La
Librería de Cazarabet Indignado
La Catarata Ediciones ha sacado un
libro muy comprometido con la relación entre aquello que nos venden como motor
generador de la economía y paliador del desempleo y
otros males y lo que, en realidad, acaba siendo…normalmente una gran burbuja
que al poco de salir de las manos del mago ya explota, pero mientras tanto, muchos con los proyectos, trámites
burocráticos y demás ya se han enriquecido y no poco…Un libro necesario y que
nos cuenta que los macro proyectos, normalmente, acaban mal para los ciudadanos
de a pie; aunque ya se haya invertido en mucho ladrillo, mucha inversión
técnica y demás…Veremos a ver. El libro viene desde la pluma de Fernando Abad
Vicente, arquitecto y urbanista…persona, pues, muy vinculada y que nos puede
explicar muy bien, hasta casi “ir como desgranando” lo que son estos proyectos
y , también, aquello que esconden.
Lo que
está claro es que los macro proyectos
convencen a no pocos porque
reparten y no poco y a muchos…así que, aunque sea mísero y miserable, estos
macro proyectos tienen a muchos contentos porque como, además, no hablamos solo
de un solo macro proyecto…son siempre los mismos los que beben de las trampas y
de las burbujas y es que detrás de casi
todas estas burbujas hay, por ejemplo, financiaciones muy poco claras y los
partidos políticos son los que deberían dar el primer paso, pero entonces, y
aquí la primera pregunta: ¿quién paga las campañas electorales?, ¿quién
mantiene la maquinaria de los partidos?, ¿cómo seguimos realimentando toda esta
cuestión…?
El urbanismo
a nivel municipal, por ejemplo, está en el punto de mira y casi no hay pueblo
en el estado Español que no tenga algún macro proyecto que haya despilfarrado
el dinero de todos y que desprenda no poco “tufo”
De
interés:
http://es.wikipedia.org/wiki/Eurovegas
http://elpais.com/tag/eurovegas/a/
http://eurovegasno.blogspot.com.es/
http://eurovegasno.blogspot.com.es/
http://www.eldiario.es/temas/eurovegas/
http://elpais.com/diario/2009/04/01/cvalenciana/1238613480_850215.html
http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2010/07/25/terra-mitica-10-anos-despues/725668.html
http://elpais.com/diario/2002/04/03/cvalenciana/1017861483_850215.html
http://elpais.com/tag/aeropuerto_castellon/a/
http://www.levante-emv.com/castello/2014/03/22/tres-anos-aeropuerto-aviones/1092672.html
http://www.lasexta.com/programas/equipo-investigacion/
Lo que nos
cuenta La Catarata:
Desde que a mediados de la década de los ochenta se abrió la competición para
decidir la ubicación en Europa de un parque temático por parte de los estudios
Disney, se ha producido una avalancha de proyectos para la construcción de este
tipo de instalaciones en España, ya sea bajo el formato de parque temático
familiar, complejo de ocio para adultos o intentando compatibilizar ambos
formatos; todo ellos, por lo general, vinculados a promociones y urbanizaciones
residenciales, sobre todo a raíz de la denominada “burbuja inmobiliaria”. Este
proceso sufrió un importante salto cualitativo con los tres macroproyectos
vinculados al juego (El Reino de Don Quijote, Gran Scala
y Eurovegas), fundamentalmente por las importantes modificaciones sociales,
laborales, económicas, fiscales e, incluso, sanitarias exigidas por los
promotores como compensación por las considerables inversiones anunciadas y la
elevada creación de empleo prometida.
Sobre el
autor: Fernando Abad Vicente:
Fernando
Abad Vicente, arquitecto y urbanista. Entre los años 1978 y 1981
participó en México en la elaboración del planeamiento ecológico de diversas
poblaciones y municipios, integrado en un equipo multidisciplinar, dentro de la
Dirección General de Ecología Urbana.
En España
ha compaginado la labor como proyectista con la realización de trabajos de
urbanismo y la asesoría urbanística municipal.
Como
arquitecto proyectista, su trabajo personal se ha desarrollado principalmente
en la realización de obras dotacionales públicas.
Es también
autor del libro “Villava, desarrollo urbano de una
villa desde su fundación” (2009).
El
comentario de Babelia sobre este libro:
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/07/22/babelia/1406047888_440194.html
Cazarabet conversa con Fernando Abad Vicente:
-Fernando ¿por qué los macro proyectos están
tan “trufados”, ya de entrada, de cierta
abuso por la “toma de territorio”, por los trámites, por cómo quieren llevar a
cabo el proyecto y demás…?
-La
principal conclusión que he sacado del estudio realizado es el absoluto
desprecio de nuestros dirigentes políticos hacia todo lo que significa el
urbanismo, la ordenación del territorio, el medio ambiente o la legislación
vigente. En el mejor de los casos, en los que se puede presuponer su buena fe
en las decisiones adoptadas, es obvio que hay una visión cortoplacista, en la
que piensan únicamente con un horizonte temporal de cuatro años, para ganar las
siguientes elecciones. En el peor de los casos, podemos ver por las noticias
diarias la cantidad de casos de corrupción vinculados a las decisiones sobre la
ciudad y el territorio. Y esos solo son la punta del iceberg
-Aquí, querido amigo, te paseas y nos explicas
los principales macro proyectos de ocio, juego, fantasía que se pretendían
llevar a cabo o que, de alguna manera, se han tramitado con más o menos
éxito….pero hay mucho, mucho más, ¿no?
-Por
supuesto que hay mucho más. En primer lugar, como podemos ver en el trabajo
publicado, estos proyectos son como los vampiros: cuando crees que ya han
muerto vuelven a resurgir en otro lugar y con las mismas características
depredadoras. Sin ir más lejos, y sin salirnos de la temática abordada en el
libro, actualmente está en proyecto el eurovegas
catalán, el denominado Barcelona World, junto a Port
Aventura. Este proyecto, como todos los de su especie, está rodeado del máximo
oscurantismo, y de las pocas informaciones que transcienden, sabemos de las
exigencias de los promotores, de las rebajas fiscales y de la permisión del
juego a crédito, exigencias que han sido complacidas por CiU con el respaldo
del PSC. También se oye hablar de importantes modificaciones urbanísticas,
dictadas por supuesto por los promotores, aunque se desconoce su alcance. Si no
fuera patético, haría gracia oír decir a los representantes políticos que se
tomarán medidas contra el blanqueo de dinero, como si fuera posible “poner
puertas al campo” en un mundo financiero globalizado y habiendo permitido el
juego a crédito.
Podríamos
hablar de otros casos que se están proyectando, quizás con menor repercusión
mediática, pero no por ello menos importantes, como puede ser el parque
temático de la Paramount en Murcia. Hay un consenso
generalizado de que un parque de esas características necesita una masa
determinada de clientes potenciales para ser rentable, y de que actualmente con
los existentes en España el cupo está cubierto de sobra, así que habría que ver
a qué intereses responde su construcción.
Pero
bueno, lo importante es que la persona al leer el libro pueda desarrollar un
espíritu crítico y pueda ella misma formarse su opinión ante las informaciones,
escasas y manipuladas, que le puedan llegar sobre estos u otros casos.
-Me refiero, también, a los proyectos que son
“de servicios” (tipo grandes auditorios, Casas de Cultura, complejos
polideportivos, multiusos…)…de estos también hay unos cuantos creando y
formando parte de una engañosa burbuja. ¿Qué nos puedes decir?
-Este tema
que planteas creo que tiene una gran importancia y no se le ha prestado la
atención necesaria.
Cuando se
proyecta un equipamiento público no solo hay que tener en cuenta el coste de su
construcción, sino que hay que considerar el darle el uso adecuado, llenarlo de
contenido y el mantenimiento posterior. Y eso tiene que estar previsto y
presupuestado desde antes de iniciar el proceso. Una parte importante del
encargo de un Proyecto de un equipamiento es la definición del Programa de
Necesidades, y aunque parezca mentira, en la elaboración de ese programa en
muchas ocasiones no se conocían, ni se han tenido en cuenta, sus verdaderas
necesidades y su capacidad presupuestaria.
Como hemos
visto en los años anteriores, toda población, sin tener en cuenta su número de
habitantes, demanda o necesidad real, ha querido tener unos equipamientos
deportivos y culturales que en muchos casos sobrepasan sus posibilidades de
mantenimiento y gestión. Hoy en día proliferan por toda la geografía española
polideportivos cubiertos o piscinas climatizadas en pueblos que no tienen la
posibilidad de sostener su costo. Algo similar ha pasado con los edificios
culturales carentes de contenido: museos, casas de cultura, auditorios, etc. en
los que además, en muchos casos, se ha querido conseguir una arquitectura
emblemática, y hoy en día están inacabados, cerrados o son pasto de
En
definitiva, estamos ante el problema habitual de la cultura española. Se crea
el continente, en lugar de fomentar la educación cultural, y así pensamos que
si hacemos un auditorio se llenará de melómanos, mientras eliminamos las clases
de música en las escuelas y no hay presupuesto ni para contratar una banda
municipal de aficionados.
Uno de los
proyectos que actualmente tengo entre manos, al que he llamado “Derrochómetro”, es precisamente el de localizar e
identificar estas dotaciones y cuantificar su costo, es decir, llegar a conocer
de forma aproximada cuantos euros hay enterrados en ellos, dónde han dilapidado
ese dinero los que han vivido, y viven, por encima de nuestras posibilidades y
por encima de sus capacidades.
-¿Cuáles
han sido los principales lugares, en España, donde los macro proyectos han
pretendido asentarse?
-Cualquier
proyecto especulativo pretende instalarse allá donde existe algo público que
depredar, ya sea un entorno natural, una ciudad con sus equipamientos o unas
infraestructuras ya construidas, como autopistas, tren de alta velocidad o
aeropuertos.
Así en el
caso de Eurovegas la intención clara era la de parasitar una gran ciudad como
Madrid o Barcelona, con todos sus servicios y equipamientos públicos,
construidos por todos los ciudadanos y que quedarían para su propio beneficio:
aeropuertos, autovías, ferrocarriles, hospitales, escuelas, etc.
En el caso
de Gran Scala en los Monegros su atractivo era la
situación geoestratégica, en medio del valle del Ebro, atravesado por el AVE,
una autopista y una autovía, y emplazado en el baricentro formado por tres
ciudades cada una con su aeropuerto. Además como se trataba de un “desierto”
pensaban que los terrenos les saldrían prácticamente gratis.
El
emplazamiento del Reino de Don Quijote se corresponde con los terrenos que los
promotores tenían en su propiedad. Esos empresarios eran los mismos que en ese
momento estaban promoviendo el aeropuerto privado de Ciudad Real, que hemos
terminado pagando todos, y contaban con el AVE y las autovías.
Pero por
supuesto el gran factor de atracción para cualquier tipo de proyecto es
-¿Por qué esos lugares suelen coincidir con
los lugares que más casos de corrupción urbanística se van destapando?
-A nadie
se le escapa que la edificación de un territorio ofrece una gran posibilidad de
especulación económica. Un terreno puede multiplicar su precio por diez o por
veinte, según por donde pase una raya pintada en un plano, por lo que es
fácilmente imaginable el poder que tiene quien decide el trazado de esa raya, y
el interés de los propietarios de conseguir que su finca quede del lado
“adecuado”. Y cuanto más atractivo sea el territorio, esa potencialidad
especulativa se incrementa. Por eso gran parte de esos proyectos, grandes o
pequeños, se plantean en los lugares más interesantes, que ofrecen un valor añadido,
como, y principalmente, la costa, o los paisajes naturales espectaculares o
menos deteriorados.
Pero se da
la circunstancia de que muchos de esos parajes están protegidos, ya sea por
pertenecer a zonas de interés ecológico o paisajístico, o tienen sus
limitaciones, como las que establece la ley de Costas u otras especificaciones
legislativas existentes. Entonces hay que solventar los “problemas” haciendo la
vista gorda, rechazando automáticamente las alegaciones que se pudieran
presentar al proyecto, o modificando la legislación ex profeso, ya sea a priori
o a posteriori.
Estas
situaciones son mucho más factibles donde se perpetúan estructuras caciquiles,
y existen mayorías absolutas, en las que unos pocos deciden sin tener que dar
cuentas a nadie, y por encima de cualquier otra opinión.
Y por
supuesto, donde se mueve dinero, es más fácil que “se pegue a las manos”. Y si
se mueve mucho dinero, es más difícil resistir
-¿Por qué crees que esta corrupción
urbanística es la que está tan ligada a la corrupción política? ¿Crees que
está, además de la apropiación personal, la financiación de los políticos
detrás de todo ello?
-Creo que
en buena medida esta pregunta está respondida en
Dicho lo
anterior, se me hace difícil creer, como a cualquier persona informada, que sea
tan alto el nivel de estulticia de nuestros representantes públicos y de sus
cohortes de asesores áulicos, para pensar que en muchos casos, como los de
Eurovegas o Gran Scala, actúan de buena fe, sin que
haya papelillos de color lila que engrasen la maquinaria.
¿Es
creíble que en el caso de Gran Scala ningún
representante público se planteara las consecuencias de hacer una nueva ciudad
en medio de los Monegros para 300.000 habitantes, de los cuales cien mil serían
transeúntes?. ¿Se puede imaginar alguien que ningún dirigente se planteara las
consecuencias en Madrid o Barcelona de la construcción de 36.000 habitaciones
de hotel, 50.000 plazas de restaurantes, y decenas de miles de metros cuadrados
de comercio de alto standing?¿Cómo
repercutiría en la hostelería y comercio existente, o en la habitabilidad de
las calles al cerrarse los locales existentes?. ¿Cuántos puestos de trabajo se
destruirían?.
Al
estudiar simultáneamente Gran Scala y Eurovegas
observamos que con una inversión prevista similar, de unos18.000 millones de
euros en ambos casos, en el primero dicen que van a crear 65.000 puestos de
trabajo directos y 200.000 indirectos, mientras que en el segundo prometen 164.000
directos y 97.000 indirectos. Como vemos la cifra total es similar, pero su
composición totalmente dispar, lo cual para cualquier persona con sentido común
ya le indica que al menos una de las dos es falsa. Y puede estar seguro que las
dos mienten. Además en ningún lugar se justifica de donde salen esos puestos de
trabajo. Y nuestros dirigentes repiten esas cifras constantemente, como
papagayos, para justificar lo injustificable, pretendiendo hacernos creer que
lo que buscan es el bien de sus súbditos, pues como tales nos tienen. De ahí
que, o son unos ineptos, o tienen otras “razones”, o las dos cosas. Porque
¿alguien se acuerda de cuantos puestos de trabajo se iban a crear en Port
Aventura o en el Parque Warner, y cuantos se han creado?. Está claro que una
vez conseguido el objetivo, los puestos de trabajo les importan un bledo.
- El urbanismo ha entrado por todos estos
escándalos en el punto de mira y, este sector, está mal visto, muy mal visto y
peor concebido, todo en conjunto, por parte de la ciudadanía…En cambio, debo
pensar que hay, siempre, personas honradas vinculadas a esta especialidad que
es , además, muy bonita desde el punto de vista de la arquitectura y de cómo
concebir el territorio….Como persona vinculada a este mundo….¿cómo lo vives en
el día a día?
-No es
solo que sea una disciplina muy bonita, sino que su finalidad principal es
hacer que nuestras ciudades sean lo más habitables y agradables posible. Y es
fundamental para que su crecimiento o desarrollo se realice de la forma menos perjudicial
para el territorio y el medio ambiente. Muy lejos de esos intereses espurios a
los que responden muchas de las actuaciones que se han llevado a cabo en los
últimos años, y que tanto desprestigio han arrojado sobre esta disciplina tan
importante en nuestras vidas. Hay que tener en cuenta que hoy en día más de la
mitad de la población mundial vive en ciudades. Y ese medio es en el que nos
movemos y realizamos nuestra actividad el 80 % de los europeos todos los días.
También es
cierto que, como sucede siempre, aquellos proyectos bien realizados y que
responden de forma adecuada a esa finalidad de mejorar la calidad de vida de
los ciudadanos no son valorados, ya que entran en lo que se puede considerar
como normalidad, por lo que la gente en general no se percata de ello ni lo
valora, y no interesa a los medios de comunicación al no ser mediático. Así la
labor callada y honesta de centenares de profesionales pasa desapercibida y
solo destaca el escándalo y la corrupción.
Haciendo
una traslación al campo de la medicina, de los miles de operaciones que se
realizan cada día, solo es noticia cuando se dejan unas tijeras dentro del
paciente. Como se dice habitualmente, los médicos entierran sus errores y los
de los arquitectos permanecen a la vista durante décadas. Con la dificultad
añadida de que el urbanista trabaja como si en el quirófano estuvieran los
políticos, propietarios de suelo, especuladores, promotores y ciudadanos
diciendo por donde hay que sajar.
-¿Cuál es una de las mayores barbaridades urbanísticas
que has visto operar por aquí?
-Ante los
numerosos disparates urbanísticos perpetrados en los últimos años es muy
difícil hacer una selección. Cualquier persona que recorra el territorio se
queda estupefacta con las numerosas actuaciones que salpican el paisaje.
Urbanizaciones sin edificios,
construcciones a medio terminar, edificios vacíos, cuando no vandalizados, etcétera.
Pero
quizás lo más grave es lo que no se ve; las miles de hectáreas de terreno
agrícola clasificadas como urbanizables o urbanas, pagadas a precio de urbanas,
que la mayoría han terminado en poder de los bancos, que nunca van a valer lo
que se pagó por ellas, y que las estamos
pagando entre todos en los rescates bancarios, a costa de nuestra salud,
educación, atención a dependientes, investigación, precarización laboral,
etcétera.
A pesar de
todo imagino que esperáis que señale algún caso concreto y como me es muy
difícil indicar uno solo, he pensado resaltar tres casos; un ejemplo de la
arquitectura faraónica, una urbanización de lujo y un proyecto de destrucción de una trama urbana.
El primero
es la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela, proyecto megalómano del
entonces presidente de la Xunta, anteriormente ministro de Franco, que
alardeaba de que la calle era suya. Este proyecto estaba formado inicialmente
por seis edificios temáticos, ocupaba una superficie similar a la del casco
viejo de Santiago y se concibió sin ninguna intención urbanística con respecto
a la ciudad en la que se construye, sobre una loma, sin apenas conexión con
El segundo
de los casos es
Finalmente
no puedo dejar de referirme al Cabanyal, un barrio de
Valencia protegido como Bien de Interés Cultural, por su trama urbana y el
interés de su arquitectura ecléctica popular de principios del siglo XX, con el
uso del azulejo como elemento ornamental. Con la excusa de unir la ciudad con
el mar, en el barrio se ha proyectado una intervención que lo parte por la
mitad, derribando 450 edificios con 1650 viviendas, muchas de ellas
catalogadas, destrozando la trama urbana, e ignorando que el barrio es
realmente quien realiza esa conexión de la ciudad con el mar desde hace siglos.
Lo más grave es que para llevar a cabo esa actuación decimonónica, es el propio
ayuntamiento el que está propiciando el deterioro y degradación del barrio en
todos los aspectos, hasta extremos insoportables para sus habitantes, a los que
niega sistemáticamente las licencias para el arreglo de sus casas o comercios.
El plan fue paralizado por el Ministerio de Cultura, al considerarse que
constituía expolio del conjunto histórico del Cabanyal,
resolución que acaba de ser ratificada en julio de 2014 por el Tribunal
Supremo. A pesar de todo, la alcaldesa sigue empecinada en realizar esa
actuación sin atender ningún argumento racional.
-Proyectos que se escurren por entre los dedos
por caerse, desde un primer momento…me refiero a que hay cosas inconcebibles
desde su gestación, pero que ahí están y continúan…porque donde ya se ha
comprado, ya se han puesto los primeros cimientos o se ha ido a más… ¿Cuántas
irregularidades hay que saltarse para construir, construir y tener esas ínfulas
diarias…? ¿Cuánta prevaricación hay en el mundo del urbanismo? (por no hablar
más directamente de recibir “mordidas” a cambio de un “visto bueno”).
-Cuando
estos proyectos se ponen en marcha la mayor parte de las veces ya tienen que
ser conscientes de qué normativas y de qué trámites legales se están
vulnerando, porque para eso debieran estar los funcionarios: para advertir e
informar de las irregularidades o carencias que tiene el proyecto que se va a
desarrollar en un lugar concreto. Y además la legislación exige la realización
de exposiciones públicas y apertura de periodos de alegaciones para que
cualquier persona pueda poner en evidencia esas irregularidades. Pero las cosas no siempre funcionan como
debieran y se buscan las artimañas para esquivar la ley, y cuando ya es
evidente su vulneración pues
Pero lo
grave es que por lo general esta forma delictiva de actuar les funciona, porque
cuando las denuncias de irregularidad se plasman en una sentencia judicial, ya
el delito está consumado, y todavía queda la opción del recurso ante otra
instancia judicial, y dada la agilidad de la justicia en este país y la
inexistencia de medidas cautelares, cuando
se produce la sentencia final, el daño hecho ya es irreversible,
imperando la injusticia de los “hechos consumados” factor con el que cuentan
nuestros dirigentes. Es un lugar común el dicho de que “la justicia lenta no es
justicia” y en España es tan lenta que o los daños son irreversibles, los
delitos han prescrito o ambas cosas.
-¿Cuánto dinero puede dejar un parque de ocio
de estos que se han construido: Terra Mítica, Parque Warner, Isla Mágica? pero,
de entrada, a la población: ¿cuánto dinero nos cuesta a los ciudadanos?
-Es
realmente difícil saber cuánto nos han costado a los ciudadanos estos parques,
por el oscurantismo existente en todas estas decisiones y por esa mezcla entre
lo público y lo privado que hay en el país. Así, aún en los parques en que ha
habido inversión privada, la mayor parte ha sido pública, o a través de esas
cajas que luego hemos rescatado con nuestra sanidad y educación. Y luego hay
costos que no se contabilizan, o se hace por otro capítulo, como las
expropiaciones de los terrenos, las infraestructuras de acceso, etc. Además hay
que tener en cuenta que son instalaciones que para seguir teniendo reclamo,
necesitan continuas inversiones para tener la atracción que produzca más
adrenalina o llame más la atención.
Así, por
ejemplo, en el Parque Warner de Madrid, promovido por Gallardón, se estima que
costó más de 720 millones de Euros, de los cuales el 40% lo puso al Comunidad de Madrid y el 25% Caja
Madrid (rescatada). Pero además se construyó un tramo de autovía para el acceso
y una línea de tren de cercanías que costaron otros 25 y 85 millones de Euros
respectivamente. Hoy en día la línea de tren ya está desmantelada.
El Parque
de Terra Mítica, empeñó personal de Eduardo Zaplana, fue promovido por
En
definitiva, vemos que sin un auténtico control de las cuentas públicas es
imposible saber cuánto nos cuesta a los ciudadanos los caprichos de los
políticos, máxime en este sistema del que tanto se benefician ellos y sus
amigos, en el que los beneficios se privatizan y las pérdidas se socializan.
Por lo que
se refiere a beneficios, el único que en los últimos años ha conseguido una
mínima rentabilidad, a base de fuertes inversiones, es el de Port Aventura. Es
interesante considerar que hasta Eurodisney ha pasado por grandes dificultades
económicas y reinversiones para lograr subsistir. No es lo mismo la respuesta
que se produce a este tipo de instalaciones en EEUU que en Europa, donde las
ciudades son el propio parque temático.
-Pero dejemos de hablar de dinero, porque no
hace falta que nos cueste dinero o que estemos “perdiendo dinero” para defender
o no defender un macro proyecto (porque se entiende que puede haber proyectos
“buenos y proyectos “malos”). Los macro proyectos, ¿deberían ser respaldados o
no, por ser “buenos” para una zona determinada y dignos para la
ciudadanía…?.Pero ¿quién, amigo, puede controlar esto y de qué manera…?
-En primer
lugar lo lógico es que hubiera un proyecto de país a medio o largo plazo.
Responder a las preguntas de qué queremos ser, y cómo lo queremos lograr, es
decir, qué medios poner para ello. Y dejar de buscar el beneficio inmediato a
corto plazo, el pelotazo y la ganancia rápida a costa de lo que sea.
Y si el
único proyecto de país sigue siendo el del turismo de masas, de sol y playa,
botellón y balconing,
apoyado en el enladrillamiento de la costa que queda
y de todo paraje interesante del interior, pues que nos lo digan, y adelante
con todas sus consecuencias. Podríamos ahorrar en universidades y formar a todo
el mundo para camarer@s, animador@s
turísticos y albañiles que sale más barato.
Pero si el
proyecto implicara el buscar un crecimiento menos espectacular, aunque más
sostenido en el largo plazo, basado en el I+D+i, en
la tecnología y en el conocimiento, no
desperdiciando ni la formación y vigor de nuestra juventud, ni la experiencia
de los mayores de cincuenta años, expulsados tanto unos como otros del mercado
laboral, pues habría que establecer los medios para ello. Dar espacio a la
formación, creatividad e innovación. Esos valores que actualmente despreciamos
y estamos exiliando a los países que sí los aprecian, y que demandan a nuestros
médicos, arquitectos, ingenieros o investigadores que tanto nos ha costado
formar.
Lo cual no
implica que debamos renunciar a explotar ese sol y esa playa que tenemos, pero
de una forma racional, complementándolo con los valores patrimoniales,
culturales y naturales, en una visión a largo plazo, sin matar la gallina de
los huevos de oro, como se lleva haciendo con las miradas cortoplacistas.
Y si hay
algún macroproyecto que encaje en ese objetivo, que
tras analizarlo se ve que es serio y no plantea quimeras dudosas e
indemostrables, que es sometido a los trámites urbanísticos y de impacto
ambiental sin trampas, que la inversión económica que plantea es real y no se
trata de una mera ficción en busca de réditos en la gestión, regalos de suelos,
recalificaciones urbanísticas, rebajas fiscales, que no es una tapadera para
actividades delictivas, etc. etc., pues adelante.
Y desde
luego el Estado de Derecho tiene o debiera tener los instrumentos adecuados
para realizar esos controles.
El
problema es que entre el “Estado de Derecho” y el “estado de desecho” la
diferencia es de una sola letra y parece ser que nuestros dirigentes no
perciben la diferencia.
Para
terminar quiero agradecer a El Sueño Igualitario - Cazarabet que me haya dado la
oportunidad de mantener esta conversación. Espero no haberme extendido
demasiado y que las respuestas hayan tenido un mínimo interés. Finalmente
quisiera aprovechar para solicitar la ayuda de aquellos soñadoros
que quieran colaborar como corresponsales para la detección de esos
equipamientos o dotaciones inacabadas, infrautilizadas o sin uso, con el fin de
llevar a cabo con la mayor fidelidad esa relación y cuantificación que he
denominado “derrochómetro”. A ver si entre todos podemos llegar a obtener
una visión aproximada al respecto. Aquí dejo la dirección de correo electrónico
para quienes quieran ponerse en contacto conmigo. Muchas gracias por vuestra
atención.
Hasta
siempre soñadoros.
16938
De Eurodisney a
Eurovegas. Un paseo por la geografía de la fantasía y la especulación. Fernando Abad Vicente
112 páginas
13,5 x 21 cms.
13,00 euros
La Catarata
Desde que a mediados de la
década de los ochenta se abrió la competición para decidir la ubicación en
Europa de un parque temático por parte de los estudios Disney, se ha producido
una avalancha de proyectos para la construcción de este tipo de instalaciones
en España, ya sea bajo el formato de parque temático familiar, complejo de ocio
para adultos o intentando compatibilizar ambos formatos; todo ellos, por lo
general, vinculados a promociones y urbanizaciones residenciales, sobre todo a
raíz de la denominada “burbuja inmobiliaria”. Este proceso sufrió un importante
salto cualitativo con los tres macroproyectos
vinculados al juego (El Reino de Don Quijote, Gran Scala
y Eurovegas), fundamentalmente por las importantes modificaciones sociales,
laborales, económicas, fiscales e, incluso, sanitarias exigidas por los promotores
como compensación por las considerables inversiones anunciadas y la elevada
creación de empleo prometida.
Arquitecto y urbanista. Entre los años 1978 y 1981 participó en México
en la elaboración del planeamiento ecológico de diversas poblaciones y
municipios, integrado en un equipo multidisciplinar, dentro de la Dirección
General de Ecología Urbana. En España ha compaginado la labor como proyectista
con la realización de trabajos de urbanismo y la asesoría urbanística
municipal. Como arquitecto proyectista su trabajo profesional se ha
desarrollado principalmente en la realización de obras dotacionales públicas.
Ha publicado la obraVillava: desarrollo urbano de una villa desde su
fundación (2009).
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