Cazarabet conversa con... Daniel
Heredia, autor de “¡A los libros!. 25 entrevistas
profesionales del sector del libro” (La Isla de Siltolá)
¡A los
libros!
25
Entrevistas a profesionales del sector del libro.
La Isla de Siltolá edita un libro que profundiza en el mundo editorial
a través de entrevistas, conversaciones y aproximaciones al mundo editorial
desde la mirada, la curiosidad y la suspicacia de Daniel Heredia.
La sinopsis
y lo que nos cuenta La Isla de Sistolá sobre el libro:
¿Sabe cuál
es el criterio para aceptar a un escritor en una agencia literaria? ¿Conoce el
trabajo que realiza un agente? ¿Quiere descubrir cuáles son las tareas de un
editor y si se prescindirá de él en la era digital? ¿Por qué hay que editar
libros en papel cuando lo digital empieza a fagocitarlo todo? ¿Cómo viven los
escritores la exigencia cada vez más acuciante de exponerlo como objeto de
consumo? ¿Matará el libro electrónico a la librería clásica? ¿Se deben
encuadernar los libros? Todas esas preguntas – y muchas más – tienen respuesta
en las 25 entrevistas en profundidad a los profesionales del sector aparecidas
en ¡A los libros!, el blog personal de Daniel Heredia sobre el mundo de los
libros, de la lectura y de la escritura, donde los protagonistas hablan de sí
mismos, de por qué y cómo y para qué trabajan, cómo se relacionan con los
libros, dónde los compran, cuáles son sus pasiones bibliófilas, sus rituales de
lectura, sus hábitos y manías.
El autor y
divulgador cultural Daniel Heredia:
Daniel Heredia
(Cádiz, 1971) es escritor, periodista y gestor cultural, entre otras muchas
etiquetas. Ha publicado la biografía "Pasión Vega. La voz de seda"
(Fundación José Manuel Lara, 2007) y la novela "La sombra vencida" (Absalon, 2009). En el campo de la narrativa breve ha
obtenido distintos premios. Es autor desde 2012 de "¡A los libros!",
un blog dedicado al mundo de los libros, de la lectura y de la escritura.
Colaborador habitual en instituciones, empresas, medios de comunicación y
revistas especializadas como crítico, lector y asesor literario.
Cazarabet conversa con
Daniel Heredia:
-Daniel, ¿qué es lo que te llevó a escribir este libro sobre el mundo
editorial y sobre el mundo de los y las escritoras?; ¿y qué hace que pensases
hacerlo entrevistando y conversando con editores, escritores...?
-
En ¡A los libros!, el lector puede
encontrar 25 entrevistas en profundidad a los profesionales del sector, donde
los protagonistas hablan de sí mismos, de por qué y cómo y para qué trabajan,
cómo se relacionan con los libros, dónde los compran, cuáles son sus pasiones
bibliófilas, sus rituales de lectura, sus hábitos y manías. Como escribió el
crítico Santos Domínguez, es “un mapa imprescindible para orientarse en el a veces laberíntico territorio de la literatura española
actual”. El mundo editorial es el que me gusta y el que conozco. Y me gusta
profundizar en mis entrevistados, en conocerlos realmente. Por eso son
entrevistas tan largas.
-¿Cómo
hiciste para realizar y, de paso, "afinar" con la selección?, ¿qué
criterio seguiste para ello? (me refiero a "seleccionar a unos editores o
escritores" y no a otros)
-
Elegí a escritores y editores de todos los niveles, para ofrecer una
perspectiva realista. Y me dirigí a muchos de los que admiro.
-Los
pequeños y medianos editores son los que "más sostienen" la calidad
literaria y la "originalidad" en la narrativa, pero también en otros
géneros?.
- El ensayo está quizás un poco más descuidado que la
narrativa. En los grandes sellos, se publica ensayo para el gran público. Y en
las pequeñas editoriales, un ensayo en muchos casos demasiado farragoso que
aleja a los lectores. Resulta difícil encontrar un punto intermedio.
-Hay mucha
más calidad de la que "presumimos", quizás porque mediáticamente a no
ser que te hagas con publicaciones muy especializadas solamente nos llegan
"las grandes ventas", ¿verdad?
-Me está pasando últimamente una cosa que me preocupa mucho.
Empieza a aburrirme entrar en las librerías de novedades, porque todas ofrecen
los mismos libros. Te encuentras los mismos volúmenes en Cádiz, en Getafe, en
Santiago de Compostela o en Tarragona. Es preocupante. Y soporífero.
-¿Qué
puntos de más convergencia has encontrado entre los escritores?; ¿y cuáles como
que más les diferencia o les distancia?
-Los escritores somos parecidos, no he encontrado grandes
diferencias en el apartado profesional. Quizás solo que lean más o menos. Me
sorprende lo poco que leen algunos de ellos. Hacen más vida literaria que otra
cosa.
-Trasladamos,
si os parece, la misma pregunta a los editores, ¿qué nos puedes decir?
-Como empresas que son, aquí encuentro más diferencias. Sobre
todo de calidad y de profesionalidad. Y de gustos personales. Y de hablar de
literatura o de productos literarios, como sucede muchas veces en los grandes
grupos. No en todos, eh.
-¿Qué has
aprendido de los escritores con los que me atrevería a decir que más que
entrevistas has mantenido conversaciones?
-Conversatorios, como lo llama Gabriel García
Márquez. Las mejores entrevistas son las extensas, cuando el entrevistado se
relaja, se olvida de estar en una entrevista y de soltar el discurso oficial y
se muestra como realmente es. Y he aprendido a ser profesional, serio,
trabajador, constante. Es la única manera de llegar y de permanecer. Detesto a
los vendedores de humo, a la gente sin palabra. Fui educado con la idea de que no hay que
mentir y que cualquier persona debía mantener su palabra en todo momento y
circunstancia. Además, creo que la palabra compromete, no es humo, no es un
mero gesto hipócrita, mentiroso, para salvar una circunstancia determinada,
sino una convicción profunda de una decisión.
-¿Y de los editores?,
teniendo en cuenta que tú, de alguna manera, eres también “asesor editor” a
través de escritores…
-Lo mismo: seriedad, profesionalidad, trabajo, constancia.
-A ti, Daniel,
que eres escritor, ¿qué te llevó a ello, a eso de las letras y de contar
historias…?; aunque ahora dedicas mucha parte del
tiempo al mundo editorial y de la difusión cultural, ¿no?, ¿cómo te va en este
“campo”?
-Descubrir
las primeras novelas de Arturo Pérez-Reverte en 1994. Algo cambió dentro de mí
y quise dedicarme a los libros y la literatura. Me va bien, estoy contento, no
me puedo quejar. De hecho, la Universidad de Cádiz me ha nombrado hace un año y
medio Coordinador de Actividades del Plan de Fomento del Libro, la Escritura y
la Lectura. Desde que
empecé de manera profesional con la asesoría, habré trabajado con unos 25
escritores. Bastantes de ellos han conseguido publicar sus manuscritos en
editoriales de primera categoría como Planeta, La Esfera de los Libros, Espasa,
Suma de Letras, etcétera, tras trabajar conmigo. Me parece que estoy haciendo
bien mi trabajo.
-Te has adentrado en
diferentes géneros narrativos: la biografía, la narrativa, la narrativa
breve... todas diferentes y diferenciales. Vamos por parte, Daniel, dicen los
entendidos que la biografía es el género más exigente, más difícil... claro, es
muy exigente y hay que estar muy, muy encima... ser como un
historiador/costurero de la vida de una persona—en tu caso el de Pasión Vega--;
bien, cómo lo definirías?; -¿cómo fue ese trabajo?,
seguramente que aprendiste y no poco...
- Me lo pasé muy bien
escribiendo la biografía de Pasión Vega. Fueron siete meses de dedicación
completa. Tanto es así, que muchísimos días trabajaba catorce horas diarias. Y
no es una frase hecha. Ella fue lo único que tuve en la cabeza durante ese
tiempo. Aprendí muchísimas cosas (siempre estoy aprendiendo, siempre), pero
quizás lo que más aprendí fue a que la única manera de hacer bien las cosas es
trabajar duro. No hay otra manera de hacer las cosas.
-Después te has
adentrado y te has sentido muy, muy cómodo como narrador en novelas.; pero el
abanico en el mundo de "la novela" se abre mucho, es inmenso...¿en qué franja te sientes más cómodo y no sé cómo decirlo
te exprimes más y mejor?
-Me
interesan las novelas realistas, principalmente. Y la metaliteratura.
Ahí está mi campo.
-También
has trabajado la narrativa corta, todo un mundo, que en los últimos años ha
cobrado mucha fuerza en la literatura y en la narrativa. ¿Por qué?, ¿crees que
esto es fruto de la necesidad que mucha gente tiene de escribir y que al final
pierde el miedo y lo hace y normalmente escoge, primero, el relato corto, el
micro relato, la novela corta? ; ¿Crees que es como una especie de
"ejercicio iniciático" desde las escuelas literarias?; las escuelas
literarias, ¿qué papel están jugando en todo esto?—me refiero a las escuelas y
talleres literarios
-Casi todo el mundo empieza escribiendo poesía y relatos.
Aparentemente resulta más fácil por lo breve, aunque no es así. Las escuelas y
los talleres literarios ayudan a coger confianza tras aprender la teoría.
Aunque creo que el mejor taller literario es la lectura. Leer muchas horas al
día. Y tener espíritu crítico. No hay otro camino.
-En la
expresión escrita, ¿uno de los primeros enemigos—por decirlo de alguna
manera—son las prisas…el querer ver “negro sobre blanco”, demasiado deprisa el
relato que llevamos dentro?
-El 95% de los manuscritos que pasan por mis manos están
inacabados, incompletos, porque a todos los faltan muchas horas de trabajo. De
corregir, de pulir, de pulir y de pulir. Pero los escritores que contratan mis
servicios, al menos piden la ayuda de un profesional que les ayude a mejorar su
manuscrito. Cuando trabajan conmigo, se dan cuenta de que tenían un manuscrito
que creían acabado pero que no es así. Hay que entregar a las editoriales o a
los agentes, un manuscrito casi perfecto. Y eso solo se consigue con horas y
horas de trabajo.
-La gente
cree que en las entrevistas no hay tanto trabajo de documentación,
investigación, estudio... pero bueno, nosotros no estamos de acuerdo porque
creemos que no es así...evidentemente que hay trabajos de investigación,
estudio, ensayo que retienen más trabajo de este tipo, pero aquí veo mucho
porque uno no se presenta delante de una escritora , escritor, editor o editora
como "a pelo", lo hace reteniendo en la recámara muchos conocimientos
sobre los que preguntar y eso solamente se "atesora" documentándose,
leyendo, estudiando a la persona a la que vamos a entrevistar. ¿Qué nos puedes
comentar?
- Llevo más de veinte años trabajando en este sector y uno va
acumulando experiencias y conocimientos. En mi caso, el interés casi enfermizo
por seguir aprendiendo, por ser mejor cada día. Por conocer más. Por saber más.
Y eso se nota cuando entrevistas a alguien. Uno de los incidentes más curiosos
que me han sucedido en los últimos años sucedió en una presentación de un autor
mediático en Cádiz. Yo estaba entre el público, y ocurrió que el presentador no
pudo asistir a última hora por problemas de salud. Pues bien, la organización
me pidió que presentara al autor y, sin tener nada listo porque yo iba como
público, el acto salió magníficamente y los asistentes ni se enteraron del
cambio de presentador. Pero claro, yo había leído ya a ese autor, había
profundizado en él tras muchas entrevistas suyas, lo conocía, y pude improvisar
un diálogo de hora y media. Eso no se improvisa.
-Daniel, me da
que partes, como escritor, pero también como periodista y asesor
literario, desde un punto de vista de
concebir “el conocimiento” muy holístico , integral….como muy humanista, ¿qué
nos puedes comentar?
- Así es. Creo que antes lo he respondido en otra pregunta. Me
interesan las personas que se esconden detrás del profesional. Conocer
verdaderamente a la persona. Profundizar en ella. Rascar tras la superficie.
-¿Encontraste
respuesta a todo, más o menos, lo que te planteaste desde un primer momento en
tu libro de entrevistas, ¡A los libros!25
entrevistas a profesionales del sector del libro?
- Aprendí mucho con este trabajo. Muchísimo. Y me abrió
algunas puertas profesionales. Gracias a mis entrevistas de ¡A los libros!, me llamaron para que
hiciera las entrevistas audiovisuales (Diálogos)
de Literatura Andaluza en Red http://literaturaandaluzaenred.com/dialogos Y estoy muy
contento.
-Te
aproximas a escritoras, escritores, editores y editoras como difusor cultural,
como periodista, pero también como escritor y lector, ¿no?-Y a ellas y a ellos,
desde este libro, también les preguntas
desde esa faceta, casi íntima, de lectoras, lectores....
-Es que me interesa quizás más esta faceta de lector que la
profesional. Saber cómo leen, qué leen, cómo tienen organizadas sus
bibliotecas, ver los fetiches de sus estanterías… Soy una persona con una gran
curiosidad, que es una gran virtud.
-Realizas
reseñas, aproximaciones a libros, más que "las típicas críticas", al
menos esa es la impresión que me da el visitar tu web, http://danielheredia.com/
... ¿la mejor crítica, tal como se entendía hace unos años, es la que
debe de realizar cada lectora y lector al aproximarse a los diferentes libros?
-Cuando un escritor publica su libro, este pasa a manos del
lector, que es la pieza vital del conjunto. Sin lectores no hay escritores. Y
la labor del crítico literario es la de dar a conocer al lector esos libros que
merecen la pena. Y alabar sus virtudes y descifrar sus carencias. Y que, al
final, el lector decida si quiere o no leerlo. El trabajo que realizo como
asesor literario es casi el mismo que como crítico. Con la enorme diferencia de
que como asesor hago la crítica literaria antes de ser publicada, por lo que el
manuscrito se puede mejorar.
-Amigo,
ahora, en estos momentos, ¿en qué estás metido? ¿Qué lugar ocupa dentro de la
“jungla” editorial un papel como el tuyo de “asesor literario”?, creo que hay
diferencias con “el/(la agente literaria de hace unos
años”, ¿verdad?, ¿cómo lo ves?
-Un asesor literario no es un agente literario, algo que mucha
gente confunde. Yo ayudo como asesor a que los autores mejoren sus textos antes
de ser publicados. No todo el mundo conoce esta posibilidad. Sucede en este
campo que hay mucha egolatría y muchos autores que creen que no necesitan a
nadie que les ayude a mejorar sus textos. Cuanto más ególatra, menos cree
necesitar la ayuda de un profesional. Allá ellos.
-Daniel,
hablas también de los últimos eslabones—te dejas en la recámara a
distribuidores y algún que otro oficio de eso “como intercalados, en esto del
mundo librero ---pero te paras en libreras y libreros y en los encuadernadores.
Importantísimas piezas en el mundo del libro y en el mundo editorial…más que
importantes, diría que son imprescindibles, pero en peligro de extinción…como
en otros comercios o tiendas se han cargado a las librerías, al librero que
entiende más que vende—no sé si me explicas—y también al mismo tiempo, a
menudo, se menosprecia al encuadernador, el que acaricia al libro, le da
armazón y cuerpo…Hay muchísimo delito de tras de esto. Daniel, ¿qué futuro
crees que le espera al librero sometido a la vorágine de las grandes
superficies libreras?; ¿está todo el colectivo de libreros preparado para ser
librero…hay que tener en cuenta que es un trabajo que requiere de un trabajo
diario que conlleva reciclarse e ir aprendiendo al tiempo que surgen nuevos
autores, escritoras, tendencias…porque la literatura es algo en completa metamorfosis…qué
nos puedes comentar? Y el mundo de la encuadernación no deja de ser algo
parecido, verdad? , además de que debería ser
considerado un trabajo casi en olvido
que debería “mimarse”, ¿cómo lo ves?
-Los
encuadernadores se están convirtiendo en una profesión con muy pocos clientes.
Dile ahora a un chico de veinte años que gaste su dinero en encuadernar un
libro. Te mirará raro y se preguntará que para qué necesita encuadernar sus
libros. Es más, lo normal es que no tenga apenas libros en papel que
encuadernar. Y ya no hablamos de tener libros antiguos. Otra cuestión son los
libreros, los pocos libreros de verdad que van quedando. Porque una cosa es un
librero y otra un vendedor de libros. Ahora hay muchísimos vendedores de libros
y pocos libreros. Muchísimas espacios donde vender libros y pocas librerías
culturales. Es fiel reflejo de la sociedad en la que vivimos.
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