicaciones de
2014).
-Los hermanos Carbonell
fueron un ejemplo de entrega por el auténtico ideal, por las ideas de igualdad,
fraternidad, solidaridad…
-Estos
hermanos fueron tres de los –hasta ahora- cinco brigadistas nacidos en Cabo
Rojo. Provenían de una familia pudiente
y de renombre. El mayor, Pablo, tenía ya
tres hijos y trabajo; y era militante socialista y sindicalista. Jorge estudiaba Medicina en Madrid; y el
menor, Víctor Antonio, comenzaba estudios de ingeniería. Pudieron haberse dedicado a sus carreras y
sus familias, y asegurarse un futuro próspero en lo económico y lo profesional. Como ciudadano de los EE.UU., Jorge pudo
haber salido de España para continuar la carrera en otro país, y convertirse en
un médico distinguido y rico, como tantos otros; pero optó por volver a España,
a la guerra y a la muerte.
-Aunque no eran, de entrada, los “típicos
activistas políticos”…
-No se
paseaban por el pueblo gritando consignas ni buscando puestos de liderato en
ninguna organización, pero eran activistas por su propia opción y por tradición
familiar. Los Carbonell
se habían involucrado en la política local y nacional desde mediados del siglo
XIX, y algunos sufrieron persecución del régimen español. Pablo, sobre todo, militó en grupos
socialistas progresistas, críticos del régimen colonial, del burocratismo
sindical y de la corrupción.
-La batalla de Teruel, la Batalla del Ebro… Los dos hermanos Carbonell
Cuevas dejaron su vida en dos de las batallas más emblemáticas.
-Esa fue
otra muestra de que su compromiso anti-fascista era genuino. Jorge, por ejemplo, tuvo sus primeras
experiencias en combate entre julio y diciembre de 1936; volvió a su Patria y
pudo haberse quedado apoyando la República en tareas menos riesgosas –dando
charlas, recogiendo dinero, etc.-. Como
pocos brigadistas, optó por regresar a España, acompañado por sus dos hermanos
y otro compueblano, Manuel Cofresí Ramírez. Todos estuvieron en España en la “primera
línea de fuego”. Pablo en Teruel y Jorge
en Tarragona, por entregarlo todo, entregaron hasta su vida.
-Hoy y ahora, desde la distancia, ¿cómo se vive o
se recuerda a aquella contienda desde Puerto Rico?
-En
Puerto Rico se recuerdan poco o nada hechos como la guerra de España, en parte
por el desinterés general en la Historia; y en parte, porque los protagonistas
sobrevivientes –Cofresí y Víctor Antonio- fueron
olvidados paulatinamente (el segundo se exilió en Nueva York por 35 años) y los
muertos resultaban un tema sumamente doloroso para sus familias.
Precisamente,
el compañero José A. Ortiz Carrión y yo creemos que estos cuadernos -y otros
escritos que se han publicado recientemente en periódicos de Puerto Rico- pueden
contribuir a rescatar esos acontecimientos, destacar el valor de quienes los
protagonizaron y combatir el olvido.
-¿Creéis que fue la primera gran batalla contra el fascismo en el siglo
XX?
-Quien
bautizó la guerra de España como “el ensayo general de la Segunda Guerra
Mundial” no se equivocó, como tampoco se equivocaron quienes combatieron en
ella para detener el crecimiento y la expansión del fascismo. Los mal llamados premature anti-fascists tenían muy clara la visión
del futuro inmediato: si el fascismo
vencía en España, arroparía Europa, como ocurrió. Sus detractores, que alegaron ser demócratas
neutrales o anti-comunistas en esta contienda -Churchill, Roosevelt,
Chamberlain, Joseph Kennedy, Preston Bush o Henry Ford- merecen un lugar junto
con Hitler, Mussolini, Franco y sus guardianes Krupp, Thyssen, Agnelli (Fiat), Porsche, March… Todos estos presuntos demócratas formaron la “panda
de canallas” que generó la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias.
-A vuestro entender, ¿se perdió aquella batalla
porque los países y Estados que decían abrazar la libertad, la fraternidad, la
igualdad, abandonaron a su suerte a la II República?
-Para
empezar, los oficiales y militares de experiencia apoyaron mayoritariamente a
los fascistas. Los milicianos y soldados
republicanos, así como la mayoría de los Brigadistas Internacionales, carecían
de preparación militar. La fragilidad
del gobierno republicano era evidente y fue incapaz de impedir o minimizar las
“sacas” de civiles de derechas, la quema de obras de arte solo por ser de tema
religioso y otros hechos que los enemigos de la República todavía destacan como
“el horror republicano” (por el contrario, los fascistas encubrieron muy bien
sus fechorías). Las sectas izquierdistas
dieron mayor importancia al purismo ideológico, las expropiaciones, los
nacionalismos, el protagonismo, los intereses particulares, etc., que a la
amenaza real e inmediata del fascismo, como lo demuestran las confrontaciones
entre anarquistas y comunistas dentro o fuera del Gobierno (el peor ejemplo,
trágico e infame: Barcelona en mayo de
1937).
La falta
de respaldos diplomáticos, de crédito internacional y de acceso a los mercados
de armamentos fueron otros elementos que contribuyeron a la derrota
republicana. No obstante, lo importante
no es enumerar las batallas o las razones por las que se perdió la guerra, sino
aprender de los errores para que no se repitan en la construcción de la III
República.
19972
Los hermanos Carbonell Cuevas. Un tributo de sangre puertorriqueña por la libertad. José Alejandro Ortiz Carrión. Introducción de Margarita M.
Asencio López
50 páginas 17 x 22 cms.
Club Caborrojeño del Área Metropolitana
_____________________________________________________________________
LA LIBRERÍA DE CAZARABET - CASA SORO (Turismo cultural)
c/ Santa Lucía, 53
44564 - Mas de las Matas (Teruel)
Tlfs. 978849970 - 686110069