La
Librería de Cazarabet Indignado
NOS HABLA DE LA GESTIÓN DEL AGUA, PERO TAMBIÉN DEL
TEMA DEL BERGANTES.
Presentamos, primero que nada a nuestro personaje
entrevistado…
Pedro
Arrojo Agudo nace
en Madrid en 1951, aunque se cría en Granada. Se traslada a Zaragoza en 1969 para seguir
los estudios de Físicas de los que se graduó en 1973. Es Doctor en Ciencias Físicas por la Universidad de Zaragoza mediante una tesis
doctoral en Mecánica de Fluidos. Ha desempeñado
igualmente en la Universidad zaragozana los cargos de Vicedecano de la Facultad
de Económicas y Empresariales, Delegado del Rector en el Centro de Cálculo y
Vicerrector.
Actualmente
es Profesor Titular del Departamento de Análisis Económico en Zaragoza. Su
investigación está centrada desde hace 15 años en la Economía del Agua
La Nueva Cultura del Agua es un concepto
lanzado desde los movimientos sociales desde Zaragoza, que ha cristalizado en
una fundación del mismo nombre: FNCA y de la que Pedro Arrojo es fundador. Los
objetivos de la Fundación son el fomento de iniciativas de I+D, educación,
cooperación para el desarrollo, defensa del medio ambiente relacionados con
el agua.
Arrojo define brevemente qué es la Nueva Cultura del
Agua:
"...se puede decir que
es aplicar al agua menos hormigón y más inteligencia y ver los ríos como algo
más que como corrientes de H2O. [...] Igual que ahora miramos un bosque y sabemos que es
mucho más que un almacén de madera, la nueva cultura del agua invita a mirar
los ríos y a entender que son mucho más que canales de H2O.[...] Un
ecosistema, además de agua que puede usarse para producir, es paisaje,
identidad territorial, identidad de los colectivos y comunidades sociales,
valores lúdicos y culturales, valores de vida... Y que a través de esos ríos se
articula vida en el continente y en los mares. Los ríos no se pierden en el
mar, fertilizan las plataformas litorales, y muchos peces del mar dependen de
los ríos. Y si hay playas es por la erosión de los ríos, así que las industrias
turísticas dependen también de los ríos. La cultura del agua es entender esta
complejidad de ecosistemas."
Arrojo
ha sido el primer español en recibir el Premio Goldman de Medioambiente en
la categoría Europa, por haber sabido conjugar su brillante currículo
científico y profesional con su compromiso social, desde la no violencia, en
favor del medio ambiente y del desarrollo sostenible; demostrándolo en su
lucha frente al Plan Hidrológico Nacional de 2001 presentado por
el segundo gobierno de Aznar, que finalmente no llegó
a realizarse.
El
premio, considerado por muchos como una especie de Premio Nobel del Medio Ambiente, se otorga anualmente a
seis personas de diferentes regiones del planeta, que se han distinguido por
sus actividades en favor de la conservación del medio ambiente.
Cazarabet conversa con Pedro Arrojo:
-Amigo, en estas preguntas nos
gustaría hablar de algo más que del Bergantes porque hablar del Bergantes es
hablar de otros muchos problemas con la gestión del agua como eje…por que el
agua se ha convertido en un negocio ¿nos puedes acercar los principales
argumentos, de manera breve, a nuestros lectores?
La presa de Calanda es una presa
de “materiales sueltos”, con una capacidad de 54 hectómetros cúbicos, que
empezó a construirse en 1975 y se concluyó en 1980. Una debilidad de este tipo
de presas radica en que si se desbordan, se desmoronan. Eso fue justamente lo
que ocurrió en 1982 con la presa de Tous. Como
consecuencia de este desastre se modificó la normativa de seguridad de presas,
con lo que Calanda, recién estrenada, quedó fuera de la nueva normativa. El
problema reside en que dicha normativa plantea prevenir las crecidas que
pudieran producirse en un periodo de 10.000 años. En un plazo tan desmedido, la
envergadura de esa posible avenida haría insuficiente la capacidad de
evacuación de los actuales aliviaderos, como ocurre con la mayoría de las
presas de materiales sueltos existentes en España. En este contexto, aunque la
CHE ha venido planteándose la posibilidad de regular el río Bergantes, aguas
arriba de Calanda, con una presa en Aguaviva, el proyecto no emergió a la luz
pública hasta mayo de 2013. La noticia levantó la alarma entre los vecinos de
Aguaviva,. que constituyeron la plataforma “El Bergantes no se toca”, logrando
con sus movilizaciones sensibilizar, no sólo a la comarca sino a buena parte de
la opinión pública aragonesa.
-Vamos a ver, seamos claros: ¿es el Bergantes el problema o lo es: la
presa de Calanda y el uso/abuso que se hace de la misma….porque no es ningún
secreto que esa presa es un negocio….y recordemos que no es de cemento
sino que de materiales sueltos…?
El problema radica en la
vulnerabilidad de la presa de Calanda. Sin embargo, la estrategia asumida por
la CHE se centra en regular las posibles crecidas aguas arriba, en lugar de
resolver esa vulnerabilidad de Calanda. Para ello, la CHE ha venido enfatizando
la pretendida necesidad de laminar las posibles crecidas del río Bergantes. Sin
embargo, teniendo en cuenta que esas crecidas también podrían proceder de la
cabecera del Guadalope, en la letra pequeña del proyecto de recrecimiento del
embalse de Santolea se explicita que, una vez se recreciera Santolea, sería
preciso hacer una reserva de laminación de avenidas de hasta 80 hm3. Hemos de
tener en cuenta que actualmente Santolea puede almacenar tan sólo 48 hm3, que
serían 111 hm3 si se hiciera el recrecimiento que estaba previsto hasta hace
poco. Por lo tanto, desde esta estrategia, y aunque la CHE se ha cuidado de no
explicar nada de todo esto a los regantes, en rigor, cada vez que haya amenaza
de gota fría, Santolea debería vaciarse completamente y aún así no se cumpliría
la norma oficial de seguridad para Calanda. Y si finalmente se recreciera, de los 111 hm3,
ochenta deberían dejarse vacíos ante cualquier aviso de gota fría … Por otro
lado, y como es bien conocido, esta estrategia de la CHE exige construir una
gran presa de 68 metros de altura sobre el Bergantes, lo que degradaría el
emblemático paisaje labrado por el río en las proximidades de Aguaviva y
afectaría gravemente la zona declarada Lugar
de Interés Comunitario – LIC,
protegida por la Directiva Hábitats de la UE.
Desde la Fundación Nueva Cultura
del Agua (FNCA), venimos planteando una estrategia alternativa, basada en
resolver la vulnerabilidad de Calanda, con lo que Santolea, recrecido o no, se
podrá dedicar íntegramente al regadío, y la presa de Aguaviva no sería
necesaria en absoluto.
En todo caso, desde mi punto de
vista, el problema no radica tanto en que Calanda sea una presa que albergue
oscuros negocios, sino en los intereses que puedan existir tras la idea de
desarrollar nuevas grandes presas, sobre la base de crear una alarma desmedida,
magnificando la vulnerabilidad de Calanda…
-Allá donde “entra” la avaricia del hombre, ¿se rompe cualquier
equilibrio sobre lo natural?
Cuando oigo hablar de déficits
estructurales de agua, aquí o allá, para justificar trasvases o nuevas grandes
presas, me pregunto si el problema será el déficit de agua o de excedentes de
ambición, generalmente de quienes más tienen…
Vivimos en el Planeta Agua, el
Planeta Azul, en el que si algo abunda es el agua. Ciertamente la diversidad
climática imperante genera paisajes húmedos y verdes, al tiempo que otros son
semiáridos o incluso áridos y desérticos. Pero aún así, en todos los
continentes, nuestros ancestros caminaron hasta encontrar un río o un lago en
cuyas orillas se asentaron; o bien lugares en donde alumbraron aguas
subterráneas suficientes para garantizar una vida digna e incluso próspera…
Obviamente, en la medida que hemos dispuesto de tecnologías más avanzadas hemos
ido aumentando nuestra capacidad para almacenar y extraer más y más agua de
nuestros ríos, para regar, ofrecer servicios de abastecimiento a pueblos
ciudades e industrias etc., en un legítimo afán por mejorar nuestro nivel de
vida. Desgraciadamente, desde ese afán de progreso, estamos desbordando ya los
límites de esta naturaleza que nos da la vida. En lo que al agua se refiere,
estamos quebrando la salud de nuestros ríos, de los que van desapareciendo los
peces y la vida que antes albergaban; contaminamos sus aguas y a menudo secamos
sus cauces, al tiempo que hemos arruinado miles de kilómetros de hermosas
playas fluviales, en las que antes la gente disfrutaba y se bañaba… Es tiempo
de reflexionar y de entender que este planeta y sus ríos no son más nuestros
que de nuestros hijos, de nuestras nietas o de quienes vendrán con el tiempo y
que nunca llegaremos siquiera a conocer. Tan sólo somos usufructuarios de estos
ríos y por ello debemos recuperarlos y dejarlos a nuestros descendientes como
nos los entregaron nuestros padres y abuelos… Podremos construir parques
acuáticos en Terra Mítica pero nunca un paisaje, un valle y un río tan
impresionantes como el que nos ha labrado el río Bergantes.
-¿Cómo es posible que una persona, con los conocimientos limitados sobre
estas materias vea que esto no es nada lógico y más teniendo en cuenta que ya
hay varios embalses en la zona y que los que deberían ser “expertos” como los
de la CHE llegan a consentir que se “divulguen” y se “propaguen estas
barbaridades”…?
Creo que se trata de visiones
diferentes, que deberían contrastarse. Vivimos tiempos en que las ideas de
Costa, revolucionarias en su época, deben renovarse para afrontar los nuevos
problemas ambientales, sociales y económicos del siglo XXI. Todo ello exige
contrastar los enfoques tradicionales que aún imperan en instituciones como la
CHE y esa Nueva Cultura del Agua, que al igual que el costismo
en su día, ha nacido en Aragón. Lo que agrava y a menudo envenena ese saludable
y necesario debate entre unas y otras visiones son los intereses de los
poderosos grupos de presión que se mueven en la sombra. En el caso del agua,
tradicionalmente han operado y operan, en la trastienda de las instituciones
públicas, poderosas empresas constructoras e hidroeléctricas, a las que se
unieron durante las pasadas décadas los intereses del ladrillo y de la
especulación inmobiliaria. Intereses, para colmo, que han alimentado discursos
políticos demagógicos, sobre la base del dinero de todos, prometiendo
trasvases, presas y nuevos regadíos, que a menudo acaban generando más costes
que beneficios …
-Ya os he dicho que aprovecharía esta conversación con la
Fundación Nueva Cultura del Agua para ir un poco más allá…por
ejemplo:¿por qué la CHE no se preocupa por los vertidos del aguas negras en
algunos tramos del Guadalope y consiente que , año tras año, se pague una
multa(ya sé que es irse un poco del tema), pero en contra programa un presa que
devastaría todo un “pequeño paraíso” como es todo el entorno del Bergantes…?.
Esta cuestión es en efecto muy
importante; y para nada te sales del tema… A finales de los 90 la UE avisó de
que todo el mundo debería prepararse para asumir la prohibición, por ley, de
verter los retornos urbanos sin depurar. Ante esta noticia la alarma cundió,
especialmente en los pequeños ayuntamientos. Pronto, la DGA ofreció su apoyo.
Sin embargo el pretendido apoyo consistió en proponer, e incluso en ocasiones
forzar, la cesión de las competencias municipales de saneamiento al Instituto
Aragonés del Agua, bajo el control del PAR (gobierne quien gobierne en la DGA).
Acto seguido, se pasó a privatizar este servicio por comarcas, dejando el
saneamiento de aguas. en la mayoría de las comarcas, en manos de las empresas
constructoras que venían operando en Aragón con la burbuja inmobiliaria. El
negocio que se ha montado nos está costando caro: en concreto 1,5 € por metro
cúbico depurado, en media, lo que supone diez veces más de o
que les cuesta el servicio a nuestros vecinos navarros y riojanos. Se han
sobredimensionado de forma escandalosa las depuradoras construidas (entre 7 y
10 veces mayores de lo necesario); pero sobre todo se construyen depuradoras
convencionales físico-químicas, intensivas, sumamente caras, aún en pequeños
municipios. Desde esta estrategia, se viene ignorando la recomendación del
CEDEX (el cuerpo de ingenieros del estado en Madrid) de promover tecnologías de
depuración extensivas en municipios de menos de 3000 habitantes. Tales tecnologías
vienen a costar quince veces menos que las depuradoras intensivas. Fabara, el pueblo rebelde en esta materia, a nivel de
Aragón (junto a algunos otros), ofrece un buen ejemplo al respecto. Se negó a
ceder sus competencias y buscó la colaboración de la Universidad Politécnica de
Madrid. La depuradora extensiva que instaló, ocupa 0,7 hectáreas y permite
atender una población de 3500 habitantes equivalentes. Su construcción costó
235.000 €, frente a los 2.400.00 € que habría costado la proyectada por la DGA;
y unos costes de funcionamiento de 13.000 €, frente a los 180.000 € anuales que
habría costado la depuradora proyectada por el IAA. Para colmo, en la medida
que reventó la burbuja inmobiliaria, los bancos que aportaban la financiación
de este oscuro negocio huyeron, con lo que el programa colapsó, quedando sin
construir buena parte de los cientos de depuradoras previstos en el Plan. Eso
ha pasado en la mayor parte de los pueblos del Bajo Aragón, Matarraña y otras
muchas comarcas. En los casos en que las depuradoras fueron licitadas, aunque
no construidas, los vecinos vienen pagando, y cara, una depuración de vertidos
que no se produce, como ocurre en el Pirineo. Y para colmo, los ayuntamientos
se ven obligados a pagar a la CHE el máximo canon de vertido, por no depurar
sus vertidos, aunque la responsabilidad, en rigor, corresponda al IAA (DGA),
que es quien asumió las competencias… En este contexto, muchos pueblos siguen
vertiendo sin depurar, pagando sin tener en rigor la responsabilidad, contaminando
nuestros ríos y transgrediendo la Ley europea …; y todo mientras determinadas
empresas hacen dinero a costa del agua gracias a determinados políticos que, desde el oscuro Instituto
Aragonés de Agua, siguen haciendo demagogia hídrica.
-Enlazando con la anterior: ¿le
importa a la CHE la salud de las aguas, de nosotros mismos la y
riqueza del ecosistema?
En la CHE, como en cualquier gran
institución, hay de todo. Creo que, en general, como cuerpo de funcionarios,
constituye una institución que cumple o intenta cumplir las órdenes y
directrices que recibe del Gobierno de Madrid, del que depende. La mayor parte
de sus ingenieros son excelentes ingenieros, que saben de obras y de calidad de
aguas desde la Comisaría de Aguas pero poco de medioambiente; que saben de
flujos hídricos, pero poco de ríos, como ecosistemas vivos; que saben de presas
pero poco de resolución de conflictos… Pero lo más grave es que quienes dirigen
la institución suelen estar anclados en los mitos y visiones de hace cien años,
aunque ha habido excepciones en Presidentes que han intentado abrir la
institución a la Nueva Cultura del Agua … Desgraciadamente, sin embargo, lo que
sigue predominando con el actual Gobierno, ignora o elude el desarrollo de la
nueva legislación europea: la Directiva Marco de Aguas. Y eso, tarde o
temprano, nos costará las correspondientes sanciones.
-¿Y el apego de la gente y los ciudadanos a sus ríos?
Pues también depende … Muchos
siguen viendo los ríos como “canales e H2O”; como fuente de recursos hídricos
que habría que regular y extraer, para que “no se pierda en el mar”. Igual que
aún hay quienes piensan que los bosques son almacenes de madera y querrían, en
pro de un malentendido progreso, cortarlos a matarrasa
y transformarlos en dinero. Afortunadamente, hoy las leyes evolucionan desde
esa visión de recurso a una moderna visión ecosistémica,
y se empieza a entender bosques y ríos como ecosistemas vivos, cuya salud
debemos preservar; y no sólo por razones ambientales, sino incluso por razones
económicas. La mentalidad va cambiando poco a poco; y aunque a veces desespera
la lentitud del cambio, emergen estallidos de ciudadanía y sensibilidad ambiental
como la que protagonizan los vecinos de Aguaviva y su comarca, defendiendo su
río, que es el de todos y todas…
-¿Por qué realmente la argumentación de la CHE con lo de las avenidas
con resultados trágicos, no se sostiene…?
Yo creo que los actuales responsables
de la CHE han promovido, de forma interesada, la alarma ciudadana en Alcañiz,
con el fin de promover la presa de Aguaviva. Creo que esperaban contar para
ello con fondos europeos que cada vez son más improbables... Entiendo que, a la
hora de ofrecer soluciones, han escogido una estrategia equivocada que exigiría
hacer más obras que generarían más impactos, pero esa estrategia podría ser más
interesante para ciertas empresas. Por ello creo que, cuando menos, resulta
sospechoso…
-¿Ha habido, por parte de los
ciudadanos, abusos al edificar en algunos sitios como suele pasar en estos
caos?
En toda España, hay miles y miles
de invasiones del dominio público fluvial de todo tipo. En la mayoría de los
casos, se ha ocupado dominio público para extender la finca o la huerta; en
otros casos para hacer una carreta o un camino; a veces para construir
urbanizaciones o incluso edificios públicos… Bajo el argumento de que ya
tenemos presas para controlar la crecidas, o la expectativa de construir otras,
se ha ocupado, ante la desidia de las Confederaciones, espacios de dominio
público inundable. Y lo que acaba ocurriendo es que, tarde o temprano el río
acaba llegando de nuevo con sus escrituras debajo del brazo y entonces vienen
las lamentaciones. Ciertamente, quienes nos han invadido el dominio público
fluvial, que es de todos, son responsables de este desaguisado; pero más
responsable si cabe es la Confederación Hidrográfica que lo ha permitido y lo
sigue permitiendo.
-¿Y otra cosa: esa obsesión por concentrar y concentrar agua en la presa
de a Calanda, además del “negocio” con la Hidroeléctrica versus regantes y
demás….qué papel juega ahí la térmica de Andorra?
Lógicamente
los principales usuarios de la presa de Calanda son los regantes del Canal
Calanda-Alcañiz y la térmica de Andorra. Pero yo creo que, hecha la presa, es
lógico y legítimo que esos usuarios busquen aprovecharla lo mejor posible desde
sus intereses. No se trata, entiendo, de acusarlos a ellos, sino de dejar bien
clara la responsabilidad de quien gestiona la presa, que es la CHE. Cierto que
los usuarios, sin duda, van a presionar y presionan a la CHE, directa o
indirectamente, desde sus intereses. Pero la CHE es quien tiene la
responsabilidad y debe gestionar las presas de Calanda y de Santolea desde la perspectiva
del interés general.
Puede
servir de ejemplo como se gestionó la presa de Calanda en el 2000, ante la
crecida que se produjo. El
viernes 20 de octubre del 2000, el Instituto Nacional de Meteorología predijo
una gota fría en el área mediterránea, Aragón y Castilla La Mancha. La
Dirección General de Protección Civil trasmitió avisos a las correspondientes
Subdelegaciones de Gobierno que activaron sus servicios de emergencia. En esos
momentos el volumen embalsado en Calanda era de 10,4 hm3 (19% del nivel máximo
normal de explotación y 15,5% del volumen en cota de coronación). Las primeras
lluvias registradas en el pluviógrafo de la CHE en
Morella son a las 8 de la mañana del día 22, y el primer pico importante de
lluvias se produce a las 0:30 del día 23, con una precipitación de 20mm en un
cuarto de hora. Desde el aviso de protección civil hasta ese momento habían
pasado 2 días. En ese tiempo se podría haber evacuado por los desagües de fondo la totalidad del agua embalsada. Cuando
llega a Calanda la primera punta de la avenida (805 m3/s), a las 8:15 del día
23, las compuertas de fondo seguían cerradas. De hecho, hasta las 19 horas del
día 23 toda el agua que entró desde el Bergantes y desde el Guadalope se
almacenó. A las 19 horas del día 23 comenzó a desembalsarse por las compuertas
de fondo, al tiempo que llegaba la segunda punta de avenida (1346 m3/s). Pese a
que esta segunda punta estaba avisada en el pluviógrafo
de Morella y en los aforos de Zorita, se esperó a que llegara al embalse para
empezar a abrir tímidamente las compuertas de fondo (20 m3/s); y no se abrieron
del todo hasta hora y media antes de que el agua saltara por los aliviaderos, a
las 3:15 del día 24. El almacenamiento máximo que tuvo el embalse durante la
riada fue de 47,5 hm3 (es decir 71% del volumen máximo de coronación), y
alcanzó una cota de 437,5 metros, esto es 6 metros por debajo del nivel de
coronación. La capacidad de desagüe de los
aliviaderos a esa hora fue de 200 m3/s, es decir un 13% del máximo, pues los
actuales aliviaderos de Calanda permiten evacuar hasta 1600 m3/s si se
alcanzara el nivel de coronación.
En este contexto, la CHE usa esta crecida para decir
que la presa estuvo en peligro y que
Alcañiz, en consecuencia corrió un grave riesgo. Sin embargo, sobre la base de
los daros explicados, podría concluirse que, siendo la riada del 2000 la más
importante a la que se ha enfrentado la presa de Calanda, no puede usarse como
ejemplo de riesgo extremo. Las maniobras se realizaron dentro del margen de
seguridad previsto y siempre con niveles por debajo del Máximo Normal. No
obstante, habría sido posible hacer una gestión mucho más estricta y segura si
se hubieran iniciado maniobras de desembalse desde el momento en que se dispuso
de la información de alerta meteorológica, casi tres días antes de empezar
tímidamente a abrir las compuertas de fondo. Si no se adoptan esos protocolos
más exigentes es obviamente porque se intenta garantizar el máximo de agua para
el regadío y para la central térmica. Si la CHE está realmente preocupada por
la seguridad de Calanda, debería extremar esos protocolos de desembalse, tanto
en Calanda como en Santolea (por si la crecida viniera de la cabecera del
Guadalope y no del Bergantes… Pero habrá que explicar la cuestión a los
regantes y a la térmica, sobre la base del interés general.
En
cualquier caso, sobre la base de una norma, que establece prevenir el riesgo de
crecida para un periodo tan desmedido, de 10.000 años, si no centramos la
estrategia en resolver la vulnerabilidad de Calanda, habrá que establecer
protocolos de desembalse preventivos de gran envergadura, tanto en Calanda como
en Santolea, con lo que siempre habrá incertidumbres, tanto para el regadío
como para la Térmica…
-Otra cuestión: son muchos los campos de cereal que riegan de las aguas
de la presa de Calanda…..conforme te acercas a Alcañiz Esto es un ejemplo
palpable ¿No empieza a ser un poco abusivo y sobre explotador de nuestros
recursos?
En el modelo extensivo de regadío que impera en el Canal Calanda-Alcañiz, los pocos agricultores verdaderamente
profesionales a tiempo completo que quedan, cultivan uno u otro producto en
función de las subvenciones agrarias de la UE vigentes en cada momento; en
función de las previsiones de mercado que existan; y en función de la
disponibilidad de agua regulada que se pronostiquen… En todo caso, por la
dimensión de sus explotaciones (en propiedad o arriendo), estos regantes suelen
hacer cultivos extensivos (maíz, alfalfa e incluso cereal de invierno…) que les
resultan más interesantes, aunque la rentabilidad por metro cúbico de agua es
ridícula… Eso pasa en la mayor parte de los regadíos de Aragón: obtenemos una
rentabilidad neta por metro cúbico de agua muy baja… Pero eso no se puede decir
que sea culpa de nadie en concreto, sino del modelo de regadío que hemos
creado.
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