La
Librería de El Sueño Igualitario
Un
libro que desde 150 historias rinde todo un homenaje a la Memoria Histórica y a
sus víctimas, desde la pluma de Gerardo Iglesias, desde el sello editorial de
KRK Ediciones.
La
amnesia de los cómplices recoge 150 biografías de resistentes que se
enfrentaron al régimen franquista en los años posteriores a la Guerra Civil.
Biografías elaboradas en cierta medida desde el recuerdo y el testimonio de
familiares y amigos que todavía hoy, pasados 37 años de la aprobación de la
Constitución democrática, se preguntan hasta cuándo van a
permanecer impunes los crímenes de la Dictadura y el olvido de las víctimas, al
punto de que miles de estas permanecen abandonadas por las cunetas de España.
Los difíciles equilibrios en los que se sustentó la Transición vinieron a
determinar que se cubrieran con un tupido velo tanto los crímenes de la
Dictadura como la memoria de quienes más sacrificaron en defensa de la
democracia. Ello, desatendiendo todos los Tratados Internacionales basados en
los Derechos humanos. De ahí que Naciones Unidas y numerosas asociaciones de
Derechos Humanos, nacionales e internacionales, vengan reiterando al Estado
Español la imperiosa necesidad de poner fin a la impunidad del franquismo,
dotando de reconocimiento jurídico a las víctimas; y que la justicia de un país
extranjero, la República Argentina, sea la única que ha abierto una causa para
investigar sus crímenes. Para comprender la dimensión de la barbarie franquista
que permanece impune, basta citar el siguiente ejemplo: España ocupa el segundo
lugar en número de desapariciones forzadas después de Camboya. ¿Puede seguir
ignorando, un país que se llama democrático, tan terrible realidad? Este libro
pretende contribuir a recuperar y honrar la memoria de esos primeros luchadores
contra la Dictadura, en el marco de la lucha que llevan a cabo numerosas
asociaciones de la sociedad civil en toda España para poner término a la
impunidad de los crímenes del franquismo, reconociendo y reparando a las
víctimas.
Sobre
el autor:
https://es.wikipedia.org/wiki/Gerardo_Iglesias
http://www.eldiario.es/cultura/gerardo_iglesias-IU-alberto_garzon-memoria_historica_0_447955960.html
El
autor, Gerardo Iglesias Argüelles:
https://es.wikipedia.org/wiki/Gerardo_Iglesias
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/i/iglesias_gerardo.htm
Cazarabet conversa con Gerardo
Iglesias:
-Gerardo, el presente libro, “La amnesia
de los cómplices”, ¿viene como prolongación de tu
primer libro que hurgaba en la Memoria Histórica : Por qué estorba la Memoria
- Así es.
Este segundo libro es prolongación del primero: mismo formato y mismo tema. Se
insertan en la lucha por acabar de una vez con la impunidad de los crímenes de
la dictadura franquista y conseguir el reconocimiento y reparación de las
víctimas. Todo ello en cumplimiento de la legislación internacional ratificada
por España y a su vez ignorada por nuestros gobernantes, de uno y otro signo.
Cumplimiento que viene demandando, una y otra vez, el Comité de Derechos
Humanos de Naciones Unidas.
-Para quien no se hizo con aquella lectura, ¿nos
puedes hablar un poco sobre ella…?
-El
primer libro, POR QUÉ ESTORBA LA MEMORIA, comienza describiendo el terrorífico
paisaje que dejan a su paso las hordas franquistas, tras la caída del Frente
Norte (octubre de 1937), según van ocupando ciudades y pueblos de Asturias.
Luego ofrece 22 relatos, rigurosamente documentados, de la espeluznante
tragedia que viven otras tantas familias a causa de la represión franquista.
Finalmente analiza la llamada ley de la memoria histórica, concluyendo que en
lo fundamental de la impunidad del franquismo no resuelve nada, como el
tiempo y el Gobierno Rajoy han venido a demostrar. Se trata de una Ley
que no condena el golpe militar de julio de 1936; no anula las sentencias
de los consejos de guerra, que son una burla al más elemental principio de
justicia; viene a ratificar la Ley de Amnistía del 77, que exonera de toda responsabilidad
a los causantes de los crímenes de la Dictadura, cerrando una vez más la
posibilidad de investigar ese negro periodo de nuestra historia; no ofrece
ningún tipo de reconocimiento y reparación a las víctimas del franquismo; no
resuelve el lacerante problema de los cientos de miles de desaparecidos, cuyos
restos permanecen en fosas comunes, cunetas, pozos mineros y otras simas...
-En breve, Gerardo, ¿qué se encontrará el lector
detrás de estos 150 testimonios…?
- Los 150
testimonios que recoge LA AMNESIA DE LOS CÓMPLICES son ejemplos irrefutables de
la naturaleza fascista del régimen de Franco. Solamente conociendo esta
minúscula porción de lo que fue la acción criminal del franquismo, ninguna
persona decente puede negar que estamos ante crímenes de lesa humanidad que han
de ser investigados y juzgados, tal como manda la legislación internacional en
Derechos Humanos. Este segundo libro, en su parte final, analiza brevemente el
verdadero significado de la Transición. Una Transición llevada a cabo a base de
amenazas y chantajes provenientes de los poderes ligados al viejo
régimen, lo que determinaba que el nuevo Estado democrático asumiera fuertes
herencias del franquismo, condicionando el desarrollo progresivo de una
democracia avanzada. Los males que aquejan hoy a nuestro sistema político,
entre ellos la monumental corrupción institucionalizada, en gran parte se
explican por las fuertes herencias del franquismo asumidas en la
Transición.
-Hay todavía cómplices de la dictadura y todos
tienen el denominador común de la amnesia y del silencio ante lo que fue un
crimen prolongado…no se trata de venganza, pero sí de justicia porque hubo
familias represaliadas desde los muros de fusilamiento hasta el pillaje, la
marginación social…y esas personas necesitan justicia, simplemente justicia…
- No es
exacto que todos los cómplices de las herencias del franquismo tengan el
denominador común de la amnesia. Podría decirse que hay cómplices pasivos: los
que con su silencio permiten que permanezca impune la gran injusticia; y hay
cómplices activos: los que inducen permanentemente actos de exaltación
de Franco y su régimen criminal. Estos últimos no solo se niegan a reparar
la gran injusticia, sino que se burlan, provocan y humillan a las
víctimas. No creo necesario citar ejemplos que de todos son conocidos, como el
homenaje que organiza la Fundación Francisco Franco en el Hotel Meliá Castilla
de la capital de España. ¿Alguien imagina que en un hotel de Berlín se
organizara un homenaje a la figura de Aldo Hitler?.
-Y qué decir de los familiares
que reclaman encontrar a los suyos en tumbas desperdigadas para desenterrarlos
y enterrarlos junto a los suyos…
- Pues
que según pasa el tiempo cada vez lo tienen más difícil, porque van
desapareciendo los testigos y otras pruebas de la barbarie. No obstante, más
pronto o más tarde España tiene que resolver este terrible problema. Durante
años, el miedo ha mantenido en silencio a las familias de las víctimas. Hoy sin
embargo, los nietos de las víctimas promueven por toda España Asociaciones de
la Memoria, y acuden a la justicia argentina, sumándose a la querella que
instruye la jueza María Servini de Cubría. Estamos
pues ante un creciente movimiento de la sociedad civil que terminará imponiendo
la razón y la justicia; ello a pesar de la indiferencia de la
mayoría de los partidos de izquierda. Lo más triste es que cada día se van a la
tumba personas con el dolor de no haber podido recuperar los restos de los
suyos y darles un entierro digno.
-La memoria está claro que molestaba y todavía
molesta a muchos de los que hicieron y formaron parte de la dictadura, de sus
crímenes más o menos directos, de los escarmientos y de los cómplices que
callaron y todavía callan…
-La
memoria molesta, naturalmente, a quienes formaron parte de la Dictadura;
a quienes, sin tener una implicación directa, la justifican, y a
quienes sin ninguna de las dos cosas les ha ido muy bien bajo el sistema
bipartidista establecido en la Transición, porque han disfrutado
de un poder que probablemente nunca habrían tenido sin ocultar la barbarie
franquista, o sea, si en España se hubiera llegado a la democracia mediante la
ruptura con el régimen criminal franquista.
-Pero me temo que la memoria también estorba a
muchos de los que hicieron o protagonizaron la transición, ¿qué nos puedes
decir?.¿Fue fruto de un chantaje nuestra transición?
-Parte de
la pregunta ya está contestada en la anterior. No es un secreto para nadie que
la Transición se hizo bajo la permanente amenaza de los poderes facticos, en
medio de un constante ruido de sables, con matanzas como la de los abogados de
Atocha, secuestros de militares promovidos por los propios servicios del viejo
régimen... Está escrito, publicado y no desmentido que Miguel Roca negoció
personalmente con Adolfo Suárez alguno de los artículos de la Constitución
"en un escenario que incluía la presencia de altos mandos militares en una
habitación contigua".
-¿Qué “fallos” a tu entender tuvo la transición de
los cuales tragó inclusive el PC con Carrillo a la cabeza?
-El principal
fallo de la Transición es que no se produjo mediante la ruptura democrática, lo
que habría permitido democratizar los aparatos del Estado y otros poderes,
pudiendo alumbrar un sistema democrático limpio de toda herencia franquista. No
fue así porque la oposición democrática quiso evitar por todos los medios una
nueva confrontación violenta, y los poderes facticos -como ya he dicho- no
tuvieron reparos en recurrir a todo tipo de amenazas y chantajes, sin que
faltaran unos cuantos asesinatos. De tal modo, la naciente democracia llevaba
en su seno una pesada herencia franquista, que al cabo de los años ha terminado
corrompiendo hasta el último rincón del Estado y convirtiendo la democracia en
papel mojado. Nuevas fuerzas emergentes tendrán que sacarnos del fango.
-Con muchos de ellos te
encontraste en el Congreso en tu etapa como representante del ciudadano… ¿Qué
recuerdas de aquellos años?, te lo pregunto desde el punto de vista de
reivindicar a los que sufrieron de la represión, de la dictadura, del
escarmiento, del silencio y de las cárceles…porque, ahora, todos, o muchos, se
llenan la boca de la Memoria Histórica, pero en los primeros años de democracia
ni aún teniendo mayoría el todopoderoso PSOE se hizo por aquellos que sufrieron
de la dictadura…
-De mi
paso por el Congreso de los Diputados, la experiencia que más me ha marcado es
la capacidad de cercenar la viva voz del pueblo que tiene el sistema
establecido en esa institución. El "reglamentarismo"
y la parafernalia de la que está dotada no permite que allí entre la voz
de la calle, alejando al diputado de sus representados. De ello deben tomar
buena nota las nuevas fuerzas emergentes, para superar el divorcio existente
entre representantes y representados.
Respecto
de los que lucharon contra la Dictadura y pagaron un alto precio por ello allí
no se hablaba. Los herederos del franquismo sacaban pecho como si hubieran sido
ellos los que nos regalaron la democracia. Y en lo que tocaba al PSOE ya lo he
dicho, habían tocado tanto poder que no tenían un recuerdo para los que
quedaron en el camino en la larga noche franquista. Inclusive nosotros, los
representantes del PCE, fuimos ganados en aquella época por el silencio
impuesto en la Transición. No me cuesta reconocerlo.
-En este libro tomas el pulso a 150 testimonios de
los que siguieron la resistencia contra el franquismo, de los que no se
rindieron… ¿qué te animó a ello?-¿Cómo ha sido la experiencia?
-Me sentí
en deuda con tanto como sufrió mi familia y tantas familias conocidas de la
zona donde nací y crecí, la Hueria de San Juan de Mieres. Yo mismo sufrí torturas, despidos y años de cárcel.
En cuanto me desvinculé del PCE y volví a la vida civil, sentí una profunda
necesidad de hacer algo por recuperar la memoria de tantos luchadores
antifranquistas olvidados.
La
experiencia fue dura, rememorando en unos casos tragedias que ya conocía y
descubriendo otras. Me resultaron especialmente duras algunas entrevistas para
tomar testimonio a víctimas, que aún no habían podido sacudirse el miedo que
llevaban dentro tantos años. En algunos casos las víctimas era la primera vez
que hablaban de la tragedia vivida. Pero en varios casos me confesaron
posteriormente que después de hablar se habían sentido muy aliviadas.
-Creo que habrás aprendido mucho, pero a tu manera, creo que también
habrás dado a todos los entrevistados no sé como una tranquilidad suprema al
poder romper el silencio y dar como desahogo a mucho que tenían como en un nudo
dentro, ahí en la boca del estómago…-Me interesa mucho, amigo Gerardo: ¿cómo
fue el proceso de documentación para ir acercándote a todos estos testimonios
porque el trabajo, además de minucioso es inmenso…?
-Fue una
experiencia dura y a su vez muy gratificante, porque fueron muchas las personas
que me dijeron "gracias. Ya era hora de que alguien se acordara de
nosotros". Mayor era la satisfacción cuando en mis investigaciones
averiguaba el paradero de desaparecidos y se lo comunicaba a las familias,
cuando ya habían perdido toda esperanza de conocer dónde descansaban los restos
de sus seres queridos.
Lo más
difícil del proceso de documentación fue conseguir las fotos, para poner rostro
a los principales protagonistas de las 150 historias. Por lo demás, tres
fueron las principales fuentes de información: principalmente los testimonios
orales de víctimas y/o testigos de los actos criminales; los archivos militares
y el Archivo histórico del PCE. Digo las principales, pero no las únicas.
-¿Y la metodología de trabajo, cómo te lo has
arreglado para compaginar todo…?
-Yo soy
autodidacta. Por tanto la metodología que seguí no estaba sujeta a ninguna
norma que puedan seguir los historiadores profesionales. He intentado que fuera
un libro riguroso en su contenido y de lectura fácil.
-Es vergonzoso que aquí señalemos a muchas
dictaduras, las que nos convienen…y no miremos de cara a la que nos estranguló
durante 40 años ¿No?...Y es aún más bochornoso que algunos de sus cómplices, de
sus mayores cómplices, sean llamados al banquillo de los acusados por otros
países, pero pueden pasearse por nuestras calles impunes…
-Sí, es
vergonzoso lo que señalas. Es vergonzoso que Felipe VI vaya a Francia a
homenajear a los republicanos españoles que liberaron París, los mismos que
aquí son ignorados y en cuyos expedientes personales siguen siendo
calificados de bandoleros y malhechores.
21086
La amnesia de los
cómplices. 150 historias que claman contra la impunidad del franquismo. Gerardo Iglesias
820 pp. 16,5 x 23,5 cms.
39,95 euros
KRK
La amnesia de los cómplices recoge 150 biografías de resistentes
que se enfrentaron al régimen franquista en los años posteriores a la Guerra
Civil. Biografías elaboradas en cierta medida desde el recuerdo y el testimonio
de familiares y amigos que todavía hoy, pasados 37 años de la aprobación de la
Constitución democrática, se preguntan hasta cuándo van a permanecer impunes
los crímenes de la Dictadura y el olvido de las víctimas, al punto de que miles
de estas permanecen abandonadas por las cunetas de España.
Los difíciles equilibrios en los que se sustentó la Transición vinieron a
determinar que se cubrieran con un tupido velo tanto los crímenes de la
Dictadura como la memoria de quienes más sacrificaron en defensa de la
democracia. Ello, desatendiendo todos los Tratados Internacionales basados en
los Derechos humanos. De ahí que Naciones Unidas y numerosas asociaciones de
Derechos Humanos, nacionales e internacionales, vengan reiterando al Estado
Español la imperiosa necesidad de poner fin a la impunidad del franquismo,
dotando de reconocimiento jurídico a las víctimas; y que la justicia de un país
extranjero, la República Argentina, sea la única que ha abierto una causa para
investigar sus crímenes.
Para comprender la dimensión de la barbarie franquista que permanece impune,
basta citar el siguiente ejemplo: España ocupa el segundo lugar en número de
desapariciones forzadas después de Camboya. ¿Puede seguir ignorando, un país
que se llama democrático, tan terrible realidad?.
Este libro pretende contribuir a recuperar y honrar la memoria de esos primeros
luchadores contra la Dictadura, en el marco de la lucha que llevan a cabo
numerosas asociaciones de la sociedad civil en toda España para poner término a
la impunidad de los crímenes del franquismo, reconociendo y reparando a las
víctimas.
Gerardo Iglesias Argüelles. La Cerezal, Mieres,
1945. Minero. Comienza a militar en el PCE a la edad de 15 años. Largamente
perseguido por la policía franquista, sufre numerosas detenciones, es despedido
de varias empresas y pasa cinco años en prisión. Fue el primer Secretario
General de CC.OO. en Asturias y miembro de la dirección nacional de este
sindicato. Secretario General del PCE en el periodo 1982-1988. Diputado a
Cortes por la circunscripción de Madrid en la legislatura 1986-1989. Fundador y
Presidente de Izquierda Unida hasta finales de 1989, fecha en la que renuncia a
todos los cargos políticos y vuelve a trabajar a la mina en Asturias. Colabora
como articulista en varios medios regionales y nacionales. En 1991 se
desvincula tanto del PCE como de IU, por discrepancias con la orientación que
siguen estas fuerzas políticas. Desde entonces no milita en ningún partido. En
2011 publica su primer libro Por qué estorba la memoria, una denuncia descarnada
contra la impunidad del franquismo y el olvido de las víctimas de la Dictadura.
En ese mismo empeño ha escrito el presente libro.
Vídeo de la presentación del libro en Turón (03/10/2015):
https://www.youtube.com/watch?v=tnjeZOiDjGc
El fundador de Izquierda Unida publica el libro “La amnesia de los
cómplices”, en el que recupera y honra la memoria de 150 resistentes
antifranquistas asturianos y clama contra la impunidad de la Dictadura
www.republica.com
A sus setenta años, aunque jubilado, Gerardo Iglesias no ceja en su empeño de
seguir luchando por una democracia “de verdad” que sea, en España, cada vez más
desarrollada y auténtica. El fundador de IU, desvinculado desde 1991 tanto del
PCE, que lideró como secretario general, como de la coalición que presidió -por
discrepancias con su orientación, según matiza-, acaba de publicar el libro “La
amnesia de los cómplices” (KRK Ediciones, 2015), donde recopila 150 biografías
de maquis asturianos. “Son 150 historias que claman contra la impunidad del
franquismo”, afirma.
La presentación, significativamente, la hizo a primeros de octubre en el Pozu Fortuna del valle de Turón, en Mieres
(Asturias), un lugar que guarda los restos de más de trescientas víctimas de la
represión franquista. Y, según contó, lo que más le impresionó durante el año
en que estuvo recogiendo testimonios es que, todavía, la gente tiene miedo de
contar lo sucedido. “Se irán con el miedo a la tumba”, comentó indignado.
Iglesias saca conclusiones tras su trabajo de recuperación de la memoria. A su
juicio, la “transición modélica” que suponía la Constitución del 78 no era tal.
“La realidad era bien distinta porque el nuevo Estado democrático comenzaba su
andaduras condicionado por la permanencia de los aparatos del Estado
franquista: mismos mandos militares, mismo policías, mismos jueces y otros
funcionarios comprometidos hasta el cuello con la Dictaduras…”, precisa. E
incluso recuerda una reflexión de Gregorio Peces Barba sobre el Tribunal
Supremo, el 90% de cuyos jueces procedían de la época franquista: “Hay algunos
presidentes de sala que levantan el brazo cuando hay alguien al que oyen cantar
el Cara al Sol”.
El fundador de IU hace aprovecha el libro para hacer autocrítica y destaca que,
incluso en el propio PCE, “una interpretación equivocada del concepto de
reconciliación nos mantenía callados y las heridas siguen abiertas porque nadie
ha querido curarlas; simplemente fueron cubiertas de un negro y tupido velo”.
“Lo que debieron ser concesiones transitorias para superar la dictadura sin
nuevas confrontaciones violentas se convertían en renuncias, reafirmando el
modelo de Estado sustentado básicamente en la connivencia de las élites de dos grandes
partidos con las oligarquías financiera y económica y la institución
monárquica”, añade Iglesias. “Y el miedo que había calado hasta los huesos bajo
el terror de la Dictadura continuó siendo un valioso instrumento en manos de
las nuevas élites gobernantes”, precisa.
Ese modelo de Estado, añade, convirtió la democracia en poco más de unas
elecciones cada cuatro años, “las que en la práctica suponían dar un cheque en
blanco a los ganadores, que siempre eran los mismos y se pasaban por el arco
del triunfo las promesas electorales”. Abunda: “Las elecciones carecían de
capacidad para ir renovando el sistema; y un sistema viciado de origen, al
permanecer cerrado a cualquier influencia renovadora, necesariamente tenía que
convertirse en una fábrica de ladrones hasta traernos a donde estamos: un país
devorado por las tramas de corrupción vinculadas al Estado”.
Tuvieron que pasar más de treinta años, destaca Iglesias, para que el 15-M,
otros movimientos sociales y la aparición de nuevas fuerzas políticas comenzaran
a sacudir los cimientos del sistema nacido de la “modélica”, como define a la
Transición con ironía. Y ahora, “España necesita un cambio rupturista, a partir
de la apertura de un proceso constituyente, que comience por asumir y resolver
la gran asignatura pendiente de la Transición: expulsar del sistema político y
de todos los ámbitos de la vida económica, social, judicial y cultural las
herencias del franquismo”.
Por no haberlo hecho, el ex líder comunista afirma que por eso pasa aquí lo que
no acontece ni en Alemania ni en Italia ni donde el fascismo estuvo gobernando.
De ahí que haga un recopilatorio de los actos que aún se celebran para
conmemorar la dictadura franquista. “Aún se hacen homilías resaltando la figura
de la dictadura. Recientemente un diputado enunciaba que, en quince Obispados,
hay símbolos e imágenes del franquismo”, denunció en Turón. Y lo que, a su
juicio, es aún más grave: “En presencia de representantes del PP, se ha
homenajeado a la División Azul”.
Y es que, según el ex diputado comunista, “seguimos atados al pasado con mucho
franquismo presente”. Aunque, añade, “hoy vemos cómo el sistema nacido de la
Transición, lastrado por las herencias del franquismo, pierde fuelle y, a la
vez, un amplio movimiento de pro de la memoria democrática, amparado por el
Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, otros tratados internacionales e
iniciativas como la Querella Argentina reclama con fuerza desconocida hasta
ahora la deuda que mantiene el Estado español con aquel período de nuestra
historia”.
Para comprender la dimensión de la barbarie franquista que permanece impune,
Iglesias afirma que “basta citar el siguiente ejemplo: España ocupa el segundo
lugar en número de desapariciones forzadas después de Camboya”. Y, a modo de
conclusión, se pregunta: “¿Puede seguir ignorando, un país que se llama
democrático, tan terrible realidad?”.
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