Nº-4.jpgCazarabet conversa con...   José Serafín Aldecoa Calvo, autor de “De la sublevación a la Batalla de Teruel. Represión, muerte y destrucción” (Prames)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El prolífico escritor y profesor  turolense José Serafín Aldecoa le pone historia: cronología, hechos y personajes a este período histórico que, empezando con la sublevación militar, terminó con la cruenta y trágica Batalla de Teruel.

La revista cultural 'Turia'—en su número 133-134--, editada por el Instituto de Estudios Turolenses (IET) de la Diputación de Teruel, publicaba un adelanto de este  libro de José Serafín Aldecoa.

El libro se encuentra dentro de la colección, Temas Aragoneses...

Lo  que nos explica la editorial PRAMES sobre este libro: Represión, muerte y destrucción. Tres palabras, plenas de significado, que no solo afectaron a los soldados enfrentado en los combates, la gran mayoría de ellos militares de cuota y como tal obligados a ir a la guerra, sino a la población civil que vio trastornada toda su vida y todos sus proyectos vitales. A los y las turolenses sufrientes de un conflicto armado, la mayoría de las veces sin ninguna implicación en la lucha, nos referiremos con mayor asiduidad en este libro.

El autor José Serafín Aldecoa y su presencia en el Conversa con…:

http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/sindicatosmineros.htm

http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/escucha.htm

http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/prensateruel.htm

http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/aldecoaturolenses.htm

 

 

 

Cazarabet conversa con José Serafín Aldecoa:

serafin-aldecoa.jpg- Serafín ¿estamos ante uno de los libros que más trabajo te ha llevado?, cuando hablo de trabajo me refiero desde la planificación y guion a la documentación a la escritura del mismo, pasando por la investigación…

- Me ha llevado bastante trabajo la documentación, el “estado de la cuestión” sobre todo, porque parecía que ya se sabía y se había dicho todo sobre la Guerra Civil en Teruel porque ya unos cuantos manuales clásicos de militares y de historiadores en torno a la Batalla de Teruel -con mayúsculas- y la idea era procurar no repetir lo ya dicho, saber lo que se había publicado sobre el tema para que el libro no fuera un trabajo “deja vu”. Por otra parte no me interesaban ni el armamento (la “ferralla militar” que yo llamo), ni las estrategias o tácticas de combate… Había que aportar algo novedoso, algo sobre lo que no se había investigado todavía en un periodo concreto: julio de 1936-15 diciembre de 1937 cuando empieza la Batalla “en serio”. También ha sido laboriosa la búsqueda de documentación archivística de la Causa General, Archivo Histórico Provincial, Archivo de la Administración, prensa histórica… e incluso la selección de los contenidos, el guion.

 

- ¿Cuánto tiempo te ha llevado realizar este trabajo?

- No es fácil calcular el tiempo empleado pues a la vez que este trabajo llevaba a cabo otros como mis artículos semanales en prensa, por ejemplo, o el libro Prensa Histórica Turolense publicado a finales de 2019 por el IET. Te puedo hablar de 3 ó 4 años acumulando información, cotejando documentos, leyendo otras publicaciones sobre el tema, examinando fotografías… Al final, decides acabar ya tu investigación y sacar el libro a la calle porque podría haber ampliado más su contenido, pero con más de 350 páginas… creí que era suficiente

 

- ¿Cómo ha sido la metodología de trabajo…ibas escribiendo y acercándote a los temas que desarrollas y luego cómo reconstruyes el puzle?

- Empecé mi investigación sobre el tema inédito hasta entonces de la dura represión sobre las autoridades republicanas (especialmente las de Izquierda Republicana (IR) como el alcalde de Teruel, el gobernador, el presidente de la Diputación…), sobre los socialistas y anarquistas de Teruel cuando se inició la sublevación del 18 de julio de 1936, tema del que tengo varios artículos publicados. Este hecho me impactó, pero quería saber también quiénes participaron en la sublevación, especialmente la trama civil, así como en citada la represión. Siguió el tema de la colaboración de la Iglesia a través del obispo Polanco. Continuaron temas como el crecimiento exponencial de la Falange, el inicio del nacional catolicismo, la militarización de la sociedad turolense, los primeros bombardeos, el hambre de la población… La verdad es que el estudio de cada tema o contenido me llevaba al otro  y así sucesivamente hasta completar todos aspectos de este periodo que, como queda dicho, va del 18 de julio de 1936 hasta el 15 de diciembre de 1937.

 

thumbnail_IMG_20200811_1236.jpg- ¿Qué te proponías con este libro…? acercar la historia contemporánea de Teruel, tirando de este episodio dramático el que va de la sublevación del ejército en julio del 36 a la batalla de Teruel en el invierno del 37 al 38?

- Quería aportar información, conocimiento, un análisis, en definitiva, sobre un periodo histórico oscuro del pasado de la ciudad de Teruel que se había ocultado hasta entonces bajo el manto del olvido. Además -y sobre todo- se trataba un vacío histórico -como otros tantos- existente dentro de la historiografía turolense y pretendía llenarlo dentro de las limitaciones archivísticas pues no hay que olvidar que los archivos fueron también víctimas de la vorágine bélica. En concreto, hemos buscado especialmente el de Falange Española de Teruel que está desaparecido. Disponemos de una noticia de un comisario de guerra republicano pero no hemos podido llegar a encontrarlo. 

 

- Amigo, ¿bajo qué estado de ánimo, político social, en la ciudad de Teruel se acoge la victoria del Frente Popular en febrero del 36?

- Así como en los municipios de la provincia se impuso la candidatura de ultraderecha de la CEDA, en la capital fue el FP quien ganó las elecciones dentro de un ambiente de euforia y de esperanza. De hecho, el Ayuntamiento entrante, una coalición del Frente Popular (IR y ciertos sectores del PSOE-UGT), al igual que ocurría a nivel nacional, acometió una serie de medidas que pretendían reanudar las reformas iniciadas en el primer bienio (1931-1933) como la construcción de escuelas, laicización de la vida social, roturación de tierras, urbanización del Ensanche, abaratamiento del precio del pan... pero, ante todo, hacer frente a la crisis social y económica que había conducido al paro a muchos turolenses.

 

- Aquel julio del 36 estalla la guerra en España: ¿cómo coge a Teruel este estallido?; ¿se respiraba cierto ambiente como previo al estallido de tensión en los entornos políticos y sociales de la ciudad?; ¿se preparó, de alguna manera, desde lo civil a lo militar, la guerra?

- Se produjo en este periodo del FP cierta tensión por parte de las derechas que vieron cómo regresaban a la ciudad los socialistas turolenses procesados por los hechos de la Revolución de Octubre de 1934 y por las manifestaciones públicas de alegría que se produjeron a continuación, junto a las manifestaciones reivindicativas de las mujeres para que se bajase el precio del pan pero, sobre todo, será el ejército integrado por las escasas tropas que había en la ciudad, el que se enfrentará con el Ayuntamiento por su negativa a asistir a los actos del 3 de Julio, una fiesta liberal-republicana a la que los militares asistían todos años a regañadientes. El Consistorio turolense del FP, en un pleno, censuró la actitud tomada por el comandante Aguado y demás militares, así como el periódico Izquierda Republicana que lanzó críticas a los militares, lo que causó malestar entre la dotación militar de la ciudad. La enemistad manifiesta del africanista comandante Aguado (más joven que Sanjurjo, Franco, Queipo de Llano…) con el Ayuntamiento del FP le “ayudó”, dos semanas más tarde, a asumir el mando de la sublevación militar en Teruel. Decimos “ayudar” porque el mismo Aguado estaba al tanto de los movimientos de los sublevados a nivel nacional junto a un grupo de civiles (comerciantes e industriales de la ciudad) y un número de más 30 falangistas dispuestos a sumarse al golpe de Estado en el momento que Aguado tomase la iniciativa, como así fue.

 

- ¿Qué ocurre a nivel político en cuanto se instala la guerra?

- Aguado y los apoyos citados, provistos de armas, declaran el estado de guerra siguiendo las instrucciones de Cabanellas, destituyen a todo el Ayuntamiento y detienen a todo el Comité provincial (cerca de 30 personas) de IR que se encontraba reunida en la sede social en la Plaza del Torico reflexionando sobre el qué hacer. Hay que decir que IR era el partido con mayor implantación en Teruel en 1936 de tal manera que llegará a editar el periódico homónimo Izquierda Republicana del que no hemos podido encontrar ejemplares. Hablamos del catedrático Joaquín de Andrés, jefe provincial, del presidente de la Diputación Ramón Segura, del alcalde Pedro Fabre, del diputado nacional Gregorio Vilatela… que son detenidos y llevados al Seminario ya que la cárcel estaba llena. Los socialistas procuran huir, aunque algunos de ellos también son detenidos y ejecutados. Aguado designa a dedo un nuevo Ayuntamiento presidido por el republicano converso al falangismo José Maícas, así como al presidente de la Diputación y otros cargos afines.

 

Serafin_Aldecoa.jpg- ¿Y en cuanto llega el hambre?

- Pronto, a las pocas semanas de la sublevación la ciudad de Teruel se queda prácticamente aislada y rodeada por un territorio fiel a la República salvo el “mango de la sartén”, tal como se decía, que no era otro que el ferrocarril y la carretera a Zaragoza que las tropas republicanas intentaban controlar y, sobre todo, destruir. En este contexto era difícil el abastecimiento de subsistencias y de diferentes productos necesarios para la vida cotidiana y los escasos que llegaban, elevaban sus precios pese a las medidas represivas de la alcaldía y del gobernador para que los comerciantes no hicieran negocios. Los avisos de multas aparecerán con cierta frecuencia en Lucha. Por otra parte, en cuanto empieza la movilización de las quintas, hay muchas familias que se quedan sin el progenitor que suministraba los ingresos básicos para poder llevar una vida digna, con lo que las mujeres no pueden alimentar a sus hijos y será necesaria la actuación de Auxilio Social y sus comedores que palíe en la medida de lo posible el hambre. Luego están las viudas de los soldados que van cayendo en combate que apenas disponen de ingresos económicas para el sustento de cada día. El hambre se convierte en algo cotidiano que las autoridades franquistas intentan camuflar.

 

- ¿Era una ciudad más que vivía en la retaguardia de “la guerra in situ”?

- Está claro que un ambiente prebélico se instala en la ciudad inmediatamente, en especial cuando se inician los bombardeos o los disparos de obuses de la artillería sobre la ciudad que serán numerosos, sobre todo los primeros por la falta de unas baterías antiaéreas necesarias para la defensa ante los bombardeos. El primer bombardeo es ya del día 23 de julio de 1936, menos de una semana después de la sublevación, lo que hace ver a los turolenses que la guerra va en serio. Por otra parte, la presencia y aumento de soldados en la ciudad junto a requetés y falangistas, acentúan cada vez más la militarización progresiva de la sociedad turolense. La ciudad vive en una situación próxima a la guerra.

 

- ¿Qué acontecimientos hacen ver que la guerra podía irrumpir en las propias guerras en esa ciudad que era el Teruel de la retaguardia?

- La proximidad de las tropas gubernamentales a la ciudad como la Columna de Hierro, la Exea-Uribe, la Torres Benedito... fueron una amenaza constante. Aguado, con su ardor guerrero intentó acabar con la Columna de Hierro, pero fracasó ya que murió el 13 de agosto de 1936, cuando no había pasado ni un mes de la sublevación. La amenaza es seria ya que se producirán dos ensayos bélicos importantes de ocupación de Teruel conocidos como la Batalla de Corbalán (diciembre 1936) con el apoyo de las Brigadas Internacionales, y el ataque de Celadas (abril de 1937) antes de que empiece la Batalla definitiva el 15 de diciembre de 1937. El frente militar se sitúa prácticamente en el cementerio de Teruel, al norte de la ciudad.

 

- El día a día de ese Teruel pro franquista de los primeros tiempos de la Guerra Civil cómo era?

- Presencia en las calles de los uniformados y paramilitarizados falangistas y requetés que se disputan el espacio urbano con los militares. Desfiles continuos especialmente de los flechas (niños falangistas) con formación paramilitar. Numerosas exhibiciones públicas y actos religiosos, algunos de ellos presididos por el obispo Polanco, en los que participan con banderas y toda parafernalia fascista los citados grupos anteriores. La construcción del nacional-catolicismo en marcha. Además, apertura de hospitales para ir ingresando a los heridos que van llegando del frente o de los bombardeos de la ciudad. Construcción de parapetos y trincheras urbanas. Suscripciones, numerosas recaudaciones y peticiones por las calles (incluidas las cuevas, refugios…) para que la retaguardia recaude dinero o especies con el fin de apoyar y abastecer los frentes de guerra. Estas son actividades dentro de la difícil cotidianeidad de los vecinos que tienen dificultades para abastecerse de productos para la alimentación por su escasez y por su precio.

 

Nº-6-MAS-MATAS.jpg- ¿Cómo les fue a las personas que no comulgaban con esas ideas y que eran de facto contrarias a muchas posturas, al alzamiento, al falangismo…?

- La mayoría que se habían significado políticamente durante la II República o simplemente habían sido militantes de un partido de izquierdas o de un sindicato de clase, empezaron a ser detenidos y encarcelados en la misérrima y céntrica cárcel y en los sótanos del Seminario con el beneplácito y autorización del obispo Polanco. El miedo se instaló en muchas y muchos turolenses republicanos y de izquierdas, bastantes de los cuales optaron por marcharse de la ciudad, huir hacia Levante que era zona republicana. A partir de entonces, muchos de ellos serán “sacados” y ejecutados en el lugar denominado Pozos de Caudé mientras que una parte de las autoridades republicanas serán trasladadas y ejecutadas en Zaragoza.

 

- Las mujeres, ¿qué papel adoptan en ese tránsito…habrá diferencias entre las que abrazaban en nuevo “status quo” y las que se quedaron, por estar vinculadas más o menos directamente a la izquierda, como en “fuera de juego”?

- Un número destacado de ellas, la mayoría de ideario conservador,  se afilian al falangismo, a la Sección Femenina, están omnipresentes en la ciudad pues se encargan de los comedores para niños para combatir el hambre; de realizar las cuestaciones  económicas yendo incluso en los refugios de guerra para aportar dinero a la vanguardia de la guerra; de trabajar en los hospitales ocasionales (Casino, Santa Teresa…) que se van abriendo; del llamado “lavadero del frente” que se instala en el colegio de San Nicolás para lavar la ropa de los soldados… Son imprescindibles. Mientras que otras, las republicanas, menos numerosas, van a parar a la cárcel por haber participado en actividades políticas y culturales en los centros de izquierdas como Carola Garcés, Pilar Sánchez o Pilar Escribano que militaban en IR o en las JJSS. Estas tres militantes serán ejecutadas.

 

- La Iglesia siempre omnipresente, ¿cómo reacciona y cómo pasa a “remotivar” a sus feligreses?

- Aumentan exponencialmente los actos religiosos en la ciudad, internos dentro de recintos religiosos pero mucho más los externos como las procesiones que van acompañadas de falangistas, militares... pero también de los primeros abundan las misas rogatorias, novenas, rosarios, triduos, celebraciones de la Infantería, Santa Bárbara de la artillería… Ahora bien, la Iglesia a través de su responsable y figura más emblemática el obispo Anselmo Polanco, se sumó voluntariamente a la sublevación. Unos meses antes, como señala el fraile benedictino Hilari Raguer (La pólvora y el incienso: La Iglesia en la Guerra Civil española), ya había expresado su opinión contra el Gobierno del FP que se había instalado en Teruel y en España. Una manifestación clara de este apoyo fue la firma en julio de 1937 de la carta de los obispos apoyando a Franco pero, sobre todo, se involucró directamente en Teruel con el hecho de prestar el edificio del Seminario para encarcelar a las autoridades republicanas cuando la cárcel municipal que estaba enfrente, se llenó de presos. Otro episodio desconocido de él y que narramos en nuestro libro es su viaje a Burgos donde residía la Junta Militar, una semana antes de que se iniciase la Batalla de Teruel, donde departió y mantuvo conversaciones con las más altas jerarquías militares y falangistas del régimen. Se dice que se entrevistó con Franco al que le dijo que no se olvidara de Teruel. El periódico Lucha recogió ampliamente las actividades del obispo en este viaje. Aparte de esto, como máxima autoridad religiosa, compartirá junto al coronel Rey d´Harcourt, comandante militar de la plaza, diferentes actos religiosos con militares, falangistas, requetés en la ciudad… La cruz y la espada, juntas, o lo que es lo mismo el nacionalcatolicismo en marcha.

 

- ¿Cuándo pasa Teruel a protegerse y a militarizarse…crees que lo hace porque se veía en peligro o como por automatismo…?

-De lo expuesto hasta ahora, se deduce que, efectivamente, la población de Teruel y el ejército franquista barajaban la posibilidad de un ataque militar inminente pues, como hemos visto, la ciudad se encontraba rodeada de territorio controlado por el ejército popular. El comandante militar de la plaza demanda urgentemente el envío de tropas para proteger a una ciudad indefensa que van llegando lentamente como soldados de infantería, las baterías antiaéreas desde Calatayud o los más de 300 guardiaciviles que se pasaron de bando tras los archiconocidos sucesos de La Puebla de Valverde de finales de julio de 1936. También se inicia en estos meses la construcción de trincheras, refugios, parapetos… previendo un duro ataque como así fue.

 

Nº-3.jpg-¿Cómo se organizan las labores humanitarias entre los propios turolenses en carestía y con los primeros efectos de la guerra en esta ciudad en la retaguardia?

- Como decía antes, las mujeres son las encargadas principales de las actividades humanitarias e incluso en el año 1937 salen a alguno de los pueblos cercanos a realizar la cosecha de cereales por falta de mano de obra. Ellas atienden a los heridos que son cada vez más numerosos en los hospitales, mantienen las actividades de los comedores para niños, confeccionan y lavan ropa militar… Las mujeres, la mayoría encuadradas en la Sección Femenina, fueron el pilar de todas estas actividades necesarias e imprescindibles. Los hombres se encontraban defendiendo el frente cercano a la ciudad o habían sido movilizados como soldados según las quintas correspondientes y habían marchado a otros territorios.

 

- ¿Cómo fueron las represiones que sufrieron los republicanos turolenses?, es todavía un tema delicado, me figuro, a tratar, pero debe contarse, ¿cómo lo has vivido tú como historiador que quiere contar lo acontecido?

- Aguado y compañía, especialmente el falangismo, fueron duros con los republicanos y actuaron sin contemplaciones como pudo ser, por ejemplo, las ejecuciones de Mercedes Vega, amiga del diputado de IR Gregorio Vilatela, la de la profesora de la Escuela Normal Pilar Escribano (también de IR) o la de las socialistas, madre e hija, María Pérez Maícas y Pilar Sánchez en la calma chicha del verano de 1936. Estas dos últimas mujer e hija del líder socialista Ángel Sánchez Batea, alcalde de Teruel cuando entró el ejército popular. Los republicanos que fueron encontrados en sus casas o en las sedes de partidos y sindicatos fueron detenidos, muchas veces con nocturnidad, encarcelados, principalmente en el Seminario que era un espacio amplio y finalmente “sacados” y fusilados en los Pozos de Caudé o en Zaragoza a donde fueron llevadas algunas autoridades. Léase el célebre libro Concierto al atardecer de Ildefonso Manuel Gil que compartió el seminario-cárcel con varios de ellos y que los cita en dicha obra de ficción, pero con tintes de realidad. En mi libro incluyo la identificación de varios de ellos pues el autor modifica algo el nombre de los personajes. Ildefonso entró detenido a finales de julio de 1936 y salió en marzo de 1937, gracias a las relaciones familiares con un falangista de Daroca. Se pasó varios meses en el Seminario pensando que iba a ser “sacado” cualquier día. Este hecho le marcó toda su vida y su obra.

 

- La segunda parte del libro la dedicas a la batalla de Teruel y nos narras el día a día desde el ataque de las tropas republicanas que querían—y lo consiguieron—reconquistar la ciudad al contraataque de las tropas franquistas que acabaron ganando otra vez la ciudad…José Serafín en ese período, ¿qué acontecimientos destacarías teniendo en cuenta que la batalla por Teruel se libró en un duro invierno, del 15 de diciembre del 37 al 22 de febrero del 38…

- De la batalla y de su desarrollo escribo poco pues otros ya lo han hecho. Simplemente doy unas pinceladas de las fases que tuvo. Sí que me detengo en el frío y la mala equipamiento militar de los soldados de cuota, especialmente de los republicanos que, la gran mayoría con alpargatas de esparto, sin más, van a combatir a un territorio con Nº-2.jpg15-20 grados bajo cero y con un palmo o más de nieve. Ahí están las miles congelaciones parciales, con sus respectivas amputaciones o las muertes por el frío. Se dice que la Batalla de Teruel sirvió para crear una legión de cojos y mancos. Por ello, una manta o unas botas -e incluso periódicos para cubrir los pies- eran los bienes más preciados en esos momentos para combatir el frío polar. También me detengo especialmente en los asedios de varios días sobre los últimos reductos, el Seminario (convento de Santa Clara, Santiago, Santa Teresa…) y la Comandancia (Gobierno civil, Obras Públicas, Banco de España, cine Parisiana, Casino…), pero subrayando las terribles condiciones (hambre, sed, frío, muerte…) que padeció la población civil que se había refugiado en ellos y que acudió allí con lo puesto. Fueron cientos y cientos de turolenses refugiados en los recintos que componían estos dos reductos pese a que anteriormente podían haber sido evacuados. Pensaron los franquistas que los dos asedios iban a durar menos tiempo por la proximidad de las tropas del general Varela pero no fue así. ¿Por qué no atacó este personaje el último día del año 1936? Todo un enigma para este engreído general y lisonjeado hasta la saciedad por el régimen franquista.

 

- ¿Cómo quedó el Teruel que se encontraron, de nuevo, las tropas franquistas?

-Imagínate cómo quedó Teruel con los bombardeos de la aviación republicana, en un primer momento, junto a los de la Legionaria italiana y la Cóndor alemana, posteriormente, junto a los cañonazos de la artillería de ambos bandos…Según un informe del programa de Regiones Devastadas (RR.DD.) encargado de reconstruir la ciudad, los resultados, “grosso modo”, fueron estos: una tercera parte de inmuebles estaban hundidos, otra tercera parte tocados de consideración y el resto afectados en menos medida.

 

- La destrucción de edificios emblemáticos, calles, edificios históricos…¿cómo fue?, ¿tanta fue la destrucción?

-Sí, efectivamente, hubo destrucción del patrimonio histórico-artístico pese a que a la semana de la entrada de las tropas gubernamentales (8 de enero de 1938) una Comisión del Patrimonio Nacional del Gobierno de la República se desplazó a Teruel para salvar parte de estas obras de arte, no obstante, al final, el Seminario barroco quedó destruido totalmente, parte de la techumbre de la catedral (artesonado) del siglo XIII, la iglesia de Santiago desapareció, el teatro Marín de Monguió fue hundido por las bombas… Las torres mudéjares aguantaron los impactos con dificultad. Luego entró en acción el programa de RR.DD. dirigido por el arquitecto Allanegui y con la idea de ampliar calles y dotar a Teruel de un casco urbano más regular y moderno, se eliminó radicalmente del entramado urbano edificios con valor histórico-artístico que no se encontraban muy afectados por la destrucción bélica y que podían haber sido restaurados y conservados como el Colegio de las Terciarias, el Hospital de la Asunción, la iglesia de Santiago, el cine Parisiana… menos mal que no la emprendieron con los edificios modernistas que no eran del gusto de los arquitectos franquistas. La acción reconstructora de RRDD posterior a la Batalla ha sido bastante polémica.    

 

Nº-5.jpg- Mucha gente, la mayoría, marchó y se fue durante la batalla por la ciudad…¿cómo fue volviendo y retomando el día a día tras la batalla?

- Los y las turolenses de los últimos reductos, Seminario y Comandancia, no es que se marcharon de forma voluntaria, fueron evacuados hacia Levante ante el inminente ataque de las tropas franquistas que se inició prácticamente a mediados de enero de 1938 con diferente intensidad. Unos fueron encarcelados en el monasterio del Puig de Santa M y otros, la mayoría, en el de San Miguel de los Reyes. La población civil fue dispersada por las provincias de la región valenciana, principalmente. Acabada la guerra aún se tardan unas semanas cuando la gente empieza lentamente a regresar a su ciudad, buscando la casa donde vivían y los lugares habituales de su existencia. Muchos encontraron sus viviendas destruidas u ocupadas por otras familias, sin muebles, expoliadas,  las calles con montones de escombros, sin agua, sin luz… La necesidad de nuevas viviendas era un problema gravísimo.

 

- ¿Se podría afirmar que Teruel fue una ciudad totalmente devastada, también presa del saqueo y de todos los efectos del paso de la batalla?; ¿cómo “se quita” la muerte de las calles?

- Seguro que a las autoridades franquistas se les pasó por la cabeza hacer como en Belchite: construir un nuevo Teruel, pero las torres mudéjares aguantaron el combate, el viaducto pervivió a las bombas, el Ensanche sufrió menos que el resto… El saqueo de comercios, bares, bancos… pese a las órdenes del general Rojo y de otros mandos republicanos, se produjo en toda la ciudad y lo poco que pudo quedar, fue realizado por las tropas franquistas. Se han conservado fotografías de soldados franquistas, regulares del norte de África, cargados de objetos de diferentes entidades… Los muertos y enterrados durante la batalla en los reductos más los cientos que se encontraban bajo los escombros por derrumbamientos, hubo que enterrarlos no solo en Teruel sino en pueblos próximos del entorno. En el cementerio de la capital se levantaron, como mínimo, 15 zanjas para 80 cadáveres cada una… Hay que enterrar a los muertos de forma rápida, por razones sanitarias e higiénicas, hay que construir ataúdes de madera de forma urgente… Tarea ímproba esta de los enterramientos. Todavía se tardará tiempo para levantar los escombros.

 

- ¿Cómo se recobra el pulso de una ciudad tan quebrada por el paso de la batalla?

- Es terrible, lenta, ímproba y amarga para los ciudadanos la tarea de la recuperación del “pulso” de Teruel. Hay que replantear y reconstruir todo el viario urbano, hay que recomponer las infraestructuras de luz y agua, faltan viviendas pues hay muchas destruidas, escasean las subsistencias, persiste el hambre entre la población, falta cemento por la autarquía económica del Franquismo, hay que desescombrar calles con más de dos metros de altura de escombros, falta gasolina para los camiones del desescombro…  Una muestra de esta tarea lenta y compleja es que hasta mediados de los años 50 no desaparecieron totalmente los escombros de los solares de la ciudad. En la visita que Franco realizó TARDIAMENTE a la “ciudad mártir” en junio de 1953, se dice que hubo que tapar con lonas ciertas zonas del viario urbano porque todavía había escombros por retirar. Terrible.  

 

 

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